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Habrá reforma del sistema de salud

Habrá reforma del sistema de salud

Úrsula Letona Pereyra
Abogada, Ex congresista
Para 
Lampadia

Observamos y así lo hemos señalado, que las principales reformas que beneficiaron a nuestro país y que se han dado en el mundo, fueron motivadas por situaciones de crisis extremas. Esta regla parece aplicarse en esta terrible situación de pandemia, hace unos días el Congreso de la República, siempre tan criticado, ha declarado en emergencia el sistema de salud pública, sustentando tal declaración en las carencias crónicas evidenciadas con ocasión del Covid-19, para emprender y concretar esta reforma se ha contemplado cuatro meses de plazo. En el mismo sentido, el otro actor relevante, el Poder Ejecutivo, ha enviado mensajes sobre la misma necesidad, ojalá este sea el punto de encuentro entre nuestras autoridades, para beneficio de todos los peruanos.

Las reformas demandan un marco de legitimidad, esa exigencia parece tomarse por descontada, la pandemia ha evidenciado ante la colectividad la absoluta ineficiencia de nuestro sistema de salud, (los últimos gobiernos han pretendido solucionar las carencias con incrementos presupuestales, pero este esfuerzo ha sido insuficiente, requerimos de una reforma disruptiva. Sin dejar de considerar muchos otros aspectos sobre los cuales se ha dicho y escrito, la reforma debería sustentarse en tres ejes fundamentales: i) La necesaria recentralización de la gestión integral, ii) La Segregación de las Funciones: financiamiento y prestaciones y, iii) El énfasis en la atención primaria.

Sobre la necesaria recentralización de funciones, existen ya muchas experiencias exitosas con muy buenos resultados en el exterior, básicamente en los sectores como Educación y Salud. El fundamento obedece a la necesidad de que las políticas públicas tengan una misma velocidad, transversalidad y criterios unificados, características que no concuerdan con nuestro desfasado y lento proceso de descentralización. En efecto, sólo cuando se evidencia un responsable único, es que se puede señalar con certeza, la autoridad encargada de conducir hacía el éxito la reforma, de igual manera, cuando existe una mala gestión o el fracaso de una medida, es fácil identificar al responsable.

Una política pública en salud genera resultados en el mediano y largo plazo, por ello la gestión de la salud no ha sido prioridad para las autoridades políticas. Este es uno de los graves problemas que surgen como producto de una descentralización de presupuesto o bienes, pero no de capacidades y menos de eficiencia en la gestión de recursos, la evidencia es el sistema caótico en la prestación de servicios de salud pública en nuestras regiones. Ha habido sin duda, autoridades regionales que han prestado atención al tema de la salud, pero en un número reducido y aunque haciéndolo, sus mejoras no son parte de una política pública a largo plazo, sino son coyunturales, subordinadas siempre a la voluntad política de la autoridad de turno, poniendo de manifiesto que la rectoría a cargo del Ministerio de Salud no se ha cumplido.

Respecto a la segregación de funciones, es importante señalar que hace un par de años –diciembre de 2017-, la Comisión de Protección Social – CPS, evidenció que la reforma de mayor trascendencia consistía en ejecutar una división del componente de las prestaciones de salud respecto del financiamiento de la salud pública. Justamente sobre el financiamiento, la CPS manifiesta que éste constituye el eje central de la reforma, recomendando la conformación del Fondo Único, que permita centralizar todos los esfuerzos vinculados al financiamiento de la salud permitiendo el acceso universal en el largo plazo. Esta segregación de funciones permitirá, además, un debido control de sus componentes, pasando por las mediciones y correcciones en su ejecución de forma transparente, garantizando una evaluación por resultados.

Aquí es necesaria una precisión, no sólo existe el Informe de la CPS, sino diversa experiencia de reformas emprendidas en el mundo bajo el esquema de segregación de funciones, gran parte del éxito radica en evitar la segmentación de los servicios de salud y sus consecuentes ineficiencias. En nuestro país, existe una severa segmentación: Minsa, Essalud, Gobiernos Regionales, Sistemas de salud de FFAA y Policía, entre otros), por lo que se requiere, como punto de partida, la integración en la provisión de los servicios, evidenciándose que solución no pasa por lo presupuestal –se ha incrementado sostenidamente, casi al nivel óptimo del 6%-, pero los resultados en la eficiencia del servicio no han seguido la misma trayectoria.

Donde radica la conveniencia de la segregación, si vemos el presupuesto del sector salud -integral- para el año 2020, el gasto corriente representa aproximadamente 77%, tan sólo el 23% es gasto de capital. Del primero, el 30% representa gastos de personal y obligaciones sociales, el otro 47% se destina para la adquisición de bienes y servicios. Centralizar el financiamiento genera eficiencias significativas en la administración y la gestión de ingentes recursos, podríamos centralizar hasta el 70% del Presupuesto General, además de fortalecer el monopsonio en la contratación de infraestructura, equipamiento, medicamentos y otros, por parte del Estado.

Finalmente, sobre la tención primaria– que tiene relación con la segmentación en el componente prestacional, es importante señalar que existen diferentes formas de organizar los sistemas de salud, todas deben lidiar con dificultades que emergen de las necesidades variables y complejas de sus poblaciones. Sin embargo, se sabe que un componente fundamental para tener un sistema de salud exitoso y sólido es orientarlo firmemente a la atención primaria de salud. Este aspecto es de vital importancia, ya que implica tener una adecuada priorización en el lado prestacional.

Destacamos la reorganización de los servicios de salud bajo un esquema de redes integradas organizadas territorialmente, propuesta que también es compartida por la CPS, permitiéndose maximizar la disponibilidad de recursos sobre la base de la priorización de los servicios cubiertos por una atención primaria fortalecida, en el objetivo final, de cubrir 50% de las prestaciones en salud. En la actualidad enfrentamos un problema crónico en la parte prestacional, el enfoque de atención hospitalaria concentra el 80% de las prestaciones y sólo el 20% en atención primaria.

Una mejora en la atención primaria permite descongestionar hospitales de mayor envergadura para que se puedan dedicar a las labores que exigen mayor especialización. Cuando eso ocurre, dejamos de gastar ingentes recursos que se destinan para paliar enfermedades crónicas que no se han prevenido, que es uno de los fines de la atención primaria, justamente ser el mecanismo de prevención de enfermedades y lograr una sociedad más productiva.  The Economist -2017- describió la atención primaria de salud como el “sistema nervioso central dentro del sistema de salud de cualquier país”. Concentrarnos en la atención primaria constituye una inversión que a largo plazo dará mayor bienestar a los peruanos.

Sin duda, esta reforma pública será ardua, pero confiamos en que la convergencia de esta necesidad unirá al Ejecutivo, al Legislativo y al país en general, para que juntos podamos mejorar cualitativamente la salud de todos los peruanos. Lampadia




Hubiéramos podido salvar cientos de vidas

Hubiéramos podido salvar cientos de vidas

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El viernes pasado la población recibió con estupor el anuncio de que la cuarentena se prolonga nada menos que hasta ¡el 30 de junio! Por supuesto, el gobierno le enrostra la culpa a la población, entre otras cosas por haber roto la cuarentena, algo que hará ahora con más necesidad. Pero no hace una autocrítica. Le exige a los peruanos y a las empresas más esfuerzo aun, pero no ha hecho ni hace lo que le corresponde hacer para cortar la cadena de contagios, aislando y abasteciendo con alimentos a las familias de los contagiados.

Esa es la función del programa Te Cuido Perú, a cargo del ministerio de Defensa, que empezó a operar el 14 de abril -ya tardíamente-, hace un mes y medio. Al 14 de mayo, un mes después, había logrado monitorear y abastecer con alimentos a 6,353 familias, a razón de 613 por día en los últimos diez días. A ese ritmo, no llegarían nunca a atender a las cerca de 50 mil familias de contagiados de los últimos 14 días, que es lo que deberían hacer. Si lo hicieran, no sería necesaria la cuarentena.

Evidentemente ese vital programa ha fracasado hasta el momento, y no encontramos a nadie en el gobierno que dé una explicación. El ministro de Defensa tocó el tema en la conferencia de prensa, pero no dio ninguna. A nuestro juicio, dos son las razones. La primera, que Indeci, que reparte las canastas, carece de la capacidad logística requerida, y no se les ha ocurrido convocar a empresas privadas que poseen redes de distribución de alimentos y bebidas que llegan hasta los más escondidos rincones del país. Es el solipsismo. Creer que lo pueden hacer todo por sí mismos.

Y la segunda es que, aunque se anunció una plataforma digital geo-localizadora para manejar la estrategia, ésta en la práctica no existe o no funciona. Lo increíble y punible es que el gobierno ha recibido el ofrecimiento de varias de estas plataformas y las ha desechado. Hace casi 50 días, Leopoldo Monzón de Proesmín presentó ante el Comando Covid un software que contiene la base de datos geo-localizada más completa que hay en el Perú, con funcionalidades para llegar y monitorear a cada uno de los contagiados y organizar la acción del Estado en torno a ellos. No recibió respuesta.

Más grave aún es lo siguiente: el 21 de marzo, hace más de dos meses, Manuel Delfín Mujica, ciudadano peruano canadiense, experto en la implementación de soluciones tecnológicas basadas en la Geomática para el desarrollo de mapas inteligentes, y dueño de SmartGroup, envió una carta al ministro de Salud y al presidente de la República ofreciendo a título gratuito ese software, que hubiera permitido geolocalizar a todos los infectados, hacerles un seguimiento, saber si salen o no y monitorear el abastecimiento de alimentos a sus casas para que no salgan y la distribución de los recursos y personal en función de la localización de los contagiados.   (Ver: https://www.youtube.com/watch?v=01oym5NylxU&feature=youtu.be).

