1

La Constitución cuando me conviene

Fausto Salinas Lovón
Cusco
Para Lampadia

La Constitución se halla presente en la vida cotidiana de todos los ciudadanos, aunque estos parecen no haberse dado cuenta.

  • Apelamos a la Constitución para exigir que nuestro honor, imagen o buena reputación sean respetadas y para obtener rectificación.
  • La invocamos para solicitar a la administración pública, información o para formular un pedido.
  • La invocamos para crear las asociaciones de vivienda, los clubes deportivos, los frentes de defensa, los gremios empresariales o las ONGs sin autorización previa.
  • Los trabajadores la invocan cuando son despedidos, para obtener la reposición o por lo menos la indemnización. También lo hacen cuando exigen su jornada de 8 horas o sus horas extras, porque la jornada máxima está escrita en la Constitución antes que en los panfletos sindicales.
  • Los medios de comunicación no solamente la han invocado para preservar las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento, sino también para lograr que no se afecte su publicidad y sobre todo la que viene del Estado, a lo cual ya hizo lugar el Tribunal Constitucional.
  • Los sindicatos la invocan cuando presentan un pliego de reclamos, cuando declaran la huelga y sobre todo, cuando se trata de proteger sus licencias sindicales, sus afiliados, sus cuotas sindicales y la exigibilidad de sus convenciones colectivas.
  • Los ciudadanos para poder participar en política como regidores, alcaldes, consejeros, congresistas o gobernadores, para ejercer la democracia que en las sociedades comunistas del partido único no existe.
  • La invocan las concubinas para que su unión de hecho sea respetada pese a la ausencia de matrimonio, derecho que no tenían antes de 1993.
  • Los empleados públicos todos los años para ejercer la huelga y la sindicalización que no tenían algunas décadas atrás.
  • Los padres de familia cuando exigen a las escuelas públicas el derecho de sus hijos a la educación gratuita.
  • Los ambientalistas cuando exigen el derecho al medio ambiente equilibrado saludable, que tampoco estaba reconocido antes de 1993.
  • Los empresarios para que sus contratos e inversiones sean respetadas.
  • Cuando no tenemos que asumir los déficits millonarios de empresas estatales que ya han dejado de existir porque la Constitución acabó con la empresa pública.
  • Los universitarios cuando exigen su acceso a la universidad pública y los presupuestos públicos para que se materialice la autonomía universitaria prevista en la Constitución, autonomía que ejercen hasta la autarquía al tomar los claustros por sus reivindicaciones en perjuicios de sus colegas.
  • La invoca cualquier propietario cuando la municipalidad, el ministerio o cualquier entidad del estado se la confisca, sin pago alguno, para hacer una carretera o una obra.
  • Los colectivos la invocan cuando hacen reuniones, marchas, paros y movilizaciones y cuando denuncian la “criminalización de la protesta”. Ni que decir cuando arrestan a algunos de ellos, donde el derecho a la libertad personal y la proscripción de la detención arbitraria se invocan automáticamente.
  • Las lesbianas, gays, trasnsexuales, bisexuales y queers para exigir igualdad y no discriminación.
  • Las comunidades campesinas que bloquean carreteras, exigen respeto a su territorio comunal, que no existía antes de que ingrese a la Constitución en 1920, con Leguía.
  • Las activistas de género cuando reclaman la igualdad frente a los hombres y cuando piden discriminación positiva a favor de las mujeres o cuotas de género.

La Constitución nos otorga estos y muchos otros derechos, garantías y principios. Pero también se encarga de su principal labor: diseñar el Estado, las instituciones y limitar el ejercicio del poder.

No es aceptable entonces que algunos sectores o algunos ciudadanos, que invocan cada día la Constitución, que se sirven de ella, no la respeten en otros aspectos como estos:

  • Cuando señala que el Parlamento se elige por 5 años (y no por el tiempo que le guste a quienes son minoría).
  • Cuando establece que los poderes públicos son independientes (y que el presidente no dirige la justicia, ni dice como se legisla).
  • Cuando establece que las personas son inocentes hasta que las condenen (y que nadie puede ir preso sin sentencia) o,
  • Cuando la Constitución establece que la legislación y la reforma constitucional son atribuciones del Congreso (y no de un presidente urgido por la necesidad se sobrevivir en base a las encuestas).

En ninguna sociedad sana la Constitución es una margarita que se desoja por los ciudadanos y que se aplica en unos casos si y en otros no. En ninguna sociedad sana los ciudadanos sólo invocan las partes de la Constitución que les conviene. En toda sociedad libre, moderna, abierta, democrática y plural, es el principal catálogo de nuestros derechos y al mismo tiempo el principal límite al poder. Su respeto integral es entonces un aspecto fundamental.

La crisis política, superada esta semana con el otorgamiento de la cuestión de confianza solicitada, ha dejado algunas evidencias. La más nítida es que hay sectores políticos para los cuales la Constitución sólo les sirvió cuando les convenía para llegar al poder o ser elegidos, pero una vez en el poder, la destruyen, la desprestigian y la denostan. Una de las lecciones de esta crisis política es identificar a quienes son enemigos de la Constitución, porque ellos son ante todo enemigos de todo aquello que la Constitución nos brinda para la vida cotidiana. Lampadia




Las democracias están en peligro en América Latina

Las democracias están en peligro en América Latina

El contexto político, económico y social reciente de América Latina sin duda es una historia que da para muchas páginas. Víctima de gobernantes corruptos, el creciente descontento de su ciudadanía hace latente cada vez más su desarraigo de los sistemas democráticos y su apego a los populismos, que sientan las bases de autocracias y dictaduras terribles.

Y como si este adverso escenario fuera poco, EEUU, en lugar de brindarnos ayuda para fortalecer nuestras democracias, hace apología – a través del asesor de seguridad del presidente Trump – de una doctrina (Monroe) de principios del siglo XIX bajo la cual reclama sobre sí el derecho a ser el “guardaespaldas” de América Latina. Declaraciones realmente lamentables que no entrañan el camino más sensato para lidiar con este problema que acontece en la región.

