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Polonia la nueva estrella europea

Polonia la nueva estrella europea

En los últimos 25 años, Polonia ha dejado atrás el lastre de su pasado soviético y se ha embarcado en tres oleadas de reformas profundas: económica, educativa e institucional. Adoptó, sin complejos, las normas europeas y se integró a la Unión Europea, y sin hacer mucho ruido se ha convertido en “el niño dorado de Europa”, como asegura Marcin Piatkowski, economista senior para Polonia del Banco Mundial. Hoy este exuberante país muestra un pujante sector manufacturero de tecnología intermedia, números macroeconómicos sobresalientes, altísimos niveles educativos (Top Ten en Pisa a nivel global) y buenos  ingresos  personales. Recientemente, The Economist le dedicó un elogioso artículo en el que señala que el PBI per cápita (ajustado por poder de compra) es el 67% del promedio del de la Unión Europea (proporción que, en 1989, llegaba apenas al 33%). El Perú tiene mucho que aprender de este espectacular desarrollo, por eso después de leer la entrevista de Piatkowski, creemos importante profundizar el análisis de sus reformas.

Primera reforma: liberalización de la economía

Aunque parezca mentira, Polonia como el Perú han pasado, del noventa a la fecha, procesos bastante similares. Tras la caída del muro de Berlín, el sindicalista Lech Walesa se convierte en Presidente de Polonia (1990). La economía era un desastre, colonizada por Moscú y totalmente planificada sus burócratas, con una gran escasez y una inflación que bordeaba el 500%. Ante esta situación se aplicó una política de ajuste y paquete de reformas liberalizadoras del mercado, conocido como el “Plan Balcerowicz”, por el Ministro de Finanzas que lo implementó. Sus puntos más salientes son el fin del control de precios, reducción de subsidios, liberalización del tipo de cambio y tasas de interés y privatizaciones de las empresas públicas. La liberalización económica se consolidó con el cambio de Constitución en 1997, en la que se consagran definitivamente los cambios realizados en el aparato productivo, así como las libertades democráticas, civiles y empresariales. ¿Suena familiar? Este proceso estuvo dirigido a su eventual acceso a la Comunidad europea.

En vista que Polonia no cuenta con recursos naturales y que limita con Alemania, su sector de industrial se convirtió en su locomotora de crecimiento al acoplarse con su potente vecino, del mismo modo en que México se benefició de su cercanía con EEUU (después del NAFTA). Entre 1991 y 1998, duplicó su producción.

La transición implicó cambios estructurales en la composición del producto industrial, pues la apertura al mundo y la liberalización del trabajo les permitieron tornarse competitivos, ayudados por grandes flujos de inversión extranjera directa, provenientes de la UE. Si bien el sector manufacturero sigue siendo importante; hoy, el de servicios es la punta de lanza de su actual expansión económica. Por eso The Economist los denomina “el subcontratista de Europa”.

Segunda reforma: la educativa

Entre 1998 y 1999, se dio impulso a una Reforma Educativa para permitir que un mayor número de personas accedan a educación secundaria y superior, se asegure la igualdad de oportunidades y elevar sustancialmente la calidad.

Un aspecto importante de la reforma educativa fue la consagración de la educación obligatoria por doce años (seis de primaria, tres de secundaria media y tres de secundaria). En el Perú, apenas se llega a 11 años de escolaridad obligatoria.

Se decidió usar el PISA 2000 para sentar una línea de base de la calidad educativa y poder realizar seguimiento a la evolución de la Reforma. Si bien los resultados del año 2000 no fueron los mejores, en el 2003 habían mejorado en más de 10 puntos, y para el 2006 superaron el promedio de los resultados de la OECD (¡en solo seis años mejoraron radicalmente!) y hoy están entre los 10 primeros del mundo.

El costo de esta reforma es uno de los aspectos más saltantes: el gasto en educación en Polonia es “la mitad de lo que se gasta en Europa Occidental”, según Piatkowski. En términos porcentuales, Polonia destina el 5.2% de su PBI a la Educación, mientras que Noruega gasta el 6.9% (hoy el Perú ya gasta el 6% del PBI en educación, pero la mitad por el sector público y el resto por el sector privado, muy similar a lo que sucede en Chile). No sería entonces una cuestión de equiparar mayor gasto con mejores resultados, pero tampoco se puede afirmar que no existe un gasto mínimo necesario para obtener resultados adecuados.

