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No hay que subestimarlos

No hay que subestimarlos

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

La amenaza de Guido Bellido para nacionalizar el gas de Camisea es ridícula, imposible de ejecutar en democracia y carece de todo fundamento. Sin embargo, es una consigna política que tiene eco en una parte importante de la población, sirve para justificar la inoperancia del gobierno, presiona a Pedro Castillo y desarrolla la popularidad de Bellido en sus bases.

Dos meses después de haber asumido el gobierno, es claro que se trata de una gavilla de incompetentes que no tienen ninguna idea de cómo gestionar el Estado ni un plan para hacerlo, salvo avanzar hacia la captura de todo el poder para instaurar una corrupta dictadura chavista.

Ante un problema específico, la inflación y subida de precio de artículos esenciales como el gas, recurren a una propuesta demagógica pero políticamente rentable.

La explicación de los altos precios del gas que afecta sobre todo a los más pobres, que difunden los comunistas en el poder, es que la culpa la tienen los monopolios extranjeros que se han apoderado de mala manera de nuestros recursos naturales. Es una interpretación absolutamente falsa del problema, como se han encargado de explicar varios expertos, pero refuerza una idea pre existente en buena parte de la población.

En efecto, esas ideas populistas tienen arraigo desde hace muchísimo tiempo, probablemente un siglo. Por ejemplo, la primera medida importante que tomó la dictadura izquierdista del general Juan Velasco fue expropiar a la compañía norteamericana IPC, el 9 de octubre de 1968. Y ocuparon con gran despliegue militar -innecesario realmente, pero útil para proporcionar la escenografía del golpe nacionalista- los campos ya exhaustos de la Brea y Pariñas y la antigua refinería de Talara.

Ese acto fue aplaudido por casi todos, empezando por el entonces influyente diario conservador El Comercio, que era uno de los promotores de esa política. Pocos se ocuparon después que el Estado peruano tuvo que pagar las expropiaciones populistas de la dictadura (acuerdo Green-Mercado en 1973) y que los beneficios fueron inexistentes.

Sin embargo, muy poco hicieron después los demócratas para explicar clara e insistentemente que esas políticas populistas y nacionalistas terminaron en fracasos rotundos que el pueblo peruano tuvo que pagar. Pero los comunistas de todo pelaje si han seguido difundiendo el mito que los peruanos son pobres porque los imperialistas se roban las riquezas naturales del país.

Esas ideas siguen siendo las dominantes, el sentido común, en muchos ciudadanos. Y de eso se aprovecha gente como Bellido para difundir, de seguro con amplia audiencia, los disparates que hoy pregona.

Eso crea ilusiones y expectativas entre sus simpatizantes, abrumados por la inflación. Ahora creen que sus problemas se resolverán con estatizaciones. Pero como no se pueden hacer ahora -se necesita una asamblea constituyente, les dicen-, refuerza el propósito básico de los comunistas en el poder: una constituyente para imponer una dictadura.

En suma, no hay que subestimar las necedades que difunden Bellido y sus secuaces. Ellos van con la corriente, refuerzan ideas pre existentes y las usan para sus propósitos. Lampadia




Todos los recursos legales para defender la democracia

Todos los recursos legales para defender la democracia

Jaime de Althaus
Para Lampadia

En Estados Unidos el presidente Pedro Castillo llamó a los grandes empresarios a que vayan a invertir al Perú, pero al mismo tiempo insistió en dos ocasiones en una nueva Constitución.

En la OEA dijo que “los pueblos tienen que auto-convocarse y ser convocados también por las autoridades para estructurar…constituciones que estén a la altura de los tiempos”. Y en las Naciones Unidas explicó que “se trata de construir un nuevo pacto social en el Perú, un nuevo contrato social que asegure la gobernabilidad democrática con paz y cohesión social, y que logre reducir drásticamente la pobreza y eliminar la pobreza extrema…”.

¿El presidente Castillo no se da cuenta de la contradicción? ¿O su invitación a invertir es de la boca para afuera? Es imposible que no se percate. Se lo han dicho los propios empresarios peruanos que viajaron con él y se lo dicen en los medios todos los días. El propio Francke debe habérselo señalado porque le aseguró a Aldo Defilippi, presidente de Amcham, que no está en la agenda del gobierno promover una asamblea constituyente.

Pero si el Presidente insiste en el tema es que su programa no es recuperar la economía y crecer a tasas altas y generar empleo, sino la captura total del poder y de la perpetuación en él. Es el programa bolivariano. Porque las razones que da para una nueva Constitución no se sostienen. Pide un “nuevo contrato social que logre reducir drásticamente la pobreza…”, cuando eso es justamente lo que ocurrió con la Constitución de 1993: no hay país de América Latina que haya reducido tan abruptamente la pobreza como el Perú haya antes de la pandemia: de 60% a 20%. Nuestra constitución es la campeona de América Latina en velocidad de reducción de la pobreza. La venezolana, en cambio, ha producido 96% de pobres. ¿Eso buscamos? Y si queremos reducirla aún más rápido, lo que tenemos que hacer es profundizar la economía de mercado, remozar el modelo, repotenciarlo.

El otro gran argumento es que “la salud no sea un servicio, sino que se convierta en un derecho constitucional”. Cuando es exactamente al revés. En la Constitución del 93 la salud es un derecho. El problema es que no es un servicio eficiente. Para que el derecho sea efectivo hay que reformar el servicio. Lo que hay que cambiar es el Estado, la gestión pública, no la Constitución. La palabra no hace la realidad.

Se trata de juegos de ilusión para engañar a la población y apoderarse del Estado. No podemos permitirlo. Si queda claro que el presidente y su partido no van a cejar en ese empeño, no queda sino desplegar todos los recursos legales para impedirlo. Perú Libre ha intensificado una campaña de recojo de firmas que ahora recibe el apoyo desembozado del Premier Bellido y de la vicepresidenta Dina Boluarte. Es una guerra declarada.

Con el agravante de que el referéndum para convocar directamente a una asamblea constituyente, sin pasar por el Congreso, no es constitucional. El artículo 206 de la Constitución es muy claro y el referéndum mencionado en el artículo 32 se refiere evidentemente al referéndum señalado en el 206, como la segunda etapa de la aprobación de una reforma constitucional luego de que ha sido aprobada en primera votación por el congreso. No cabe un referéndum directo sin pasar antes por el Congreso.

Por eso es inaudito que la ONPE haya vendido planillones a Perú Libre para un referéndum sobre este asunto. Debería interponerse acciones legales contra esa decisión, acaso una demanda competencial porque evidentemente la ONPE ha invadido una competencia exclusiva del Congreso.

Si Perú Libre llegara a recoger el número de firmas válidas requerido, tendrá que ser el Jurado Nacional de Elecciones quien determine que tal vía no es válida. Al respecto, la ley 26300, ley de participación ciudadana, como no puede ser de otra manera, establece claramente lo siguiente:

Artículo 39.- Procede el referéndum en los siguientes casos:

  1. La reforma total o parcial de la Constitución, de acuerdo al Artículo 206 de la misma.
  2. ….

¿Y qué dice el artículo 206 de la Constitución?:

Artículo 206°. – Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el
Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y
ratificada mediante referéndum. Puede omitirse el referéndum cuando el
acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias sucesivas
con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del
número legal de congresistas.

Es decir, procede el referéndum luego de que el congreso ha aprobado la reforma constitucional en una primera votación. No hay otro referéndum. Pero, para que el JNE no tenga escape alguno, debería aprobarse una ley que precise que, si le llega un pedido de referéndum directo, debe rechazarlo.