No recibió respuesta. Quien sí acogió la solución fue la Marina de Guerra del Perú, que la usa para monitorear y dirigir la operación de sus efectivos y vehículos en la lucha contra la pandemia y para atender a sus contagiados, algo que la Policía Nacional, por ejemplo, necesitaría a gritos para cuidar a sus más de 6,000 efectivos COVID 19 positivos. Lo increíble es que estando Te Cuido Perú a cargo del ministerio de Defensa, no se haya podido adoptar esta herramienta que ya tenía en uso La Marina, que depende del mismo ministerio.

Y esto pese a que el 29 de marzo el equipo de Delfín le hizo una presentación al Ministro de Defensa. Le pregunté al ministro por qué La Marina tenía ese instrumento y no Te Cuido Perú, y su respuesta fue: “He recibido la exposición de los diseñadores de este programa, pero tiene una limitación de seguir solamente cerca de 50,000 usuarios. La próxima semana con el Gobierno Digital relanzaremos con Te Cuido Perú una potente plataforma de Corea del Sur para seguimiento y geolocalización”.

Pero Manuel Delfín me explicó que la cifra de 50,000 la puso el ministerio porque en ese momento se calculaba ese número como máximo de contagiados. En realidad, el sistema permite muchísimo más. “Con esta plataforma se puede seguir a millones de personas. No tenemos limitaciones tecnológicas para hacerlo. En la negociación, nos pidieron 60,000 por el mismo costo, a lo cual accedimos”.

¿Qué pasó? Al parecer las negociaciones siguieron con la Secretaria de Gobierno Digital, Marushka Chocobar, que, según la gente de Smart Group, les pidió una propuesta con las características técnicas de su plataforma mientras avanzaba con Corea de Sur una adaptación al Perú del software coreano. Con este último se lanzó la aplicación “PerúEnTusManos”, que en realidad ha tenido poca utilización práctica en Te Cuido Perú, porque carecía de las funcionalidades necesarias. Parece que ya las estaría construyendo. Por eso el ministro nos responde que esta semana con la Secretaría de Gobierno Digital “relanzaremos con Te Cuido Perú una potente plataforma de Corea del Sur para seguimiento y geolocalización”.

Según Marushka Chocobar, la ventaja de la solución coreana es que es gratuita y queda de manera permanente para el Perú. El problema es que hemos perdido dos meses. La aplicación de SmartGroup (así como la Monzón), ya estaba lista y plenamente aplicable al Perú dos meses atrás. Por eso es que la Marina la usa. ¿Cuántas vidas hubiésemos salvado en estos dos meses? Es imperdonable.

Lampadia




CONFIANZA sería COMPLICIDAD

CONFIANZA sería COMPLICIDAD

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

Ocupar el primer lugar de Latinoamérica en el porcentaje de población infectada con el coronavirus (Perú 3,385 x millón – Brasil 1,419 por millón), estar en el exclusivo puesto 12 a nivel planetario por encima de China, haber destruido la economía del país, haber quebrado miles de empresas particularmente pequeñas, haber dejado a millones de peruanos sin empleo y tener en la espalda más de 3,000 muertos según la escuetas cifras oficiales, debieran hacer caer burócratas, ministros, gabinetes y presidentes y porque no congresos cómplices en un país normal que no estuviera anestesiado por la información de una prensa oficialista venal y confundido por los despistados aplausos de una parte de la clase media, todos los cuales buscan atribuirle la responsabilidad del fracaso gubernamental en esta crisis al peruano pobre que sale a la calle a buscar el pan de cada día, con tal de liberar de responsabilidad y culpa al gobierno y al presidente.

¿Tan exótico es el Perú que estas cifras no hacen mi mella en la política nacional?

El Perú fue un país donde los políticos asumían la responsabilidad por los muertos, los homicidios no evitados, las crisis sanitarias o las revueltas políticas, así no hubiera habido culpabilidades o errores. En ningún caso se vio que fatales fracasos como el que estamos sufriendo sean maquillados por un millonario aparato de publicidad, contención mediática y troleo a los opositores y que la responsabilidad política estuviera tan ausente. Veamos algunos ejemplos de nuestra historia política más reciente:

  • En 1981, José María De la Jara y Ureta, Ministro del Interior del segundo belaundismo asumió la responsabilidad política por la muerte del joven aprista cusqueño Marco Antonio Ayerbe Flores, producto de la represión policial, pese a que el Ministro no ordenó el acto luctuoso. Una sola víctima bastó para que De la Jara se fuera a su casa, sin necesidad de que el Congreso se lo pida.
  • En 1989, Armando Villanueva del Campo, histórico líder del APRA, dejó el Ministerio del Interior con frustración y cansancio luego del asesinato del congresista Li Ormeño por parte de Sendero Luminoso, el virus político que asoló nuestro país en esa década. El no lo mató. Ni lo dejó matar, pero su frustración por no evitar esa muerte lo llevó a apartarse del cargo.
  • En marzo de 1991, pese a haber tenido una mejor gestión de la crisis originada por la epidemia del Cólera y contar con el respaldo de los colegios médicos y la Federación Médica de entonces, el Ministro Carlos Vidal Layseca renunció cuando las cifras superaron los 22,000 contagios y los muertos no superaban los 400.
  • En el 2009, Yehude Simon Munaro, reconocida figura de la izquierda peruana asumió la responsabilidad política por la crisis en el Baguazo y, a mi juicio sin tener responsabilidad por una artera emboscada montada por el humalismo que cobró la vida de más de una decena de policías y nativos, renunció a causa de esas muertes. Simon asumió, como es uso en esas lides, el costo político de las crisis.

Asumir la responsabilidad política frente a hechos graves como los que nos afectan es la salida institucional prevista por el sistema político y la Constitución, para evitar que la crisis llegue hasta el presidente de la República. El Jefe de Estado tiene que dejar ir a quienes no pudieron evitar la crisis, la agravaron o no supieron ser contrapesos a su voluntarismo que dio marchas y contra marchas. Los ministros protegen la figura presidencial en escenarios de crisis, no es la figura presidencial y su artificial popularidad la que los protege. El gabinete es un conjunto de fusibles necesarios para que la alta tensión a la que está sometido el ejercicio del poder no queme la institución presidencial, aunque en este caso en particular tenga bien merecidas razones para irse pronto a casa. Además, todos los ministros saben, como bien me lo dijo un veterano abogado sureño al dejar un cargo de alto nivel, que aquellos que ingresan al vértigo de la política “deben tener siempre el paracaídas puesto”.

Si el Jefe de Estado no actúa y responsabiliza políticamente al Gabinete por el fracaso en esta crisis, advertido aquí en este medio desde marzo pasado, sólo quedan dos opciones: que la crisis le llegue a él mismo o que el Congreso exija esa responsabilidad y niegue la confianza solicitada, dando paso a un gabinete de unidad nacional, con profesionales independientes y políticos hábiles de diferentes orientaciones políticas capaces de ver el interés del Perú y no el termómetro de la popularidad presidencial, aptos para disentir del Presidente y su asesor de imagen, aptos para estar por encima del lenguaje político impuesto por el caviarismo burocrático.

Obviamente, también cabe una tercera posibilidad.

Que el Congreso, débil, fragmentado, provisional, con urgencias electorales, populista, que le debe su existencia al Jefe de Estado y a su Premier, entonces Ministro de Justicia, sólo enjuague al gabinete, le otorgue la confianza y no quiera contradecir la artificial popularidad presidencial.

En este caso, la CONFIANZA SERIA COMPLICIDAD. Complicidad con los infectados generados por la irrupción del discurso de género en la política sanitaria, complicidad en la muerte de los jóvenes médicos de Iquitos ahogados por la falta de oxígeno en los respiradores del Estado, complicidad con las compras corruptas en la emergencia, complicidad en la muerte de los venezolanos arrollados en la carretera cuando volvían porque el gobierno que les abrió la puerta los ignoró y los deja morir, complicidad con la quiebra de miles de micro empresas, complicidad con el desempleo de millones de peruanos, complicidad con la represión a los peruanos que tienen que salir a trabajar para sobrevivir o querían volver a sus pueblos y en buena cuenta, librar un cheque en blanco para que esta crisis siga mal, peor y no se sabe hasta cuando .

Ojalá que el Congreso mire y vea el juicio de la historia. No encuentre la salida leguleya para no hacer lo que constitucionalmente le corresponde. Que asuma el rol que le toca y ponga punto final a este fracaso y haga posible el cambio necesario. Lampadia




Los mercados populares y la informalidad

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por IIG – Infraestructura Institucionalidad y Gestión, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos nuestro video sobre los mercados populares y la informalidad.

Participan José Antonio Luna, consultor, como invitado, Fernando Cilloniz, Gonzalo Prialé y Jaime de Althaus.

Lampadia




La globalización sigue perdiendo fuerza

La globalización sigue perdiendo fuerza

Como veníamos advirtiendo desde inicios del año pasado  (ver Lampadia: La globalización va a paso lento) la globalización, que había sido la principal impulsora de bienestar mundial desde los años 90, había estado perdiendo fuerza vigorosamente en la última década no solo por la última crisis financiera – y más recientemente por el conflicto comercial y tecnológico entre China y EEUU – sino porque también buena parte de la élite intelectual de occidente se encontraba acosándola con mitos y medias verdades acerca de sus supuestos perjuicios en torno a la desigualdad en los países (ver Lampadia: Trampa ideológica, política y académica).