Tercera reforma: institucional

La tercera gran reforma de Polonia fue su revolución institucional, para la cual trajeron del exterior 8,000 páginas de normas europeas que adoptaron en su integridad. Además les ayudó el proceso de “convergencia” para su ingreso como miembro pleno de la Unión Europea. Si bien este objetivo se trazó casi desde que cayó el bloque comunista, demoró catorce años. En Mayo 2004, recién se convirtió formalmente en parte de la UE.

Como mencionamos en Lampadia, la humildad de los polacos en aceptar que no era necesario reinventar la pólvora sino que simplemente era necesario seguir el buen ejemplo de sus vecinos es admirable. Ojalá los peruanos tuviéramos la misma capacidad.

El ingreso a la UE, además de representar un enorme mercado (en conjunto la mayor economía del Mundo al contener a cuatro de los diez principales países: Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia), le significó a Polonia el inicio de un programa de transferencias directas significativo. A la fecha han recibido 102 billones de euros de transferencias, y se tienen programados otros 106 billones para el 2020.

En el Perú debiéramos revisar cómo en solo seis años han podido mejorar tan sustancialmente su calidad educativa hasta, incluso, superar a sus socios europeo. Esta extraordinaria experiencia ha demostrado que en corto plazo se puede hacer la diferencia. Solo se necesita una buena clase dirigente. Lampadia




Ideo apunta a reinventar la educación en el Perú con Innova School

Ideo apunta a reinventar la educación en el Perú con Innova School

Ideo, más conocida por desarrollar productos de alta tecnología, se encargó de desarrollar un plan de estudios, diseño de espacios físicos y la  creación de un modelo de negocio.

El multimillonario Carlos Rodríguez-Pastor deseaba reformar la educación en el Perú, su país natal. Si bien la economía peruana ha crecido y se ha estabilizado, su sistema educativo sigue siendo uno de los peores del mundo.

Rodríguez-Pastor, el presidente del conglomerado de servicios financieros y de retail, Intercorp, prevé un nuevo tipo de escuela que podría construir como parte de una red más amplia en el Perú-, manteniendo la matrícula en solo US$ 100 al mes.

El 2010 compró tres escuelas privadas en Lima para empezar, pero ¿cómo se puede crear un sistema escolar a partir de cero?

“Usted no deseará estropear esto”, señala Sandy Speicher, la jefa de prácticas de educación en Ideo, una empresa de diseño e innovación que trabaja con clientes del sector público y privado. Se trata de “comprender lo que el diseño puede hacer para ayudar al progreso de los sistemas educativos”. Ideo es más conocida por desarrollar productos de alta tecnología, entre ellas el primer mouse producido por Apple y la más reciente interfaz de los cajeros automáticos de Wells Fargo. Ideo también cuenta con una cartera cada vez mayor de programas de educación. Después de conocer a alguien de la empresa en el Foro Económico Mundial en América Latina en la primavera del 2010, Rodríguez-Pastor solicitó la ayuda de la firma. Unos meses más tarde, el ejecutivo se reunió con Speicher y la desafió a desarrollar un sistema de alta calidad, baja matrícula y escalable.

El 2013, Speicher y otros empleados de Ideo fueron contratados para ayudar al sistema de escuelas públicas de San Francisco a renovar su programa de comidas.

Ellos trataron de mejorar los hábitos alimenticios de los estudiantes, obtener que los estudiantes compren más almuerzos y mejoren su aprendizaje.

Las recomendaciones de Ideo se enfocaron en “cómo”, más que en “qué”, los niños comen, ofreciendo diferentes opciones y elementos orientados a la tecnología, como por ejemplo una aplicación de menú para que los estudiantes planifiquen sus comidas. El distrito escolar está buscando probar las sugerencias en los próximos años.

Para Innova School (nombre de Rodríguez-Pastor para el sistema de financiamiento privado), Speicher y su equipo de una docena de diseñadores fueron encargados de desarrollar un plan de estudios, diseño de espacios físicos, y la creación de un modelo de

negocio.