Compartimos a continuación un reciente artículo de The Economist que desarrolla una serie de propuestas hacia los votantes y políticos de la región, así como al mismo gobierno de los EEUU para lidiar con esta crisis democrática, que esperamos pueda ser abordada en los grandes foros y espacios de discusión globales, con ayuda de la cooperación internacional. Lampadia

América Latina
John Bolton y la Doctrina Monroe

La democracia está en riesgo en América Latina. El peligro va mucho más allá de Cuba, Nicaragua y Venezuela

The Economist
9 de mayo, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

La administración de Donald Trump no es famosa por su adhesión a los principios políticos, por lo que John Bolton, el asesor de seguridad nacional de los EEUU, emitió una nota inusual cuando afirmó en un discurso en Miami el mes pasado que “la doctrina Monroe está viva”. La referencia al principio del siglo XIX, según el cual EEUU se arrogó a sí mismo el derecho de vigilar a América Latina, fue tomada como una advertencia a Rusia y China para que no se entrometan en lo que solía llamarse “el patio trasero de EEUU”. Bolton dio nueva vida a la doctrina al anunciar nuevas sanciones económicas contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, a los que le gusta llamar la “troika de la tiranía”.

Pero el tono de su discurso fue optimista y amenazador. Una vez que la troika fuera derribada, explicó Bolton, existía la posibilidad de que “el primer hemisferio libre en la historia de la humanidad” se extendiera desde “las rocosas canadienses cubiertas de nieve hasta el brillante Estrecho de Magallanes”.

El problema con la retórica creciente de Bolton no es solo que el Estrecho de Magallanes se enrede más de lo que reluce. También es que tanto su análisis como su prescripción están equivocados. Las debilidades en la democracia latinoamericana se extienden mucho más allá del trío que Bolton señaló, y EEUU no ayudará a fortalecerlo acosando a sus vecinos del sur.

En la década de 1980, América Latina se convirtió de una tierra de dictadores y juntas en la tercera gran región de la democracia del mundo, junto con Europa y América del Norte. Desde entonces la democracia ha echado raíces. La mayoría de los latinoamericanos de hoy disfrutan de más derechos y libertades que nunca.

Sin embargo, muchos latinoamericanos se han desencantado con sus democracias. La economía de la región está estancada. La pobreza está más extendida de lo necesario debido a la extrema desigualdad. Los gobiernos no están brindando seguridad a sus ciudadanos frente al aumento de los delitos violentos. La corrupción está muy extendida. El descontento de los votantes, expresado en las redes sociales, ha ayudado a promover a los líderes con una tendencia malsana a socavar las instituciones democráticas.

La caída en desgracia de América Latina es más obvia en Venezuela y Nicaragua, que se deslizan hacia la dictadura; en la Cuba comunista, que está detrás de estos dos regímenes, las esperanzas de reforma se han visto frustradas. Pero en todo el continente, las amenazas a la democracia están creciendo.

Muchos votantes latinoamericanos han abandonado a los moderados en favor de los populistas. El brasileño Jair Bolsonaro y el mexicano Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO) comparten una ambivalencia ante la dispersión del poder y la tolerancia de los opositores que son la esencia de la democracia. Bolsonaro, quien ha hablado de su nostalgia por el gobierno militar, tiene ocho generales en su gabinete de 22; AMLO está debilitando los centros de poder en competencia, como los gobernadores estatales electos. El “triángulo norte” de América Central, mientras tanto, está dominado por gobiernos débiles y corruptos. En Honduras, un presidente conservador y aliado estadounidense, Juan Orlando Hernández, gobierna gracias a una elección marcada por el fraude. El presidente de Guatemala puso en orden a un organismo de las Naciones Unidas que estaba investigando la corrupción que había ayudado a encarcelar a dos de sus predecesores.

Los votantes eligen a populistas como Bolsonaro y AMLO, y pueden elegir a Cristina Kirchner, que está en camino de regresar en las elecciones de Argentina en octubre, no para reemplazar la democracia con la dictadura, sino porque quieren que sus políticos hagan un mejor trabajo. Sin embargo, en el siglo XXI, no son los tanques en las calles los que aplastan la democracia. Más bien, los autócratas electos hierven a la rana, capturan los tribunales, acobardan a los medios de comunicación y debilitan a las partes de la sociedad civil que los responsabilizan. Para cuando los ciudadanos chillan, ya es demasiado tarde. Eso es lo que sucedió en Venezuela con Hugo Chávez, y lo que está sucediendo ahora en Turquía.

La tarea principal de evitar el peligro recae en los latinoamericanos. Necesitan librar a la política de la corrupción y del amiguismo. Los políticos deben mantener su distancia de las fuerzas armadas y sus manos de las instituciones que controlan al gobierno. Sobre todo, los políticos necesitan reconectarse con los ciudadanos comunes. Hay algunos signos esperanzadores. Los nuevos partidos y las ONG están capacitando a jóvenes activistas sobre cómo ser reformadores eficaces.

EEUU necesita ayudar en lugar de obstaculizar la tarea de fortalecer la democracia. Hablar de la doctrina Monroe puede hacer que algunos latinoamericanos vean a su vecino del norte más como un agresor que como un aliado. En lugar de amenazar con complementar las sanciones a Venezuela con una acción militar, debería trabajar más duro para combinar las sanciones con las negociaciones, especialmente con las fuerzas armadas. Y Donald Trump debería restaurar el programa de ayuda de US$ 500 millones para el triángulo norte que canceló abruptamente este año, ya que había señales de que estaba ayudando a reducir el crimen violento y la inmigración.

Si bien América Latina generalmente recibe poca atención en la política exterior de los EEUU, pocas otras partes del mundo tienen una mayor influencia, a través de la inmigración, las drogas, el comercio y la cultura, en la vida cotidiana de los EEUU. Una América latina democrática y próspera importa a ambos lados del Río Grande. Trump tiene que pensar más en cómo ayudar a que eso suceda. Lampadia




Venezuela Hora Cero

La crisis económica y política de Venezuela no ha disminuido, más bien empeora día a día. Es una crisis humanitaria que está condenando a muerte a muchísimos venezolanos, especialmente infantes y adultos mayores. La escasez de lo más elemental es generalizada, empezando por alimentos y medicinas. La hiperinflación agrava la miseria aceleradamente y ya se ha desatado una migración imparable, que está dejando sin servicios a los que no pueden migrar, creando además, una serie de problemas en los países vecinos, que se ven forzados a abrir los brazos a gente que ya no tiene más opciones de vida.

Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, a diciembre del 2017, en el Perú ya habíamos recibido unos 115,000 venezolanos. Sin embargo, muchos de ellos solo están aquí ‘de paso’, pues según sus declaraciones, tienen como último destino a Chile y Argentina. “Así como el Perú es un país de acogida, también es un país de tránsito”, explicó Eduardo Sevilla Echevarría, Superintendente Nacional de Migraciones. Estos 115 mil venezolanos están en calidad migratoria de turista y, de esa cifra, 31,300 se han acogido a un Permiso Temporal de Permanencia (PTP).

La siguiente inconografía publicada por La Nación de Argentina, muestra el destino de la diáspora venezolana:

Fuente: La Nación de Argentina

Nosotros tenemos que darles la mano a nuestros vecinos que están sufriendo una crisis humanitaria que ya está siendo comparada por la CNN como equivalente a la crisis migratoria de Siria. Felizmente, nuestra política ha sido particularmente atractiva para los migrantes que buscan oportunidades económicas, pero también para el estatus legal que es difícil de adquirir en otros lugares, ya que (a diferencia del Perú), otros países de la región están poniendo cada vez más las restricciones a los venezolanos, especialmente Colombia, el más cercano, que ya alberga más de medio millón de refugiados.

En general, los peruanos tendemos a darles la bienvenida a los inmigrantes, una actitud probablemente adquirida por nuestros recuerdos de haber vivido un período de conflicto interno e hiperinflación, y una emigración que se llevó el 10% de nuestra población. Hay 3  millones de peruanos en el exterior, y durante el auge petrolero de Venezuela, miles de técnicos y profesionales peruanos se mudaron a Caracas y se establecieron allí, formando familias de doble ciudadanía. Estos hombres y mujeres fueron ahora los primeros en regresar al Perú.

El País: Miles de venezolanos cruzaban la frontera hacia Colombia, en julio del año pasado. 
Fuente: GEORGE CASTELLANO AFP

Como dice Sevilla, “El Perú ha sido, es y será siempre un pueblo hospitalario. Tenemos 3 millones de peruanos en el exterior. ¿Se imaginan ustedes alguna señal, alguna muestra (de rechazo) a alguno de esos 3 millones en los distintos países del mundo? Que los afecte, que trascienda por los medios y las noticias… La tolerancia, el pluralismo y el diálogo va al compás de los tiempos modernos”. Y tal solidaridad y tolerancia les brinda a los venezolanos un sentido de pertenencia, estén donde estén, y las fuerzas para seguir adelante a pesar de haber abandonado su hogar.

La situación de desabastecimiento que vive el país vecino llevó a que más de 200.000 personas cruzaran la frontera el fin de semana pasado en busca de víveres y medicinas. Foto: Juan Pablo Bayona

Lamentablemente, hay casos de discursos xenofóbicos, como el de Fernando Vivas en su columna de El Comercio, en la que propone restringir el ingreso de venezolanos porque son “más blancos y atractivos que el peruano promedio”, lo que generaría discriminación en contra de los peruanos. Un argumento ridículo. Más bien, al día siguiente Mariátegui respondió diciendo que “Tu postura ayer en tu columna de EC de restringir el ingreso de venezolanos porque son “blancos” es digna de Antauro Humala o su excéntrico viejo. (…) Venezuela SÍ nos abrió las puertas en los horripilantes 70 y 80. Es más, yo viví un tiempito allá en 1998 y era uno de los poquísimos países del mundo que nos recibían a los apestados peruanos con las puertas abiertas en aquel entonces”.

Más allá de las columnas de opinión, desde el lado de nuestra política interna, también se aprecian comentarios negativos hacia la aceptación de más venezolanos, marcadamente así, por parte de las izquierdas, con mucho énfasis en el sur del país. Por ejemplo, el congresista Apaza tuvo el muy desatinado comentario de que se debe restringir el ingreso de los venezolanos porque les estarían quitando empleos a los peruanos.

Curioso fenómeno, las izquierdas, que defendieron ciegamente a Chávez y ahora a Maduro, prefieren que los venezolanos vivan su suplicio allende nuestras fronteras, y que no los tengamos en el Perú, como testimonios vivientes del clamoroso fracaso del socialismo y el estatismo que siguen persiguiendo imponernos.

Los testigos del fracaso del socialismo y el estatismo

Los venezolanos que están en el Perú, ya sea que trabajen de vendedores ambulantes, en los micros, en restaurantes o en cualquier otra posición, están dando sus testimonios sobre las empobrecedoras políticas del régimen cubano chavista en Venezuela. Muestran con escándalo los billetes de alta denominación de Bolívares, que valen menos que el papel en que están impresos (cómo nuestros antiguos Intis de García I), y transmiten el rechazo absoluto a las políticas que nuestros izquierdistas planean imponernos a los peruanos, si les damos la oportunidad de gobernar.

Como hemos publicado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se enfrenta Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo.

Esta lastimosa experiencia, de un querido país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ y, según los resultados, a entronizar un odioso nivel de corrupción. No podemos dejar de preguntarnos cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su obsoleta ideología, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, o el peor, gobierno de la historia latinoamericana.

Recordemos que economía de Venezuela continúa colapsando. Se espera que la inflación alcance 13,000% este año. La escasez absoluta deja las tiendas vacías, y muchos hospitales están mal equipados para tratar incluso los problemas básicos. La malnutrición está aumentando y algunos padres que no pueden alimentar a sus hijos los han entregado a orfanatos. La violencia es generalizada y las fuerzas de seguridad han sido acusadas de ejecuciones extrajudiciales y otros abusos. Se dice que el venezolano promedio ha bajado un promedio de 9 kilos de peso en los últimos tiempos.

Hasta hace pocos meses, la población venezolana estaba en las calles dando la batalla para sacar a Maduro. Como dijimos en Lampadia, es poco probable que el pueblo venezolano gane esta batalla sin apoyo externo. Lamentablemente, si no se cambia el régimen pronto, se consolidará en el poder, el ‘Eje Cuba-Venezuela’, controlado por tres mafias (como dice Moisés Naim), el narcotráfico, los cubanos, y los corruptos militares venezolanos. Ese nefasto ‘eje’ hará todo lo posible por extender su influencia a todo Sudamérica, y representa una amenaza que debe ser eliminada cuanto antes.

A pesar del inmenso rechazo popular al régimen, se espera que Maduro retenga el poder en las elecciones del 22 de abril, que, desde ya, están plagadas de irregularidades y fraude. Y es que, como dijo Roger Santodomingo, ex chavista y autor de ‘De verde a Maduro’, en una entrevista en El Comercio: “Maduro no va a dejar el poder por las buenas (…) Maduro se ha convertido en el dictador más cruel de la historia venezolana y ha durado más de lo que cualquiera podía haber esperado.”