La democracia tiene que defenderse. Lampadia




Las señales están muy claras

Las señales están muy claras

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Muchos analistas y comentaristas siguen indicando que las señales del gobierno no están claras y siguen esperando que alguien las aclare sin hacer el necesario balance.

En mi opinión, ¡LAS SEÑALES ESTÁN MUY CLARAS! Y así han estado durante buena parte de la campaña electoral. Eso, por supuesto afecta la confianza en el gobierno y la disposición para dinamizar la inversión privada, motor esencial de la economía, máxime ante la imperiosa necesidad de recuperar el crecimiento y el empleo, muy afectados por el mal manejo de la pandemia. El BCR ya hizo el balance y ha anunciado que el próximo año, la inversión privada crecerá cero (0%).

Quién sabe si la única virtud de Perú Libre ha sido, sorprendentemente, la transparencia con la que se presentó, cosa que ha refrescado constantemente, tanto en palabras, juntas y actos.

  • Palabras: Perú Libre (PL) dijo desde el primer día que ellos estaban inspirados por el marxismo, leninismo, maoísmo y mariateguismo. Y que se basarían en la lucha de clases.
  • Juntas: PL no ocultó su cercanía con el Conare, con el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, con el régimen cubano, con el chavismo venezolano, con los países que profesan el socialismo del siglo xxi en América Latina, con Evo Morales, con el Foro de Sao Paulo y con el Grupo de Puebla.
  • Actos: La formación de su gabinete, ver en Lampadia: Mal desde el primer día – Castillo y su gabinete de guerra; los nombramientos de funcionarios públicos en ministerios, embajadas y agencias del Estado; los ataques permanentes a la prensa; el juego infantil sobre la designación del presidente y directores del BCR; las maniobras para fomentar la lucha de clases, acusando a la oposición y a las empresas de complotar contra los pobres subiendo el precio del dólar y de los bienes básicos; nos confirman que no pretenden gobernar para el bien común, sino para implantar su agenda política.

Todo esto se ratifica con la insistencia de PL por imponer una asamblea constitucional fuera del marco de la Constitución, y antidemocrática, pues quieren nombrar a dedo al 50% de sus miembros. PL ya presentó un proyecto de Ley con este propósito al Congreso, y están recogiendo firmas, haciendo uso de mecanismos ilegales desde el gobierno, como promoverlo en actos oficiales y vincularlo al reparto de bonos.

Todo apunta pues a la consolidación de un gobierno súper autoritario, que desprecia y amenaza a quienes no comparten sus ideas, y que está fundamentalmente dirigido a capturar el poder absoluto, inspirado en ideologías ajenas al Perú.

Además, similarmente a lo sucedido recientemente en Chile, PL, la expresión peruana del radicalismo político extremo, ha capturado y destruido al centro izquierda, que tenía enfoques más moderados y democráticos.

A estas alturas debería quedarnos claro a todos los que creemos en la democracia y la economía social de mercado, que Perú Libre tiene una agenda autoritaria, de orientación continental, que va más allá del período de gobierno de cinco años, que no está dirigida a mejorar la calidad de vida de los peruanos, que no pretende promover la inversión privada, y que no va a reparar en la Constitución y las leyes para enmarcar su acción política.

No puedo dejar de criticar a quienes, sabiendo lo que representaba PL, le facilitaron el acceso al poder, ya sea por odio al fujimorismo, por falsas ínfulas de dignidad, por pretender acercarse al gobierno para capturar espacios de poder, por malos cálculos políticos que los llevaban a asumir que era fácil controlar los eventuales actos de gobierno, y por pura y dura torpeza e irresponsabilidad.

Ahora tenemos que ponernos al frente, tenemos que frenar y diluir los impactos negativos del gobierno de PL en el corto y largo plazo.

A diferencia de muchos ciudadanos angustiados que van perdiendo la fe y critican a todos sin generar propuestas y sin actuar, creo que debemos asumir que, en el corto plazo, todo sirve para comunicar al conjunto de la población, los elementos que configuran la acción de un gobierno destructivo. Sirven las marchas, sirven los comunicados, los plantones, las encuestas y los intercambios en las redes.

Sin embargo, no es suficiente oponerse a la asamblea constituyente, a la segunda reforma agraria, al manoseo del comercio internacional, al debilitamiento de la lucha contra el narcotráfico y a los malos nombramientos, también se necesitan propuestas concretas sobre las políticas públicas necesarias para recuperar el crecimiento de la economía y bajar el nivel de pobreza, para promover las inversiones privadas, el empleo, las reformas de la salud y la educación públicas, y para recuperar nuestra fortaleza macroeconómica y fiscal, esenciales para dar tranquilidad a todos los peruanos.

Tenemos que rebelarnos ante un manejo de gobierno que nos está llevando a un miserable crecimiento de 3.4% del PBI para el próximo año (a pesar de contar con condiciones favorables), tal como ha debido anunciar el BCR. Con un buen gobierno, el Perú puede crecer entre 6% y 8% anual, y podemos transformar nuestras riquezas en bienestar general.

Pero al mismo tiempo, no debemos olvidarnos de cuidar el largo plazo. De la evolución política de Chile, y de la toma del poder de un partido marxista-leninista-maoísta-mariateguista en el Perú, tenemos que concluir que una sociedad civil responsable, no puede desentenderse de la cosa pública. Por ejemplo, no podemos dejar que el gobierno central y los gobiernos sub nacionales mantengan pésimos servicios públicos en educación y salud, máxime si el sector privado genera los recursos que han venido desperdiciándose con obras absurdas, con ineficiencias, corrupción y muchas veces, sin utilizarse.

La situación actual tiene que ser el acicate que nos lleve a un compromiso permanente con el bienestar de todos los peruanos. No dejemos que nuestros hijos y nietos cometan el mismo error de las generaciones mayores, de gozar del producto de su esfuerzo personal, sin ocuparse del conjunto de la sociedad.

Hoy no hay dudas sobre el gobierno de PL, solo hay certezas, así como las hay sobre la agenda que nos toca enfrentar. Lampadia




¡Vamos peruanos que tenemos que ganar!

¡Vamos peruanos que tenemos que ganar!

Rafael Venegas
Para Lampadia

Agosto de 1969. Dos goles de Cachito Ramírez. Perú clasificó al mundial de México 70 eliminando a Argentina en la Bombonera. Miles toman las calles vivando al Perú en todo el país. Banderas peruanas al tope, himno nacional y música criolla a toda voz. Personas de toda condición hermanados, abrazados y gritando de alegría. Emoción y fuerza colectiva patriótica al máximo. ¡Perú campeón, Perú campeón, es el grito que repite la afición!

Octubre de 1975. Gol del cholo Sotil. Perú campeón de la Copa América. Miles toman las calles vivando al Perú en todo el país. Banderas peruanas al tope, himno nacional y música criolla a toda voz. Personas de toda condición hermanados, abrazados y gritando de alegría. Emoción y fuerza colectiva patriótica al máximo. ¡Arriba Perú!

Noviembre de 2017. Goles de Farfán y Ramos. Perú clasificó para el mundial de Rusia 2018. Miles toman las calles vivando al Perú en todo el país. Banderas peruanas al tope, himno nacional y música criolla a toda voz. Personas de toda condición hermanados, abrazados y gritando de alegría. Emoción y fuerza colectiva patriótica al máximo. ¡Contigo Perú! ¿Cómo no te voy a querer? ¿Cómo no te voy a querer? ¡Si eres mi Perú querido el país bendito que me vio nacer!

