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Para un Estado efectivo y probo, requerimos otro Contralor

Para un Estado efectivo y probo, requerimos otro Contralor

Se suponía que los peruanos habíamos entendido que era indispensable terminar con la tramitología y que para eso se necesitaba iniciar un profundo proceso de desregulación que libere a los ciudadanos y empresas de la maraña legislativa que obstaculiza el desarrollo del país. Como hemos comentado antes (Ver en Lampadia: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’), el Estado sufre de los mismos males, sin embargo, parece que el nuevo Contralor General de la República, Edgar Alarcón, considera necesario establecer más controles y procedimientos, que solo terminarían por paralizar la ya mediocre acción del Estado.

El 21 y 22 de julio pasado, Alarcón, en sendas entrevistas del diario Gestión, declaró que piensa implementar nuevos procesos de control previo para los megaproyectos, para los que instalará una OCI (Oficina de Control Institucional) en cada proyecto y; requerimientos de nuevas exigencias de información para la Contraloría, sobre los funcionarios públicos que ganen más de una UIT (600,000 trabajadores), pero “se podría extender a los trabajadores que ganen menos de una UIT”.

Publicaciones de las propuestas de Edgar Alarcón en Gestión

Ambas propuestas muestran un grado de desenfoque que solo puede ser calificado de patético, pues ante la proverbial incapacidad de la Contraloría para evitar la corrupción vinculada a los recursos del Estado, se pretende crear más controles, con los cuales, típicamente, se malogra el trabajo de los buenos funcionarios, que son la gran mayoría, sin que se eviten las fechorías de los corruptos. Es cierto que si paraliza la inversión pública, no podría haber corrupción, pero eso no es control, es pura y llanamente, un disfraz populista y efectista que hace más daño del que pretende evitar.

La primera propuesta es nefasta para el desarrollo de las infraestructuras. En palabras del mismo contralor, “Nosotros tenemos en la estructura de la Contraloría oficinas de control institucional (OCI) que a nivel nacional son 800. De estas 300 son pagadas por la Contraloría y 500 no las paga la Contraloría. Pero hablando de las 800, tenemos órganos desconcentrados de la Contraloría en municipios que mueven al año S/25 o S/20 millones, pero hemos decidido que vamos a colocar una OCI especializada en [cada uno de] los grandes proyectos.”

La segunda propuesta pretende que todos los funcionarios públicos que ganen más de S/. 3,950 (una UIT) estén obligados a presentar una declaración de ingresos y rentas ante la Contraloría. Para simplificar la información, de aprobase esta norma, a los actuales 35,000 trabajadores del Estado que declaran sus ingresos se tendrían que sumar al menos 600,000 funcionarios públicos adicionales.

En otras palabras, una comisión permanente de auditoría que va a llevar adelante todo el proceso de fiscalización de cada uno de los megaproyectos, comenzando con Línea 2 del Metro, gasoducto sur, Línea Amarilla, aeropuerto de Chinchero y la refinería de Talara.

Justamente el principal obstáculo  para el crecimiento de la economía es la desaceleración de la inversión privada causada por el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión en el país. Para esto se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. A diferencia de lo propuesto por el contralor, se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrentan los proyectos de infraestructuras, así como la actividad minera. Ver en Lampadia: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones y Destrabemos la construcción de nuestro futuro.

Además, estas medidas van completamente en contra de las metas propuestas por el anterior Contralor, el jefe de Alarcón, quién en febrero pasado anuncio su interés por simplificar la tramitología para impulsar las inversiones. Con este fin publicaron el informe, denominado “Mejora regulatoria y simplificación de procedimientos administrativos que afectan la inversión”, el cual detecta nueve trámites claves que deben ser simplificados: las certificaciones ambientales, la consulta previa, las autorizaciones y permisos de uso del recurso hídrico, las servidumbres, las licencias y permisos municipales, las autorizaciones para el uso de combustibles y explosivos, las expropiaciones, las interferencias y la instalación de antenas.

Parece que Alarcón está cometiendo el mismo error que los nuevos congresistas, quienes también se olvidaron del ánimo desregulatorio y ya comenzaron a plantear propuestas de nuevas leyes para los próximos cinco años. ¿Qué deberían estar haciendo estos congresistas? Aprovechar el nuevo mandato político para avanzar en las reformas y en la desregulación o superación de la tragedia de la tramitología. Ver en Lampadia: Desregulemos antes de pensar en nuevas leyes .

Dicho sea de paso, el nombramiento de Alarcón como Contralor se hizo de forma apurada en los últimos días de la legislatura de uno de los peores Congresos de nuestra historia. No solo eso, se nombró al segundo de la Contraloría (Alarcón) de un gobierno (saliente) acusado de eventos de corrupción mayores vinculados a las inversiones del Estado. Y por si eso fuera poco, Alarcón estaba cuestionado por una operación inmobiliaria que debía ser plenamente aclarada antes de ningún nombramiento. Pero el habilidoso Edgar Alarcón, se las ingenió para recibir la bendición de PPK, tras una corta visita a su domicilio.

Como dicen los proverbios, ‘no solo hay que ser, también hay que parecer’. Pero incluso más allá de pareceres, acá tenemos un caso claro de incapacidad para una función vital que debe ejercerse con las mejores técnicas de control, con criterios que van mucho más allá de la contabilidad tradicional.

¿Qué debemos hacer?