Los diseñadores viajaron a Perú en octubre del 2011 para comenzar su investigación, entrevistando a más de 90 maestros, administradores, padres de familia, estudiantes, e inversores. Una gran parte del proceso de Ideo es realizar muchas preguntas y ayudar a los clientes con muchas ideas como los diseñadores mismos.

“Nos impulsaron a pensar en todo, desde cómo fabricar los escritorios, el tamaño de las clases y métodos de enseñanza hasta incluso los objetivos del negocio”, dice Rolando Núñez-Baza, director de innovación de Innova, que trabajaba en coordinación con Ideo. “Son capaces de recabar cosas que no estás viendo porque estás en el medio de ella”

Hubo muchas discusiones acaloradas, dice Núñez-Baza, dada la mezcla de personas involucradas -académicos, inversores, y el equipo de Ideo. Speicher es “muy de principios y es el tipo de persona que entra a una discusión a escuchar lo que decíamos, y de alguna manera magnificarlo”, dice.

En lugar de ofrecer un entorno tradicional, con los estudiantes sentados en un aula bajo la instrucción de un maestro, las escuelas tienen un enfoque de aprendizaje mixto. Los estudiantes pasan un cierto número de días, como parte de un grupo, pero también tienen tiempo para ellos, en el que desarrollan habilidades o realizan investigaciones.

Los espacios físicos son flexibles: las paredes pueden ser modificadas para acomodar más estudiantes o para romper los espacios, y hay clases al aire libre. Ideo también se enteró de que el currículo era un reto para los docentes, por lo que el equipo de Speicher desarrolló una base de datos de cerca de 18,000 lecciones para las clases.

EN CORTO

Avance del proyecto

Cifras. Innova cuenta con 23 escuelas, unos 13,500 alumnos y 725 profesores. Y se espera que el número de escuelas se duplique en los próximos tres años. 

El equipo de Ideo, liderado por Sandy Speicher, ha desarrollado una base de datos de cerca de 18,000 lecciones para las clases al enterarse de que la elaboración de la currícula era vista por los docentes como todo un reto.

Publicado en Gestión, 27 de marzo de 2014.




Paul Krugman rompe mitos

Paul Krugman rompe mitos

El premio nobel de economía, Paul Krugman, dio por zanjado un debate que desde hace un tiempo enrarece el clima de inversiones en el Perú. Como se ha señalado en Lampadia, existe la intención, errada a nuestro parecer, de lanzar un plan de industrialización (ver: Entorno favorable a la inversión en vez de protección).  Recién estrenado el gobierno de Ollanta Humala, su entonces premier, Salomón Lerner, realizó una serie de declaraciones anti mineras en las que manifestaba la supuesta necesidad de darle “valor agregado” a nuestras exportaciones. Desde hace dos años que estamos esperando que el Espíritu Santo nos “ilumine” con un nuevo modelo de desarrollo. Ahora que parece haberse posado sobre el  Ministerio de la Producción, se anuncia un Plan Industrial o plan de Diversificación Productiva.

En su última presentación en Lima, Paul Krugman, ha desbaratado enfáticamente las ideas que son bandera de los economistas heterodoxos de la izquierda tradicional peruana desde hace décadas: Que somos un país primario exportador, que no producimos valor agregado y que hay que alejarse de la minería y los sectores extractivos. Este pensamiento ha sido desmitificado por el destacado Premios Nobel de Economía, hasta hace poco citado por esa izquierda para justificar sus planteamientos. Krugman no puede ser calificado de neoliberal, más bien representa a una de las líneas del neo-Keynesianismo. Al respecto, señala: “Se preocupan demasiado por la dependencia en la exportación de los commodities, pero no es necesario migrar hacia una estructura exportadora manufacturera en el corto plazo. La historia económica demuestra que esto no es tan crítico como la gente piensa. Más que la composición de los envíos al exterior, lo que realmente importa es que la economía sea productiva. Tener exportaciones con valor agregado no es necesariamente crucial. (…) La fijación de los peruanos con la industrialización es una prioridad mal puesta (…). Ser una nación industrializada no es necesariamente el camino que deben seguir. Perú puede ser una nación productiva con un sector de servicios altamente productivo, sin tener que tener una gran base industrial”, indicó, según reseña Gestión.