Esta crítica situación de la globalización ha empeorado en los últimos meses por la crisis del covid-19, la cual ha impuesto el cierre de fronteras, ha limitado la actividad económica – y con ella el comercio – y ha infundido una mayor animadversión hacia la inversión y población extranjera. Si bien no se ha tendido aún a la autarquía en la producción de alimentos entre los países, su implementación se encuentra prevaleciente en la discusión pública. Como hemos advertido en Lampadia: La cadena global de alimentos en tiempos de pandemia, de concretarse esta medida podría incitar a un colapso en la cadena global de suministros de alimentos, así como una mayor escasez, justamente en una situación en la cual se debe generar más mercado  para abastecer a las familias más necesitadas por la crisis.

Un reciente artículo publicado por The Economist que compartimos líneas abajo aterriza todos estos golpes que viene sufriendo la globalización con cifras claras en los bloques más representativos de la economía mundial y atisba lo que podría seguir observándose en los próximos meses.

El delicado contexto de contracción comercial y financiera mundial, como el descrito por The Economist, debería llevarnos a retomar y acelerar nuestras grandes inversiones mineras y de infraestructura en cartera no solo para paliar el impacto negativo que experimentarán los términos de intercambio sino también para dar el mensaje claro a un mundo desglobalizado de que el Perú seguirá siendo un país abierto a los flujos de capital y que respetará los contratos celebrados con sus contrapartes extranjeras. Lampadia

Globalización desenrollada
¿El Covid-19 mató a la globalización?

El flujo de personas, comercio y capital se ralentizará

The Economist
14 de mayo, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Incluso antes de la pandemia, la globalización estaba en problemas. El sistema abierto de comercio que había dominado la economía mundial durante décadas había sido dañado por el colapso financiero y la guerra comercial chino-estadounidense. Ahora se está recuperando de su tercer golpe al cuerpo en una docena de años, ya que los cierres han sellado las fronteras e interrumpido el comercio. El número de pasajeros en Heathrow ha disminuido en un 97% interanual; las exportaciones de automóviles mexicanos cayeron un 90% en abril; el 21% de los viajes transpacíficos de contenedores en mayo han sido cancelados. A medida que se reabran las economías, la actividad se recuperará, pero no espere un regreso rápido a un mundo sin preocupaciones de movimiento sin restricciones y libre comercio. La pandemia politizará los viajes y la migración y afianzará un sesgo hacia la autosuficiencia. Esta sacudida hacia adentro debilitará la recuperación, dejará a la economía vulnerable y propagará la inestabilidad geopolítica.

El mundo ha tenido varias épocas de integración, pero el sistema comercial que surgió en la década de 1990 fue más lejos que nunca. China se convirtió en la fábrica mundial y las fronteras se abrieron a personas, bienes, capital e información. Después del colapso de Lehman Brothers en 2008, la mayoría de los bancos y algunas empresas multinacionales se retiraron. El comercio y la inversión extranjera se estancaron en relación con el PBI, un proceso que este periódico más tarde llamó lenta globalización. Luego vinieron las guerras comerciales del presidente Donald Trump, que mezclaron las preocupaciones sobre los trabajos manuales y el capitalismo autocrático de China con una agenda más amplia de chovinismo y desprecio por las alianzas. En el momento en que el virus comenzó a extenderse por primera vez en Wuhan el año pasado, la tasa arancelaria de EEUU sobre las importaciones volvió a su nivel más alto desde 1993 y tanto EEUU como China habían comenzado a desacoplar sus industrias tecnológicas.

Desde enero, una nueva ola de perturbaciones se ha extendido hacia el oeste desde Asia. Los cierres de fábricas, tiendas y oficinas han provocado una caída de la demanda y han impedido que los proveedores lleguen a los clientes. El daño no es universal. La comida todavía está llegando, Apple insiste en que todavía puede fabricar iPhones y las exportaciones de China se han mantenido hasta ahora, impulsadas por las ventas de equipos médicos. Pero el efecto general es salvaje. El comercio mundial de bienes puede reducirse en un 10-30% este año. En los primeros diez días de mayo, las exportaciones de Corea del Sur, una potencia comercial, cayeron un 46% interanual, probablemente la peor disminución desde que comenzaron los registros en 1967.

La anarquía subyacente de la gobernanza global está siendo expuesta. Francia y Gran Bretaña se han peleado por las reglas de cuarentena, China está amenazando a Australia con aranceles punitivos por exigir una investigación sobre los orígenes del virus y la Casa Blanca sigue en pie de guerra sobre el comercio. A pesar de algunos casos de cooperación durante la pandemia, como los préstamos de la Reserva Federal a otros bancos centrales, EEUU se ha mostrado reacio a actuar como el líder mundial. El caos y la división en el hogar han dañado su prestigio. El secreto y el acoso de China han confirmado que no está dispuesto, y que no es apto, a tomar el manto. En todo el mundo, la opinión pública se está alejando de la globalización. Las personas se han visto perturbadas al descubrir que su salud depende de una pelea para importar equipos de protección y de los trabajadores migrantes que trabajan en residencias y cosechan cultivos.

Esto es solo el comienzo. Aunque el flujo de información es en gran medida libre fuera de China, el movimiento de personas, bienes y capital no lo es. Considere a las personas primero. La administración Trump propone reducir aún más la inmigración, argumentando que los empleos deberían ir a los estadounidenses. Es probable que otros países sigan. Los viajes están restringidos, lo que limita el alcance para encontrar trabajo, inspeccionar plantas y hacer pedidos. Alrededor del 90% de las personas viven en países con fronteras en gran medida cerradas. Muchos gobiernos se abrirán solo a países con protocolos de salud similares: una de esas “burbujas de viaje” incluye Australia y Nueva Zelanda y, tal vez, Taiwán y Singapur. La industria está señalando que la interrupción para viajar será duradera. Airbus ha reducido la producción en un tercio y Emirates, un símbolo de la globalización, espera que no se recupere hasta 2022.

El comercio sufrirá a medida que los países abandonen la idea de que las empresas y los bienes reciben el mismo trato, independientemente de su procedencia. Los gobiernos y los bancos centrales piden a los contribuyentes que suscriban a las empresas nacionales a través de sus paquetes de estímulo, creando un incentivo enorme y continuo para favorecerlos. Y el impulso para llevar las cadenas de suministro a casa en nombre de la resiliencia se está acelerando. El 12 de mayo, Narendra Modi, primer ministro de la India, le dijo a la nación que había comenzado una nueva era de autosuficiencia económica. El estímulo japonés covid-19 incluye subsidios para empresas que repatrían fábricas; los funcionarios de la Unión Europea hablan de “autonomía estratégica” y están creando un fondo para comprar participaciones en empresas. EEUU insta a Intel a construir plantas en casa. El comercio digital está prosperando pero su escala sigue siendo modesta. Las ventas al exterior de Amazon, Apple, Facebook y Microsoft equivalen a solo el 1.3% de las exportaciones mundiales.

El flujo de capital también está sufriendo, a medida que se hunde la inversión a largo plazo. La inversión china de capital de riesgo en EEUU cayó a US$ 400 millones en el primer trimestre de este año, un 60% por debajo de su nivel hace dos años. Las empresas multinacionales pueden reducir su inversión transfronteriza en un tercio este año. EEUU acaba de instruir a su principal fondo de pensiones federal para que deje de comprar acciones chinas, y en lo que va del año, los países que representan el 59% del PBI mundial han endurecido sus normas sobre inversión extranjera. A medida que los gobiernos intentan pagar sus nuevas deudas gravando a empresas e inversores, algunos países pueden verse tentados a restringir aún más el flujo de capital a través de las fronteras.

Está solo allá afuera

No se deje engañar porque un sistema de comercio con una red inestable de controles nacionales será más humano o más seguro. A los países más pobres les resultará más difícil ponerse al día y, en el mundo rico, la vida será más cara y menos libre. La forma de hacer que las cadenas de suministro sean más resistentes no es domesticarlas, lo que concentra el riesgo y pierde las economías de escala, sino diversificarlas. Además, un mundo fracturado dificultará la resolución de problemas globales, incluida la búsqueda de una vacuna y la recuperación económica.

Trágicamente, esta lógica ya no está de moda. Esos tres golpes al cuerpo han herido tanto al sistema abierto de comercio que se están descuidando los poderosos argumentos a su favor. Despídase de la mayor era de la globalización y preocúpese por lo que va a ocupar su lugar. Lampadia




El maltrato hacia los médicos a nivel internacional

El maltrato hacia los médicos a nivel internacional

En contra de la que debiera ser la profesión más valorada en tiempos de pandemia, ha resultado ser de las más vulneradas tanto física como psicológicamente en buena parte del mundo rico y del emergente.

Un reciente artículo publicado por The Economist (ver líneas abajo) muestra cómo en países como Australia, China, EEUU, el Reino Unido y la India, resulta cada vez más sacrificada la carrera médica por el creciente e histórico maltrato que ha tenido la sociedad civil hacia ella, una queja que se encuentra más bien asociada al fracaso integral de los sistemas de salud pública.

Lo que es peor estos ataques han sido amplificados en estos países por la presente crisis, la cual induce a la discriminación hacia todo el personal de salud arraigado por la presunción de ser portadores del nuevo coronavirus.

Felizmente en nuestro país no se han presentado hasta ahora casos de violencia hacia la profesión médica; por el contrario, se ha observado en las últimas semanas a una ciudadanía que ha mostrado mucho respeto hacia ellos, un hecho que debe destacarse a la luz de la experiencia de los países anteriormente mencionados.