Entre otras cosas, un buen contralor debería preocuparse por que se establezcan procedimientos transparentes para las adquisiciones, contrataciones y asociaciones del Estado. Ese es el primer proceso de control previo que se necesita. 

Esta situación debe ser corregida a la brevedad posible. Para ello hay dos alternativas, que el Congreso revoque el nombramiento, o que el señor Alarcón renuncie en un acto de dignidad.

Lampadia




Cinco años con freno de mano

Desde el regreso del Perú al mundo moderno a fines del siglo pasado, luego de 30 años en que se impuso un socialismo ajeno a nuestra realidad (primero mediante la tiranía militar y luego por la torpeza de sus herederos de la democracia de los años 80), en que se trataba al sector privado como una suerte de fuerza de ocupación extranjera, empezamos la reconstrucción del país y de los caminos que permitieron que nos acercáramos a la prosperidad.

Efectivamente, desde la promulgación de la Constitución de 1993, empezamos un proceso de crecimiento (1993-1998 – 7.5% del PBI p.a.), interrumpido por la auto infligida recesión de 1998 y continuado con creces desde principios del nuevo siglo.

Los resultados de desarrollo del Perú hasta el 2011 fueron espectaculares, tanto en aspectos leconómicos como sociales. Así lo recogimos y demostramos en nuestra publicación de noviembre del 2013: Las Cifras de la Prosperidad. Ver resumen gráfico en la siguiente ilustración:  

Lamentablemente, este proceso social y económico impulsado por el dinamismo de la inversión privada, que nos permitió alejarnos del estancamiento y avanzar hacia la prosperidad, no fue acompañado por reformas institucionales que permitieran nivelar la calidad de nuestra democracia con las mejores del planeta.

Sin embargo, a pesar de todo lo que aún teníamos que mejorar, estos avances generaron un proceso de inclusión nunca antes visto en nuestra historia. Hubo crecimiento, reducción de pobreza, desigualdad, mortalidad infantil, mejoraron los ingresos y el empleo fuera de Lima, el crecimiento llegó al sector rural (Webb), aumentó la productividad y se creó una dinámica clase media emergente.

Al mismo tiempo, hubieron varios interesados en negar nuestras realizaciones, entre ellos, por supuesto, los grupos de las izquierdas tradicionales que seguían atrapados en las ‘ideas muertas’, y con bombos y platillos, acompañado por esas izquierdas, el llamado ‘nacionalismo’ liderado por Ollanta Humala, que ya había perdido un proceso electoral y se aprestaba a tomar la presidencia del país el 2011 con el compromiso de hacer ‘el gobierno de la inclusión’.

Esta oferta seguía los lineamientos de la política de Lula da Silva en Brasil, que como demostramos en Lampadia durante su visita al Presidente García, era menos exitosa que la lograda por el Perú en base al crecimiento. Ya hemos visto como terminó el asistencialismo brasileño.

Lo lamentable, es que más allá de algunos aspectos positivos de su gobierno, en términos de crecimiento e inclusión, el presidente Ollanta Humala nos ha dado un gobierno ‘sin crecimiento y sin inclusión’. 

Desde el inicio de su gobierno, intrínsecamente enfrentado a la inversión privada, se produjo un punto de inflexión en nuestro proceso de desarrollo que se puede apreciar en varios aspectos. Veamos:

Parálisis de la inversión minera (el mayor motor de crecimiento de la economía):

Regresión de la anemia infantil (por mala gestión de los programas sociales):

La asfixia regulatoria, la tramitología (ver ejemplo para el sector minero):

Colapso de la inversión pública y privada:

La parálisis del crecimiento de la economía:

La pérdida de confianza en el futuro:

Algo que hay que reconocer al gobierno de Humala es que a pesar de su orientación política, supo tratar de entender la necesidad de ir rectificando el camino, desde las orientaciones del socialismo del siglo XXI del chavismo, que inspiraron su campaña con la llamada ‘gran transformación’, pasando por la ‘hoja de ruta’ y recalando, ya sin el apoyo de la izquierda, en un manejo económico que se alejó del radicalismo y aterrizó en una mediocridad agridulce.

Esperamos que el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tenga mejores luces sobre las políticas públicas que traigan nuevamente el crecimiento y la inclusión. Que aliente el  que todos nos ubiquemos al mismo lado de la mesa y rememos en la misma dirección. Ha llegado el momento de entender que los retos que tenemos por delante, solo pueden ser enfrentados en armonía, con muchísimo esfuerzo y constancia, con el compromiso y acción de todos los peruanos. 

Lampadia




Cuidemos a las generaciones ‘200+’

En el siguiente artículo revisamos la estructura y actitudes de nuestras nuevas generaciones, aquellas que florecerán y desarrollarán sus vidas después de los primeros 200 años de nuestra República (200+), siglo en el que no podemos dejar de realizar nuestro potencial de ‘Pais de Éxito’. Uno en que hayamos convertido nuestras condiciones naturales de país milenario, megadiverso y multicultural, en una sociedad que proclame:

El Perú será un país democrático y globalizado,
encaminado al desarrollo integral, sostenible y duradero,
con sentimientos de pertenencia y ciudadanía,
en el que se respete la ley.

VISIÓN DEL PERÚ AL TERCIO DE SIGLO

(CADE 2014)

Hoy en día, los jóvenes de entre 10 y 24 años constituyen una cuarta parte de la población mundial. Las aspiraciones y los logros de estos 1,800 millones de personas dará forma al futuro. La dinámica generación de jóvenes del Perú es un recurso importante para alcanzar nuestro pleno potencial, sin embargo, tendrán que estar preparados para asumir las oportunidades creadas por un mundo de cambio acelerado.