Además, hace un claro llamado de atención a los economistas nacionales, como el actual Ministro de la Producción, Piero Ghezzi, quien paradójicamente señalaba el mismo día de la presentación de Krugman, “que en cuatro semanas estará listo el plan nacional de Diversificación Productiva (nombre que prefiere al de Plan Nacional de Industrialización”, como informó Gestión. Esta iniciativa está diseñada para supuestamente “permitir la creación de ‘nuevos motores’ y capacidades productivas para impulsar la economía nacional”, indicó Ghezzi.

Esa misma mañana, cuando Patricia del Río le hizo una muy buena pregunta: “(…) [Se señala] qué la industrialización no es una buena idea porque hay que fortalecer las industrias extractivas y uno se pregunta: ¿Por qué tiene que ser uno u lo otro?” El Ministro respondió: “(…) el Perú no puede producir iPhones, el Perú tiene que empezar a diversificarse a través de sus fortalezas, somos fuertes en recursos naturales y tenemos que crecer en sectores más o menos cercanos”.

El premio nobel descartó la necesidad de este tipo de políticas, como también ha indicado Lampadia. En una entrevista con El Comercio, Krugman señaló: “Si tratas de forzar una diversificación, la economía doméstica va a ser moldeada por la demanda interna y será muy difícil que surjan sectores exportadores exitosos. Claramente, no queremos regresar a la época de sustitución de importaciones. Eso no funcionó y yo en ningún caso lo apoyaría”.

Krugman sugiere que, por el contrario se “miren las limitaciones generales al crecimiento. Es decir, desregular donde sea apropiado, mantener un entorno macroeconómico estable, mejorar la educación y facilitar un ambiente de formación de capital [clima de inversión]. Pero nada de eso significa decir que la manufactura debería tener tal porcentaje sobre el total del PBI. El mercado debe hallar por sí solo cuál debe ser ese porcentaje”.

Sobre el rumbo de nuestra economía, Augusto Townsend le preguntó: “Hace algunos días Nouriel Roubini nos dijo que el crecimiento del Perú se debía más a méritos propios que a la buena suerte. ¿Qué opina? Krugman respondió: “Ciertamente han tenido suerte (…). La buena performance del Perú no se puede explicar solo diciendo que se trata de una economía razonablemente orientada a la exportación, sino que se ha visto una clara restauración de un ambiente interno positivo para los negocios”.

También señaló: “El Perú ha atravesado por varios ciclos de política irresponsables. Pero ahora último ha experimentado un lapso relativamente largo de políticas razonables”.

Krugman enfatizó además que: “las trabas a la inversión sin duda  son un problema, pero también lo es la deficiente educación. (…) Por ejemplo, el Perú brinda menos años de educación que sus vecinos”.  Lampadia




Cifras y logros del Perú en el 2013 (preliminares)

Cifras y logros del Perú en el 2013 (preliminares)

Culminado el 2013, ya conocemos algunas cifras oficiales. En general los resultados fueron buenos: el PBI creció 5.3%, la inflación se ubicó dentro del rango esperado, se crearon más empleos adecuados (5.7% en Lima Metropolitana), mientras que el riesgo país se mantuvo bajo. Sin embargo, debemos estar atentos a potenciales riesgos como la desaceleración de la inversión del último trimestre. Es necesario que el Gobierno y su nuevo gabinete emprendan una campaña para recuperar el ritmo de crecimiento. En temas estructurales, la mala noticia fue el resultado de la prueba PISA (último lugar), por ello es urgente desarrollar una gesta por la educación.

El 2013 dejó cifras muy interesantes sobre el desempeño del Perú. En primer lugar, la economía creció 5.3%, un número destacable, que lo ubica al tope del ranking de crecimiento de la región, en medio de un mundo que aún no despega. Con ello el PBI per cápita nominal se ubicó en US$  6,787. La inversión total, alcanzó un récord de 28% del PBI, equivalente a US$ 57,000 (privada 21.5% y pública 5.8%), la cual debemos tratar de mantener. Por ejemplo, es preocupante la desaceleración registrada el último trimestre, en que la inversión privada creció apenas 0.5%, la más baja desde 2009 (crisis global agravada por las señales de enfriamiento del MEF bajo Valdivieso).