A pesar de la desastrosa crisis humanitaria, y la exacerbación de la violencia del gobierno, es bastante claro que el ‘Eje-Cuba-Venezuela’ se está consolidando. Más vale que vayamos pensando en nuevas formas de combatir y derrocar al detestable régimen que ha hecho casa en el país de nuestros hermanos venezolanos. Ver en Lampadia: No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’.

Acá no queda otra cosa que superar la actual política internacional hacia Venezuela, basada en el ‘appeasement’ (el síndrome de Chamberlain en el Reino Unido en los albores de la Segunda Guerra Mundial), y recordar la visión de Churchill, que logró, en soledad, enfrentar a Hitler y reconquistar la libertad. Hay momentos en que la vida nos pone ante disyuntivas muy difíciles, pero nunca se debe salir de ellas, por el engañoso camino del apaciguamiento de los monstruos.  Lampadia




Sobre la defensa de la estabilidad de las naciones

Lo que pasó en el Perú con la elección de Ollanta Humala el 2011, que ofreció un gobierno de inclusión a pesar de que, justamente, estábamos viviendo un proceso de inclusión nunca antes visto; o lo sucedido en Chile con el segundo gobierno de Michelle Bachelet, que ha revertido todas las políticas públicas que permitieron la transformación del país en el más exitoso de la región y la superación de la pobreza extrema, generando una crisis imposible de imaginar hace un par de años y; el desarrollo de la campaña electoral en EEUU, que amenaza con la posibilidad de descomponer y desbaratar la vida de una de las naciones más prósperas del planeta; nos lleva a reflexionar sobre la debilidad de los procesos sociales, económicos, institucionales y políticos, cuando los mejores hombres y mujeres, aquellos que lograron enrumbar sus países hacia el bienestar, se alejan de la cosa pública, dejando el espacio a ‘segundones’ y burócratas. 

Del Perú hemos hablado muchas veces, ahora basta con revisar: Punto de Inflexión.

Veamos un par de comentarios sobre la situación de Chile:

Klaus Schmidt-Hebbel, Profesor de la Universidad Católica de Chile, en una visita al Perú, afirmó que: La parada del crecimiento de Chile es un desastre hecho por Bachelet (“Chile’s Growth Stop: A Wo-man-made Disaster”). 

Lo cual confirma lo sentenciado por Niall Ferguson, el historiador británico, en una visita a Santiago: en la cual dijo que Chile era el “país más inteligente” de la región pero que ahora estaba “ejerciendo su derecho a ser estúpido”. Ver en Lampadia: A Chile la frenó Bachelet, no el precio del cobre – Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido.

Efectivamente, muchos procesos históricos, como fue el de la creación de la Unión Europea, son impulsados por líderes de primer orden, visionarios y persistentes. Lamentablemente, cuando estos procesos se dan por sobre entendidos y se consideran irreversibles y se pierde el sentido de urgencia y/o importancia, líderes de segundo orden asumen la conducción de los acontecimientos y todos los espacios de gestión y gobierno son invadidos por burócratas que empiezan a justificar su existencia con regulaciones que terminan por asfixiar y desnaturalizar las creaciones de los  mejores líderes. “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.” – Arnold Toynbee.

En consecuencia  podemos decir que: Nada garantiza la estabilidad de una nación o de una sociedad, excepto la permanencia de sus mejores hombres y mujeres a cargo de la cosa pública.

He ahí la importancia de una clase dirigente comprometida de forma permanente con la vida de su país. La complacencia, la distancia, el goce individual y la falta de responsabilidad cívica, tarde o temprano producen inflexiones dramáticas e inesperadas.

Para ilustrar como puede descomponerse una sociedad exitosa, compartimos líneas abajo la entrevista de La Tercera de Chile a el ex Presidente Ricardo Lagos, quién después de haber apoyado el regreso de Michelle Bachelet al gobierno, se ve forzado a declarar la situación actual como: “La peor crisis política e institucional que ha tenido Chile”.

Además, incluimos el enlace a nuestro artículo sobre la campaña de los historiadores de EEUU en contra de Trump y un resumen de una de la más recientes movilizaciones de distintos personajes estadounidenses que se han puesto en acción para impedir que su país caiga en manos de un demente. La clase dirigente de EEUU está movilizándose, ojalá no sea muy tarde.

1. Ricardo Lagos Escobar: “Esta es la peor crisis política e institucional que ha tenido Chile”

Héctor Soto

La Tercera de Chile

28 de julio del 2016

¿Está en problemas la República, presidente?

Creo que estamos frente a una gran crisis. El año pasado las instituciones estaban funcionando, los fiscales acusando, los jueces fallando, el Parlamento funcionando… En consecuencia, la crisis era política, no institucional. Ahora es institucional. No porque las instituciones hayan dejado de funcionar.  Lo que pasa es que están perdiendo legitimidad. Y esto tiene que ver con la reacción de la ciudadanía ante la institución presidencial, ante el Parlamento, ante los jueces… Y no hablemos de los partidos políticos

¿Se trata de una crisis más severa, entonces?

Creo que es la peor que ha tenido Chile desde que tengo memoria. Dejo aparte, por cierto, el quiebre de nuestra democracia el año 1973. Lo que hay acá es una crisis de legitimidad asociada a una crisis de confianza. La ciudadanía no está confiando ni en las instituciones ni en los actores políticos

¿En ninguno?

Estamos todos cuestionados, cualesquiera sean nuestras posiciones y cargos. Las colusiones lastimaron mucho al sector privado. La Iglesia, que era parte de la reserva moral del país, quedó golpeada a raíz de los abusos. Y no hablemos de  lo ocurrido en el fútbol. ¿En quién confiar? ¿Desde dónde hay que comenzar a reconstruir? Ya no es una agenda de derecha ni de izquierda, sino que responde a la necesidad de llamar a un gran encuentro nacional de todos -sí, de todos- para recuperar la confianza

¿Cómo se hace?

Quienes lo deben hacer son los poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo, los jueces. Hace 50 años, ante una crisis así, habrían salido a opinar algunas de las mejores espadas del sistema político. Antes, en la hora de incidentes, se escuchaban planteamientos muy de fondo sobre el estado del país. Eran intervenciones macizas que hasta los adversarios, hasta los que no compartían ese punto de vista, celebraban. Que ese discurso se publique en extenso, pedían. 