No debiéramos pues escatimar en seguir salvaguardando y valorando a nuestros doctores, los cuales, a pesar del colapso de los hospitales y demás centros de salud públicos a nivel nacional, se encuentran actualmente arriesgando su propia vida y la de sus familias para dar pronto tratamiento a los pacientes que desarrollan síntomas más graves por el covid 19. Lampadia

Amenazas médicas
Los trabajadores de la salud se convierten en objetivos inesperados

El daño en ellos puede durar mucho después de que la pandemia haya disminuido

The Economist
11 de mayo, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Uno fue golpeado en la cara en un autobús de Chicago. Dos fueron apedreados por una multitud en la ciudad india de Indore. Cinco hombres rociaron con lejía a otro en Filipinas. Al menos 21 en México han sido agredidos. En un momento en que los políticos los elogian y los ciudadanos confinados en sus hogares los aplauden con aplausos e imágenes de arcoíris, los médicos, las enfermeras y otros trabajadores de la salud de todo el mundo se encuentran bajo amenaza de ataques violentos y bajo una terrible tensión psicológica. Desde Australia hasta China, los gobiernos y los hospitales han tenido que tomar medidas extraordinarias para garantizar la seguridad de su personal, incluso mientras luchan por controlar la pandemia mundial.

El covid-19 ha dejado a los trabajadores de la salud más visibles —y vulnerables— que nunca. Con un tercio de la humanidad encerrado en las últimas semanas, son algunos de los únicos viajeros en las carreteras o el transporte público, conspicuos en matorrales de colores brillantes o túnicas blancas. Los médicos son objetivos fáciles para los frustrados, agraviados o asustados. Los ataques a menudo se tratan como incidentes aislados, pero resaltan un problema creciente: los sistemas de atención médica en todo el mundo han tenido problemas en los últimos años, tanto con el aumento de la violencia como con el costo psicológico del personal.

Las cifras son claras. La Organización Mundial de la Salud estima que hasta el 38% de los médicos en todo el mundo han sufrido violencia física en algún momento de sus carreras. En muchos lugares es peor. En 2019, uno de cada siete empleados del NHS en Inglaterra dijo que habían sido atacados físicamente por un paciente o un miembro del público en los últimos 12 meses. Uno de cada tres médicos australianos reportó abusos similares en el período de un año. Más del 75% de los médicos de la India dicen que han enfrentado la amenaza de violencia en el trabajo. Después de que una doctora fuera asesinada a puñaladas en un hospital de Beijing a fines de 2019, China introdujo una nueva ley que prohíbe las amenazas contra los trabajadores médicos.

El miedo al contagio, amplificado por la desinformación, parece estar provocando más violencia durante la pandemia. A menudo, los ataques físicos van precedidos de ataques verbales, ya que los médicos y las enfermeras son señalados por supuestamente propagar la enfermedad. Otros parecen nacidos de la frustración. El personal de los hospitales en Australia informó que los pacientes ansiosos tosieron y escupieron deliberadamente mientras esperaban para hacerse la prueba de la enfermedad.

Sin embargo, los problemas más profundos dejan a los médicos y enfermeras vulnerables a los ataques. En muchos países, las percepciones de los médicos se han deteriorado en las últimas décadas. China terminó con los subsidios estatales para sus hospitales en la década de 1990, luego de lo cual se comercializaron rápidamente. Esto condujo a una disminución de la confianza, ya que se sospechaba que los médicos se preocupaban más por ganar dinero que por cuidar a sus pacientes. Un fenómeno similar se ha visto en la India. Ciertamente, algunos médicos han abusado del sistema. Pero los tropos de médicos corruptos y negligentes se han convertido en narraciones fáciles de recurrir para políticos y medios de comunicación sensacionalistas. En los países donde las personas carecen de fe en el sistema de justicia, los ataques en los hospitales pueden atraer a los pacientes que sienten que nunca podrán pasar el día en la corte. Una clase media en expansión en todo el mundo ahora exige más de los profesionales médicos de lo que pueden dar. Incluso la arquitectura de los hospitales modernizados, como las salas de emergencia a las que se puede acceder fácil y rápidamente, también los hace más vulnerables a los ataques.

En respuesta, los sistemas de salud han tomado medidas extremas para proteger a su personal. Algunos hospitales en China ahora les enseñan defensa personal. El gobierno de la India actualizó las leyes en abril para negar la fianza a los acusados de violencia contra el personal de atención médica. Algunas salas de emergencia en EEUU han instalado detectores de metales. Y los administradores en Australia han comenzado a decirle al personal que no use sus uniformes médicos fuera de los hospitales.

Estas preocupaciones se suman al costo mental y emocional que la pandemia está exigiendo. En las zonas más afectadas, muchos médicos trabajan incluso más horas de lo habitual. Los trabajadores de primera línea tienen un alto riesgo de contraer covid-19, empeorado por la escasez crónica de equipos de protección personal. Muchos han perdido colegas por el virus. Algunos, temerosos de infectar a sus seres queridos, se han aislado de sus familias durante largos períodos de tiempo. En un estudio de 1,257 trabajadores de la salud que trataron a pacientes de covid-19 en China en el apogeo de la crisis del país, más del 70% experimentó angustia psicológica. Y en varios países, médicos y enfermeras han sido despedidos o amenazados después de hablar sobre el liderazgo deficiente y la falta de equipos. En Rusia, tres médicos se han caído de las ventanas del hospital después de presentar quejas públicas; dos de ellos murieron. Los medios locales informaron esto como accidentes o suicidio.

El trabajo de salud puede ser difícil en el mejor de los casos. Más del 40% de los médicos estadounidenses experimentaron síntomas de “agotamiento”, caracterizados por agotamiento emocional, abstinencia y escepticismo, en 2019. Según el Dr. Colin West de la Clínica Mayo en Minnesota, el agotamiento a menudo se debe al exceso de trabajo, el estrés y la burocracia que limita la interacción con los pacientes; los médicos se sienten menos capaces de ayudar a quienes están a su cuidado.

La pandemia ha creado horrores agudos. En algunas áreas, la falta de recursos significa que los médicos han tenido que racionar la atención vital. En Italia, donde el 10-25% de los pacientes hospitalizados con covid-19 requirieron ventilación, a veces durante varias semanas, hubo informes de médicos que lloraban en los pasillos por las decisiones que tenían que tomar. Muchos han hablado sobre el dolor de ver a los pacientes morir solos. Dichos traumas pueden causar “daño moral”, el término utilizado para la angustia psicológica causada por la acción, o la inacción, que viola las creencias de uno. Aplicada por primera vez a la experiencia de ciertos soldados en tiempos de guerra, la lesión moral puede contribuir a problemas como la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Los médicos que luchan pueden encontrar ayuda difícil de encontrar. En todo el mundo, los médicos y las enfermeras se quitan la vida a tasas significativamente más altas que la población general. La Dra. Clare Gerada, quien preside “Doctors in Distress “, una organización benéfica británica, atribuye el problema, en gran parte, a la falta de tiempo y espacio que se les brinda a los médicos y enfermeras para discutir el impacto emocional de sus trabajos.

Muchos funcionarios de salud, conscientes de la presión sobre los médicos, han tratado de proporcionar líneas de ayuda y otro tipo de apoyo. Muchos expertos temen que tales medidas se eliminen una vez que se reanude el servicio normal. El Dr. Andrew Molodynski, un psiquiatra que supervisa la política de salud mental de la Asociación Médica Británica, señala que muchas afecciones como el TEPT requieren un tratamiento cara a cara constante. El daño económico sufrido durante la crisis dificultará la provisión de dicho tratamiento y otros cuidados de salud mental a largo plazo.

Incluso cuando los casos de covid-19 caen, es probable que la carga de trabajo de los médicos se mantenga alta, ya que los hospitales se esfuerzan por proporcionar la atención suspendida durante la respuesta al covid-19. La amenaza de violencia solo aumentará la carga. Para aquellos que atacarían a los médicos, Brad Hazzard, el ministro de salud de Nueva Gales del Sur, lo resumió sin rodeos. “Cuando vea que esa persona con uniforme en un hospital podría estar colocando un tubo en la garganta para mantenerlo con vida, desearía no haber hecho lo que hizo”. Lampadia




Protección de datos en el Perú

Protección de datos en el Perú

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para
Lampadia

En el Perú tenemos instituido legalmente el derecho a la “protección de datos”, lo que en condiciones normales suena muy razonable, pero “el demonio está en los detalles” y ahí comienzan los problemas.

Para empezar, es importante tener claro que esta ley asume el principio de la buena fe. No obstante, en el PERÚ de nuestros días, encontramos demasiados casos en que los ciudadanos toman ventaja de los resquicios que ofrece la ley, para tomar ventaja o cometer ilegalidades y ese es un asunto que exige pronta solución.

Por ejemplo, hoy en día que estamos enfrentando el problema del COVID-19, se aplica el concepto de protección de datos que, permite poner en riesgo la vida de muchos ciudadanos cuando alguien contagiado no toma las precauciones.  Por estos días se publicó en la prensa que, una persona mayor debidamente evaluada y cuyo contagio estaba confirmado, había salido a los mercados haciendo caso omiso a las medidas de seguridad y protección social que debía haber adoptado. En este irresponsable acto, este señor puso su interés individual por encima del interés de la sociedad y puede que haya contagiado a muchos que han interactuado con él, tal como ha ocurrido en repetidas oportunidades, pero con gente que desconocía su mal. Más grave aún el caso de una ex ministra de salud de este gobierno que, sabiendo que su prueba de COVID-19 había resultado positiva, siguió interactuando con sus colaboradores en el trabajo y cuando se hizo pública la información, reaccionó acusando a la prensa por no respetar su privacidad. ¡Tamaña barbaridad viniendo de una ex ministra de salud!