De alguna manera el 2013 es un parteaguas. Mientras países como Chile, Colombia y Perú,  donde se aplica modelos económicos orientados al crecimiento, la inversión y el bienestar, han mantenido buenos indicadores; los que aplicaron modelos politizados al extremo, ya sea por afán de poder o ideología, como Venezuela y Argentina, iniciaron su debacle social y económica. Estos últimos van ahora directamente al colapso por la insostenibilidad de sus políticas. En este mismo grupo, se puede incluir, con mucho menor impacto a Brasil, que siguió privilegiando el asistencialismo y descuidando la inversión privada, al punto que ya dejó de ser una de las estrellas de los BRIC, y en la región, está siendo reemplazado por México, como el país a seguir más de cerca.

En años donde algunos de nuestros vecinos como Venezuela y Argentina sufren por la inflación, reservas internacionales que se desploman, y elevados déficits fiscales, el Perú mostró sólidos resultados en estos indicadores. La inflación fue de 2.86%,  ubicándose dentro del rango meta (entre 1% y 3%). Mientras que las reservas internacionales cerraron en US$ 65.6 mil millones, suficientes para financiar 18 meses de importaciones. Mientras que el resultado el Resultado Económico del Sector Público no Financiero fue positivo por tercer año consecutivo, equivalente a 0.7% del PBI.

Las cifras del empleo a nivel nacional aun no están disponibles, pero se cuenta con los resultados de Lima Metropolitana, que representa buena parte de la PEA. Así, la buena noticia fue el crecimiento de 5.7% de la población adecuadamente empleada, que llegó a  representar el 59% de la PEA, continuando con la senda de crecimiento de los últimos años (ver Buena chamba crece 112%).

Parte fundamental de la atracción de capitales extranjeros es la nota que recibe la deuda peruana. El riesgo país (medido como el diferencial del rendimiento de la deuda nacional versus la de EEUU) fue 177 puntos, en diciembre,  uno de las más bajas de la región, lo que nos da espaldas para seguir captando inversión (ver Deuda peruana es la menos vulnerable), y que los fondos de inversión extranjera coloquen sus recursos en el Perú para financiar nuevos proyectos.

En educación, el último puesto alcanzado en la prueba PISA, es un reflejo de las grandes brechas por cubrir en educación, y que exigen una reforma urgente. De ello depende que incrementemos el potencial de crecimiento y el bienestar de las futuras generaciones. Los resultados en educación han presentado avances en algunas regiones, pero aun muy lentos.  Según el censo escolar 2013 que mide el rendimiento de los alumnos de segundo grado de primaria, el porcentaje que alcanzó el nivel satisfactorio de rendimiento en comprensión lectora se incrementó 2.1%, mientras que en matemáticas fue de  4.0%.

Recientemente Colombia pasó a ser la tercera economía de América Latina, alcanzando un PBI de US$ 350 mil millones, desplazando al cuarto lugar a una cada vez más alicaída Argentina (US$ 343 mil millones), que, según el NYT: “es un caso único de un país que completó la transición al subdesarrollo” (ver “The New York Times” critica al peronismo). El Perú debe seguir creciendo y asumiendo una acción decidida para enfrentar su agenda pendiente. Lampadia




Reflejan un gran cambio sobre las necesidades del Perú

Reflejan un gran cambio sobre las necesidades del Perú

En la última encuesta de Ipsos publicada por El Comercio revela, casi como un pie de página, al nuevo Perú. Al preguntar: “Tras la sentencia dada por la Corte de la Haya, ¿cuál cree que debería ser el tema prioritario para el actual gobierno?” El 26% de la población indica,  “mejorar la calidad de la educación; 22%, mejorar la seguridad ciudadana, 20%, fomentar el crecimiento económico, 16%, combatir la corrupción, y 7%, mejorar el sistema de salud.