Estas multitudinarias y patrióticas manifestaciones callejeras se han dado varias veces en el país y en ellas una enorme cantidad de peruanos, especialmente los jóvenes, se han confundido entre abrazos, cánticos y vítores, cargados de pasión y patriotismo generado por la selección blanca y roja: el orgullo de todos los peruanos.

Esta pasión y fuerza colectiva de los hinchas peruanos fue reconocida internacionalmente, al otorgársele el premio a la mejor hinchada del mundial Rusia 2018.

Entonces, las preguntas que todos nos hacemos son:

¿Dónde está esa pasión y fuerza colectiva patriótica de los jóvenes peruanos, frente a la posibilidad de que destrocen nuestro país?

¿Qué les pasa? ¿Por qué esta pasividad e indiferencia?

La verdad es que no debería haber respuestas, pero lamentablemente si las hay. La mas clara es porque existe un tremendo desconocimiento, en la gran mayoría de jóvenes peruanos, de las terribles experiencias impulsadas por el comunismo, que se vivieron en el país en las décadas de los años setenta y ochenta.

Felizmente, con gran esfuerzo y mucho sufrimiento, fuimos capaces de superarlas. Sin embargo, los que las vivimos, hemos cometido el gran error de no haberlo transmitido adecuadamente a las siguientes generaciones, para que no se repita. ¡Craso error!

Además, no se hizo nada por impedir la infame y malévola penetración de la doctrina socialista al sector educación, permitiéndose que en los colegios y universidades se distorsione la verdad histórica y se enseñen versiones totalmente sesgadas y muy distintas a la realidad. ¡Otro craso error!

El resultado es que ahora la gran mayoría de los menores de 60 años (88% de la población), saben poco o nada del miedo y la miseria que se vivió en los años 70 durante el nefasto régimen militar comunista de Velazco.

De igual manera, la mayoría de los menores de 40 años (65% de la población), no conocen nada o casi nada de la terrible década de los 80, con el sanguinario terrorismo a manos del genocida grupo comunista sendero luminoso, que asesino a miles de peruanos inocentes.

Estas lamentables taras se han complementado negativamente con un sentimiento triunfalista de estabilidad política y crecimiento económico, que se vivió por mas de 25 años en las décadas recientes y que generó una falsa ilusión de estar en camino al desarrollo.

Ese periodo de ¨bonanza¨, enfocado casi exclusivamente en lo económico y casi nada en lo político y social, aburguesó a la gran mayoría de la población, especialmente a los mas jóvenes. La clase media se duplicó y supero el 50%.

Esta mala combinación ha generado un peligroso adormecimiento y desinterés político en la mayoría de los jóvenes peruanos, ¡del cual tienen que despertar ya, sino será muy tarde!

El nuevo gobierno comunista tiene planes muy claros, pero totalmente equivocados y están dispuestos a implementarlos a como de lugar. Esto, sin duda, llevará al país a la debacle. Por eso tenemos que hacerle frente rápidamente y con mucha firmeza y decisión.

Para eso contamos con tres líneas de defensa, amparadas por nuestra actual constitución: El congreso; la población alzando su voz de protesta en las calles y como último recurso, las FFAA, siempre y cuando se viole la constitución.

En cuanto a la segunda línea, es cierto que la población está protestando en las calles, pero lamentablemente no está funcionando adecuadamente por falta de liderazgo, por la presencia de políticos desgastados y por la tibieza de su formato.

Además, la participación de los jóvenes es muy pobre, contrastando con el enorme patriotismo y fuerza colectiva que demuestran cuando se trata de la selección de fútbol. Esto es preocupante y sobretodo muy decepcionante.

Los jóvenes peruanos tienen que ser conscientes que su voz de protesta no es solo su derecho, sino también es su deber y que, si no se logra detener este avance comunista, ellos y sus hijos serán los mas perjudicados.

Es absolutamente necesario que nosotros, los mayores, actuemos de inmediato transmitiendo y difundiendo a los jóvenes de nuestro entorno, las terribles vivencias de las décadas de los 70 y 80 causadas por el comunismo. Al mismo tiempo debemos impulsarlos para que participen activa y patrióticamente en las marchas y protestas públicas, con la misma entrega y emoción con que lo hacen cuando se trata del fútbol.

La prensa, que mayoritariamente jugó un papel vergonzoso en las últimas elecciones, afortunadamente se ha dado cuenta de su error y está rectificando valientemente. Su enérgica y firme participación es absolutamente necesaria para hacerle conocer a los jóvenes, las crudas experiencias que se vivieron en el pasado por culpa del comunismo y así complementar el esfuerzo de defensa del país.

Hay una nueva generación de políticos y también de ejecutivos que están interesándose en el tema y que son los indicados para liderar este cambio. A ellos tenemos que interesar, impulsar, empoderar y apoyar para que participen activamente en estas lides.

Lucas Ghersi, Adriana Tudela, Rosangella Barbaran, Vivian Olivos, Alejandro Cavero, Vanessa Quiroga y Vania Thais, entre otros, deben convertirse en los nuevos líderes políticos del país y deben contar con todo nuestro apoyo.

Vamos jóvenes peruanos, despierten y defiendan a su país y a su futuro, con la misma fuerza colectiva y patriotismo con el que apoyan ¨a muerte¨ a nuestra selección.

Y como se canta en la tribuna cuando juega la blanca y roja:

            ¨Vamos peruanos, que tenemos que ganar¨

P.D. Favor difundan este artículo entre los jóvenes de su entorno e impúlsenlos a participar activamente en la defensa de nuestra democracia. Gracias.

Lampadia




El gobierno confirma su línea confrontacional

El gobierno confirma su línea confrontacional

Jaime de Althaus
Para Lampadia

En el gobierno hay aparentemente dos líneas, una radical y confrontacional, y otra más moderada, pero los últimos acontecimientos indican que se está imponiendo la corriente confrontacional, impulsada por la competencia entre Castillo y Cerrón. En efecto:

  • El premier Guido Bellido terminó su respuesta final en el Congreso pidiendo voto de investidura para cambiar la Constitución, luego de un feroz ataque a la Carta Magna del 93. Esto fue lo que dijo Bellido: “La Constitución de 1993, en 20 años, no sólo no ha solucionado la situación de marginación de las mayorías, sino la ha profundizado… Este sistema político y social terminará de todas maneras… Nosotros queremos realizar este cambio en democracia y paz. Buscamos el voto de investidura con este fin”.
  • El   presidente   Castillo   sostiene   al   ministro   Maraví  (vinculado   al senderismo) con argumentos populistas y radicales.
  • Hay diferencias entre Castillo y Cerrón, pero son de poder, no de radicalismo.  Sin embargo, contradictoriamente, en un momento de lucidez política Castillo habría querido formar un gabinete más conciliador, quizá con Francisco Eguiguren a la cabeza, y Cerrón, como sabemos, lo impidió. Castillo quisiera autonomizarse de Perú Libre y para eso está alentando, a falta de uno, dos partidos. Pero uno de ellos está vinculado nada menos que al ex Conare Movadef.

