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¿En quién se confía más en el Perú?

¿En quién se confía más en el Perú?

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

A diferencia de lo afirmado cotidianamente, los peruanos confían más en los líderes empresariales que en los políticos, según una encuesta global de Ipsos.

Ipsos Global Trustworthiness Index 2021 entrevistó a 19,570 participantes en 28 países, entre el 23 abril y el 7 de mayo, 2021. Participaron alternadamente: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Bélgica, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, EEUU, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, India, Italia, Japón, Malasia, México, Perú, Polonia, Rumania, Rusia, Suecia, Sudáfrica, Turquía.

La confianza es la base del tejido social de un país. Lamentablemente, desde hace algo más de 10 años, en el Perú se ha venido perdiendo la confianza en el futuro y en los líderes de la gran mayoría de estamentos de la sociedad; tanto como producto de ausencias en el debate nacional, frivolidades, torpezas y corrupción, como por la siembra de narrativas negacionistas que oscurecieron nuestros logros.

En el siguiente cuadro se ve que las categorías de mayor confianza relativa son los líderes empresariales, los publicistas y los miembros de las Fuerzas Armadas.

Curiosamente, las categorías que generan más confianza en los países más desarrollados, los doctores, los científicos y los profesores, son los que generan menos confianza en el Perú.

Por otro lado, los ministros y los funcionarios públicos están muy abajo en el nivel de confianza.

Veamos el cuadro:

En el siguiente cuadro hemos comparado los niveles de confianza en los líderes empresariales y en los políticos.

  • En el caso de los empresarios, confía el 24% y desconfía el 25% de los encuestados.
  • Alarmantemente, solo el 6% confía en los políticos y el 73% desconfía.

El siguiente cuadro muesdtra los promedios de confianza en cada categoría del estudio.

Los siguientes cuadros muestran la ubicación del Perú en el ranking de confianza sobre: Doctores, científicos, profesores, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, periodistas, funcionarios públicos, líderes empresariales, banqueros, ministros, publicistas y políticos.

En comparación con los demás países del estudio, en el Perú, los líderes empresariales son los que alcanzan mayores niveles de confianza.

Tal como indicado líneas arriba, los políticos peruanos son los que generan los peores niveles de confianza.

Lampadia




¿En quién se confía más en el Perú?

¿En quién se confía más en el Perú?

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

A diferencia de lo afirmado cotidianamente, los peruanos confían más en los líderes empresariales que en los políticos, según una encuesta global de Ipsos.

Ipsos Global Trustworthiness Index 2021 entrevistó a 19,570 participantes en 28 países, entre el 23 abril y el 7 de mayo, 2021. Participaron alternadamente: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Bélgica, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, EEUU, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, India, Italia, Japón, Malasia, México, Perú, Polonia, Rumania, Rusia, Suecia, Sudáfrica, Turquía.

La confianza es la base del tejido social de un país. Lamentablemente, desde hace algo más de 10 años, en el Perú se ha venido perdiendo la confianza en el futuro y en los líderes de la gran mayoría de estamentos de la sociedad; tanto como producto de ausencias en el debate nacional, frivolidades, torpezas y corrupción, como por la siembra de narrativas negacionistas que oscurecieron nuestros logros.

En el siguiente cuadro se ve que las categorías de mayor confianza relativa son los líderes empresariales, los publicistas y los miembros de las Fuerzas Armadas.

Curiosamente, las categorías que generan más confianza en los países más desarrollados, los doctores, los científicos y los profesores, son los que generan menos confianza en el Perú.

Por otro lado, los ministros y los funcionarios públicos están muy abajo en el nivel de confianza.

Veamos el cuadro:

En el siguiente cuadro hemos comparado los niveles de confianza en los líderes empresariales y en los políticos.

  • En el caso de los empresarios, confía el 24% y desconfía el 25% de los encuestados.
  • Alarmantemente, solo el 6% confía en los políticos y el 73% desconfía.

El siguiente cuadro muesdtra los promedios de confianza en cada categoría del estudio.

Los siguientes cuadros muestran la ubicación del Perú en el ranking de confianza sobre: Doctores, científicos, profesores, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, periodistas, funcionarios públicos, líderes empresariales, banqueros, ministros, publicistas y políticos.

En comparación con los demás países del estudio, en el Perú, los líderes empresariales son los que alcanzan mayores niveles de confianza.

Tal como indicado líneas arriba, los políticos peruanos son los que generan los peores niveles de confianza.

Lampadia




La autoestima nacional elevada versus la inflada

La autoestima nacional elevada versus la inflada

Jorge Yamamoto
Psicólogo social, Profesor principal de la PUCP
Para Lampadia

” un momentito, tu no sabes con quién te estás metiendo…”

” tu no me vas a detener, tu no tienes el carro que yo tengo, la educación
   que yo tengo, el puesto que yo tengo…”

” tu sereno no me vas a decir que no puedo salir, no me importa tu
   cuarentena, mi papá va a pagar la multa ok?”

Estas frases tristemente célebres ilustran la autoestima inflada, es decir, una tremenda inseguridad personal, híper sensible a la crítica, que sin darse cuenta tiene que chancar militantemente al otro amenazante para sentirse bien.

No le tocaría vacuna VIP porque en realidad no suelen formar parte de ese grupo privilegiado, es más un fenómeno de una clase emergente. Pero si le cae, sin pensarlo lo aceptará, sentirá que se lo merece y lo tomará como otro analgésico de privilegios especiales para su inseguridad. Esto proviene de una historia típica de ciudad grande peruana: un desarrollo cargado de ninguneo, discriminación achorada y victimización que pone a la persona en modo pata-levantada-automática. Por ser algo generalizado, más que una excepción, hablamos de un problema de estima nacional inflada.

Por si esto fuera poco, existen diversos intentos sistemáticos de “subir” la autoestima tomando algún aspecto de la realidad y amplificarla de forma distorsionada, literalmente, inflar la estima. Dios es peruano, la comida peruana es la mejor del mundo, pero a la vuelta de la esquina, nos regodeamos de nuestras miserias parlamentarias, la conducta contraciudadana y la manufactura y servicios hechos a la criolla.

La autoestima se eleva cada vez que se alcanza una meta real. Por ejemplo, se plantea a un equipo de fútbol ganar a rivales con los que generalmente han perdido. Para esto, se les brinda un mejor entrenador y equipo de preparación física. Luego de que ganan a esos rivales, adquieren más confianza y quieren ir por más; la estima colectiva ha subido. Si se repite este proceso de logros paso a paso, la estima del equipo, de una persona o de un país sube paso a paso. Lo interesante es que la confianza que brinda la autoestima sólida reduce la ansiedad, las dudas y la anticipación del fracaso, lo cual aumenta la probabilidad de logro de metas difíciles.