Estos datos demuestran que la agenda de los peruanos ha cambiado significativamente. Tan solo unos años atrás, los temas prioritarios eran: empleo, sueldos, aumento de precios y pobreza. Asuntos básicos para la subsistencia. Hoy en cambio, lo que preocupa son mejoras en los servicios sociales: educación, seguridad, salud. Y, claro seguir fomentando el crecimiento económico y evitar la corrupción.

Esta es una nueva constatación de que la clase media y sus demandas (educación de calidad, salud, seguridad), son mayoritarias. Tales exigencias no pueden ser consideradas como de una nación en la que la mayoría de la población se halla en una situación vulnerable o de pobreza. Por el contrario, estamos viendo el nuevo rostro del Perú: Un país emergente y sin complejos, de ingresos medios, con una nueva y mayoritaria clase media aspirante que reclama la intervención del Estado solo en los temas de su competencia: educación, seguridad y salud.

Este es otro síntoma que demuestra las bondades del modelo económico. La gente empieza a preocuparse por mejores servicios. Una señal de que vamos por la senda correcta. Esto no significa que hemos llegado a la meta, aún nos falta mucho camino por recorrer.  Lampadia




La productividad del Perú en tres tiempos

La productividad del Perú en tres tiempos

Por 45 años (1960 a 2004) el crecimiento promedio de la productividad en el Perú fue de 0.1%, una tasa insignificante comparada con la alcanzada por otras economías emergentes que crecían a tasas superiores al 2%. Sin embargo, el giro en el modelo económico dela década de 1990 con la Constitución del 93, hizo posible que el Perú  lidere en los últimos años el crecimiento de la productividad en Latinoamérica (2.3% para el periodo 2005-2011). La tarea no está completa, ahora hace falta promover las reformas que nos permitan mantener el mismo ritmo.

Primer tiempo (1960-2004): estancamiento de la productividad

Por 45 años (de 1960 a 2004), mientras que economías de similar ingreso al Perú (como Corea del Sur) elevaban su productividad a un ritmo de 2% anual, nuestro país lo hacía apenas en 0.1%, es decir nos empobrecíamos año tras año en relación con otras economías emergentes. La intervención del Estado en el mercado, la prédica anti inversión privada y las políticas proteccionistas, iniciadas en la década de 1960 condujeron al Perú, al estancamiento de la economía y al empobrecimiento general que nos sacó de la senda del desarrollo por décadas.

Experimentos como el Modelo de Sustitución de Importaciones, Capitalismo de Estado y Populismo Macroeconómico llevaron al país a perder su capacidad de crear riqueza, lo que se  acentuó en la década de 1980, donde nuestra productividad cayó en promedio 3.5% por año.

Las reformas en los años 1990, centradas en la reinserción de nuestra economía en el mundo global, la apertura comercial, privatizaciones, una cierta liberalización del mercado laboral y en menores regulaciones estatales, lograron elevar la productividad del país. Las inversiones en infraestructuras permitieron reducir los costos del comercio exterior, elevando la competitividad. Por su parte los servicios públicos privatizados, se tornaron más eficientes, con mayor cobertura y calidad a  menores precios. Mejoró la conectividad del país a través de nuevas redes de telecomunicaciones, se incrementó la generación, transmisión y distribución de energía y se favoreció el desarrollo del sector industrial. De esta manera se empezó a recuperar la productividad, cerrando la década con un crecimiento promedio de 0.8%, después de la caída de la década anterior.

Segundo tiempo (2005-2011): la recuperación de la productividad

En la segunda mitad de la década del 2000 las reformas fueron madurando, las inversiones  privadas (83%) y públicas (17%), alcanzaron niveles record, superando el 28% del PBI (en 2013) y las empresas peruanas empezaron a aparecer en los rankings de las más grandes corporaciones de la región. Para el periodo 2005-2011 la tasa promedio de crecimiento de la productividad fue de 2.3%, liderando con ello, según de The Conference Board, el crecimiento de productividad de Latinoamérica que decreció en 0.3% y superando el promedio de los países emergentes de 1.6%. Sin embargo, aún nos encontramos lejos de países como China, que, tuvieron que incrementar su productividad en 3.4% cada año para poder sostener un crecimiento promedio de su economía a una tasa de 10%.