El futuro del Perú está en las manos de una generación de jóvenes que pueden crear una sociedad próspera y equitativa. Esto significa una sociedad con una economía fuerte y, por lo tanto, también una fuerte cultura cívica que garantice una alta calidad de vida. Para hacer frente a este desafío, los jóvenes necesitan, por un lado, tener confianza en su gobierno y, por otro, desarrollar habilidades que los vuelvan emprendedores e innovadores. Con una buena preparación, serán creadores de empleo en lugar de solicitantes de empleo. También serán agentes de cambio que reformarán los negocios y la gobernanza local, nacional y global para superar los desafíos globales, creando nuevas oportunidades y construyendo comunidades solidarias y productivas.

Fuente: Radionacional

Actualmente se habla, y critica, a esta generación por los llamados ‘Ni-Nis’ (jóvenes que ‘ni estudian ni trabajan’), que son más bien una carga y una preocupación en el mundo. A principios del año, el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL informó que los denominados Ni-Nis se están incrementando en el país: “En el 2015 se registró más de 1 millón de jóvenes como parte de este grupo, es decir, el 19.9% de la población entre los 15 y 24 años”.

Sin embargo, estas cifras no muestran la realidad en comparación con el resto del mundo. Según un reciente estudio del Banco Mundial, publicado en febrero pasado: NINIs en América Latina – 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, el porcentaje de NINIs en el Perú es la mitad que en América Latina e igual al de los países más ricos de la OCDE. Ver en Lampadia: Realidad vs. Negacionismo, Mentiras y Complacencia.

En una entrevista, Halsey Rogers (uno de los autores de dicho informe), afirma que:

“En el Perú lo que descubrimos es que tiene la tasa más baja de NI-NIs en toda la región. Es del 10%, eso es igual a la tasa que se encuentra en los países más ricos de la OCDE. Eso es muy interesante porque se trata de la mitad de la tasa en toda la región, que es de 20%. Lo que encontramos es que había una tasa más alta hasta el año 2000, pero desde ese año se vio una tendencia bastante rápida hacia la baja.

Parece que los jóvenes en el Perú sí se beneficiaron más del rápido crecimiento económico”.

Un reciente artículo del BID confirma los estudios del Banco Mundial. Ellos crean una nueva categoría llamada los ‘SÍ-SÍ’, “Los jóvenes que SÍ estudian y que SÍ trabajan”. En palabras del BID, “Aunque las cifras de los NI-NIS en América Latina son de preocupación, los estimados basados en encuestas de hogares de la región también muestran que un importante porcentaje de jóvenes latinoamericanos (entre 16 y 18 años) estudia y trabaja a la vez.  ¡Y en algunos países, como Brasil o Perú, tenemos más SÍ-SÍs que NI-NIs!”

El gráfico siguiente, publicado por el BID, muestra que el Perú es el país con más ‘Sí-Sís’ en América Latina, seguidos por Brasil. Como afirma el blog, esto podría ser muy positivo para el aprendizaje de los jóvenes: “los expertos están convencidos de que el trabajo brinda oportunidades únicas para el desarrollo de habilidades que son esenciales para una transición exitosa al mercado laboral, como el manejo del tiempo y de las finanzas personales. El trabajo también puede llevar a una interacción con un grupo ampliado de adultos, más allá de padres y maestros, lo que estimula la formación de habilidades socioemocionales esenciales”.

Esto muestra el gran potencial de nuestros jóvenes, quienes estudian y trabajan y salen adelante. Pero para aprovechar su gran potencial, tenemos que darles las herramientas para crecer. Recordemos que hace solo diez años, el 86% de nuestros jóvenes pensaba emigrar al extranjero (fundamentalmente a economías de mercado) en búsqueda de un mejor destino del que veían en su patria y afirmaban tener “Hambre de Progreso” . Tres millones de nuestros compatriotas llegaron a irse del país. Ver en Lampadia: Un mensaje para nuestros queridos jóvenes.

La encuesta del último CADE Universitario (2016), donde se convoca a los estudiantes más destacados de todas las universidades e institutos superiores del Perú, se obtuvieron algunas cifras interesantes. Por ejemplo, se informó que el 74% de los jóvenes desean ser empresarios tras unos años de experiencia laboral, mientras que el 23% quiere ser empresario de inmediato. Además, el 83% manifiesta interés por contribuir a la solución de problemas sociales y económicos del país, con un aumento constante en los últimos 4 años (la mayoría desde empresas privadas y en segundo lugar desde el sector educación).

No nos olvidemos de que lo malo en el Perú no somos los peruanos, sino el sistema. Tenemos que invertir en nuestros jóvenes. Tenemos que prepararlos para el futuro del trabajo y para que contribuyan y lideren los cambios que adoptaremos. El rol del gobierno es apoyar a los jóvenes y creer en su capacidad de imaginar y crear una nación y un mundo en el que quieran vivir y trabajar. Estamos optimistas de sus capacidades y debemos apoyarlos en la construcción de un futuro sólido. 

Lampadia




Las inversiones requieren un mayor nivel de confianza

Las inversiones requieren un mayor nivel de confianza

En el recientemente publicado 14to Barómetro de la Confianza para la Inversión de EY y  conducido por el Economist Intelligence Unit (EIU), basado en una encuesta a 1,700 ejecutivos de todo el mundo, se presentaron las perspectivas de altos ejecutivos de empresas de diversos sectores respecto de sus estrategias de crecimiento, de fusiones y adquisiciones, acceso a capital y su visión sobre la situación macroeconómica.