¿Está añorando el pasado?

No, estoy dando un dato solamente. La crisis es muy severa.

De todos modos, el próximo Parlamento debiera tener mayor legitimidad.

Esperemos que sí.

En un país tan presidencialista como el nuestro, ¿no diría que la iniciativa ante una crisis de esta magnitud debe venir de la Presidencia de la República?

Bueno, algo se ha hecho. Pero no todas sus propuestas se han implementado y varias incluso se han desdibujado.

El problema es que aún queda año y medio de mandato…

Sin duda, por eso yo recordaba la experiencia de las cortes españolas. Los sistemas parlamentarios tienen una flexibilidad que el presidencialismo no tiene.

2. En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes (La indeseable perspectiva de Trump y Putin)

3. Diez reacciones a al discurso de Donald Trump en el Convención Nacional Republicana que debes leer en este momento

Por Kajal Singh

Publicación del Partido Demócrata

23 de julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

1. “La nominación de Donald Trump es el primer momento en que la política estadounidense realmente me ha dado miedo. Donald Trump no es un hombre que debería ser presidente. Esto no es un juicio ideológico.” – Ezra Klein

2. “El ex líder del Ku Klux Klan, David Duke, dice que está de acuerdo con el discurso de Donald Trump en la Convención Nacional Republicana.”

3. “He visto todas las convenciones políticas desde 1984. Esta noche me fui temprano. Tenía miedo”. – Melissa Harris-Perry

4. “¿Se han dado cuenta de cómo Trump cree que todos estos complejos problemas se pueden resolver de forma rápida? Siempre rápido. Siempre evidente. Como si todos los demás miembros del gobierno, de ambos partidos, fueran estúpidos o malévolos. ¡Volverá las malas ofertas comerciales en buenas! Tan sencillo. Él personalmente castigará a las empresas que utilizan recursos o empleados en el extranjero. ¿Puede un presidente hacer eso? ¿A quién le importa, en la actualidad? Este es el discurso más proteccionista de un candidato que he escuchado en mi vida. Y es un ataque directo a la globalización. Es una declaración de guerra comercial”. -Andrew Sullivan

5. “Esta es la visión de las mujeres en la campaña de Trump: que son esposas cuyas preocupaciones económicas se limitan únicamente a la capacidad de obtener ingresos de sus maridos”. – Rebecca Traister

6. “Trump emergió como una fuerza política con la afirmación racista de que el presidente Obama no nació en los Estados Unidos. Desde entonces, ha buscado sacar ventaja aprovechándose de los peores instintos de la gente descontenta, inventando culpables y teorías de conspiración, incitando ataques violentos contra los que no están de acuerdo con él”.

“La visión oscura de América, incitada por Trump, es una en el que los inmigrantes, incluyendo las familias de inmigrantes, son las principales fuentes de ‘violencia en nuestras calles y de caos en nuestras comunidades’. En el extranjero, Estados Unidos es una nación humillada, a la que se le falta el respeto.

“Esto no es sólo falso, sino que es una visión tremendamente distorsionada de lo que representa toda la nación. Uno podría pensar que, si Trump realmente creyera que existe esta distopía, tendría un plan claro y detallado para cambiarlo. Pero, como siempre, no tiene más que su vacío argumento vendedor: ‘Estoy con ustedes, voy a luchar por ustedes, y voy a ganar para usted”, dice.” – El Consejo Editorial del New York Times

7. “Rompiendo con dos siglos de tradición política, Donald Trump no les pidió a los estadounidenses que pongan su confianza en sí mismos o en Dios, sino más bien, en Trump”. – Yoni Appelbaum

8. “Donald Trump le dio a Bernie Sanders un saludo al final de su discurso en el CNR, y a Sanders no le hizo ninguna gracia.” – El presidente Barack Obama

“Cuando Trump utilizó el nombre de Sanders como un testimonio de su destreza unificadora, alegando que los partidarios de Sanders ‘se unirán a nuestro movimiento, porque vamos a arreglar su mayor problema, las ofertas comerciales’ y que ‘millones de demócratas’ serán partidarios de Trump, Sanders estaba allí para detenerlo”. – Vox

9. “Su discurso en la convención era completamente diferente a todo lo que hemos escuchado en la política estadounidense, ajeno a la historia y alimentado por el miedo”. – Jeff Greenfield

10. “Algunos de los temores que se expresaron durante toda la semana simplemente no son acordes a los hechos”. – Presidente Barack Obama

Lampadia




El ‘país del futuro’ tendrá que diseñar otro futuro

En Brasil está terminando una era, la de los gobiernos de las izquierdas latinoamericanas del nuevo siglo, con el liderazgo y debacle del Partido de los Trabajadores (PT). Recordemos que Lula da Silva y el PT fueron los mentores de las izquierdas de la región, organizaron el ‘Foro de Sao Paulo’ para contrastar al ‘Foro Económico Global de Davos’, sabotearon los acuerdos de libre comercio de las Américas, apadrinaron a Hugo Chávez, el propulsor del ‘socialismo del siglo XXI’, e ‘inspiraron’ a varios líderes de la izquierda tradicional peruana.

Como cayó el Muro de Berlín, bloque por bloque, los fracasados gobiernos de las izquierdas pre-modernas de Sudamérica, van cayendo, dejando una estela de frustración, desenfoque histórico y niveles ominosos de corrupción. Brasil ha seguido así a su socio del malogrado Mercosur, Argentina, y su ahijado, Venezuela, agoniza en una insoportable crisis humanitaria.

Brasil ha sido siempre visto como ‘el país del futuro’. Lamentablemente, acaba de destruir uno de esos futuros y ha perdido, probablemente, la mejor oportunidad de su historia para llegar al desarrollo. Ahora se inicia un nuevo proceso liderado en parte por nuevos miembros de la política brasileña, los jóvenes liberales del Movimiento Brasil Livre y del Movimiento Vem Pra Rua.

Desde estas páginas deseamos a Brasil la mejor de las suertes en el largo camino que tendrá que recorrer para diseñar ‘un nuevo futuro’.