Es claro que el gobierno mantiene su programa maximalista y está buscando una confrontación con el Congreso, para terminar cerrándolo. El Premier Bellido amenazó con plantear cuestiones de confianza si se intenta censurar ministros, dejando al Congreso relativamente desarmado. Y el presidente Castillo, apelando al clásico juego populista del ataque al Congreso, fustigó a los parlamentarios que piden la salida del indefendible Maraví:

“Invito a estos señores que están pregonando tantas cosas y tildando a los ministros de tal cosa, vamos a debatir allá, al mismo corazón del Vraem. A los congresistas, vamos al Vraem a debatir sobre la gran crisis y problemas que tiene el país.“Vamos sin zapatos, señores. Vamos a conversar allá. Salgan de sus pupitres, salgan de esos espacios cerrados”.

Por eso la cuestión de confianza otorgada al gabinete, pese al rechazo que suscita por razones principistas, tuvo sentido estratégico. Ahora es importante que el Congreso se blinde a la brevedad contra eventuales cuestiones de confianza planteadas por reformas constitucionales, mediante la ley interpretativa que está elaborando la comisión de Constitución.

La persistencia del gobierno en la línea confrontacional y radical, destructora del país, deberá llevar al Congreso a considerar la vacancia presidencial. Para que ello sea viable, sin embargo, la popularidad presidencial deberá descender aún más en las regiones a las que pertenecen los parlamentarios. Para prevenir esa caída, probablemente veremos a Castillo exacerbando su populismo contra los políticos y congresistas y también contra los monopolios, acusándolos de ser los responsables del alza de los precios -cuando la causa es la incertidumbre generada por el gobierno.

Incluso la moderada política económica de Francke le ayudará, cuando los bonos y recursos que se repartan para paliar el alza de los precios generada por el propio gobierno generen el agradecimiento de la población beneficiaria. Un populismo perverso que genera incertidumbre para repartir dinero y levantar popularidad.

Pero si el Congreso ha quedado relativamente desarmado, como decíamos, el contrapeso está ahora más en manos del sistema judicial y la prensa, que mantienen aún su independencia y su firmeza denunciando los antecedentes delincuenciales y filo terroristas de algunos de los miembros del gobierno y del partido. Las Fuerzas Armadas, por su parte, han logrado defender hasta ahora su institucionalidad e incluso jugaron un papel en la salida de Béjar, pero la Policía es un terreno de disputa con resultado incierto, donde los intentos de impedir investigaciones a personajes del gobierno y de Perú Libre y de tomar las unidades de investigación, encuentran a un comandante general dócil.

En este contexto, un factor clave han de ser las movilizaciones ciudadanas, que deberían calentarse luego de la inaudita defensa presidencial a un ministro claramente vinculado al senderismo y de una decisión confrontacional a ultranza que puede llevar al país al despeñadero. Lampadia




Confianza

Confianza

CARLOS MILLA VIDAL
Desde Cusco
29 de agosto del 2021
Para Lampadia

Esta semana, nuestro país ha dado un paso muy complicado que ha puesto en cuestión todo el sistema democrático, y amenaza en llevarnos a un totalitarismo anunciado. Una mayoría de parlamentarios, incluidas dos bancadas “democráticas”, ha optado por respaldar al gabinete Bellido en una clara muestra de que el miedo a perder los privilegios y las curules va por encima de los “principios” democráticos, y la responsabilidad de la representación que ostentan.

CONFIANZA 

La confianza es un sentimiento. Es una parte central del “software social”. Significa fundamentalmente que “creemos en la palabra del otro”, y esperamos conductas previsibles.

Una sociedad que expresa confianza nos da el ambiente necesario para una sana convivencia.

Otorgar la confianza tiene un significado muy importante. Si yo doy mi confianza es que creo que el interlocutor cumplirá con su palabra. Esto vale, para todo en la vida, para honrar una deuda, para la vida cotidiana, para el amor.

La confianza es un acto moral.

Los usos y costumbres de nuestra democracia exigen que las instituciones más importantes que constituyen la base del equilibrio de poderes (Ejecutivo y Legislativo), pasen por un “ritual” de otorgamiento de confianza.

El Ejecutivo, a través del presidente del consejo de ministros, debe comparecer ante el congreso a decir lo que va a hacer, a presentar sus lineamientos de política de gobierno, a presentar un plan de acción en los diversos sectores. A establecer sus prioridades para los próximos meses, (las prioridades en este caso, deben estar alineadas con las URGENCIAS NACIONALES. Estas las conocemos de sobra: Salud y Economía). El ejecutivo debe mostrar la idoneidad del equipo de ministros que lo acompañan.

El Legislativo por su lado, debe preguntar, debe analizar, debe dialogar, y finalmente decidir por votación, y dar un resultado.

“Te creemos”, y confiamos que gobernarás para el bien del país”, debería ser el mensaje de un “otorgamiento de confianza”.

La presentación de Bellido: 

Mi paisano, ha seguido a todas luces un cuidadoso guion. Su propósito no ha sido dar un mensaje de compromiso con el bien mayor, ni el bien del país… Ha tenido un propósito: Provocar, no entrar en materia, no presentar un plan de gobierno. Hablar de generalidades. 

  • Chacchar su Coca (que sabemos ya no es su costumbre cotidiana sólo trataba de provocar al congreso, y lanzar un mensaje a los Cocaleros del Vraem (¡No los tocaremos¡). Ya lo hizo Evo Morales en las Naciones Unidas, y multiplicó él área dedicada a la “Coca cultural” en el Chapare y las yungas bolivianas. 

  • Hablar en quechua unas breves palabras (Ignorando las decenas de lenguas aborígenes que deberían sentirse “excluidas”), provocó a la presidenta del Congreso que mostró muy poca intuición política… Le regaló un triunfo ante “la calle”.

  • Reforzó la narrativa de enfrentamiento con “las mayorías excluidas”, y no perdió la oportunidad en polarizar: Ricos contra pobres, blancos contra indios, La “sierra excluida” contra la capital, y la aludió a Paco Yunque, sabiendo que el Perú de hoy no es el Perú de Vallejo.  

  • Solo el congresista Chiabra, le pidió un plan de gobierno y metas claramente medibles para poder dar seguimiento. Bellido lo ignoró…Es decir… salió ganando.

Nos preguntamos… ¿Habrá un plan de gobierno? ¿Tendrán la voluntad de hacer gestión? ¿O están cumpliendo rigurosamente un plan para seguir desmantelando la institucionalidad en todos los ministerios? Y de esta manera facilitar la dictadura. ¿Reconocer al sindicato de maestros, opositor al SUTE, tiene como propósito contar con la base social para la futura constituyente?, ¿Trasladar a Montesinos es el paso previo para liberar a Abimael? Remoción de mandos militares y policiales.

Semanas antes (y no fue casualidad) el vocero oficioso, pero más genuino del partido del lápiz, el congresista Bermejo amenazó con usar sus dos “balas de plata” para cerrar el Congreso. Para esto, usaría la puerta que les había dejado abierta el “lagarto”, con la celebrada y controvertida clausura del congreso anterior, y su ya famosa “negatoria de confianza fáctica”.

Estamos ante la presentación más inconsistente y pobre, con el peor y menos idóneo gabinete, donde, desde el premier está cuestionado y varios otros ministros, acusados de delitos, incluido el terrorismo. Sin embargo, se retiran triunfadores con una “confianza” que huele a componenda.

¿Principios?, ¿Cálculo político?, o intereses personales:

Difícil saber cuáles han sido los móviles, de cada uno de los congresistas. Pero una verdad salta a la vista: Inexperiencia en las artes congresales, falta de operadores políticos, y una inexplicable e irresponsable falta de capacidad de concertación. Un congreso que mayoritariamente es oposición terminó “Dando la confianza” bajo un pretexto: “Gobernabilidad”.