La importancia de este informe es que uno de los principales motivos de la desaceleración de la inversión privada ha sido el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión, y esto trajo como consecuencia una menor reducción de la pobreza, menor capacidad del Estado para la inversión social y menores incentivos a ciudadanos y empresarios para apostar por el futuro. Ver en Lampadia: Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)

La confianza de los agentes económicos, ciudadanos y empresarios, es fundamental para apostar por inversiones de buena calidad, aquellas orientadas al largo plazo. Estas difieren de las inversiones especulativas y de corto plazo, típicas de economías precarias, donde la mano del gobernante es arbitraria y la sensación de futuro se basa en las conexiones políticas.

El 14to Barómetro de la Confianza para la Inversión publicado en este año electoral es clave para re-enrumbar al país por la senda del crecimiento. Según EY, la mayoría de los encuestados peruanos ve la economía doméstica estable o mejorando, debido a los constantes esfuerzos de recuperación económica, tanto del sector privado como público.

Sin embargo, tanto a nivel global como nacional, el aumento de la inestabilidad política mundial y regional, es el mayor riesgo para muchos negocios. En segundo lugar, el aumento de la volatilidad de las materias primas y de las divisas, lo cual afecta la capacidad de las empresas para planificar en el corto plazo.

Por otro lado, las empresas siguen revisando sus carteras de proyectos y se enfocan tanto en el lugar donde se desarrolla su operación como en lo que están haciendo. Si bien el mercado nacional se mantendrá como el mercado principal de operaciones de inversión, las adquisiciones en el extranjero tienen una mayor tendencia creciente.

Este cambio muestra que los destinos de inversión han pasado de ser regionales (países vecinos) a nuevos en el extranjero, como Canadá. Se ve un crecimiento más fuerte en el Reino Unido y Estados Unidos. Además, a nivel mundial, China e India también siguen siendo destinos atractivos para los inversores.

Por otro lado, es importante ver que mientras que el crecimiento se mantiene como la prioridad de las empresas, hoy en día existe un mayor enfoque en la mejora de operaciones y procesos, así como en potencializar el uso de la tecnología para poder acceder a tal crecimiento.

En Lampadia nos alegra que por fin esté aumentando el interés y la relevancia de la tecnología en nuestra economía ya que, como hemos indicado en varios de nuestros análisis sobre la nueva revolución tecnológica y la cuarta revolución industrial, su proceso es imparable y trae grandes oportunidades y riesgos. 

En Lampadia creemos que esta revolución es muy importante para el futuro de nuestras vidas y por lo tanto debemos prepararnos para afrontarla y aprovecharla. En un país marcado por brechas muy grandes en educación, salud, infraestructuras y tecnología, la revolución tecnológica debiera causar un mayor sentido de urgencia y una mayor convergencia de nuestros postulados de acción colectiva y política.

Lo que enfrentaremos los próximos cinco años supera en imprevisibilidad y complejidad, a cualquier período anterior. Recordemos la advertencia del historiador israelita Noah Yuval Harari: “Esta vez, quienes pierdan el tren [de la nueva revolución] no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”.

El peligro de perder la confianza

Este mayor interés en los mercados internacionales y la opción por el desarrollo de la tecnología en las empresas ayudarán a reactivar la economía y mejorar la confianza en la inversión. Como lo han venido señalando economistas como Roberto Abusada, Hugo Santa María, Carlos Adrianzén y Luis Carranza, el principal factor que está golpeando a la economía es el deterioro de la confianza y las expectativas. Tal situación se debería a fallas sistémicas del Gobierno a la hora de dar mensajes claros a la población, la falta de liderazgo del gobierno, las debilidades de nuestra burocracia para impulsar los grandes proyectos y por supuesto las ya prácticamente insuperables trampas regulatorias.

Debemos cuidar la confianza en las inversiones en el Perú. Es muy fácil destruirla, pero muy difícil construirla y recuperarla. 

Lampadia




La innovación digital debe venir con ciberseguridad

La innovación digital debe venir con ciberseguridad

En reciente estudio “Generando Confianza en el mundo digital“, elaborado por EY, contiene los resultados de la Encuesta Global de Seguridad de la Información y un riguroso análisis de las principales amenazas y ataques cibernéticos, así como de las vulnerabilidades a las que se enfrentan las compañías y cómo deben protegerse de ellas.

La importancia de este informe es que actualmente nos encontramos en una época en que los ataques cibernéticos causan más daños que nunca. Una investigación realizada por IBM indica que los resultados promedio de pérdidas por un ‘hacking’ de datos son casi US$ 3.8 millones, un 23 por ciento mayor que hace dos años. El año pasado, el 80 por ciento de los ataques cibernéticos globales se llevaron a cabo por bandas de crimen bien organizados, quienes robaron más de US$ 445 mil millones, además de millones de registros y datos personales.

Los ciberdelincuentes no diferencian entre industrias, tamaño de empresas o tipo de organización. Hay urgencia de actuar ahora para tomar las decisiones correctas y hacer las inversiones necesarias para minimizar estos ataques. Un entorno digital seguro es una condición esencial para que todas las organizaciones se desarrollen plenamente e innoven con éxito; y para que los ciudadanos se sientan seguros en la adopción de estas innovaciones.