Leer líneas abajo el magnífico relato del contexto histórico de este proceso, escrito por nuestro colaborador Sebastiao Mendonça Ferreira.

http://cde.3.elcomercio.pe/ima/0/1/0/7/8/1078058.jpg

Los Liberales y la Crisis Política Brasileña

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

 

La crisis política brasileña se ha acelerado, y la ‘Era PT’ se está concluyendo con una rapidez sorprendente. Los treinta y dos años ininterrumpidos de democracia (1984-2016) están produciendo algunos buenos resultados. Un gobierno corrupto e incompetente (PT) está siendo removido del poder con el uso de mecanismos democráticos, repitiendo el caso de Collor de Mello (1992), y consolidando las instituciones de la democracia en Brasil.

El fracaso económico del populismo del PT, sin dudas, está jugando su papel detrás de la política, y la independencia de la Policía Federal, del Ministerio Público y del Poder Judicial, relativa en este último caso, ha sido indispensable para que ello ocurriera. Sin embargo, este reciente proceso no puede explicarse sin dos otros actores clave: los medios de comunicación que nutrieron el debate público y el movimiento social que están empujando a los demás actores políticos e instituciones a tomar las acciones adecuadas.

Las grandes marchas de los últimos años, especialmente la última (13 de Marzo 2016) con más de 6 millones de personas, han sido lideradas y organizadas por movimientos sociales con inclinación liberal, derrotando a la izquierda en el control de las calles y constituyendo en un hecho sin precedentes en la política de Brasil.

¿Como puede ser que, en un país con amplio predominio de ideas populistas, estatistas y con presencia masiva de marxistas en las universidades, instituciones públicas y medios de comunicación, el cambio político más importante en décadas resulte siendo liderado por liberales? Veamos algunos antecedentes para entender esa transformación.

En forma simplificada, podemos organizar la historia de las ideas liberales en Brasil en cinco grande períodos: [i]

Estos períodos no deben ser vistos como algo rígido, pues la realidad es siempre más compleja que los esquemas, y las fases de los fenómenos políticos nunca son tan definidas. Parte de lo viejo sigue existiendo en el presente, y parte del futuro ya está emergiendo hoy.[ii]

El liberalismo en un contexto pre-industrial

Durante el segundo imperio, Don Pedro II gobernaba una monarquía con alto grado de libertad, casi sin presos políticos ni periodistas procesados. Al interior de la clase política y la intelectualidad existían diversas corrientes liberales que buscaban adaptar las instituciones Francesas, Inglesas y Americanas a las condiciones de atraso de la sociedad Brasileña. Las corrientes más radicales de los liberales se enfocaban en terminar con la monarquía, acabar con la esclavitud e instalar la república. Ruy Barbosa lideraba esas corrientes radicalizadas. 

En aquel entonces los liberales, periodistas y toda la clase política eran pequeñas minorías con influencia urbana en un inmenso país agrario y políticamente desarticulado. Las disputas políticas predominantes, entre conservadores y liberales, buscaban influenciar a Don Pedro II, pues en él se concentraban todas las decisiones. En el fondo eran debates en la corte, y entre la nobleza, la diminuta élite social y los militares. La inmensa mayoría de la sociedad brasileña vivía en otra realidad, protegiéndose de la esclavitud, de la arbitrariedad de los caciques locales y de los grupos de bandoleros que azotaban pueblos y haciendas.

La Vieja República Liberal, implantada en alianza con los militares, y bajo la influencia positivista, definió una constitución liberal en 1891: eliminación de los títulos de nobleza, separación de la iglesia y el estado, respeto a las libertades públicas, introducción del Habeas Corpus, creación del sistema político presidencialista y la organización federal del Estado, están entre los puntos más saltantes. El Brasil inició su vida democrática bajo el liderazgo liberal. Lamentablemente, esa orientación se perdió y no se recupera hasta nuestros días.

El político, periodista, jurista, diplomático y pensador Ruy Barbosa (1849-1923), fue uno de los principales líderes anti-esclavista y pró-República, en el final del Imperio, y el pensador más reconocido de la Vieja República Liberal. Sus propuestas moldearon jurídicamente la institucionalidad brasileña, y sus abundantes escritos han constituido un patrimonio valioso del pensamiento liberal brasileño.[iii]

A pesar de sus méritos, la Vieja República Liberal no logró generar una estructura estatal capaz de manejar los conflictos políticos y fiscales de la naciente federación, crear los mecanismos de estabilización de la institucionalidad democrática, controlar los intereses de la casta militar, y resolver democráticamente la emergente conflictividad social. Las inestabilidades propias de un sistema político naciente en un país atrasado generaron un costo político para quienes estaban a cargo de la gestión pública, los liberales.

La Era de Getúlio Vargas

Con la revolución del 30 termina la primera república brasileña y ocurre el desplazamiento del liberalismo como su rol referencial en el pensamiento político brasileño. Getúlio Vargas, un político nacionalista y autoritario lidera un movimiento revolucionario e instaura un discurso nuevo y un orden político paternalista que va durar mucho más que los períodos de los varios gobiernos de Vargas, 1930-1954.

Al tomar el poder en 1930, el movimiento de Vargas está influenciado por el pensamiento fascista italiano, y fue bajo esa influencia que él redefinió las bases del Estado Brasileño moderno. En su concepción el Estado debería ser el motor de la economía y la sociedad, el instrumento principal para que Brasil pueda realizar su potencial como potencia del futuro. Además de la economía, el Estado debería controlar la polarización social y establecer un nuevo orden político que diera estabilidad al país.

Con esas ideas, Vargas creó grandes empresas públicas que controlaran los recursos nacionales (petróleo, electricidad, siderurgia, etc.), modernizó la legislación electoral, y creó una institucionalidad laboral inspirada en la fascista Carta del Lavoro, aunque sin incluir sus elementos totalitarios. Este nuevo Estado fue instalado en oposición a la Vieja República Liberal que no había sido capaz de manejar la crisis económica y social que padecía Brasil.

Vargas dominó la política brasileña desde 1930 hasta 1954, cuando se suicidó en medio de una crisis. La trayectoria caudillista de Vargas y su dramática muerte le dieron un aire de heroísmo que perduró décadas. Hoy, más de 60 años después de su muerte, la legislación laboral brasileña sigue siendo básicamente la misma implantada por Vargas, y muchas de sus ideas siguen siendo un sobre-entendido del discurso político nacional.