En el caso del Perú, no tenemos confianza que podamos vencer la corrupción, la conducta contra-ciudadana o alcanzar el desarrollo sostenible. ¿Qué pasa si comenzamos por no pasarnos la luz roja con una campaña nacional de dos meses y lo logramos? Vamos a decir, “sí se pudo” y sentiremos “qué maravilla de orden, ahorro de tiempo e hígado”. Nos sentiremos motivados a ir por más, y pasó a paso, veremos que es posible y gratificante ir construir un comportamiento ciudadano. Así, en un parpadeo de una década podemos haber logrado ciudades peruanas con respeto, honestidad y responsabilidad. Si además emprendemos una agresiva reestructuración del sistema electo-populista, del sistema policial y judicial, quizá podamos tener en un par de décadas un país en el que la corrupción sea la excepción y no la regla. Lampadia




No perdamos de vista al enemigo común

No perdamos de vista al enemigo común

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

Hace pocos días, a iniciativa de Ricardo Ruiz Caro, participé en un encuentro virtual sobre el panorama mundial, las políticas públicas y los retos para la economía en medio de la crisis del Covid -19.  El anfitrión abrió la charla destacando que, en medio de lo negativo de estas circunstancias globales, ella misma se ha convertido en una suerte de meta supra ordenada para el mundo y para el Perú en particular.

Siempre se escuchan cosas interesantes de los hermanos Ruiz Caro, sin embargo, nunca una tan oportuna.

En efecto. Esta crisis nos ha puesto una meta largamente superior a cualquier otra. Una meta común. Un propósito común por encima, muy de lejos, de cualquier otro. Un propósito indiscutible: Enfrentar LA PANDEMIA DEL CORONA VIRUS.

Ahondado en la idea, ubiqué que esta noción tiene su origen en los experimentos que condujo el psicólogo turco y profesor de Harvard y Columbia, MUZAFER SHERIF, junto a su esposa CAROLYN, en la llamada Cueva de los Ladrones[i], donde comprobó que los grupos humanos tienen en una primera etapa, una tendencia natural a la hostilidad, la fricción y el conflicto, pero que, ante dificultades, desafíos o problemas que los superan y que no son posibles resolver de manera individual por cada grupo, requiriéndose de esfuerzos conjuntos, pasan del conflicto a la cooperación. Esos desafíos, retos o problemas que están por encima de la capacidad grupal, individual o sectorial son las llamadas “metas súper ordinarias”, posteriormente conocidas como METAS SUPRA ORDENADAS en el lenguaje psicológico y político contemporáneo.

Ni la invasión española por Pizarro y sus huestes, ni la independencia de España siglos después, ni la misma Guerra con Chile y por supuesto mucho menos el terrorismo genocida de Sendero Luminoso y el MRT estuvieron en la categoría de metas supra ordenadas porque siempre hubo, a diferencia del Corona Virus, contrarios, interesados, indiferentes, justificadores o cómplices, lo cual no ocurre hoy frente a la PANDEMIA DEL CORONA VIRUS.

Cuando los españoles llegaron, el Tahuantinsuyo no se unió para enfrentarlos, al contrario, varios pueblos acompañaron al invasor para capturar a Atahualpa y luego a terminar la hegemonía del Cusco. Frente a la independencia, hubo élites criollas muy conectadas con la metrópoli que la resistieron y miles de tropas que siguieron luchando por el ejército realista, mucho después de la proclamación de 1821. En la Guerra con Chile hubo quienes le hicieron el juego al enemigo, dejaron sin refuerzos a nuestros batallones más gloriosos como el de Arica y llegaron a decir, en otro momento del conflicto: “antes los chilenos que Piérola”, poniendo en evidencia que el Perú de 1880 no superó la fase del conflicto para pasar a la cooperación frente a un enemigo común. Frente al terrorismo, estuvimos muy cerca de tener una meta de este tipo, común, superior e indiscutible, sin embargo, la izquierda, por complicidad o remordimiento, con sus interpretaciones y justificaciones, convirtió al enemigo común en el enemigo de algunos solamente y ahora, décadas después, lo ha desdibujado a tal punto, que quienes lo derrotaron son los malos en la historia que ellos cuentan a través de los libros escolares que editan y controlan. En tiempos actuales, el manoseo político, electoral, mediático de la lucha contra la corrupción ha convertido esta batalla, que pudo tener esa dimensión, en una caricatura.

Enfrentar la PANDEMIA del Corona Virus tiene entonces la virtud (si cabe el término frente a un virus tan letal como este) de ser esa meta supra ordenada que nos puede y debe unir. Ante la cual no caben resistencias, complicidades, interpretaciones, justificaciones o manoseos políticos. Debería ser, aunque deje en el camino a muchos peruanos, el factor que nos una y despierte nuestro espíritu de cooperación, como nunca se ha visto en nuestra historia.

Esto, no quiere decir abandonar la reflexión y pasar al vacuo aplauso o la inerte reproducción de post laudatorios elaborados por una maquinaria de propaganda. Pasar a la cooperación significa tener como prioridad el enemigo, convertir la reflexión en aporte, disentir, pero no condenar, advertir sin ofender, clarificar antes que ensombrecer.

Superar nuestra fase de conflicto, tan natural pero primaria, pasa también por advertir que el enemigo es uno solo y darse cuenta de quienes, en este contexto, buscan crearnos otros enemigos: la globalización, el turismo, el capitalismo, las AFPs, los bancos, las empresas, Vizcarra o el fujimorismo. La necesidad de la hora presente es superar esa fase primaria del conflicto, la fricción y la desconfianza, para pasar a la etapa de la cooperación contra nuestro enemigo común. No perdamos esta oportunidad dejando que los enemigos de algunos impidan ver el único enemigo que importa. Lampadia




Precaución sí, pánico no

Precaución sí, pánico no

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

Convertir al “corona virus” en el centro de la agenda política del gobierno y haberle dado prácticamente la bienvenida con conferencia de prensa presidencial incluida, como lo calificó el periodista del diario Expreso Plinio Esquinarilla, ha tenido un efecto contrario al esperado. En lugar de generar calma y generar confianza, ha desatado temor, angustia y está llevando a muchas personas a actuar con pánico.

Las medidas posteriores de  suspensión de clases escolares, las cuarentenas difíciles de controlar, la suspensión de eventos públicos masivos y la suspensión de vuelos aéreos de España, Italia y otros países dictadas por el gobierno y las medidas adoptadas por otras entidades estatales y privadas en la sombra del gobierno, tampoco han contribuido a generar calma, por el contrario, están incrementando el temor que se ha expresado en compras desmedidas de artículos de primera necesidad y de limpieza  en supermercados, bodegas y farmacias.