El cuadro inferior muestra los resultados sobre qué amenazas y vulnerabilidades han incrementado más la exposición al riesgo de las empresas en los últimos 12 meses. Todavía existe una negación a ver la gestión de los accesos como un creciente desafío de seguridad cibernética: el 91% de los encuestados en el Perú (y 68% a nivel global) no considera monitorear el ecosistema de su negocio como un esquema de seguridad de la información en Internet.

El gráfico muestra que las dos vulnerabilidades más altas para los encuestados, empleados imprudentes o poco concientizados y controles de seguridad obsoletos. Según EY, “en 2014, estas dos vulnerabilidades eran percibidas como prioridades alta y más alta, pero el grado de vulnerabilidad que sienten las organizaciones ha disminuido en estas áreas. Hoy, solo el 44% se siente vulnerable con respecto a empleados imprudentes, en comparación con el 57% en 2014; solo el 34% se sienten vulnerables debido a sistemas obsoletos, en comparación con el 52% en 2014.” Esto muestra que las organizaciones creen que están cubriendo sus vulnerabilidades de manera más eficaz.

Por otro lado, las dos amenazas más altas son: Phishing y Malware.  Según EY, “estas amenazas figuraron en el 5to y 7mo lugar en el año 2014, junto al robo de información financiera, propiedad intelectual, la amenaza de fraude, espionaje y ataques de día cero, todos considerados como más altos.” Esta percepción tan exacerbada del phishing y el malware como amenazas demuestra un cambio claro de perspectiva.

¿Cómo se pueden evitar estos ataques? Para EY, el punto de partida para generar confianza en la organización es analizar continuamente la forma en que las empresas son vistas ante un atacante cibernético. Éstas a menudo están familiarizadas con las mejores prácticas de gestión de riesgos y es un punto de partida útil para analizar y plantear un sistema de seguridad cibernética (ver cuadro inferior).

Según la encuesta Global de Seguridad del 2014 de EY, existen tres etapas de madurez de seguridad cibernética: Activar, Adaptar y Anticipar (las tres As) que necesitan ejecutarse en secuencia con el fin de lograr medidas de seguridad cibernética cada vez más avanzadas e integrales en cada etapa.

1. Activar
Las organizaciones necesitan tener una base sólida sobre seguridad cibernética. Este comprende un amplio conjunto de medidas de seguridad de la información que proporcionarán defensa básica (pero no suficiente) frente a los ataques cibernéticos. En esta etapa, las organizaciones establecen sus fundamentos, que “activan” su seguridad cibernética.

2. Adaptar
Así como las organizaciones cambian, las amenazas también cambian con el tiempo. Por lo tanto, el fundamento de las medidas de seguridad de la información debe adaptarse para seguir el ritmo y cumplir con los requisitos y las dinámicas cambiantes del negocio, por lo contrario serán cada vez menos eficaces en el tiempo. En esta etapa, las organizaciones trabajan para mantener su seguridad cibernética actualizada; es decir, que “adaptarse” a las necesidades cambiantes.
 

3. Anticipar
Las organizaciones necesitan desarrollar tácticas para detectar y detraer potenciales ataques cibernéticos. Tienen que saber exactamente lo que necesitan para protegerse y ensayar respuestas adecuadas: esto requiere una capacidad de inteligencia cibernética avanzada, una sólida metodología de evaluación de riesgos, un mecanismo de respuesta con experiencia y una organización informada. En esta etapa, las organizaciones tienen más confianza en su capacidad para manejar las amenazas más predecibles y ataques inesperados; es decir, ‘anticipar’ los ciberataques.

Si bien en el Perú no ha habido un ataque cibernético de gran magnitud, es preocupante que las empresas no cuenten con un rol o función en el área de seguridad de información dedicada al análisis o evaluación de tecnologías emergentes para poder prevenir este tipo de vulnerabilidades.

La única manera de crear un entorno de este tipo es impulsando una mayor conciencia en los peligros de los ciberataques y en cómo resolverlos. Si se hace, no sólo se estaría ayudando a crear el clima favorable necesario para la innovación en el Perú, sino que también le permitirá al país desarrollar los conocimientos y habilidades para protegerse vía la seguridad cibernética.  Solo así el Perú podrá innovar y aprovechar los beneficios de las tecnologías de punta con confianza y tranquilidad. La ciberseguridad es un componente esencial para el desarrollo de innovación y una garantía de la prosperidad económica del país. Lampadia




Estado, Mercado y Sociedad Civil

Estado, Mercado y Sociedad Civil

La semana pasada, la Asociación de Clubes Departamentales, Provinciales y Distritales de Lima y Lampadia, con el auspicio de Telefónica, organizaron el Segundo Foro de la asociación en el que se abarcaron cuatro grandes temas:

  • Un Estado Efectivo y Honesto
  • Inversiones para el Desarrollo y el Bienestar
  • Ciudadanos con Sentido de Pertenencia y Compromiso
  • Descentralización y Gobernanza

En este último bloque, el Director de Lampadia compartió la siguiente presentación: Estado, Mercado y Sociedad Civil: Perspectiva, Retos y Roles. En ella enfatizó los grandes avances logrados por el país desde la promulgación de la Constitución de 1993, que permitió el regreso de la inversión privada, hasta el inicio del gobierno actual, en que se produce un quiebre en el proceso de crecimiento e inclusión. Y termina planteando algunas Ideas Fuerza para enfrentar nuestras Agendas del Bienestar.