Después de la muerte de Vargas, el Brasil vivió un breve período de democracia (1954-1964) interrumpido por el golpe militar de 1964. Sin embargo, la influencia de Vargas era alta en ese período. El Presidente Joao Goulart, derrocado por los militares y su aliado Leonel Brizola eran herederos políticos de Vargas, quienes en ese entonces habían establecido una alianza con fuerzas populistas y la izquierda (Partido Comunista, Izquierda Católica, etc.).

El seguidismo al autoritarismo

En el inicio de los años 1960, los liberales brasileños estaban liderados por corrientes conservadoras y, en un contexto de guerra fría y Revolución Cubana, su temor al caos social era más fuerte que su valoración de la democracia. Los liberales entonces, agrupados principalmente en la Unión Democrática Nacional (UDN) no tuvieron problema en apoyar al gobierno militar en sus primeros años. Un destacado liberal brasileño, Roberto Campos, fue ministro de planeamiento en el gobierno del General Castelo Branco.

Los liberales, en la práctica, renunciaron al rol de opositor democrático, asumieron un rol de soporte de un gobierno autoritario, y entregaron el liderazgo del espacio político de oposición a otras fuerzas políticas.[iv] Ese alineamiento conservador de los liberales contribuyó mucho para dar una imagen ética y democrática a la izquierda, cuyas propuestas de dictadura del proletariado eran mucho más autoritarias que la dictadura de los militares que los perseguían y torturaban. El PT sacaría después, un gran provecho de esa imagen.

Al inicio de los 1960s, los seguidores de Vargas, los marxistas (comunistas y trotskistas) y la izquierda católica habían ganado la hegemonía del movimiento social, especialmente del movimiento sindical, del movimiento estudiantil y de la intelectualidad presente en los medios y universidades. Hasta muy recientemente, esta hegemonía se mantuvo indiscutida.

Durante el Gobierno Militar, los liberales pierden lo poco que tenían de presencia en el movimiento social, y pierden autoridad moral ante la sociedad en su conjunto. Los crímenes de la Dictadura, que no fueron pocos, ensuciaron a todos aquellos que le dieron algún tipo de soporte, independiente de la razón que tuviesen para brindar ese apoyo.

A pesar de su alineamiento político con una dictadura, las ideas liberales no desaparecen completamente de la escena pública. La agudeza intelectual de Roberto Campos, y del humorista Millôr Fernandes dio presencia pública a los liberales aún en los peores tiempos de su desgaste político.

Durante el Gobierno Militar, el pensamiento liberal era atributo de un reducido número de intelectuales aislados en las instituciones públicas, las universidades e incluso medios de comunicación. Al terminar el Gobierno Militar, las fuerzas de la oposición (democráticas y anti-democráticas) tenían una ventaja moral sobre todos los demás, y la influencia del marxismo se había expandido enormemente en los movimientos políticos, en los periódicos y en las universidades. Esta influencia de la ideología del resentimiento es una característica de la sociedad brasileña actual que demorará décadas superar.

Renacimiento conceptual y político

Al terminar el Gobierno Militar, 1984, la sociedad brasileña se vuelca a reconstruir su democracia y a reorganizar sus partidos políticos. La ventaja ética de las fuerzas de oposición y el amplio dominio de las ideas socialistas van a influenciar la formación de los nuevos partidos políticos. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal partido de la oposición durante el Gobierno Militar, mantuvo su nombre original, pero en las siglas de los nuevos partidos predominaban palabras como social, socialista, social democracia, trabajadores, comunista, etc. Una de las pocas excepciones fueron los liberales: Partido del Frente Liberal (PFL). Sin embargo, el término liberal y neoliberal estaban tan mal visto que el PFL tuvo que cambiar su nombre a Partido Democrático (DEM). 

Después de aprobar una Constitución con clara influencia izquierdista, la prioridad de la sociedad brasileña pasó a ser la economía. El déficit fiscal era inmanejable y la inflación incontrolable (43% mensual, más de 7,000% anual) recesaba la economía, consumía los pocos ahorros de la clase media y encarecía la vida de todos. Fue Fernando Henrique Cardoso (FHC), quien puso en marcha el Plan Real, en 1994-95,  y logró en dos años estabilizar la economía brasileña, aunque con costos económicos y sociales notables. A pesar de su efectividad económica, y su éxito político inicial, FHC terminó su segundo gobierno con popularidad muy baja y con muchos resentimientos en los sectores medios.

Mientras el país retornaba a la democracia y estabilizaba su economía, las nacientes corrientes liberales se dedicaron difundir sus ideas en un grupo pequeño de jóvenes profesionales y empresarios, en un período que bien puede llamarse de las catacumbas políticas. Donald Stewart Jr. había creado el Instituto Liberal en 1983 y su institución se dedicó a reproducir obras liberales, especialmente de la escuela Austríaca[v].  El Instituto Mises de Brasil se dedicó a una labor similar de difusión teórica, principalmente en los estados del sur de Brasil[vi].  Esos institutos se dedicaron a formar a los jóvenes que más tarde jugarían un importante papel de liderazgo político en el país.

La victoria del PT en el 2003 dio un gran impulso a las ideas populistas. Beneficiada por la estabilidad macroeconómica lograda por FHC y por el dinamismo de la economía global, la economía brasileña creció en forma estable por casi una década, y Lula aprovechó para desarrollar un discurso falaz que atribuía el ingreso de 40 millones de brasileños a la clase media como resultado de sus programas sociales (Bolsa Familia), ocultando las causas económicas detrás del aumento de los ingresos de los sectores pobres[vii] .  

El ambiente político brasileño era de muy alta popularidad de los Gobiernos del PT. Lula con 80% y el primer gobierno de Dilma con 60%, evidenciaba que las ideas populistas tenían gran aceptación y parecían predestinadas a orientar el Brasil a lo largo del siglo XXI. Además, la ola populista era fuerte en América Latina (Venezuela, Argentina, Uruguay, Bolivia, etc.) y las voces críticas eran presentadas como expresión de intereses retrógrados y de grupos de resentidos con la presencia de los pobres en espacios sociales antes exclusivos de los ricos. 

Sin embargo, en la academia, intelectuales liberales estaban realizando una diversidad de estudios históricos y de análisis de la institucionalidad brasileña, generando una creciente producción intelectual nacional en ese campo. Diversas editoras comenzaron a publicar libros de autores liberales (UnB, Visão, Nórdica, Itatiaia, Brasiliense, Zahar, etc.) con títulos clásicos y con los aportes de los liberales nacionales[viii] .  El alcance de esa bibliografía, aunque limitada, contribuyó a crear una capa intelectual crítica a la ideas populistas y marxistas, dominantes, y desarrollaron una capacidad polémica que sorprendió a sus rivales.