Nuestra reacción debe ser de precaución, no de pánico.

Lo que hagamos por pánico solo generará nuevos problemas como la suba de precios, el desabastecimiento de productos, la especulación de alimentos y medicinas y una inevitable sensación de zozobra.

La actitud snob de algunas amas de casa de atesorar productos de limpieza y alimentos para calmar su ansiedad frente a esta crisis es tan prejudicial como la de aquel especulador artero que con un afán crematístico impertinente busca el desabastecimiento para vender luego los productos a mayor precio. Ambas son conductas negativas que sólo contribuyen al pánico y que debemos evitar. La imitación de esas conductas por parte del ciudadano común puede convertir una crisis sanitaria en una crisis económica y un estallido social descontrolado y anómico, que tal vez sea buscado y esperado por algunos grupos antisociales, afectos a agudizar este tipo de contradicciones.

La actitud del gobierno tampoco ayuda. Su sobre actuación en este tema es inversamente proporcional a la efectividad de las medidas gubernamentales que se debieran adoptar para proveer a las entidades sanitarias del Estado de insumos, equipos, instalaciones y recursos para enfrentar esta crisis. Ni que decir de la infraestructura hospitalaria paralizada por la “predica anticorrupción” del gobierno que ha paralizado la obra pública. Es verdad que la sobreactuación puede ocultar la promesa de hospitales efectuada al inicio del mandato del Ingeniero Vizcarra, pero está contribuyendo innecesariamente al temor y al pánico, ya que el temor se huele Señor Presidente y el estruendo de sus medidas no lo esconde.

El gobierno necesita trabajar, convocando a los mejores como lo ha exigido en España el ex presidente Felipe Gonzales al propio gobierno de su mismo partido. La crisis sanitaria no es una oportunidad para obtener ganancia política o aire para sobrevivir, es una oportunidad para la concordia, la unidad, el esfuerzo común y la solidaridad, pero esta no viene sola, debe ser convocada y ese es su papel señor Presidente, aunque a causa de ello se advierta la orfandad de su equipo y la medianía de sus adláteres.

En cuanto a nosotros, los ciudadanos, el pánico no nos liberará del corona virus, pero si puede causar un mayor daño a la economía, a la estabilidad social y a la convivencia civilizada. Debemos asumir que esta epidemia va a causar estragos en nuestra población y hay que contenerlos, pero no puede ser nuestra conducta la que cause más daño colateral. Lampadia




La crisis de la democracia liberal en el mundo

La crisis de la democracia liberal en el mundo

Centro de Estudios Públicos (CEP) Chile
Manuel Castells
Miércoles 6 de noviembre de 2019

El profesor Manuel Castells entrega su visión sobre las explosiones sociales que están viviendo muchas naciones alrededor del mundo y señala que el caso de Chile, no es una excepción.

La visión de Castells es sin dudas una interpretación ilustrada y muy cercana a los fenómenos que se están viviendo en muchas partes: “Lo que sucede es que los ciudadanos no tienen confianza ni en sus parlamentarios ni en sus gobiernos ni en sus presidentes ni sobre todo en sus partidos políticos”. Recomendamos verla:

Manuel Castells, profesor emérito de Sociología de la Universidad de California, Berkeley y profesor de Comunicación en la Universidad del Sur de California es uno de los mayores especialistas del mundo en materia de explosiones sociales. Este sociólogo y economista español, que es también uno de los autores más citados en ciencias sociales, analizó la crisis que está experimentando la democracia liberal en el seminario “Explosiones sociales: una visión global” que organizó el Centro de Estudios Públicos, CEP, el 6 de noviembre pasado.

El intelectual, quien visitó el país invitado por “Puerto Ideas”, acaba de lanzar un nuevo libro La Nueva América Latina, escrita con Fernando Calderón. Castells partió diciendo que no iba a hablar en específico sobre Chile, pero que si podía afirmar que lo que está pasando en nuestro país no es excepcional para nada. “Es un fenómeno global. Por eso, lo primero que les digo es que no se asusten no están solos. Si se hunden, se hunden con todo el mundo. Todo el mundo está así”.

“Los movimientos sociales no son movimientos políticos, los movimientos políticos son políticos, buscan la transformación del Estado. Los movimientos sociales son aquellos que buscan la emergencia, el debate de nuevas formas culturales”, al explicar las características que tiene el fenómeno. Lo que sucede es que los ciudadanos no tienen confianza ni en sus parlamentarios ni en sus gobiernos ni en sus presidentes ni sobre todo en sus partidos políticos. Hay un rechazo unánime de todos los partidos, no son considerados legítimos ni viables.

Lo anterior, señaló, se traduce en tres etapas. “La primera, la crisis de legitimidad política que se expresa en una transformación fragmentada y caótica de los sistemas políticos. La segunda, la emergencia de movimientos sociales, que surgen con nuevos valores de todo tipo. Y la tercera, las explosiones sociales. No se trata de movimientos articulados y en torno a proyectos que intentan cambiar ciertas formas de las instituciones. Simplemente la gente no puede más y explota. Y explota en algunos lugares con violencia limitada en otros con violencias más extrema”.

  • “(La gente) piensa que la clase política se ha encerrado en sí misma, solo hablan entre ellos y no se preocupan de los intereses de los ciudadanos más que para vender una opción en un mercado electoral cada cuatro años”
  • “La democracia anida en las mentes. Si la gente no cree en la democracia, la democracia es superficial. Donde anida el cambio social es en las mentes. Si la gente tiene nuevas ideas eso acaba pasando, por ejemplo, el movimiento feminista”.
  • “Esta violencia no es producto de provocadores profesionales, los hay y hay infiltrados y hay vándalos, pero no es lo esencial. Lo esencial es cuando una fracción de un movimiento mucho más amplio, democrático, pacifico no puede más y entonces se enfrentan a la policía.
  • “No piensen que esto va a pasar, que esto es un mal sueño y desaparece y ya está. Hay causas muy profundas. Las soluciones las tienen que encontrar ustedes, la sociedad chilena, pero nadie piense que con cuatro medidas de algún tipo, esto ya está”.

En el siguiente link se puede ver la conferencia de Manuel Castells:

https://youtu.be/uMgmWgGzZIo

Ver también: Explosiones sociales: una visión global




“Gallina que come huevo… ¡aunque le quemen el pico!”

“Gallina que come huevo… ¡aunque le quemen el pico!”