La estructura de la presentación incluyó las siguientes líneas:

1993 – 2011:          Crecimiento e Inclusión

2011 – 2016:          Ni Inclusión, Ni Crecimiento

      (2011: Punto de Inflexión)

2016…                    Ideas Fuerza

      Las Agendas del Bienestar

      (Gobernanza, Sentido de Pertenencia y Compromiso Ciudadano y Superar las Brechas…)

En la presentación se enfatizo la necesidad de mantener un crecimiento mínimo de la economía del orden de 5.5% por año para tentar la gran mejora social y económica que vio factible el HSBC hace un par de años, y que se resume en la siguiente lámina:

El HSBC nos dijo a los peruanos que para el 2030, deberíamos haber llevado al 80% de nuestra población una clase media consolidada (70%) y un 10% a niveles de ingresos altos. Para el año 2050, deberíamos tener 90% de la población lejos de la pobreza, 40% con ingresos altos y 50% en una clase media sólida.

A este tipo de realizaciones estaríamos renunciando si continuamos la ruta de los últimos cinco años, que sin haber matado nuestra economía de un bombazo, lo ha hecho por una suerte de picaduras de millones de mosquitos, como dijo hace unos meses Mateo Balarín (QDDG).

Así, poco a poco, dejamos pasar las inversiones, redujimos el crecimiento, se ralentizó la disminución de la pobreza y se perdió la confianza en el futuro, lamentablemente, coincidiendo con importantes ajustes de la economía global.

Cuando debimos girar de nuestras capacidades internas y superar las tormentas internacionales, bajamos la guardia y dejamos que los enemigos de nuestra prosperidad marcaran la agenda del filtro de las inversiones.

Esto no puede seguir. Pudiendo salir de la pobreza, no hacerlo sería inmoral. Ese es el cargo que la historia hará a quienes se lucieron en esa nefasta gesta.

“El Perú es más grande que sus problemas”, decía Jorge Basadre. Ahora nos toca elegir bien para tener una buena gobernanza y entregar nuestro compromiso ciudadano par desarrollar el gran impulso al bienestar, que hoy está en nuestras manos. Lampadia




El futuro de las economías compartidas

El futuro de las economías compartidas

Cuando en 1994 se fundó Amazon, y eBay el año siguiente, aprovecharon la conectividad de Internet para crear nuevos mercados de manera más eficiente. Al principio, eso significó nuevas formas de compra y venta de libros y objetos de colección; pero ahora el comercio electrónico está en todas partes, ofreciendo productos y servicios de todo tipo, convirtiéndose en una fuerza global en logística y retail. Del mismo modo las empresas de economías compartidas de hoy, que se encuentran en sus inicios, algún día serán igualmente ubicuas. 

Ya se ven signos de este proceso. Todos hemos escuchado de Airbnb, el servicio de alquiler de apartamentos en línea. La empresa cuenta con sólo 600 empleados, pero manejan más de un millón de propiedades en alquiler, ya es más grande que las mayores cadenas hoteleras del mundo. Por supuesto, lo que Airbnb ofrece es diferente a los hoteles; pero si ofreciera otros servicios complementarios como, por ejemplo, un servicio de limpieza o comidas, podrían convertirse en competidores aún más cercanos de lo imaginado.

La visión que subyace en el modelo de Airbnb (y en una economía compartida en general) es que el mundo está lleno de bienes y recursos subutilizados. ¿Cuánto tiempo pasamos en realidad usando las cosas, nuestros autos, bicicletas, apartamentos, casas de playa, o yates – que tenemos? ¿Qué valor generan los edificios de oficinas o las aulas durante la noche?

Las respuestas varían según el activo, pero las cifras de utilización tienden a ser sorprendentemente bajas. Pero estos números están cambiando. A medida que el Internet permite nuevos modelos creativos de negocios, aumenta no sólo la eficiencia de un mercado sino también la utilización de nuestros diversos activos. Algunos claros ejemplos de éxito con un asombroso crecimiento son Airbnb y Uber. Otros más pequeños, como Rent the Runway (alquiler de ropa y accesorios de diseño), pueden encontrar nichos rentables.

Tal vez, el término economía “compartida” es engañoso. La mayor parte de los intercambios no son gratis. Más bien, es una empresa “peer-to-peer” (persona-a-persona), con gente común alquilando o vendiendo servicios entre sí, a través de una plataforma operada por una empresa.

Sin embargo, se trata de algo más que dinero. También hay una importante dimensión social que es un aspecto importante de la economía compartida. Esto se ve cada vez más a medida que avanzamos hacia una economía en la cual todos estamos, generalmente, más conectados e interdependientes.

Ciertamente, las personas que comparten son impulsadas ​​por el sentido común económico. Pero también están motivados por la experiencia social de encontrarse con otros, creando algo juntos. Al compartir un trayecto en el auto de alguien, o alquilar un barco para el fin de semana, hay una interacción muy diferente a la transacción más impersonal, comercial, normal, de compra y venta.

Esta es una diferencia importante entre la economía compartida y la convencional; la experiencia social es una parte inseparable de compartir. En la economía convencional, la conexión personal suele estar deliberadamente minimizada con el fin de normalizar el servicio y asegurar que la calidad y las condiciones sean siempre las mismas. En la economía compartida, la conexión personal es una parte importante del valor. De hecho, sin la experiencia de conocer a la persona que comparte muchos de los servicios probablemente no funcione, porque el intercambio depende de la confianza.