En los medios (Veja, O Globo, Estado de Sao Paulo, etc.), algunos periodistas, como Reinaldo Azevedo (liberal conservador) y Rodrigo Constantino (hoy Presidente del Instituto Liberal), comenzaron a ganar reconocimiento analizando los acontecimientos desde una perspectiva de oposición al gobierno del PT. Esa presencia en medios, y la intensa producción bibliográfica de intelectuales como ellos, han contribuido mucho a la difusión de las ideas liberales y a la confianza en su utilidad para entender los acontecimiento nacionales.

En el terreno de la organización política, los Demócratas (liberales) han logrado sobrevivir a los tiempos difíciles y aumentar gradualmente su reconocimiento como oposición radical al gobierno del PT. Su influencia como partido es aún de nivel medio, tienen 28 diputados, mientras el PMDB, PSDB y PT tienen entre 50 y 60 diputados cada uno, y el PP 42. Recientemente, ha sido inscrito el Partido Novo, que nace con una identidad liberal explícita, pero que todavía no ha participado en ningún proceso electoral. Por ello no sabemos cuál es su grado de influencia.

Presente y Futuro

En Mayo de 2013, todo parecía tranquilo para el PT. Desde 2004, el país había mantenido tasas de crecimiento excepcionales para Brasil, y había soportado bien la crisis global del 2009. Nadie esperaba que el enfriamiento de la economía ocurrido el 2012 (2.8% de crecimiento del PIB) pudiera generar alguna reacción social significativa. 

Sin embargo, un aumento en los pasajes desencadenó la protesta nacional del 6 de Junio del 2013, la primera protesta contra un gobierno del PT. El precio de los pasajes urbanos en Brasil son muy altos (el doble o triple del Perú), pero su alza en Sao Paulo difícilmente explica en si misma movilizaciones a nivel nacional. La decepción con el gobierno de Dilma, siendo el alza de los pasajes un detonante, es una explicación más confiable pues la popularidad de Dilma se derrumbó literalmente después de dichas marchas (ver figura)[ix] 

Los jóvenes liberales participaron de esas primeras marchas, pero no las lideraron. Sin embargo, en las marchas siguientes bajo la consigna Fuera Dilma, fueron las dos organizaciones de liberales, Movimento Brasil Livre[x] y Movimento Vem Pra Rua,[xi] que convocaron y organizaron todo el proceso. En la marcha del 13 de Marzo del 2016, por el Impeachment de Dilma, participaron más de 6 millones de personas en todo el país. Con este evento el Impeachment se hizo literalmente imparable. Esas dos organizaciones, lideradas por jóvenes liberales, se legitimaron como los dos grupos con mayor capacidad de convocatoria de manifestaciones políticas en el Brasil.

Se puede afirmar que esos dos grupos organizaron las mayores manifestaciones de la historia política de Brasil y que esas manifestaciones multitudinarias son las razones principales para que el actual proceso del Impeachment contra Dilma Rousseff siga avanzando a pesar de todas las maniobras maquiavélicas realizadas por el PT.  

La crítica al PT (a su corrupción y a su estilo manipulador de hacer política) llevada a cabo por los líderes de esos dos movimiento, por algunos congresistas y periodistas liberales es muy reconocida. La autoridad moral e intelectual que han adquirido es destacable y está sirviendo para que ideas liberales penetren en una sociedad con profundas tradiciones populistas y fuerte presencia marxista en universidades y medios de comunicación.

Brasil es un ejemplo típico de capitalismo clientelista (Crony Capitalism),[xii] en el cual partidos políticos y empresas convienen en montar un sistema corrupto de saqueo del presupuesto nacional y de manipulación de los sectores de menores ingresos con programas sociales. Elementos de este sistema ha sido criticado por Ruy Barbosa, un siglo antes del gobierno del PT y no va desaparecer con la salida de Dilma. Transformar el marco institucional del país para evitar que los buscadores de renta (parásitos) tengan éxito en el  saqueo de los recursos públicos, como hoy ocurre bajo el liderazgo del PT, es un esfuerzo de largo plazo

La derrota política del PT, su desprestigio moral y el fracaso de su discurso populista están creando un nuevo ambiente político en Brasil. La inestabilidad política y económica de los próximos tiempos va exigir que la población, especialmente la clase media, dé atención a los temas políticos, posibilitando que los paradigmas políticos y sociales implantados en el Brasil desde la Era Vargas puedan finalmente ser cuestionadas en repetidos debates públicos. Después de muchas décadas, los liberales brasileños están moral e intelectualmente en una situación de ventaja para liderar ese debate.

La oportunidad está ahí. Si lo logran o no, nos lo dirá el tiempo.

Lampadia
 
 

[i] He armado esta periodización para ordenar la interpretación que he ido desarrollando, otros autores pueden tener otra interpretación, y por lo tanto, otras periodizaciones tan válidas cuanto, o mejores que esta.

[ii] Una fuente reconocida sobre la historia del liberalismo brasileño es el libro de Antonio Paim: “Historia do Liberalismo Brasileiro” publicado en 1998.

[iii] Existen abundante materiales sobre Ruy Barbosa. Una Fuente introductoria puede ser

https://pt.wikipedia.org/wiki/Ruy_Barbosa.

[iv] Si aplicamos el Diagrama de Nolan a los liberales brasileños de entonces, ellos estaban inclinados a la derecha del esquema, y actuaron como conservadores.

[v] http://www.institutoliberal.org.br/

[vi] http://www.mises.org.br/

[vii] Esta creencia se mantiene generalizada hasta hoy y constituye un capital político del PT.

[viii] El libro “Pare de Acreditar no Governo” de Bruno Garschagen, sobre la historia de las ideas políticas en Brasil, recientemente publicado, ha adquirido gran difusión.

[ix] http://www1.folha.uol.com.br/poder/2015/03/1604420-no-3-mes-do-novo-mandato-62-ja-desaprovam-dilma.shtml

[x] https://www.facebook.com/mblivre/

[xi] https://www.facebook.com/VemPraRuaBrasil.org/

[xii] https://en.wikipedia.org/wiki/Crony_capitalism