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 23 de agosto de 2019
Para Lampadia

Cuando un Gobernador Regional coloca a directores tan corruptos como los que tenemos actualmente en Ica, es porque la podredumbre viene de arriba. Efectivamente, el sentir de muchos iqueños es que la corrupción en Ica empieza por la cabeza. En otras palabras, el Gobernador Gallegos – y señora – serían el origen de la actual corrupción en todas las dependencias del Gobierno Regional.

Los recientes escándalos de corrupción no deberían sorprender a nadie. Era cuestión de tiempo para que aparezcan los audios de las ventas de puestos en los hospitales, y los documentos que sustentan las compras sobrevaloradas del Gobierno Regional.

Las últimas revelaciones periodísticas locales son la coronación de los chismes de los primeros días de la presente administración, cuando – en las calles – el tema más comentado era el de los nombramientos de todos los funcionarios de confianza… previo pago de los cupos correspondientes.

Es verdad que la corrupción es un cáncer que afecta a todo el país. Y que ningún Gobernador Regional puede garantizar la integridad de todo su personal de confianza. Hasta al mejor cazador se le escapa una paloma. Pero que se le escapen todas las palomas… eso denota que el problema está también en el cazador.

Ese es – precisamente – el caso del Gobierno Regional de Ica. Me refiero al personal de confianza del Gobernador Gallegos. Todos los directores regionales resultaron chuecos. Ergo, el Gobernador Gallegos es también chueco.

Ahora bien – como es sabido – la corrupción afecta a los más pobres. Por eso debemos sentirnos indignados. Sobre todo, después de tanta demagogia barata. “Purito Corazón” quedo transformado en “Purita Corrupción”. Y el tan cacareado “Gobierno con Rostro Humano” se transformó en “Corrupción Enrostrada al propio Gobierno Regional”.

El hecho es que la salud pública en Ica está hecha añicos. El actual Gobierno Regional la hizo añicos en cuestión de unos pocos meses. En un abrir y cerrar de ojos han tenido que cambiar al Director Regional de Salud y a los directores de los principales hospitales regionales. Incluso, al director de la Red de Salud de Ica. Y los paganos son los sufridos pacientes.

Médicos que abandonan los hospitales en horario de trabajo. Escasez de medicamentos. Equipos malogrados. Colas y maltrato a pacientes. Cobros indebidos. Acumulación de basura hospitalaria. Inundaciones por falta de mantenimiento. Eso y mucho más… así está la cosa en el sector salud en Ica.

Pero sigamos. Las sobrevaloraciones de las compras de la Dirección Regional de Agricultura son descaradas. Lo mismo que las mafias de los brevetes en la Dirección Regional de Transportes. El doble sueldo del Director Regional de Educación lo pinta de cuerpo entero.

La “Hermandad del Agua” entre Ica y Huancavelica quedó en el olvido. Y qué decir de la contratación del esposo de la presidenta de la Junta de Fiscales de Ica. ¿Tan grande es el rabo de paja de Gallegos?

Una más. La no renovación de la concesión de Huacachina también resulta reveladora. La recaudación por el uso de los areneros ha caído a menos de la mitad. Eso quiere decir que gran parte de la recaudación está yendo a los bolsillos de la corrupción.

Parafraseando al viejo refrán: “Gallegos que come huevo… ¡aunque le quemen el pico!” Lampadia




Es indispensable consolidar el gobierno de Vizcarra

Como muchos, en Lampadia tenemos observaciones importantes sobre la designación de algunos ministros y sobre otros indicadores de la orientación del gobierno de Martín Vizcarra. Pero, habiendo atravesado en las últimas semanas una profunda crisis política, luego de largos meses de desgobierno y pérdida de confianza en el futuro por parte de la población, consideramos que es muy importante apoyar, por sobre toda otra consideración, la indispensable y urgente consolidación del gobierno.

Ya habrá tiempo para analizar, criticar y proponer cambios, que, según nuestros análisis previos, asumimos que serán recibidos por gobernantes con vocación de escuchar y dialogar.   

El Perú ha superado riesgos muy graves de interrupción de la democracia y de respeto a la Constitución. Logramos que la toma de mando del Presidente Martín Vizcarra se diera respetando todos los cánones de la Carta Magna y mostrando un gran nivel de madurez y tranquilidad, tanto en el sentir popular, como en los indicadores económicos.

El gabinete presidido por Cesar Villanueva aún no cumple una semana de instalado, pero los enemigos del recién estrenado gobierno, están en campaña para desprestigiar al premier y para malograr las relaciones del Ejecutivo y al Congreso.

Efectivamente, hemos superado riesgos de gobernanza extremos, que hubieran retraído toda capacidad de recuperación de los caminos de la prosperidad.

Desde el punto de vista popular, la transferencia de mando se dio con mucha tranquilidad y con la aprobación masiva de los ciudadanos.

Asimismo, como Diego Macera tituló su última columna en El Comercio, ‘Ni pestañeó’, la economía no mostró ninguna inquietud. Más bien se recuperó la Bolsa de Valores y bajó el tipo de cambio.

Sin embargo, la prensa ideologizada como El País de España, según lo reportado por la insidiosa Jacqueline Fowks, presentó un país convulsionado.

En el equipo de PPK, el congresista Juan Sheput, su vocero, es el más belicoso contra Vizcarra y Villanueva. El se pasea por los medios sembrando un ambiente negativo alrededor del gobierno. Además, no le da la gana de entender que el Presidente Vizcarra ha anunciado el “fin de la política de odio y confrontación”. Una declaración del Presidente que estaba referida específicamente a la política del ppkausismo, de polarizar con Fuerza Popular. Pero Sheput sigue confrontando.

De igual manera, la segunda vicepresidente y congresista, Mercedes Aráoz, no ha registrado el fracaso de sus poco democráticas maniobras para sacar del juego al Primer Vicepresidente Vizcarra en los albores de la renuncia de PPK. Aráoz, sigue enfilando sus baterías contra el ahora Presidente Vizcarra y su primer ministro Villanueva, y hasta pretende imponer sus ideas al nuevo gobierno.

Aráoz niega todo …

Pero su ambición la traiciona…

Finalmente, no podemos dejar de mencionar el triste rol de varios medios de comunicación, como Canal N y RPP, donde connotados miembros de su plana periodística no pierden oportunidad para debilitar el novel gobierno, máxime en un contexto como el indicado líneas arriba. Para ellos, Fuerza Popular sigue representando una suerte de fuerza invasora extranjera a la que hay que combatir y evitar cualquier acercamiento del partido mayoritario del Congreso, con el Ejecutivo que ha determinado el fin del odio y la confrontación.