Muchos de los elementos que son necesarios para hacer que la economía compartida tenga éxito también son cruciales para que prospere una economía global intensamente conectada: Los valores sociales, la confianza, la reputación… Estos serán factores que ganarán en importancia en todo tipo de negocio.

No hay duda de que compartir recursos puede contribuir al bien común en una serie de formas, desde las perspectivas económicas, hasta ambientales y sociales. Varios estudios muestran que los beneficios ambientales son altos en muchos esquemas de intercambio, como la eficiencia de los recursos y el potencial de ahorro de energía que podría resultar de compartir un auto o el intercambio de bicicletas en las ciudades. Casi todas las formas de compartir son económicas y pueden conducir a ahorros o ganancias para los individuos y las empresas. En términos de bienestar subjetivo e impactos sociales, la experiencia demuestra que compartir también puede ayudarnos a sentirnos conectados con los vecinos o compañeros de trabajo, e incluso construir comunidades que pueden hacernos sentir más felices.

Muchos de sus defensores ven la economía compartida como un camino hacia el logro de la prosperidad generalizada y un primer paso esencial en el camino hacia economías más localizadas y sociedades igualitarias. Si lo analizamos bajo el lente de la sostenibilidad, sin embargo, algo que las instituciones públicas están empezando a hacer, entonces las verdaderas posibilidades de compartir recursos dentro y entre los distintos países del mundo son muy amplias y abarcan una gama muy amplia: para mejorar la equidad, reconstruir la comunidad, mejorar el bienestar, la democratización de la gobernanza nacional y mundial, defender y promover los bienes comunes globales e incluso a señalar el camino hacia un marco internacional más cooperativo.

Aún no hemos llegado, por supuesto, y el entendimiento popular de una economía compartida hoy en día se centra claramente en las formas más personales de dar y de intercambio entre los individuos o por medio de empresas en línea, que es principalmente para el beneficio de los grupos de altos ingresos en las naciones económicamente más avanzadas del mundo. Pero ahora, este modelo económico está siendo ampliado para incluir al rol de los gobiernos en compartir infraestructura pública, el poder político y los recursos económicos dentro de los países. Esto es un destello de esperanza para naciones emergentes, donde la economía compartida se está moviendo lentamente, pero en la dirección correcta.

Ya se están planteando preguntas en cuanto a qué significa compartir recursos para las personas más pobres del mundo en desarrollo y cómo una economía compartida puede propagarse a nivel mundial como una solución a nuestras carencias. Puede que falte mucho tiempo para que la idea de compartir económicamente llegue a una escala global, pero parece que vamos en buen camino. Lampadia

 

 




Una entrevista que rompe con los mitos sobre los empresarios

Una entrevista que rompe con los mitos sobre los empresarios

Comentario de Lampadia

En el Perú tenemos la vocación de construir mitos y buscar siempre dónde está la trampita. Durante los últimos años ha mejorado mucho la imagen de los empresarios, pero todavía nos falta entender las características y cualidades de los empresarios modernos.

Hemos decidido republicar la entrevista que compartimos líneas abajo, pues Mario Alvarado respira la sencillez de un peruano comprometido con el trabajo que le tocó desempeñar y transmite entusiasmo por la vida y por su gestión.

Seguramente, las décadas de empobrecimiento que vivimos hasta el inicio de los años 90, nos llevaron a los peruanos a creer que la vida y el trabajo era un modelo ‘ganar-perder’. En un ambiente de escasez y de carencia de oportunidades, probablemente fue lógico que nuestro sentido común nos llevara a la desconfianza de los ciudadanos más exitosos.

Felizmente, los últimos 20 años en que aprendimos a crear riqueza y a apostar por el futuro, en que desarrollamos una importante clase media, años en los que no era raro escuchar que lo que sobraba eran recursos, nos hayan hecho entender que la vida es un proceso de suma y, que el modelo mental es más bien uno de ‘ganar-ganar’.

Todavía nos falta entender que en la aventura de la vida y el desarrollo estamos juntos todos los peruanos. Aún necesitamos fortalecer la confianza entre nosotros y en el futuro, creer en nuestras capacidades y, algo muy importante, participar en la vida nacional con sencillez, apertura y transparencia. Ver en Lampadia: Tres caminos al Bienestar General.

Líneas abajo compartimos la entrevista de Portafolio:

“Siempre he sido ejecutivo. Mi reto hoy es ser más pensante”

“No soy usted, soy Mario”, interrumpe el gerente general corporativo de Graña y Montero. Un entrevistado que corre tabla, viaja en metro y aún no termina de aprender cómo usar su Apple Watch.

Entrevista de Gonzalo Carranza a Mario Alvarado

Gerente General Corporativo del Grupo Graña y Montero

El Comercio – Portafolio, 10 de enero de 2016

 

¿Cómo es tu agenda?

Te voy a responder por hoy, que no es lo mismo que hace cuatro o cinco años. Trato –y la palabra ‘trato’ es muy importante porque no siempre puedo– de trabajar una cantidad determinada de horas al día. Antes trabajaba 12 horas diarias, incluso venía los sábados, pero ya no.