Claro, en este caso se preguntará el lector; ¿qué quiere que haga, le pongo un letrero luminoso para identificarlo? Desde luego que no, pero debemos pensar en una solución. En países civilizados a esos ciudadanos que han dado resultado positivo en la prueba COVID-19, se les pone una pulsera que los identifique como contaminados y si no respeta el aislamiento tienen prisión inmediata, pero aquí no pasa nada.

Un caso no tan patético como este, pero igualmente ilegal y dañino para la sociedad (por haberse convertido en tendencia), es el que viene ocurriendo constantemente con el seguro complementario de trabajo de riesgo (SCTR). Para quienes no lo saben, este seguro no sólo cubre la incapacidad ocasionada por los accidentes de trabajo, sino también aquellos casos de menoscabo originado por “enfermedades profesionales”, tales como; sordera, lumbalgia, silicosis, neumoconiosis, etc.  Esto por supuesto que es correcto, no obstante, ocurre que con apoyo de una mafia de médicos del sector público y de la seguridad social que, ciertamente obtienen un beneficio económico, certifican enfermedades inexistentes que, permiten al trabajador gestionar una pensión por invalidez permanente.   El punto es que, como la compañía no recibe esa información, el sujeto continúa trabajando y cobrando como correspondería, si no fuera porque ya tiene una pensión permanente de invalidez que lo jubilaría.

Como podemos apreciar, nuestra legislación no conecta unos regímenes legales (en este caso laborales), con el de seguros y pensionario, pues incluso hay casos que han obtenido una pensión de jubilación por enfermedad y paralelamente reciben la pensión de jubilación proveniente de su AFP, dos pensiones de jubilación.

Nuevamente, en cualquier país civilizado del mundo, si un trabajador solicita activar su póliza de seguros por este concepto, la compañía de seguros tiene la obligación de comunicar a la empresa en la que labora que, este trabajador ha “siniestrado” su póliza.   En tal caso, la empresa estaría en el derecho u obligación de tomarle  un examen detallado que certifique la condición médica de su trabajador y quedaría claro que ya no podría trabajar si se constata tal enfermedad profesional o bien que está sano y en ese caso, al margen de las sanciones a los que han participado en el fraude, se anula el derecho a tal pensión.

Pero no, en nuestro país el trabajador puede obtener un “certificado médico” que asevere un menoscabo a su salud, siniestrar la póliza SCTR y la empresa no tiene derecho a enterarse siquiera de quién está impactando su seguro, consecuentemente no tiene derecho a verificar la enfermedad y la “ley de protección de datos” protege al  tramposo.

Ya que en el Congreso están con tantas ganas de legislar, ¿por qué no acogen este tema y ponemos las cosas en orden de una vez por todas? Lampadia




Gobierno cizañero

Gobierno cizañero

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 15 de mayo de 2020
Para Lampadia

No me refiero a la connotación literal de la palabra cizañero. El Gobierno no produce ni vende cizaña. Me refiero más bien a la connotación instigadora del término. Cizañero – en el caso del presente artículo –se refiere a quien siembre discordia. El típico carbonero del barrio. El instigador… pero en el mal sentido de la palabra.

Sí pues. Aparte de propiciar enfrentamientos entre empresas y trabajadores, el Gobierno se ha dedicado a meter cizaña entre colegios privados y padres de familia. ¡Una bajeza!

Las empresas tienen que poner todo de su parte para pagar a sus trabajadores lo que les corresponda… y más. Eso está fuera de toda discusión. Pero ¿acaso no hay miles de pequeñas y microempresas que no podrán hacerlo? Incluso ¿cuántas medianas y grandes empresas han quebrado – o quebrarán pronto – a consecuencia de la cuarentena?

Entonces, meter cizaña desde el Ministerio de Trabajo amenazando con suculentas multas a las empresas que no paguen a sus trabajadores, es – efectivamente – una bajeza. Como también lo es instigar a los trabajadores a denunciar a sus empleadores en caso de no pago, o – incluso – en caso de retraso en los pagos de sus remuneraciones. Eso es echar más leña al fuego.

Pero eso no es todo. El Ministerio de Educación – y el propio presidente de la República y su Primer Ministro – no se cansan de exigir la rebaja de las pensiones escolares de parte de los colegios. ¿Por qué no bajan ellos los impuestos que nos cobran? Es evidente que tendrá que haber un ajuste en las tarifas de los colegios. Y para ello – al igual que en el caso de las empresas – las partes tendrán que analizar objetivamente la situación y llegar a acuerdos justos y consensuados. Pero meter cizaña para provocar la confrontación entre colegios y padres de familia, es – repito – una bajeza.

Es evidente que muchos funcionarios del Ministerio de Educación detestan tener que competir con la educación privada. La aborrecen. Y por eso… la quieren destruir.

En general, muchos funcionarios del Gobierno tienen fobia a todo lo privado. Me refiero a los más más del escalafón institucional del Estado… presidente de la República, ministros, Congresistas, Gobernadores Regionales, alcaldes, etc. Su accionar – y sus declaraciones – los delata. Todo lo privado está mal para estos personajes que no pueden disimular sus resentimientos y enconos contra el sector empresarial y contra los colegios privados. Ellos quieren más impuestos, más controles y licencias, más protocolos, más burocracia… y muchos otros “mases”.

En vez de reconocer sus errores e ineptitudes, recurren malamente a la cizaña. Si yo estoy mal… nadie puede estar bien. Así de mediocres pueden llegar a ser estos personajes.

Cómo explicar si no la actitud del Gobierno de rechazar los diversos ofrecimientos de apoyo para confrontar la pandemia de múltiples instituciones privadas… empresas, instituciones religiosas, asociaciones de ciudadanos, etc. Incluso, cómo explicar el rechazo del ofrecimiento de apoyo de los Hospitales de la Solidaridad de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Eso no es otra cosa que afán de protagonismo… ¡a tope!

El caso es que las estadísticas de muertos e infectados de Coronavirus no dejan de crecer. ¿No será eso lo que los esté sacando de quicio? Es probable. Pero el hecho es que soterradamente – y aprovechándose del pánico pandémico – el estatismo retrógrado y el populismo politiquero están ganando terreno poco a poco. Y el Congreso – el nuevo Congreso que debía corregir los vicios de su antecesor – está resultando más de lo mismo. ¡Una lástima! Hemos cambiado moco por baba.

El momento exige comprensión y solidaridad. No es momento de meter cizaña. Y menos, si proviene del Gobierno. Lampadia




Cómo superar el déficit de infraestructura hospitalaria

Cómo superar el déficit de infraestructura hospitalaria

LA RAPIDA ADQUISICION DE LA VACUNA COVID 19

Ing. Raúl Delgado Sayán
Para Lampadia

El Plan Nacional de Inversión en Infraestructura (PNIC) ha señalado que para dentro de cinco años, el Perú tendrá un déficit de infraestructura hospitalaria cercano a los S/ 30,000 millones de soles, que implica 30,000 camas más, además de las 50,000 actuales; que para un programa de cinco años significa 6,000 camas de hospital por año. Si consideramos hospitales de 100 camas, se necesitará construir 60 proyectos hospitalarios por año.

Del total del Presupuesto General de la República que asciende a 177,367 millones de soles para el 2020, el 10.4% ha sido destinado para el Sector Salud que equivale a 18,495 millones de soles; 2,985 millones de soles que corresponde al 16% del presupuesto total del Sector Salud está destinado para inversiones, monto que a su vez significa el 9.2% del total de inversiones del Presupuesto General de la República.

Examinando la serie histórica de recursos presupuestales dedicados al Sector Salud en soles constantes entre el 2000 y el 2020 se puede constatar que este se ha multiplicado por siete (7) en términos reales; ha crecido 3 veces en participación respecto del PBI y al doble de su participación respecto del presupuesto nacional. Como se puede apreciar dinero y recursos no han faltado. La tragedia reside en el hecho de que todos los recursos destinados a infraestructura de salud solo se han llegado a invertir menos de la mitad de lo asignado y en el año 2019 reciente apenas se logró superar el 40% de lo asignado. El problema reside en que mucha de esa inversión del Sector Salud corresponde ejecutar a los Gobiernos Regionales, cuyo cumplimiento y capacidad institucional es muy limitada.

PROBLEMÁTICA

“Los hospitales son obras complejas y altamente sofisticadas , no solo por la obra civil en sí, sino porque estas tienen que cumplir con normas muy exigentes de seguridad en su construcción; ya que además son sísmicamente catalogadas como las más exigentes y que ahora obligadamente tienen que tener aisladores sísmicos de cimentación, sino porque el rubro de equipamiento también es extremadamente especializado y cada vez son mas sofisticados por los adelantos tecnológicos continuos del equipamiento médico.

Siempre se ha adolecido del enorme defecto de contratar por un lado la obra civil y después el equipamiento, lo que comúnmente terminaba en grandes elefantes blancos construidos, pero sin equipamientos. Luego se inauguraban las obras civiles, pero no el equipamiento. Cuando años después se compran los equipos estos no concordaban con las instalaciones de la obra civil y había que romper muros y pisos para instalarlos.

SOLUCIONES

Para tener una idea de lo que es construir un buen hospital y a la vez tenerlo bien equipado, es menester señalar que la obra civil corresponde al 66% del total de la inversión y el equipamiento médico al 34%. Para lograr un buen hospital debidamente construido y equipado se debe contratar todo en paquete; vale decir en un mismo contrato la obra civil más equipamiento médico bajo un esquema diseño-construcción “fast track” debidamente controlado y supervisado. Algunos podrían decir que, por APPs cofinanciadas, aunque sin embargo hay que evitar repetir los muy malos ejemplos que se han venido dando en otras infraestructuras bajo la modalidad de las APPs cofinanciadas.