La cosa llega a tal punto, que el Ejecutivo se ve acorralado políticamente, y pisa el palito del mantenimiento de brechas políticas con Fuerza Popular, con declaraciones inconducentes a la afirmación de la política de convergencia. Si bien estas declaraciones pueden haberse originado por un error de Perú21, que reportó consultas del gobierno con el congresista Torres de FP (que no se dieron); el tono, las palabras y el mensaje de Villanueva hacen ver, los eventuales contactos con FP como algo indebido, alimentando a los enemigos internos y a los medios desestabilizadores.

En este ambiente, los medios extremistas llegan a plantear barbaridades…

En nuestra opinión, quienes promueven estas acciones de discordia y divergencias, merecen una severa llamada de atención.

La situación del país requiere responsabilidad y consecuencia con los más importantes intereses de la Nación, convergencia política, tranquilidad de la población y recuperación de la economía. Lampadia




En búsqueda del bienestar

Ayer se instaló el gabinete del gobierno de Vizcarra que deberá enfrentar la difícil tarea de recuperar la inversión y el crecimiento de la economía, el entendimiento entre los Poderes del Estado, la confianza de los peruanos y la probidad en el manejo de la cosa pública.

Esperamos que el formato de la juramentación, abierto a la mirada de todos los ciudadanos, sea el signo de un gobierno transparente, que gobierne de cara a la población, y que haga de su gestión un ejercicio de comunicación sobre donde estamos y a donde podemos llegar.

De igual manera, esperamos también que el carácter provinciano de varios de los miembros del gobierno, empezando por el Presidente Vizcarra y el Premier Villanueva, marque también un estilo más sencillo y franco, que el usual en la política limeña. De hecho, este debe ser el gabinete con mayor proporción de provincianos en muchas décadas.

En su discurso de investidura, el presidente Vizcarra no habló solo de parar el odio y la confrontación, sino de “marcar el punto final de una política de odio y confrontación”. Una política torpe desarrollada por el gobierno de PPK para compensar su debilidad política y crear un enemigo interno que distraiga a los ciudadanos.

Curiosamente, el diario La República recoge el llamado contra los odios, pero no así todos los medios nacionales. Por ejemplo, Canal N, del grupo El Comercio, continúa con una sibilina campaña de debilitamiento del gobierno de Vizcarra-Villanueva. ¿Hay algo que debemos leer de este cambio osmótico de roles?

Pero más allá de las reacciones mediáticas, creemos que es muy importante recoger la esencia del principal mensaje del gobierno, pasar ‘De una estrategia de confrontación, a una estrategia de bienestar’. De la noche, al día.

Como hemos explicado muchas veces, el gobierno de PPK traicionó el sentido del voto popular al aliarse con el equipo de Ollanta Humala y jugar con las izquierdas anti sistema; con el propósito de confrontar con Fuerza Popular (FP), a quienes, con las comparsas mediáticas, convirtieron en un monstruo que había que combatir.

Ahora debemos mirar adelante, no hay tiempo que perder y debemos entender que, si hay buena voluntad, se podrá corregir lo que se haga necesario. Sobre un gabinete siempre hay la posibilidad de hacer críticas y cuestionamientos. En este caso, desde nuestro punto de vista, Vizcarra ha incorporado al gabinete unas figuras muy interesantes para transmitir frescura y confianza, y para impulsar los esfuerzos productivos, como también otras que pueden ser tapones de reformas esenciales, como la laboral.

Además, de las recientes presentaciones en los medios del primer ministro Villanueva, también podemos apreciar algunas faltas de entendimiento de las ecuaciones matrices del libre comercio y de políticas industriales; pero, a diferencia de un gobierno (PPK), que al final filtraba sus acciones en función de una estrategia de confrontación política, con el nuevo gobierno se tiene la sensación de que sí sabrán escuchar y leer. Algo muy importante, cuando se trata de buscar el bien común sin segundas intenciones.

Por eso, queremos terminar esta nota recogiendo la invitación del presidente a un Pacto Social: “Propongo ante ustedes, señores Congresistas y ante todos los peruanos de cualquier ideología política y credo, un PACTO SOCIAL que nos comprometa, a fin de luchar sin distingo alguno contra la corrupción e impulsar el desarrollo equitativo, democrático e integrador”.

Un Pacto Social permite el entendimiento entre gobierno y población para la identificación, priorización y ejecución de acciones de gobierno con un fin claro, por el que la mayoría de los peruanos podamos apostar. Lampadia




Nada impide que retomemos el camino a la prosperidad

El cambio de posta de PPK a Vizcarra es una nueva oportunidad para que hagamos las cosas bien y retomemos la senda de crecimiento que abandonamos el 2011. Es el momento de recuperar el espíritu de la primera vuelta de las elecciones del 2016, en las que un 80% de los ciudadanos votamos por retomar la economía de mercado y rechazamos el estatismo.

Esta oportunidad le plantea a Martín Vizcarra que convoque a su gobierno, a quienes lo ayuden a recuperar dos años perdidos en adición a los cinco años de regresión que nos dejó el ‘nacionalismo filo chavista y lulista’ de Ollanta Humala. Como hemos dicho la semana pasada, una de las tareas fundamentales del gobierno, debe ser comunicar a los ciudadanos las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que pueden hacernos ricos o regresarnos definitivamente a la pobreza. Ver en Lampadia: Le toca a Martín Vizcarra traer la fuerza provinciana.

Lamentablemente el Perú tuvo un punto de inflexión el 2011, con el llamado “gobierno de la inclusión”, que ofreció ‘crecimiento con inclusión’, pero no nos dio ‘ni crecimiento ni inclusión’. Así se estancó nuestro crecimiento virtuoso que fue claramente pro-pobre y pro-clase media, redujo la desigualdad y generó inversión y empleo en las regiones, dinamizando, incluso, el sector rural.

Peor aún, ya con PPK en el gobierno, nuestro “gobierno de lujo” no solo no corrigió los errores de Humala, sino que nos hundió en una crisis generalizada, en la que se rompió hasta la esperanza de mejores tiempos.

Como hemos dicho ayer, ‘el Perú es un país fértil. Con solo hacer las cosas en la dirección correcta, las calidades de nuestra gente y nuestros inmensos y variados recursos, nos permitirán retomar el camino de la prosperidad’.

Después de siete años de torpeza, corremos el riesgo de olvidar lo que hicimos hace pocos años sacando al Perú de una situación que parecía irremediable, en 1990; y que supimos llevar a una cadena de realizaciones que sorprendió a tirios y troyanos. Ver nuestro análisis: Las cifras de la prosperidad, que PRUEBA que, con inversión privada, redujimos la pobreza y la desigualdad, la mortalidad infantil, aumentó el empleo y los ingresos en las regiones, incluyendo al sector rural, aumentamos la productividad, creamos una clase media emergente que superó el 50% de la población, bajaron las tasas de interés y logramos el grado de inversión.