Hubo falta de liderazgo, e incapacidad de pensar en “el bien mayor”, la dispersión de bancadas sólo ayudó al desastre.

La democracia del Perú está bajo amenaza, y el único espacio donde de acuerdo con la ley y la Constitución debemos actuar es el Congreso.

Este congreso no estuvo a la altura moral de sus responsabilidades.

¿Estamos a tiempo?

Señores Congresistas… Los invito a ver a la “verdadera” presentación del Premier.

https://fb.watch/7I2w-4-vG2/

¿Podrán ser ustedes capaces de coordinar?, de juntarse no por intereses sino por principios?

Hay un país que espera mucho de ustedes. Lampadia




Democracia pelotuda

Democracia pelotuda

Fernando Cillóniz B.
CÍLLONIZ.PE
Ica, 27 de agosto de 2021
Para Lampadia

Jamás hubiera calificado a nuestra democracia de pelotuda, de no ser por el inefable Guillermo Bermejo – Congresista de Perú Libre – quien en su momento dijo que si llegaban al poder no lo soltarían jamás. Y que su partido – el partido de Vladimir Cerrón – no creía en pelotudeces democráticas. 

Por eso me pregunto, ¿qué sentido tuvo que Pedro Castillo – candidato de Perú Libre, en ese entonces – firmara la llamada “Proclama Ciudadana” en la que se comprometía, entre otras cosas, a respetar la Constitución y las instituciones democráticas, ¿y a dejar el poder cuando concluya su mandato en el 2026? 

No hay nada que hacer. Para muchos militantes de Perú Libre, jurar es igual que tirarse un chancho. Es decir, eructar.

  • Hablan de unidad, pero lo único que hacen es confrontar y dividir. 

  • Proponen un gabinete ministerial idóneo y de ancha base, y arman uno que más parece una célula senderista. 

  • Saben que la Constitución no prevé la figura del referéndum para una Asamblea Constituyente, pero pretenden convocarla a la bruta. 

Sí pues. Bermejo estaba en lo cierto. Tenemos una democracia pelotuda. Tanto que el Poder Judicial no fue capaz de sentenciarlo por terrorismo, por delitos cometidos años atrás, por más pruebas flagrantes que existan en su contra. Tan pelotuda es nuestra democracia, que estamos llenos de delincuentes en los más altos cargos gubernamentales, todos escudados cínicamente detrás de la presunción de inocencia.

Tan pelotuda es nuestra democracia que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), y su compinche la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) permitieron candidatear a tremendos delincuentes convictos y confesos – Martín Vizcarra, incluido – pero excluyeron de la contienda a ciudadanos decentes, por errores de forma absolutamente irrelevantes.

Y ¿qué me dicen de los congresistas pelotudos que le dieron su voto de confianza al Gabinete Bellido? Un gabinete plagado de prontuariados por terrorismo, violencia familiar, feminicidio, corrupción, falsedad genérica, corrupción, clientelismo político, y todo lo demás. Claro que tenemos una democracia pelotuda.

Y cierro con casi todos los funcionarios de alto rango del Gobierno Central – empezando por el propio Presidente Castillo – que jamás han hecho nada por la vida… excepto gritar a voz en cuello, destruir patrimonios ajenos, y – eso sí – alzar el puño bien en alto. Aquellos que no tienen moral, y – por ende – no están calificados para gobernar.

Efectivamente, tenemos un Gobierno Central tan pelotudo que pretende transferir más recursos a los Gobernadores Regionales. Es decir, a aquellos funcionarios mayoritariamente corruptos y mafiosos. Aquellos personajes hechos a la medida de la coima y el chantaje… tipo Vladimir Cerrón, amo y señor de Perú Libre. 

El tema es ¿qué hacer frente a este panorama tan grave para los peruanos? Pues luchar. Como lo planteé en un artículo anterior en Lampadialuchar desde la ciudadanía. Defender nuestros derechos a la libertad de expresión y opinión. Defender a los periodistas de medios televisivos, radiales y escritos que también están librando la batalla contra la corrupción en el Gobierno. 

Colaborar con el Ministerio Público – y apoyarlo moralmente – en el proceso de investigación contra la Organización Criminal Los Dinámicos del Centro. Ahí están todos metidos en la colada: Cerrón, Boluarte, casi todos los ministros, varios congresistas de Perú Libre… y hasta el propio Castillo. Investigar y desenmascarar las irregularidades cometidas en los nombramientos de funcionarios de alto rango del Gobierno. 

Apoyar en la recolección de firmas para evitar la inconstitucional “Asamblea Constituyente Plurinacional”. Reivindicar a nuestras Fuerzas Armadas y Policiales ante las frecuentes humillaciones recibidas de parte del Gobierno. Respaldar a los congresistas que planteen censuras ministeriales, sobre todo a los que planteen la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente. 

Luchar contra la democracia pelotuda… ¡eso es lo que tenemos que hacer! Lampadia




Vendedores de ilusiones

Vendedores de ilusiones

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Con relativo éxito, los vendedores de ilusiones siguen atiborrando de fantasías a los crédulos –que son bastantes en el Perú-, en particular a los empresarios acomodaticios, necesitados de un espejismo tranquilizador que confirme sus esperanzas: es posible que los caviares desplacen a Vladimir Cerrón y sus secuaces, rodeen a Pedro Castillo y hagan un gobierno con el cual ellos puedan avenirse.

Los que venden esa ilusión son, por supuesto, los mismos caviares -con el abrumador respaldo de los medios de comunicación que integraron la coalición vizcarrista-, que pretenden lograr lo que no pudieron hacer en el proceso electoral, capturar el gobierno.

Sin embargo, la terca realidad los desmiente a cada instante. El martes pasado el gobierno promulgó un decreto que permitirá el traslado de los terroristas presos en la Base Naval a prisiones comunes. Esa es una de las demandas principales del Movadef (Sendero Luminoso de Abimael Guzmán) desde hace mucho tiempo.

Por ejemplo, un boletín del Movadef dice en su portada “¡Cierre del penal militar de la Base Naval del Callao! ¡Basta del aislamiento del Dr. Abimael Guzmán Reinoso!”. (1/5/20). Allí llaman también a conformar una “¡Asamblea Constituyente ya!”, otra de las consignas de Castillo y Cerrón.

Demás está decir que los remanentes del MRTA también han demandado siempre que sus cabecillas recluidos en la Base Naval sean trasladados a penales comunes.

El motivo es muy sencillo, en cualquier cárcel peruana ellos tendrán mucha más libertad para comunicarse con su gente. Precisamente por eso se estableció una prisión en la Base Naval, y porque también era mucho más segura que cualquier cárcel común (hay que recordar la fuga de Víctor Polay y 47 emerretistas de Castro Castro en 1990 y la 70 de senderistas del penal de Ayacucho en 1982, incluida Edith Lagos, la terrorista admirada por el sujeto que ocupa la PCM).

Con todo desparpajo, los caviares –en complicidad con el Castillo- han tratado de disfrazar la intención del gobierno arguyendo que se trata de mover a Vladimiro Montesinos a una cárcel común.

Algunos sostienen equivocadamente que ahora los cabecillas de SL y MRTA podrían planear acciones terroristas desde los penales. En realidad, ellos ya abandonaron la “guerra popular” porque fueron derrotados, y ahora usan la democracia, el camino electoral para capturar el gobierno y establecer una dictadura. Lo que harán será aportar sus consejos y orientaciones a sus seguidores en el poder. Y obtener mejores condiciones carcelarias, hasta que llegue un probable indulto si sus partidarios logran imponer una dictadura, como es su intención.