Un excelente ejemplo hospitalario que próximamente será inaugurado, lo constituye el Hospital de Policía, que será el más avanzado del Perú con equipamiento de punta tecnológico y que se ubica al costado del actual y antiguo hospital. Ha sido construido en un área de 49,400m2 y de la inversión efectuada el 66% corresponde a obras civiles y el 34% a equipamiento.

Este hospital contará con un número importante de camas de hospitalización, así como de camas UCI y de observación de Emergencia. El moderno hospital ha sido construido sobre 220 aisladores sísmicos y es totalmente automatizado, además de contar con un helipuerto. Esta infraestructura hospitalaria no ha requerido de ningún convenio de Gobierno a Gobierno para su construcción y equipamiento médico, y constituye un espléndido ejemplo de cómo debierán hacerse este tipo de obras. Es muy compleja porque son edificios vivientes con protocolos de funcionamiento extremadamente exigentes.

El tema hospitalario difícilmente se va a poder llevar adelante mientras los Gobiernos Regionales por si solos sean los encargados de construirlos sin contar con una adecuada capacidad institucional para hacerlo, porque son edificaciones muy complejas y especializadas en construirse y habilitarse. No quiero dejar de mencionar también que el déficit en el tema de salud tiene que verse no sólo en infraestructura física, sino también en mantenimiento de equipamiento; profesionales médicos y paramédicos de la salud, y la estructura logística adecuada para medicamentos y suministros de todo tipo incluyendo elementos de protección al personal.

En resumen, en infraestructura hospitalaria tenemos apenas 1.6 camas por cada 1000 habitantes, que para los 31 millones de habitantes da un total de cerca de 50,000 camas. Sin embargo, para llegar a estándares aceptables faltan 30,000 camas o 6,000 camas por año en un horizonte de 5 años. Si hablamos de hospitales como el nuevo mencionado de la Policía se tendría que construir 60 hospitales cada año y asignar 2,2 veces más el presupuesto anual, pero a la vez cumplirlo al 100%.

En líneas generales el financiamiento para construir la infraestructura hospitalaria del país, existe y siempre ha existido. El Sector Salud tiene una tremenda debilidad institucional pues no llega a invertir ni la mitad de lo programado en el Presupuesto que cada año se le asigna. Ahora su reto es cuadriplicar las cifras que actualmente invierte lo que implica su profundo reforzamiento institucional y que el Gobierno Nacional intervenga fuertemente en las inversiones regionales en salud y sobretodo bajo un modelo de contratación integral: obras + equipamiento médico en un solo paquete.

TEMA CRITICO POR RESOLVER. SEGURIDAD PARA EVITAR EL COLAPSO FISICO DE LO EXISTENTE

En el último simulacro sísmico realizado el 5 de noviembre de 2019, para un sismo 8.5, que es menor al que se prevé vamos a tener de 8.8; el presidente de la República reportó al día siguiente que habrían colapsado el 50% de todos los establecimientos de salud a nivel nacional. Es decir, de lo poco que se tiene, tendremos que enfrentar a un fenómeno infinitamente más letal que el COVID-19, que en apenas 2 minutos destruiría el 50% de la infraestructura de salud del Perú; con 110,000 fallecidos y 2 millones de heridos que no habría donde atenderlos.

Para evitar esto si hay vacuna felizmente y la tienen los ingenieros. Hay que reforzar sus vetustas estructuras con dispositivos modernos de disipación que amortigüen las fuerzas sísmicas destructivas y que preserven la integridad; resistencia; seguridad y operatividad funcional de nuestros hospitales. No cuesta mucho salvarlos. Quizás menos del 10% de su valor de reposición. Estimo que con una inversión del orden de $ 700 a $1,000 millones podríamos evitar el perderlos y con ello estar en capacidad de brindar atención a una parte considerable de los seriamente heridos por esta catástrofe.

Un valioso comentario final. Respetémonos y valgámonos por nosotros mismos con la apropiada autoestima del caso. Al igual que el ejemplo de los médicos en esta Pandemia, en el Perú hay miles de muy destacados ingenieros en todas las especialidades que conocen muy bien nuestro entorno y el tipo de fenómenos naturales que con frecuencia nos golpean y que no todos los países los tienen. No olvidar que son los ingenieros peruanos quienes han diseñado y construido alrededor del 90% de los mas de un millón de millones de dólares de patrimonio que existe en el Perú.

LA PRONTA ADQUISICIÓN DE LA VACUNA COVID 19

No hay ya dudas que mas pronto de lo esperado, quizás en el cuarto trimestre del presente año, estarán disponibles varias vacunas para enfrentar el COVID 19. Nótese que estoy utilizando el plural y no el singular al referirme a las vacunas.

En efecto hoy en día las vacunas, gracias al conocimiento del ADN de las moléculas del virus y sus probables mutaciones, son diseñadas en laboratorios con el esfuerzo de médicos e ingenieros biomédicos y por eso es que cada uno de ellos tiene incluso potencialmente varias alternativas las cuales va descartando hasta quedarse con las mas prometedoras que las están ya llevando a la fase de pruebas en humanos. Los países que se conoce que llevan la delantera en ello son: El Reino Unido; los Estados Unidos; China; Alemania y Suiza, aunque puede haber algunos mas cuya información no ha trascendido. Las vacunas son fundamentalmente enzimas que inyectadas al organismo promoverán el multiplicar los antivirus defensivos frente a las moléculas invasoras.

Dado el carácter universal total de esta Pandemia, es natural que cuando estas vacunas entren a la fase de producción masiva serán requeridas por alrededor de 6,400 millones de personas. Es lógico esperar que los países que lideran la investigación den prioridad en atender primero a sus connacionales, pudiendo incluso llegar a prohibir la exportación de vacunas mientras no se terminen de vacunar a sus nacionales.

Es por ello que me permito sugerir a nuestras autoridades que, convocando al Sector Privado especializado en la materia, diseñen una estrategia conjuntamente con las autoridades  del Sector Salud para tomar la delantera e iniciar conversaciones con los que están en etapa avanzada en estas investigaciones,  llegando incluso a examinar la posibilidad de ofrecerles muchas facilidades ventajosas – incluso tributarias y similares-  para que  puedan establecerse en el país para desde aquí fabricar masivamente las vacunas y dada nuestra posición estratégica en América del Sur poder no solo atender a los peruanos sino a otros países de la Región. Veamos si esta vez podamos tomarles la delantera a otros países y garantizar una pronta vacunación a todos los peruanos. Lampadia




Sector privado y plataforma geo-localizadora para que funcione Te Cuido Perú

Sector privado y plataforma geo-localizadora para que funcione Te Cuido Perú

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Como sabemos, el cierre de la economía fue mucho más eficaz que la cuarentena. En el Perú la economía cayó en marzo -16.3%. En Brasil -1.5%, en Chile -3.5% y en Colombia -4.9%. Somos el país que más cerró su economía y el que más infectados tiene por millón de habitantes. El enorme sacrificio económico no tuvo un correlato sanitario.

La causa de esto último es conocida: la altísima informalidad, las aglomeraciones en los mercados, la falla en la distribución de víveres y bonos y la ausencia de una estrategia sanitaria inteligente. El problema es que la misma configuración estructural va a acompañar la reapertura de la economía y la salida de la cuarentena: mientras la economía formal se reabre por fases -cuando deberían abrir simultáneamente todas las empresas que puedan aplicar protocolos eficientes-, y con requisitos y exigencias excesivas, la informal se reabre de golpe a partir del 24 y sin protocolos.

Por lo tanto, si no se aplica estrategias sanitarias inteligentes, la pandemia puede rebrotar fácilmente.

Mercados

Se ha empezado, por fin, con mucho retraso, a intervenir algunos mercados. Los cierran y para reabrir deben cumplir condiciones de salubridad y aforo, al mismo tiempo que PRODUCE empadrona y formaliza a los comerciantes por medio del programa Tu Empresa, en coordinación con Sunat, Sunarp y el Colegio de Notarios. Eso está bien. Además, se pretende llevar a los ambulantes que circundan los mercados a otros espacios, formalizándolos, lo que ya está produciendo resistencia.

Si todo esto llega a funcionar relativamente bien, se reducirá en alguna medida la tasa de contagios, pero de todos modos la cantidad de gente que acude a los mercados hace muy difícil asegurar que se mantenga, por ejemplo, el distanciamiento necesario. Y de los 2,400 mercados están interviniendo sólo algo más de 30.

Te Cuido Perú muy lento

Por eso, se requiere ir más allá: ejecutar una estrategia transversal orientada a cortar las cadenas de contagios. Aislar a las familias de todos los contagiados de los últimos 14 días a nivel nacional, llevándoles alimentos a sus casas para que no salgan, y vigilando que no lo hagan. Es lo que están haciendo con los infectados de los mercados, pero debe ser general.

Para eso se creó “Te cuido Perú”, pero el jueves 14, exactamente un mes después de su lanzamiento, sólo había logrado abastecer a 6,353 familias con canastas de víveres y abarrotes, cuando los infectados de los últimos 14 días sumaban ese día 43,628. Es decir, muy lejos de la meta.

Sector privado, brigadas juveniles y plataforma geo-localizadora

Es obvio que el Indeci no tiene capacidad para avanzar a la velocidad necesaria. Está repartiendo alrededor de 600 canastas por día. Tendría que multiplicar por 10 esa velocidad para atender a los infectados restantes en un plazo de 6 días, por ejemplo. El gobierno debe solicitar el auxilio del sector privado. Grandes empresas de alimentos que tienen sistemas de distribución, lo harían mucho más eficientemente.