Para que veamos como salir de este ciclo vicioso y retomar los caminos de la prosperidad, presentamos líneas abajo, una revisión de la evolución de los indicadores más importantes, que determinan la salud de nuestro país. Esperamos así, que podamos ayudar al equipo del presidente Vizcarra a tener una base objetiva para marcar el camino y medir nuestro desarrollo.

Crecimiento de la Economía

Luego de crecer un débil 4.0 % en 2016, nos desaceleramos aún más el 2017, llegado a tan solo 2.5 %, principalmente como resultado de un menor impulso del consumo privado y la inversión, tanto pública como privada. El consumo privado se vio afectado principalmente por el impacto del Niño Costero y la incapacidad del gobierno para dinamizar la inversión públicay privada.

No nos olvidemos que la caída del crecimiento se dio el 2011 con la parálisis de la inversión minera, que empieza con el papelón del gobierno de Humala con el proyecto de Conga. 

Esto se reflejó muy pronto en un menor crecimiento, pero como mostró el IPE, de haber mantenido la inversión minera el crecimiento se hubiera dado como se muestra abajo:

Es pues muy claro que, al son de las notas discordantes de los anti-mineros, comandados por el ex cura Arana, Gregorio Santos, con el soporte seudo técnico de Cooperacción, de José de Echave, más los vergonzosos ecos de buena parte de los medios de comunicación, los peruanos apagamos el principal motor del crecimiento de la economía.

El Perú puede mantener un ritmo de crecimiento alto y sostenido. Para ello tenemos que aprovechar nuestros recursos naturales, en operaciones modernas, compatibles con el cuidado del medio ambiente, y positivas para su entorno social. Y no olvidemos lo que dijo el HSBC, hace algunos años, si manteníamos un crecimiento mínimo de 5.5% anual, el Perú podía ser, hacia el 2050, la economía número 26 en el mundo, con los siguientes resultados en los ingresos de la población:

Haber parado la inversión minera y colapsado nuestro crecimiento, enfrentando a peruanos humildes en las regiones más pobres del Perú, ha sido una traición a los pobres del país. Tener los recursos y la posibilidad de crecer y de reducir la pobreza; y no hacerlo por mandato ideológico, o por estrategias de búsqueda de poder, o incluso, como medio de vida individual, es uno de los peores crímenes que se pueden cometer en un país pobre.

Pero el reto de crecer no es sencillo. Requiere de un esfuerzo sostenido. Pero lo importante es que tenemos cómo hacerlo, ciudadanos trabajadores y todos los recursos habidos y por haber. Ver en Lampadia: La importancia y dificultades de crecer alto y sostenido.

Reducción de la Pobreza y Desigualdad

Tras una década de crecimiento récord, hasta el 2013, además de la reducción de la pobreza y la desigualdad, se consolidó una nueva clase media emergente. Según una declaración de Fidel Jaramillo, anterior representante del BID en el Perú, la clase media se habría quintuplicado en 5 años, superando el 50% de la población en el 2014. (Ver en Lampadia: La Clase media en Perú: cuantificación y evolución reciente).

Para derrotar la pobreza es indispensable crear riqueza. El crecimiento económico ha sido la mejor política de inclusión social y este depende del nivel de inversión, especialmente de la inversión privada que explica más del 80%. Y es que la relación positiva entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza ha sido ampliamente documentada en la literatura económica. En el caso peruano, durante la última década, el crecimiento sostenido impulsado por la inversión privada, la apertura de los mercados y la disciplina macroeconómica logró reducir la pobreza en 43% y la pobreza extrema en 60%.

Si queremos reactivar la economía, debiéramos entender que tenemos que recuperar un mayor ritmo de inversión. Y sólo lo lograremos promoviendo en primera instancia la inversión minera y en segunda, las infraestructuras. (Ver en Lampadia: Volvamos a prender el motor de la economía).

Desnutrición

Indicadores publicados recientemente por el INEI revelan que al mismo tiempo que la desnutrición crónica en menores de cinco años bajó de 19% el 2011 a 14.4% el 2015 (y en el área rural de 37% a 27.7%), lo que sin duda es una buena noticia, el porcentaje de niños de 6 a 36 meses con anemia, que había venido bajando de 56.8% en el 2007 a 41.6%. Pero el 2011, se invirtió la tendencia para empezar a subir a partir de ese año hasta llegar al 46.8% el 2014. 

En otras palabras, el gobierno de la inclusión social incrementó la proporción de niños con anemia. Es decir, niños con retraso en el crecimiento y con problemas de atención y concentración en la escuela, dificultad para pensar y razonar y por lo tanto, con serios problemas de aprendizaje. Es inaceptable.

Dinamización de la economía en la regiones:

Nuestra geografía económica y social cambió radicalmente. La inversión, la economía, el empleo y los ingresos hicieron que las regiones crezcan más que en Lima. Por ejemplo, durante la última década, el empleo y los ingresos han crecido el doble en provincias, más en las zonas rurales que en las urbanas y más en la sierra y la selva que en la costa.

Regulaciones que matan el crecimiento

Existe una notoria limitación al potencial del comercio debido a las restricciones domésticas generadas por las barreras burocráticas. Estas son las mismas barreras que Lampadia viene criticando arduamente, argumentando que se ha formado un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales, culturales. 

Un claro ejemplo es el caso de la minería, donde hemos pasado de dos normas en los 90’s a 201 en la actualidad. (Ver en Lampadia: Hacia una minería más (in)sostenible económicamente) Es justamente esta parálisis en la inversión minera lo que ha terminado desacelerando a una de las economías más dinámicas del mundo.

Déficit fiscal

En el Perú, hace unos años vivíamos en una economia superavitaria, pero debido a los malos gobiernos recientes, hemos regresado a viivir con déficit fiscal después de muchos años. Llegando a una situación que inclusive preocupa en términos de largo plazo, como se puede ver en el siguiente gráfico:

Inversión Privada y Pública

Martín Vizcarra parece que ha empezado con el pie derecho. En su discurso, afirmó que se fomentará la inversión privada en el país: “Fomentaremos la inversión privada, la iniciativa de los emprendedores y apoyaremos a nuestras pequeñas y medianas empresas”, anticipó.

El presidente del BCR, Julio Velarde, señaló que el 2018 podría representar el inicio una fase de crecimiento alto, pero ello dependerá de la recuperación de la confianza empresarial y la prolongación del buen momento de los precios externos de los minerales, lo cual impactará en la inversión privada.