Tercer tiempo (2012 – 2021): mayor crecimiento de la productividad

Para que el ingreso medio per cápita pueda converger a los niveles de los países desarrollados (OECD), no es suficiente con lo realizado hasta ahora. El Gobierno debe enfocar sus esfuerzos para concretar las reformas que den un mayor impulso al crecimiento de la productividad. Debiéramos crecer a tasas similares a las de los tigres asiáticos en su larga fase de despegue. El Banco Mundial (2006) ha identificado que ningún país ha logrado mantener un crecimiento alto y sostenido sin tener altas tasas de inversión en infraestructura y educación. En el caso del Perú, para lograr un crecimiento más pronunciado de la productividad, es preciso avanzar en las siguientes reformas:

Estado eficiente: contar con un poder judicial eficaz e independiente, derechos de propiedad bien delimitados, agilidad en los trámites burocráticos.

Infraestructuras: reducir la brecha de en infraestructuras, vía concesiones y Asociaciones Público Privadas (APP). Existe una importante oportunidad de financiamiento externo para este tipo de proyectos.

Educación: mejorar la calidad de la educación. Además alentar la formación de carreras tecnológicas.

Tecnología: incrementar la colaboración de las empresas y las universidades. Alentar las carreras de ingeniería y ciencias. Generar incentivos para que las empresas incrementen su presupuesto en innovación.

Instituciones: mejorar las reglas de juego para facilitar una mejor convivencia de los ciudadanos, su protección contra el abuso del Estado, el clima de inversión y una mejor gobernanza.

Hasta ahora hemos trazado exitosamente el camino inicial para alcanzar el desarrollo, por ende no debemos desandar lo avanzado ni caer en la complacencia. Todavía (hermanos), hay mucho por hacer. Los resultados del Reporte de Competitividad del Word Economic Forum, nos ofrecen luces sobre el trabajo pendiente. En 2013 el Perú se encuentra a la cola en todas las reformas mencionadas, siendo las tareas más complicadas el desarrollo de innovación (puesto 122) y en el mejoramiento de las instituciones (puesto 109). Podemos implementar estas reformas adaptando a nuestra realidad los casos de éxito económico como, por ejemplo, el de Nueva Zelanda, que se  ubica en la lista del Top 10 en los indicadores de los temas que constituyen nuestra agenda pendiente. Lampadia




México, capaz de lo políticamente imposible

México, capaz de lo políticamente imposible

En el 2013, el Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) impulsaron las reformas estructurales más significativas de dicho país en décadas. Las reformas educativas, de telecomunicaciones, bancarias, fiscales, políticas y energéticas están diseñadas para modernizar a México y convertirlo en un jugador global de primer orden.

Nada de esto hubiera sido posible si es que los partidos políticos de dicho país no hubiesen llegado a acuerdos históricos. Es por ello que tanto The Economist (ver cuadro más abajo de la edición del 23 de noviembre) como el prestigioso columnista de El Nuevo Herald, Andrés Oppenheimer, alaban este acto de madurez política.

“De todas las cosas que pasaron en Latinoamérica el 2013, lo que podría tener el impacto más positivo es el Pacto por México de los tres principales partidos políticos mexicanos”, asegura Oppenheimer. Un pacto que ha sido calificado por el presidente de la Comisión de Energía del Senado Mexicano, David Penchyna (cuyo artículo sobre el particular aparecido en el diario La Reforma de México reproducimos aquí), como políticamente imposible”.

Que tres partidos antagónicos se hayan unido para aprobar reformas como la educativa que le arrebata el poder sobre la designación y contratación de maestros al todopoderoso sindicato de profesores mexicano, regule el mercado de las telecomunicaciones y sobre todo permita el ingreso de inversiones privadas al sector de hidrocarburos es casi un milagro de San Martín de Porres. Y todo conseguido a través del diálogo, la concertación e incluso el disenso, como bien señala Penchyna, al saludar la actitud abiertamente opositora (en especial a la última de la reformas) de la izquierda mexicana.

Cuanto bien le haría al Perú un pacto de esta naturaleza.