Y el alcance sería mucho más rápido aun si se entregara las canastas a brigadas juveniles, que a su vez las lleven a las casas, que tendrían que estar bien geo-localizadas. Una alternativa sería que los comerciantes de los mercados preparen y lleven canastas a las familias de los infectados. Como fuere, todo esto se puede manejar y monitorear perfectamente con una plataforma de geolocalización e interacción de datos que ha construido Leopoldo Monzón de Proesmín que Lampadia ha conocido y cuya presentación publicamos mañana.

Ese sistema puede ubicar a los contagiados y sus viviendas y a los jóvenes que integrarían las brigadas, por ejemplo. Podría decir cuántos jóvenes hay en la manzana o en un conjunto de manzanas, si son universitarios o profesionales y qué edad tienen. Puede monitorearlos por medio del celular, indicarles en qué viviendas tienen que entregar y saber dónde están cuando les toque entregar los productos. Y verificar si se entregaron. Lo mismo podría hacer con los comerciantes de ellos mercados, si ese fuere el caso.

Hábitos instintivos

La plataforma tiene también el registro de las organizaciones o juntas vecinales, que podrían seleccionar a los jóvenes. Puede, además, mediante mensajes de texto y WhatsApp enviados a los ciudadanos según la situación particular de cada uno, infundir e inyectar hábitos preventivos casi a nivel instintivo para que todos sean su propio policía y haya un control recíproco de las normas de distanciamiento, lavado de manos, etc. Esto es fundamental sobre todo para el sector informal y la pequeña y microempresa.

Cuarentenas focalizadas

Y debe servir luego cuando pasemos, acaso a partir del 24 de mayo, a una estrategia de cuarentenas regionales, distritales y barriales en las áreas de mayor tasa de contagio, para aislarlas y mantener a las personas en sus casas, llevándoles alimentos también, con este mismo sistema. Ricardo Fort y Álvaro Espinoza de Grade también tienen una aplicación para el manejo territorial.

Si no usamos este tipo de herramientas para que Te Cuido Perú y cuarentenas focalizadas funcionen, no vamos a ganar la batalla, y la pandemia puede recrudecer. Eso sería catastrófico. La economía formal tiene que abrirse más rápidamente y con menos profusión de requisitos y exigencias, pero la estrategia sanitaria tiene que ser mucho mas sofisticada y efectiva. Lampadia




Covid19, inmunoglobulina de llama y comunidades andinas

Covid19, inmunoglobulina de llama y comunidades andinas

Álvaro Díaz C.
Abogado en Derecho de la Empresa y Minería
Ejecutivo de Bear Creek Mining.
Para Lampadia

“Las grandes oportunidades nacen de haber sabido aprovechar las pequeñas” – Bill Gates.

Expertos lograron neutralizar partículas del virus utilizando anticuerpos de este camélido” (refiriéndose a la llama), escribe el doctor Elmer Huerta en el diario El Comercio (11-V-20), concluyendo en que “…los nano-anticuerpos producidos por este animal podrían ser fabricados a gran escala y ser usados, ya sea de manera preventiva o terapéutica, en el manejo del COVID-19”. Pero, la inmunoglobulina de los camélidos sudamericanos, en especial de la llama, podría ser la solución también para otras graves enfermedades, bajo el mismo principio por el cual sería eficaz para combatir al Covid19.

Anotemos que este esfuerzo de creatividad se inició hace más de un lustro, a cinco mil metros de altura, en el distrito de Corani, al norte de Puno.

Andrés Franco Longhi, cuya vocación por la ciencia y su sensibilidad hacia los demás está fuera de duda, tenía claro que las comunidades campesinas de este distrito estaban consideradas como de extrema pobreza, en realidad dentro los 10 distritos más pobres de Perú.

Tenía al frente este panorama: ichu, alpacas y temperaturas bajo cero,  proyecto minero de plata en etapa de prefactibilidad,  mucha pobreza, altos índices de enfermedades diarreicas y respiratorias, deserción de alumnos y baja asistencia y aprendizaje escolar, incipiente articulación de los comuneros con relación a la actividad alpaquera y otras características propias de una zona con muchas necesidades básicas insatisfechas como secular desconfianza a los terceros que estaban o se acercaban a la zona, casi nula presencia del Estado, los hijos que, a pesar del esfuerzo de sus padres, habían podido estudiar en  una universidad no regresaban, buscando otros horizontes y oportunidades.

¿Podría usarse algunos de esos elementos como ventajas comparativas o competitivas para cambiar o co-crear nuevos paradigmas? ¿O sólo serían características propias de poblaciones que conlleva a la extrema pobreza?

Vayamos a las respuestas a la primera pregunta, veamos a uno de los 108 inventos y/o descubrimientos que, a la fecha, se lograron en este trabajo conjunto vinculados todos con los recursos propios de la zona (ichu, frío, alpaca, hierbas, otros) o con la investigación y desarrollo de los jóvenes comuneros (programación, algoritmos, química, física y otros), el apoyo de Bear Creek Mining, y la creatividad del citado Andrés Franco:

Inmunoglobulina de la llama: resulta que aproximadamente el 70% de las crías de alpacas (los twin) morían. Siempre se decía que se debía al frío, pero no era esa la causa raíz. Resulta que la alpaca genera poco calostro para alimentar a sus twin lo que hace que tengan bajas defensas, sumado a que comen ichu que tiene carga parasitaria que afecta al sistema digestivo de las crías deteriorando la asimilación de los alimentos. Al estar débiles las crías el frío u otra condición extrema provocan sus muertes.

Hay que tener en cuenta esta situación, porque las alpacas son animales que por naturaleza resisten el frío. Entonces ¿qué hacer? La solución comenzó por lo dicho:  determinar que el poco calostro era la primera variable por resolver.  Resulta que la llama tiene un comportamiento especial por el cual puede inducirse a generar calostro (que usualmente sólo se genera cuando la madre está preñada) El calostro obtenido (que no se le quita a la cría de la llama porque ha sido inducido sin embarazo) se mezcla con los pastos que come la cría de alpaca y su sistema inmunológico toma la magnitud que debe tener y, aunque haya frío extremo, muchas crías sobreviven. Se trata de reducir r a la cuarta o quinta parte el índice de mortalidad de las crías de alpacas.

Así es que siguió profundizando en el tema, encontrando en las investigaciones esas características únicas de la inmunoglobulina de la llama (que también pueden tenerla en diferentes proporciones otros camélidos).

De hecho, con el financiamiento de Bear Creek Mining, la ciencia de Andrés y la labor técnica de campo de los comuneros, se avanzó en los detalles e incluso se logró proponer como obtener “comprimidos con alto contenido de Inmunoglobulina (IgGH) extraída de la leche de camélidos”.

Es importante citar a los Centros de Innovación Tecnológica de las comunidades campesinas de Chacaconiza y Quelcaya, donde los jóvenes profesionales de tales comunidades a cinco mil metros de altura hacen investigaciones, verificaciones, pruebas, algoritmos, sistemas que apoyan estas iniciativas. De igual forma los centros alpaqueros están innovando y generando nuevos paradigmas en la cría de alpaca y el mejoramiento genético, introduciendo modernidad y estandarizando la esquila, clasificación, lavado, peinado, producción de hilado, diseño y producción de textiles de alpaca para exportación a países de Europa y América del Norte, entre otros mercados.

Regresando a la inmunoglobulina, de hecho, se inició un procedimiento para patentar tal avance, bajo la idea de potenciar a las comunidades campesinas con el abundante recurso que es la llama y modernizar la crianza y obtención de la inmunoglobulina; en suma, transformar la llama en una ventaja competitiva para la zona.

El prestigioso buffet de abogados Clarke & Modet (con sede principal en España, más de 140 años de existencia, y presencia en 10 países) especializados en marcas y patentes, hicieron la “búsqueda del estado del arte”, vale decir, si en algún lugar del mundo existían estudios, publicaciones o avances en el tema o temas similares, no encontrando en la exhaustiva base de datos a la que consultan, ningún antecedente que pudiera afectar la inscripción de la patente, que se había solicitado, ya que cubría los requisitos de novedad e ingenio que se requiere para tal efecto, informando de ello en agosto del año 2019.

El resumen de la invención, del Informe del Clarke & Modet comienza diciendo: “La invención está referida a un procedimiento para realizar comprimidos con un alto contenido de inmunoglobulinas, en particular inmunoglobulinas de tipo G conformada por dímeros de cadenas pesadas y sin cadenas ligeras, denominadas IgGH, que son extraídas de la leche de un camélido sudamericano…”.

Recordemos el artículo del doctor Huerta donde — explica que: “Existen cinco tipos de inmunoglobulina: G, A, M, D y E, cada una de las cuales tiene una función determinada. La inmunoglobulina M, por ejemplo, es el primer anticuerpo que se produce y es –en tamaño– la molécula más grande de todas, pudiendo ser comparada con la fuerza de choque del sistema de defensa. La IgG se produce inmediatamente después de la M, y es la más abundante, permitiendo la destrucción de virus y bacterias

Dentro del plazo permitido de divulgación, sin perder los derechos de formalizar la patente, Andrés hizo presentaciones de varios de los inventos y descubrimientos, a científicos de la academia, profesionales, periodistas, entidades públicas.

Estando prestos a reiniciar la formalización de la patente comenzó la crisis generada por el Covid19, razón por la cual Bear Creek Mining y Andrés Franco decidieron liberar la información, teniendo en cuenta la prioridad que tales conocimientos podrían apoyar o estimular para encontrar alguna solución específica contra tal virus, que no se genere patente a alguien (persona o empresa) que luego quisiera lucrar con ello, y se revalore a las comunidades alto-andinas peruanas que es dónde se encuentra la mayor población mundial de llamas.