“La inversión privada puede ser más alta en el 2019 y el 2020, esperaría que vaya mejorando en el tiempo. Mucho tiene que ver con recuperación de la confianza y el crecimiento mismo de este año”, aseveró. “Si las empresas ven que la demanda está creciendo van a tener que invertir para satisfacer esa demanda entonces entramos a un ciclo positivo que podría mantenerse por mucho tiempo”, subrayó.

Por su lado, la calificadora financiera Fitch Rating indicó que la experiencia del actual presidente Martin Vizcarra promoverá nuevos proyectos mineros. El actual mandatario fue anteriormente gobernador regional de Moquegua y tuvo buenos resultados en negociaciones con comunidades cercanas a las zonas mineras.

A los jóvenes del Perú

Quizás lo más importante es aumentar la confianza en el gobierno. Vizcarra tiene la enorme tarea de unir al país. Tuvo un buen comienzo: En su discurso de inauguración anunció que “lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país”. Pero empecemos por ver qué le decimos a los jóvenes.

En la política y medios peruanos se asume que la naturaleza de nuestros jóvenes es la que de tiempo en tiempo observamos en las ruidosas marchas, que normalmente se desarrollan contra alguna norma o contra algún personaje. Nada más falso de la realidad.

Nuestros jóvenes saben muy bien cómo y dónde deben proyectar sus vidas, y hoy, lamentablemente, con los impactos acumulados del gobierno de Humala con su espíritu anti inversión privada, y la pésima gestión de PPK, hemos vuelto a generar en los jóvenes el deseo de emigrar. Ver en Lampadia: Recrudece el deseo de emigrar.

Lo más dramático es el caso de nuestros jóvenes:

  • El deseo de emigrar de los jóvenes es de 76% a nivel nacional (primera vez que se mide fuera de Lima).
  • El deseo de emigrar de los jóvenes en Lima es de 83%. En 2014 era 61%.
  • El deseo de emigrar en Lima se ha vuelto a disparar a los niveles del 2008.

No hay peor indicador que el de tus jóvenes pensando en emigrar. Tenemos que interpretarlo como un país donde su población, y mayormente sus jóvenes, están dispuestos a apagar las luces e irse a algún otro lugar del mundo.

Pero, ¿qué está en el pensamiento de los peruanos cuando expresan su deseo de emigrar?

Cuando nuestros ciudadanos piensan en emigrar, proyectan sus vidas fundamentalmente a economías de mercado, donde están dispuestos, tal como los tres millones que ya están en el exterior (el 10% de nuestra población), a trabajar largas horas, a cumplir las leyes, a educar a sus hijos, a ahorrar,  a participar en la vida cívica de los países que los reciben, y a enviar dinero a sus familiares en el Perú.

¿Cómo debemos interpretar toda esta información?

  1. Los peruanos, especialmente los jóvenes, saben medir con precisión la salud del país.
  2. Cuando el Perú deja de ofrecerles el espacio adecuado para su desarrollo personal, se proyectan a economías de mercado en el exterior.
  3. Esto implica que su pensamiento individual está muy alejado de las ideas del populismo, el socialismo y el estatismo.
  4. Mientras siguen en el Perú, se siguen expresando políticamente en concordancia con una suerte de pensamiento social, más proclive al populismo, el socialismo y el estatismo.

Evidentemente, la trampa de la política peruana es seguir interpretando el pensamiento de los peruanos en función del oportunista ‘pensamiento social’, y no en función del realista ‘pensamiento individual’, que determina la búsqueda de mejores espacios de desarrollo personal en el exterior.

Tenemos que ofrecerles a nuestros jóvenes, espacios de vida en su patria, donde puedan apostar que su esfuerzo personal les dé las mismas oportunidades de bienestar, por las cuales están dispuestos a luchar fuera del Perú, lejos de sus familiares y amigos, sin sus comidas y sus fiestas.

Esperamos que esta nueva oportunidad que tenemos los peruanos, con la conducción del gobierno por Martín Vizcarra, nos permita analizar nuestras mejores opciones de manejo de gobierno, leyendo la realidad y alejados de los juegos de poder. Lampadia




El Perú de los peruanos

El Perú de los peruanos

Los peruanos todavía no nos reconocemos como una sociedad en la que todos estamos dispuestos a enfrentar juntos la aventura del desarrollo y la búsqueda de la prosperidad.

Nuestros líderes no han sabido transformar nuestras múltiples expresiones de diversidad en una fuente de riqueza. Aún no llegamos a entender que, al haber transitado de décadas de estancamiento a buenos años de crecimiento, podemos abandonar el modelo mental ‘ganar-perder’ y encarnarnos en el modelo ‘ganar-ganar’.

Son pocos los elementos, las actividades y las oportunidades, en las que nos reconocemos parte de una misma gesta. Un reciente ejemplo de identidad y convergencia, se dio con ocasión del esfuerzo del país para superar los embates del ‘niño costero’. Tal vez la expresión que mejor resume esa positiva experiencia, es la frase que el Vicealmirante Fernando Cerdán, Comandante General de Operaciones del Pacífico de la Marina de Guerra del Perú, usó para resaltarla: “Por un tiempo, fuimos una gran nación”.

Otro ejemplo de sensación de identidad, es la ya no tan reciente, gesta del desarrollo de la gastronomía peruana, que ha llevado nuestra cocina a todos los rincones del mundo; que atrae a miles de turistas a disfrutar de nuestros deliciosos platos e insumos, como son nuestras frutas, hortalizas, peces, granos, etc., etc.; y que ha multiplicado sin límites, la cantidad de peruanos que trabajan fortaleciendo esta gran revolución gastronómica.Por supuesto, el deporte siempre fue uno de los catalizadores deperuanidad. Principalmente el fútbol y el vóley.


Fuente: elcomercio.pe

Lo de estos días, con las rondas clasificatorias para el mundial del 2018, que nos acompañará varios días más, es una ocasión especialmente importante para reflexionar sobre las cosas que nos hacen vibrar con la misma música.

Aprovechemos estos días para hablar de lo que nos une y guardar nuestras diferencias, para alumbrar nuestros caminos al bienestar general, y para acallar a los eternos negativistas, sobre todo a aquellos que lo hacen como una forma de vida, más que como consecuencia ideológica.

Hace unos 25 años, el Perú emprendió un proceso de transformación que nos permitió, en muy poco tiempo, alejarnos de la maldición de quedar como un ‘Estado Fallido’ y catapultarnos en la visión del mundo hacia el espacio de ‘una Estrella Internacional’.

Últimamente, hemos perdido un poco el paso; pero nuestras capacidades para crecer, derrotar la pobreza, disminuir las desigualdades y crear oportunidades de vidas plenas para todos los peruanos, están intactas. Los fundamentos de nuestra prosperidad colectiva están al alcance de las manos. Manos que juntas, pueden llevarnos a ser, permanentemente, ‘Una Gran Nación’.