Ese decreto es una evidencia más de la verdadera catadura de la gente que hoy controla el Estado. No obstante, tercamente, los caviares insisten en propagar quimeras que son funcionales a sus propios intereses. De hecho, eso es lo que hicieron desde la primera vuelta al apoyar, abierta o encubiertamente, a Castillo y luego negando el evidente fraude para consolidarlo en el gobierno.

Aunque intenten ocultarlo, cada día que pasa se hace obvio que la única alternativa viable para evitar una tragedia de incalculables proporciones, es vacar a Castillo y realizar nuevas elecciones. Lampadia




La democracia que merecemos

La democracia que merecemos

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

No puedo dejar de mostrar mi indignación ante el artículo escrito por el Sr. Tuesta en El Comercio, bajo el título: “La democracia que me conviene”. Me parece que hubiera sido fuente de inspiración del tango Cambalache.  Es de muy mal gusto que uno de los “notables” convocado durante el gobierno anterior, para plantear “la reforma política” y completar con ella la destrucción de los mecanismos de la democracia en el Perú y que, a pesar de eso, hoy pretenda defender lo que hay y pontificar sobre democracia.

El Perú merece convocar a sus mejores hijos a la actividad política, pero propuestas como la de “la comisión de notables”; eliminando la reelección parlamentaria y con ello, la posibilidad de hacer carrera política, no haber tomado posición en defensa de la bicameralidad, eliminar la inmunidad parlamentaria en lugar de reglamentarla, haciéndole el amén a la disolución del Congreso mediante “interpretación auténtica” de la “denegación fáctica de confianza”, cuando el gobierno se entrometió en un deber y derecho exclusivo y excluyente del parlamento, cual es la elección de los miembros del TC y con esto, dejar al Perú en la precaria situación de contar en estos momentos con 6 de 7 miembros con mandato vencido hace dos años.

¡Imperdonable! Así y con este rosario de desaciertos, manejados políticamente por quienes no estaban facultados para plantear esos temas, cual Senado y llevarnos a esta situación. Estos “notables”, si realmente tenían convicciones democráticas, debieron sugerir que se trabajen los temas con el Congreso, tal como manda la constitución y que eso se trabaje en las comisiones, para luego proponer la mejor vía para las adecuaciones legales o constitucionales, según corresponda.

Hoy, esos “demócratas”, después de unas elecciones manejadas por un JNE incompleto, habiendo guardado silencio y hacerse de la vista gorda ante todas las infracciones cometidas en la admisión e inscripción de candidatos y planchas presidenciales incompletas, al igual que durante el proceso mismo, quieren dictar cátedra.

Que un país asuma y acepte la proclamación de una plancha presidencial, no le da a estos proclamados patente de corso para armar un gabinete ministerial que incluya prontuariados, gente que está bajo investigación penal o con antecedentes por terrorismo. Ni que, ahora, quienes perseguían el “delito” por lavado de activos y financiamiento ilegal de partidos en el pasado, cuando no era delito, olviden que desde el año 2019, el financiamiento ilegal de partidos sí es un delito tipificado, pero silencien en todos los idiomas, que los “Dinámicos del Centro” financiaron con recursos captados ilegalmente desde el GR de Junín, la campaña de PL, ahora en el gobierno.

No acepto que el autor de ese artículo afirme que, “Una parte de nuestras élites tiene una alterada forma de entender la democracia” y pretenda dar lecciones respecto “al acceso al gobierno por elecciones, en el marco de un juego reglado”, cuando aquí, si algo se ha violentado, son las reglas a manos de una organización enquistada en el sistema electoral y con un partido financiado con recursos ilegales.

No es aceptable que, justo ahora, cuando tenemos ministros bajo sospecha e investigación por terrorismo y apología de terrorismo, se haga una intervención a la DIRCOTE, con 6 equipos de inspección, como si se tratara de una inspección normal. Espero que no desaparezcan grabaciones, archivos de las investigaciones, ni documentación, sustento de las correspondientes acusaciones. ¿Dónde está la Fiscal de la Nación? ¿Nuevamente le han comido la lengüita los ratones? Definitivamente, nuestro sistema judicial, la JNJ, entidad que designa y sanciona a jueces y fiscales, están absolutamente infiltrados y por eso, no son confiables, ni sirven para reconstruir la democracia que merecemos.

Mención aparte merece el “Chauchiller” Béjar, quien está claro, no tendrá la hombría de reconocer su mentira y rectificarse públicamente por decir barbaridades en entrevistas de TV, ofendiendo a nuestra Marina de Guerra del Perú. Lo seguro es que, bien sea recurriendo al viejo argumento de “haber sido sacado de contexto” o tal vez recurriendo a la inimputabilidad que, supongo, sus delirios terroristas sesenteros y su senilidad le permitirían argüir, pretenderá evadir sus responsabilidades.

Pero la cosa no queda ahí, la PUCP (Pontificia Universidad Católica del Perú) ha cobijado a Béjar como catedrático, por lo que queda claro cuales han sido las enseñanzas y adoctrinamiento que ha dado a sus alumnos en la universidad, cambiando abiertamente la historia y, a base de eso, infundiendo odios en nuestras juventudes, de ahí los pensamientos equivocados de sus estudiantes y egresados. La PUCP tiene una gran responsabilidad con el Perú y no puede pretender ahora, pasar bajo el radar. La PUCP nos debe una disculpa, no sólo a la Marina y nuestros institutos armados, sino a todos los peruanos, por engendrar en sus aulas ese veneno.

Por eso, los que votamos por convicción contra el comunismo y los que por confundidos no lo hicieron, debemos trabajar juntos por la democracia que merecemos y no permitir que nadie, que coincidentemente es también profesor de la PUCP, pretenda el jueguito de hablar de “La democracia que me conviene”.

Señores de la PUCP, ustedes no pueden permitir que en sus aulas se modifique la historia del Perú y se manipule nuestra democracia de esa manera. Ningún peruano bien nacido le va a aceptar a Béjar tamaña ofensa y por eso las expresiones de Bellido dando su respaldo a Béjar, lo muestran tal cual es y terminan por descalificar a ambos. Los dos han hecho “méritos suficientes” para ser reemplazados de inmediato en el gabinete. Quien los designó tiene una oportunidad para rectificarse. Lampadia




EEUU confirma su repliegue a sus fronteras

EEUU confirma su repliegue a sus fronteras

Con el retiro apurado y torpe de EEUU desde Afganistán, a riesgo de generar un genocidio por parte de los talibanes, y de condenar a la esclavitud a millones de mujeres y niñas, bajo las normas más retrógradas de la ley islámica, está confirmando al mundo que su vocación es refugiarse detrás de sus fronteras, desentendiéndose de la suerte de sus aliados y de muchos pueblos que veían en su cercanía una influencia positiva para la libertad y la democracia.

Los afganos, especialmente sus mujeres, han vivido 20 años en espacios de libertad, educándose y siendo ciudadanos del mundo. Con la decisión de Biden, se les está acabando el mundo, y corren el riesgo de volver al mayor oscurantismo que podemos imaginar, como advierte la Premio Nobel de la Paz afgana, Malala Yousafzai (ver en Lampadia: La tragedia de las mujeres en Afganistán).

El repliegue de EEUU a sus fronteras no es algo nuevo, ya se ha criticado con mucha fuerza durante los últimos años, especialmente, desde el Asia, Medio Oriente. Este proceso se agravó con la guerra comercial contra China, desatada por Trump. Y ahora se exacerba con la irresponsable acción de Biden.