De otros 106 inventos y descubrimientos: Los océanos azules (el famoso libro de Chan Kim y Renée Mauborgne), recomienda a los emprendedores que, en lugar de luchar por un trozo de la torta del mercado (demanda) existente, desangrándose en un océano rojo, se genere un nuevo mercado, un océano azul de oportunidades.

Coincidente con tal precepto, se va co-creando, en esa alianza virtuosa, nuevas alternativas basadas en los recursos propios de la zona alto-andina (ichu, frío, alpaca, hierbas, otros) o con la investigación y desarrollo de los jóvenes comuneros (programación, algoritmos, química, física y otros)

Resulta motivador poder compartir cada una de las iniciativas y los logros ya obtenidos en muchas de ellas, en especial porque, en estos extensos lugares alto-andinos, donde se podría pensar que no hay muchos recursos comparativos y competitivos, o capacidades técnico-profesionales resulta que hay todo ello y más. Esperamos poder hacerlo en futuras notas.

Finalmente, podemos inferir que las alianzas virtuosas o proactivas o, como prefieran denominarlas, entre la inversión privada y las comunidades, pueden dar frutos alejados de paternalismos o asistencialismos. Lo importante y significativo es que se generan alternativas propias de desarrollo sostenibles a largo plazo, que se desarrolla con los esfuerzos reales y constantes de todas las partes y conlleva el potenciar el interés de la ciencia aplicada a lo propio, lo que llena el orgullo local por los logros y resultados que se van obteniendo.

Se aprende a intentar, fracasar y volver a levantarse con la experiencia adquirida. Así es investigar e intentar (sólo no se equivoca el que nada intenta), influye en nuevas expectativas que potencien lo local, abren abanicos de posibilidades en diversos rubros y diversos temas en cada rubro; y, esperamos, hasta soluciones a problemas mundiales como podría ser el uso de las propiedades de la inmunoglobulina de las llamas para la lucha contra el flagelo del Covid19.

Ellon Musk tiene una frase al respecto: “Creo que este es el mejor consejo: piensa constantemente cómo podrías hacer mejor las cosas”. Lampadia




El ¨Vía Crisis¨ de los Baby Boomers peruanos

El ¨Vía Crisis¨ de los Baby Boomers peruanos

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas y Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

La crisis que estamos viviendo es tremenda y lo es porque comenzó en el frente de salud, pero inmediatamente, dada la estrategia de cuarentena, impactó fuertemente en la economía y en el frente social.

En la economía, el problema no es macro, ya que felizmente el país se encontraba bastante sólido, con buenas reservas y poca deuda. Sin embargo, en la microeconomía el impacto ha sido brutal, ya que ha afectado a todo tipo de negocio, especialmente al que se dedica la gran mayoría de peruanos, que es la fabricación y comercialización informal en las calles y en los mercados populares. Obviamente, las empresas formales pequeñas, medianas y grandes también se han visto muy afectadas, ya que tampoco han podido operar y, por tanto, no han tenido ingresos, pero sí gastos. El impacto de todo esto, no es solo económico sino también social.

Definitivamente se trata de una crisis grave y diferente, pero para los ¨Baby Boomers¨ peruanos (los que nacimos entre 1945 y 1965), esta es otra crisis más, la cual tendremos que afrontar y superar, como lo hemos hecho varias veces en nuestra ¨Vía Crisis¨.

Baby Boomers es una generación que aún está muy vigente en todos los ámbitos, compartiendo espacios y trabajos con las nuevas generaciones ¨X¨ y ¨Millennial¨. En el Perú, esta generación, se ha caracterizado por tener una mezcla de sólidos valores, sensibilidad cívica y ¨mucha calle¨. Esto último porque tuvimos la suerte de pasar nuestra niñez y juventud en un ambiente muy libre y seguro. Lamentablemente, en nuestra adultez, esto cambió radicalmente y en los últimos cincuenta años, hemos tenido que vivir y sobrevivir a una seguidilla de crisis de todo tipo, que nos ha dado experiencia, solidez y resiliencia a prueba de casi todo.

En el ámbito empresarial, la nueva crisis ha cambiado todo para mal. Esto obliga a los ejecutivos a tomar decisiones muy duras, para poder soportar la situación y en muchos casos, para sobrevivir. Si estas decisiones no son tomadas oportunamente, los resultados pueden ser muy negativos. En esto, los Baby Boomers tienen una ventaja, por su experiencia en manejo de crisis anteriores, por eso actuaran rápida y firmemente. Sin embargo, para la Generación X (los que tienen entre 40 y 55 años), esto les será mucho mas difícil y complicado, dado que esta es la primera gran crisis que enfrentan en su vida ejecutiva, después haber vivido un largo periodo de crecimiento.

En los últimos 50 años, nuestro país ha sido golpeado por varias crisis, en lo político, social y económico. También hemos tenido algunas de salud, como el cólera y el dengue. Si tuviera que clasificarlas por su magnitud, diría que hemos tenido cuatro crisis, que las calificaría como catastróficas. La actual es una de ellas. Aparte de las diferentes crisis, también tenemos una enfermedad crónica a todo nivel y en casi todo ámbito, que hace poco se convirtió también en crisis. Me refiero a la terrible y vergonzosa corrupción.

La primera gran crisis para los Baby Boomers peruanos, se inició con el golpe militar del General Velazco, que derrocó al presidente Belaunde en octubre del 68. Velazco implantó una dictadura militar de izquierda, denominada Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas. La misma figura que años después, implementaría en Venezuela, su admirador Hugo Chávez. Con base ideológica netamente socialista, revanchismo, expropiaciones, estatizaciones, prohibición de importaciones y tenencia de dólares, despilfarros, fuerte endeudamiento y corrupción en grande, fueron las características de este régimen, que tuvo controlada y reprimida a la población, en base al ¨reino del terror¨, a través del control de los medios, la militarización, represión, deportación y encarcelamiento.  

Muchísima gente tuvo que dejar el país en busca de una mejor vida, emigrando principalmente a Venezuela y USA. Velazco y sus generales, expropiaron, empobrecieron y dejaron tremendamente endeudado al país. Una verdadera catástrofe social, política y económica y más de 10 años perdidos.

En 1980 regresó la democracia. Belaunde fue reelegido y gobernó con un estilo débil y de corte populista. Esto lamentablemente, solo sirvió para mejorar en algo el frente político, pero el económico mas bien se agravó. Fue en este periodo, que comenzaron a gestarse, lo que luego serían la segunda y tercera crisis catastróficas de los últimos 50 años: La quiebra económica del país y el terrorismo de extrema izquierda de Sendero Luminoso.

En 1985 Alan García fue elegido presidente, con solo 36 años. Al poco tiempo generó la segunda crisis catastrófica, al declarar el no pago de la deuda externa. Esto convirtió al Perú en un paria internacional y nos aisló del mundo financiero internacional. Esto generó la peor crisis económica de la historia del país. La inflación y devaluación fueron de un nivel estratosférico, nunca visto. También intentó estatizar la banca y creó un mercado paralelo de cambios, que se convirtió en un gran canal de corrupción. La crisis económica golpeó a toda la población, en todos sus estratos. Se produjeron innumerables quiebras, creció tremendamente la desocupación, la pobreza y la delincuencia. Se implantó el toque de queda y nuevamente mucha gente tuvo que emigrar. Para colmo de males, el frente de salud fue también fuertemente afectado por la epidemia del cólera. En este periodo, se intensificaron los ataques y asesinatos masivos en zonas del interior del país y se inició la incursión terrorista en Lima.

Después de ese nefasto periodo, en 1990 fue elegido presidente Alberto Fujimori. Un personaje desconocido, que venció sorpresivamente al movimiento derechista del escritor Vargas Llosa. Fujimori recibió un país en caos político, social y en quiebra económica. Dado esto, no le quedó otra cosa más que aplicar una política de shock, implementando medidas extremas, que agravaron más aún la crisis del país, sobretodo la social. De esto se aprovecharon los movimientos terroristas para avanzar y comenzar a penetrar en la capital, iniciando así la tercera crisis catastrófica de los últimos 50 años. En este periodo, los asesinatos selectivos, secuestros, coches-bomba y apagones, se convirtieron en tema de todos los días. El toque de queda y la militarización tuvieron que ser implantados y la población vivió aterrada, escondida y hasta armada.

Fujimori decidió disolver el congreso y hacer frente, tanto a la crisis económica, como al tema del terrorismo, siendo felizmente exitoso en ambos casos. Oficialmente se estima que los muertos y desaparecidos debido a el terrorismo en el Perú, entre 1980 y 2000, superan los 69,000 (cifras de la Comisión de la Verdad). Lamentablemente, el poder y la corrupción enquistada en el gobierno y manejada por Montesinos, hizo que su gobierno terminara en otra crisis, incluyendo su salida abrupta del país, su renuncia y la posterior persecución y apresamiento de muchos personajes civiles y sobretodo militares, que lo rodearon.

Sin embargo, las bases económicas, de modernización, desarrollo y seguridad que se lograron en ese periodo, permitieron que el país entrara en una etapa de crecimiento que ha durado 20 años, pero que en los últimos se ha venido desacelerando tontamente, debido principalmente a temas políticos, que generaron el cierre del Congreso y también por el desvele de una gran corrupción a todo nivel. ¡Para variar, otra crisis!,

En este estado, es que nos agarra la cuarta gran crisis de los últimos 50 años, que es la que estamos viviendo actualmente.

¡Una catástrofe para la mayoría, pero una mas para los Baby Boomers peruanos, de la cual seguramente saldremos mal heridos, pero saldremos, como lo hemos hecho siempre! Lampadia