¡El Perú es Infinito! Hagámoslo grande para todos los peruanos.

 Lampadia




¿Quién vigila a nuestros políticos?

El mundo siempre es guiado por intereses. A veces, estos están alineados, pero no siempre es así. Uno de los Nobel de Economía del año pasado, el finlandés Bengt R. Holmströng (actualmente profesor de economía del Instituto de Tecnología de Massachuset), se hizo conocido por su trabajo del “problema del agente-principal” que intenta explicar las dificultades que se presentan cuando se presentan desalineamientos de intereses y  condiciones de información asimétrica.

Fuente: James De Quesada

¿Qué es el problema del agente-principal? Es un conjunto de situaciones que se expresan cuando los intereses del gestor, o agente (gerente o político) no están alineados con los del principal (accionista o ciudadano elector). El problema surge cuando el agente (que se supone debe tomar decisiones en el mejor interés del principal) está motivado de forma natural por su propio interés. Los intereses del agente pueden ser muy distintos a los intereses del principal.

En la política, como afirma The Economist en el artículo (glosado líneas abajo), “La legislación queda a cargo de nuestros agentes, los representantes electos. Pero tienden a responder a las preocupaciones de aquellos que ejercen presión sobre ellos”.

Por lo tanto, viene la pregunta ¿Quién vigila a nuestros vigilantes? En países como el Perú, y el resto de Sudamérica, que tienen altísimos índices de corrupción, uno de los grandes problemas que tenemos es la falta de confianza en nuestros líderes políticos, una gran proporción del público ya no confía en ellos. En parte, esto se debe a que algunos se han mostrado indignos de confianza y en parte porque ya no se sabe cuál es el principal interés de estos líderes, el de los electores (nosotros) o el de sus intereses personales.

Depende de nosotros vigilar a nuestros líderes y mantenerlos alineados con los mejores intereses del país, por lo tanto los ciudadanos no podemos descuidarnos de la cosa pública. Lampadia

¿Quién vigila a los vigilantes?

El problema que vincula negocios, finanzas y política

Una vez que confías en agentes, creas conflictos de interés. Y usted tiene que confiar en ellos

The Economist
13 de febrero de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

El problema es tan antiguo como la humanidad. El autor romano Juvenal lo encapsuló en la frase “Quis custodiet ipsos custodes” o “¿Quién vigilará a los propios vigilantes?” Fue claramente ilustrado en la clásica serie de la BBC “Yo, Claudio”. El enfermo Claudio quiere el regreso de la República. Pero la guardia pretoriana, establecida por sus parientes, necesitaba un emperador para asegurar su estatus especial. Así que en el asesinato de Calígula, arrastran a Claudio desde su escondite detrás de una cortina y lo hacen emperador.

En los negocios y las finanzas, esto se conoce como el problema de “agente principal”. Los accionistas emplean a los gerentes para dirigir una compañía; los inversionistas utilizan los administradores de fondos para cuidar sus ahorros. Eso tiene sentido. Nos permite aprovechar la experiencia de otros y las economías de escala en la gestión de fondos. Pero es extremadamente difícil alinear exactamente los intereses de los principales y los agentes.

Antes de los años ochenta, la preocupación era que los gerentes de negocios se preocuparan más por expandir la compañía, que en los rendimientos de los accionistas. Así es que las opciones de acciones se pensaron como si fueran a alinear los intereses de ambos. Sin embargo, las opciones de acciones son una apuesta unidireccional; muy valiosas si se ejercen, pero sin valor  para el ejecutivo si no se hace. El efecto general ha sido aumentar la remuneración de los ejecutivos, en última instancia, a expensas de los accionistas. Como informa el Financial Times, se están haciendo algunos esfuerzos para controlar esta situación en los casos más flagrantes, pero el progreso es lento; el costo de la remuneración de los ejecutivos se distribuye muy ampliamente, mientras que los beneficios van a unos pocos.

En efecto, esto es un poco como las subvenciones pagadas a los productores de materias primas en algunas economías. Algunos reciben grandes ganancias, pero el costo se disemina entre un gran número de consumidores. De hecho, este es otro ejemplo de un problema ‘del agente-principal’. La legislación queda a cargo de nuestros agentes, los representantes electos. Pero tienden a responder a las preocupaciones de aquellos que ejercen presión sobre ellos.

En la inversión, los administradores de fondos son pagados a través de tarifas ad valorem, un porcentaje de los fondos invertidos. En un artículo reciente, Paul Lewis, el presentador de la BBC, bromea que ad valorem es latín para el timo. Una vez más, el enfoque ad valorem parece que debería funcionar; si el valor del activo sube, también lo hace el salario del gestor del fondo y la riqueza del cliente. Pero si el mercado permanece plano, el gestor del fondo continúa ganando dinero a pesar de que el cliente está en una peor situación. Y si el mercado sube, los honorarios del gestor del fondo aumentarán, incluso si el resultado es menor al índice.

Pero un montón de dinero está siendo ganado por mediocres gestores de fondos. Al igual que con los ejecutivos, el problema en los últimos 30 años es que los agentes se están volviendo más rápidos, mucho más rápidamente, que los directores.

Otro problema con las finanzas y los negocios modernos es que los asuntos son extremadamente complejos; por lo que existe una “asimetría de información” entre los clientes y el agente.

El problema que vincula negocios, finanzas y política es la confianza. La confianza es más fácil de tratar en las pequeñas comunidades donde uno puede enfrentarse cara a cara. Esto era incluso cierto en la democracia ateniense. Una vez que nuestras relaciones con nuestros agentes son más remotas, y nuestras transacciones más complejas, tenemos que depender de esquemas de incentivos y éstos están listos para ser explotados.

El problema de la confianza es particularmente difícil en la política donde una gran proporción del público ya no confía en los principales líderes. En parte, esto se debe a que algunos se han mostrado indignos de confianza. Pero también es porque la estructura de incentivos del sistema (particularmente en Estados Unidos, donde la financiación es un tema fundamental) enseña a los políticos a aliarse con los poderosos. Y es también porque los problemas que enfrentan no son susceptibles a soluciones fáciles. Como he señalado antes, los temas importantes son globales y complejos, pero los políticos son elegidos centrándose en respuestas simples y locales. Cuando esas respuestas fallan, el cinismo aumenta.

La ironía es que, como escribe Edward Luce, los estadounidenses han elegido a un líder que está repleto de conflictos de interés en cada momento. Cuando sus promesas decepcionan, el cinismo sólo subirá más. De hecho, la cuestión de los controles y balances parece más importante hoy en día; ¿Quién vigila los líderes electos de un país?