Uno de los más lúcidos críticos de este lamentable proceso es Kishore Mahbubani, el académico y ex embajador de Singapur en las Naciones Unidas. Recomendamos revisar sus opiniones. Ver en Lampadia:

La prioridad hoy día es forzar a los talibanes a permitir una emigración ordenada y garantizar derechos mínimos a las mujeres de Afganistán.

Líneas abajo compartimos el análisis de The Economist, que llama a la colaboración de occidente para evitar una nueva tragedia humana.

La debacle de Biden
El fiasco en Afganistán es un duro golpe para la posición de Estados Unidos

Y gran parte de la culpa recae directamente en Joe Biden

The Economist
21 de agosto de 2021
Traducido y glosado por
Lampadia

Si los propagandistas de los talibanes habían escrito el guión del colapso de la misión de 20 años de Estados Unidos para remodelar Afganistán, no podrían haber presentado imágenes más desgarradoras. Mientras los insurgentes llegaban a Kabul, afganos desesperados, aterrorizados por lo que podrían hacer los fanáticos victoriosos, persiguieron a los aviones de carga estadounidenses que partían por la pista, tratando de trepar al tren de aterrizaje e inevitablemente cayendo hacia la muerte. El gobierno respaldado por Estados Unidos se había rendido sin luchar, algo que los funcionarios estadounidenses insistían que no sucedería solo unos días antes. Los afganos quedaron en un aprieto tan espantoso que aferrarse a las ruedas de un avión que se precipitaba parecía su mejor opción.

Estados Unidos ha gastado 2 billones de dólares en Afganistán; se han perdido más de 2,000 vidas estadounidenses, sin mencionar las innumerables afganas. Y, sin embargo, incluso si los afganos son más prósperos ahora que cuando Estados Unidos invadió, Afganistán ha vuelto al punto de partida. Los talibanes controlan más el país que cuando perdieron el poder, están mejor armados, habiendo tomado las armas que Estados Unidos derramó sobre el ejército afgano, y ahora han ganado la afirmación definitiva: derrotar a una superpotencia.

Los insurgentes han hecho una demostración de magnanimidad, prometiendo que no se vengarán de quienes trabajaron para el gobierno derrocado e insistiendo en que respetarán los derechos de las mujeres, dentro de su interpretación de la ley islámica. Pero esa interpretación mantuvo a la mayoría de las niñas fuera de la escuela y a la mayoría de las mujeres confinadas en sus hogares cuando el grupo estuvo en el poder por última vez, en la década de 1990. Los castigos brutales (azotes, lapidaciones, amputaciones) eran habituales. Las libertades que los afganos urbanos dieron por sentadas durante los últimos 20 años se han esfumado. Es un resultado espantoso para los 39 millones de habitantes de Afganistán y profundamente perjudicial para Estados Unidos.

No es sorprendente que Estados Unidos no haya logrado convertir Afganistán en una democracia. La construcción de una nación es difícil y pocos imaginaron que podría convertirse en Suiza. Tampoco era irrazonable que Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, quisiera poner fin al conflicto. Estados Unidos ha pasado 20 años en un lugar de modesta importancia estratégica por el que la mayoría de los votantes estadounidenses hace tiempo que dejó de preocuparse. La razón original de la invasión, desmantelar la principal base de operaciones de al-Qaeda, se logró en gran medida, aunque ese logro ahora podría revertirse.

La afirmación de que Estados Unidos está demostrando ser un aliado inconstante al permitir la caída del gobierno afgano también es exagerada, dada la duración, la escala y el costo del despliegue estadounidense. El extinto régimen de Kabul no era un aliado como lo son Alemania o Japón. Era mucho más débil, más corrupto y dependía completamente de Estados Unidos para su supervivencia.

Pero nada de eso absolvió a Estados Unidos de la responsabilidad de retirarse de manera ordenada. Biden no demostró ni siquiera un mínimo de cuidado por el bienestar de los afganos comunes. La ironía es que Estados Unidos tenía un plan para hacer precisamente eso, que había estado en proceso durante varios años. Había reducido enormemente su guarnición, de alrededor de 100,000 soldados en 2011 a menos de 10,000 en 2017, junto con un número similar de otros países de la OTAN. No se suponía que debían derrotar a los talibanes, sino prevenir el colapso del ejército afgano, en gran parte a través del poder aéreo, y así obligar a los talibanes a sentarse a la mesa de negociaciones.

Los defensores de Biden argumentan que su predecesor, Donald Trump, ya había echado a perder este plan al tratar de llevarlo a una conclusión antes de las elecciones presidenciales del año pasado en Estados Unidos. Es cierto que Trump estaba tan desesperado por llegar a un acuerdo rápido que aceptó términos absurdos y acordó poner fin al despliegue de Estados Unidos sin siquiera asegurar un alto el fuego, y mucho menos un plan claro para poner fin a la guerra civil. Ya había reducido la presencia estadounidense a poco más de 2,000 soldados cuando Biden asumió el cargo y había prometido sacar el resto antes del 1 de mayo.

Pero Biden no tuvo que ceñirse a este acuerdo. De hecho, no lo hizo del todo, negándose a respetar el calendario original. Claramente, los talibanes no estaban cumpliendo su parte del trato, aprovechando su ventaja en el campo de batalla en lugar de negociar de buena fe con el gobierno afgano. Eso podría haber sido motivo para detener o revertir la retirada estadounidense. Hubo poca presión política dentro de Estados Unidos para llevar la guerra a una rápida conclusión. Sin embargo, Biden estaba trabajando con un plazo arbitrario y frívolo propio, buscando poner fin a la guerra para el 20 aniversario del 11 de septiembre. Aunque la velocidad de la implosión del gobierno afgano sorprendió a la mayoría de los observadores, incluido este periódico, los soldados y políticos estadounidenses se encontraban entre los más ingenuamente optimistas, insistiendo en que un colapso total era una perspectiva extremadamente remota.

Como resultado, el poder de Estados Unidos para disuadir a sus enemigos y tranquilizar a sus amigos ha disminuido. Su inteligencia era defectuosa, su planificación rígida, sus líderes caprichosos y su preocupación por los aliados mínima. Es probable que esto envalentone a los yihadistas de todo el mundo, que tomarán la victoria de los talibanes como prueba de que Dios está de su lado.  También fomentará el aventurerismo por parte de los gobiernos hostiles como Rusia o China y preocupará a los amigos de Estados Unidos. Biden ha defendido la retirada argumentando que Afganistán fue una distracción de problemas más urgentes, como la rivalidad de Estados Unidos con China. Pero al salir de Afganistán de una manera tan caótica, Biden habrá hecho que esos otros problemas sean más difíciles de abordar.

Después de la caída

La retirada caótica no reduce la obligación de Estados Unidos y sus aliados hacia los afganos comunes, sino que la aumenta. Deberían utilizar la influencia que todavía tienen para instar a los talibanes a la moderación, especialmente en el trato que dan a las mujeres. Los desplazados necesitarán ayuda humanitaria. Los países occidentales también deberían admitir a más refugiados afganos, cuyas filas probablemente aumenten, y brindar una asistencia generosa a los vecinos de Afganistán para cuidar a los que permanecen en la región. La prisa de los líderes europeos por declarar que no pueden aceptar a muchos afganos perseguidos incluso cuando los fanáticos violentos toman el control es casi tan lamentable como la salida fallida de Estados Unidos. Es demasiado tarde para salvar Afganistán, pero todavía hay tiempo para ayudar a su pueblo. Lampadia




Una victoria en un camino empinado

Una victoria en un camino empinado

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Ha sido un importante triunfo de los demócratas y de las Fuerzas Armadas, sobre todo de la Marina de Guerra, echar a Héctor Béjar del gobierno, a pesar de la resistencia y el respaldo de todos los comunistas encabezados por Vladimir Cerrón y la mayoría de la izquierda caviar.

Pero como es evidente, esta es solo una batalla. Y es esencial entender que si se ha podido ganar esta vez, es porque la lucha no acaba de comenzar. Empezó en la segunda vuelta cuando todos los demócratas se unieron para pelear contra la amenaza chavista que representaba Pedro Castillo, respaldado unánimemente por todos los comunistas y caviares. Y continuó luego con las denuncias del fraude y el desenmascaramiento de los secuaces de Castillo y Cerrón, vinculados a Sendero Luminoso, al MRTA, a Cuba y Venezuela, y a organizaciones criminales.

Es debido a esta lucha que Castillo inició su gobierno muy debilitado, con solo un 38% de aprobación y un 45% de desaprobación según Ipsos, un caso único en la historia reciente del país. Y no hay que olvidar que en toda esta pelea, los caviares respaldaron cerradamente a Castillo y su gavilla, negando lo evidente -el fraude electoral- y atacando a los demócratas porque “terruqueaban” a los simpatizantes de SL y MRTA.

Si los demócratas no hubieran sacado la cara y luchado en las calles, si por los caviares hubiera sido, Castillo se habría instalado en el poder con más fuerza y habría avanzado más rápidamente en su propósito de arrasar con la democracia. Lo que ellos buscaban, como es evidente, era rodear a Castillo y seguir acomodados y mamando de la teta del Estado, como han hecho durante los últimos gobiernos. Su interés era ese, para lo cual necesitaban desplazar a Cerrón.

Solo lo han logrado parcialmente -paradójicamente gracias a que los demócratas debilitaron a los comunistas-, porque Castillo arrinconado tuvo que darles algunos puestos para tranquilizar al país.

Ahora, con la ayuda de los medios de comunicación que participaron en la coalición vizcarrista, intentan reciclarse y posicionarse como críticos moderados de Castillo. Su interés sigue siendo el mismo, desplazar a Cerrón, ocupar puestos públicos y consultorías del Estado, o como dice Madeleine Osterling “recuperar sus cuotas de poder”. (“Venganza caviar”, en “El Pollo Farsante”).

Si no logran eso, un sector de los caviares se va a sumar a al combate contra Castillo, no por convicción ideológica o política, ni porque fueron persuadidos por los demócratas, sino porque no lograron su propósito.     

Como describe Osterling, la situación está así ahora: “Los caviares son incalificables. Los líderes empresariales solo se miran el ombligo y se acomodan a los cantos de sirena del MEF, el medroso Congreso está tonteando para no enfrentar su clarísima responsabilidad: vacancia de Castillo y sucesiva de Boluarte. Hoy, el único que realmente vale es el peruano de a pie, el que sale a marchar y que tiene muy claro cómo van a devastar el país estos corruptos totalitarios.” Lampadia




Tenemos un deber sagrado que cumplir…

Tenemos un deber sagrado que cumplir…

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 13 de agosto de 2021
Para Lampadia

El cinismo de nuestros nuevos gobernantes no tiene límites. El presidente Castillo es un doble filo convicto y confeso. Aunque no sé por qué se sorprenden algunos. ¿Acaso no recuerdan cuando se tiró al suelo para fingir una agresión policial inexistente? Me refiero a la viralizada imagen que circuló por todo el Perú durante la huelga magisterial del 2017; aquella que el propio Castillo – aliado con los senderistas del MOVADEF y CONARE SUTEP – impuso en todo el país… a la bruta.

Y ¿qué decir de Guido Bellido, flamante presidente del Consejo de Ministros? Cuando el periodista Enrique Castillo le preguntó por qué no se permitía a la prensa cubrir eventos públicos, como la juramentación del Gabinete Ministerial o el reconocimiento del presidente Castillo como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, respondió: por la pandemia. ¡A tanto puede llegar la hipocresía de ese sujeto!

Además de cínicos y mentirosos, Castillo y Bellido están violando nuestros derechos constitucionales – y universales – “a investigar y recibir informaciones y opiniones, y de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión”, tal como consta en el Artículo 2.4 de nuestra Constitución y en el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Otra perla mayor es la Comisión Ministerial que va a investigar el alza del dólar. Al respecto, cabe la pregunta ¿son… o se hacen? ¿Acaso no saben que son ellos mismos – el presidente y sus ministros – los causantes del alza del dólar, y la consecuente subida de precios de los alimentos, combustibles, y todo lo demás?

Una más… a santo de qué se ordena la intervienen a la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE). ¿Acaso no estaban investigando al presidente de Perú Libre, Vladimir Cerrón; al presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido; y al Congresista por Perú Libre, Guillermo Bermejo, por sus innegables vinculaciones con el grupo terrorista Sendero Luminoso? ¿Son tan cínicos? – nos preguntamos los peruanos respecto del presidente Castillo y sus allegados.

La última. La más cínica de todas: atribuirle a la Agencia Central de Inteligencia de los EEUU – a la CIA – la creación de Sendero Luminoso. Tamaña hipocresía le corresponde a Héctor Béjar, ministro de Relaciones Exteriores.

Ojo, pestaña y ceja. Estamos frente a un patrón de comportamiento cínico – recurrente – de parte de la gran mayoría de nuestras autoridades políticas. Y ante tantas ridiculeces, todos sacan a relucir su hipocresía. De rey a paje… todos, lo cual es muy peligroso para nuestra democracia.

¿Qué hacer? Luchar. ¡He ahí el deber sagrado que tenemos que cumplir! Como el gran Coronel Don Francisco Bolognesi en la heroica gesta de Arica. Luchar contra el terrorismo. Defender nuestros derechos a la libertad de expresión y opinión. Concretamente, defender a los periodistas de medios televisivos, radiales y escritos que también están librando la batalla contra la corrupción en el Gobierno.

Colaborar con el Ministerio Público – y apoyarlo moralmente – en el proceso de investigación contra la Organización Criminal Los Dinámicos del Centro. Y que caigan los que tengan que caer. Ahí están todos: Cerrón, Boluarte, casi todos los ministros, varios congresistas de Perú Libre… y hasta el propio Castillo. Investigar y desenmascarar las irregularidades cometidas en los nombramientos de funcionarios de alto rango del Gobierno.

Apoyar al Señor Lucas Ghersi en la recolección de firmas para evitar la inconstitucional “Asamblea Constituyente Plurinacional”. Reivindicar a nuestras Fuerzas Armadas y Policiales ante las frecuentes humillaciones recibidas de parte del Gobierno. Respaldar a los congresistas que planteen censuras ministeriales, sobre todo a los que planteen la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente.

En otras palabras… insurgir contra la corrupción, la prepotencia, y la delincuencia. Insurgir contra la inoperancia del Gobierno… tanto a nivel nacional, como a nivel regional y local. En otras palabras, debemos florecer en el lugar – y tiempo – donde Dios nos ha puesto.

En ese sentido ¡qué hermoso el deber sagrado que tenemos que cumplir! Y que seamos los peruanos del bicentenario los privilegiados de tener que cumplir dicho deber: el deber sagrado de luchar por nuestra libertad, por la paz, por nuestra democracia. El deber sagrado de luchar por nuestro país. Lampadia