Tengo como gerente del grupo 18 años y últimamente ha bajado la cantidad de tiempo que dedico a trabajar. Uno va ganando credibilidad, confían más en uno y necesitas menos esfuerzo para sacar adelante muchas cosas. Entonces, te diría que hoy trabajo menos y también está cambiando el tipo de cosas que hago. La mayor parte del tiempo que paso en la oficina estoy en reunión con alguien, discutiendo cosas. Y ahora leo el periódico en las mañanas, concentrado, después de hacer deporte, en mi casa. Hace un buen tiempo que no lo leo en físico, sino que lo hago en el iPad. Otra cosa que he hecho a propósito es comprarme esta cosa [muestra su Apple Watch], que no me gusta y que tengo que aprender a usarla. ¿Por qué uno se obliga a hacer esto? Porque tiene que estar al día.

¿Cómo es tu relación cotidiana con tus reportes?

Por mail, por WhatsApp, por todas las vías. Es muy importante para eso que el diseño de las oficinas ayude, que haya puntos de reunión.

¿Cuánto tiempo pasas dentro de tu oficina?

Ahora casi todo el tiempo estoy dentro de mi oficina, pero sé que está mal. Estoy tratando de cambiarlo y de salir más. En una remodelación reciente hicimos más chicas las oficinas y las volvimos transparentes.

¿Cómo es tu relación con el directorio actual?

Es buenísima. Hemos tenido una suerte enorme, es un directorio involucrado, fluido y sofisticado. Ir al directorio tiene que ser un reto intelectual.

¿Qué decisión te ha marcado más en estos 18 años al frente de la empresa?

Es una pregunta difícil. La crisis que comenzó en 1999 fue muy dura. Ahí envejecí mucho. Tenía mucho que coordinar con Europa, entonces debía trabajar de día y de noche. La compañía estaba bien, pero cuando las entidades financieras están mal, te cierran todas las líneas [de crédito]. El episodio terminó el 2003, cuando emitimos unos bonos titulizados y comenzamos a crecer muchísimo. Tengo un montón de cicatrices, pero esa es profunda. En el lado positivo, las personas me han marcado mucho. Que sean tan dedicadas, tan ‘camiseta’, te juro que te conmueve.

Y ahora que se vive un momento de austeridad y disciplina, ¿qué es lo que más duele?

Las personas. Es una compañía muy grande y hay áreas que deben reducirse.

¿Quiénes o qué cosas son tus “cables a tierra”?

Lo primero es burlarte de ti mismo. Aquí todo el mundo se burla sin agresividad. Se maneja bien el equipo gerencial. La realidad también te obliga a estar atento, porque te das cuenta de que te descuidas, y te agarra.

El reto para mí ahora es pasar a ser una persona mucho más pensante que actuante. Siempre he sido muy ejecutivo, rápido, agresivo, empujador. Antes tenía arriba de mí, como presidente ejecutivo, a José Graña, que es muy pensante. Pero él ya se jubiló. Entonces mi rol ahora debería ser más pausado.

¿Has tenido mentores en estos años?

Sí, y también –perdona la palabra horrible, pero es la única que hemos encontrado– ‘mentorizados’. El principal mentor es José Graña, y antes que él, mi padre.

¿Trabajaste con tu padre?

Es una historia curiosa. Él tenía una empresa constructora, pero nunca trabajé con él. Entré a Graña y Montero como practicante hace 35 años, porque era considerada la mejor escuela. Y cuando yo ya trabajaba acá, mi padre vendió su compañía. Pasó el tiempo y cuando tenía 29 años –era un chiquillo, pero tenía tiempo trabajando y había manejado la primera parte del proyecto Camisea–, surgió la oportunidad de montar una empresa nueva dentro de Graña y Montero. Le dije a José Graña que quería traer de socio a mi padre y él aceptó. Recién trabajé con él después de todo ese tiempo.

También es curioso que hayas llegado de practicante a gerente general.

Hoy día ya no se puede, pero yo era el último en el colegio y también soy disléxico. No podía con esa disciplina de la enseñanza antigua que te obligaba a que aprendas cosas sin sentido. Hasta que un día cambié, le empecé a encontrar sentido a las cosas y ahora soy completamente al revés: me he vuelto un fanático del conocimiento. Tenemos la academia GyM, por ejemplo. Me encanta que la gente estudie, que aprenda, que lea y que analice.

¿Cómo te relacionas con los más jóvenes, que tienen la tendencia de ir probando diferentes trabajos?

Yo no he cambiado [de trabajo] por una sencilla razón: este ha sido fascinante. Todo lo que hago me apasiona. No solo en esto, también en los deportes y en otras cosas.

¿Qué deportes practicas?

¿Por dónde empiezo? Tabla. También vela y bicicleta de montaña.

¿Hay alguna relación entre esos deportes y tu vida profesional?

Siempre te dan un enfoque diferente. El deporte más bonito que he hecho en mi vida es la tabla. He corrido con mi hijo muchos años hasta que ya no me dio el cuerpo para correr las mismas olas que él. Sigo corriendo, pero ahora también me dedico más a la vela.

¿Qué indicador no puedes dejar de ver diariamente?

Hay uno que veo todos los días: cuántas personas han subido al metro y a cuántas estaciones hemos llegado con alguna impuntualidad. Todos los días recibo un e-mail con ese indicador.

¿Y por qué?

Nosotros tenemos una cultura de cumplimiento y cuando tomamos el metro, que es parte del transporte público donde todo es incumplido, vimos que la puntualidad era muy importante. Tenemos una obsesión con que el metro llegue a cada estación a la hora precisa.

¿Los has usado?

Claro, pero me pasan la voz cuando puedo entrar. Es increíble la cantidad de gente que lo usa, tenemos que aumentar la flota. Pero en mi caso, es horrible subirme, porque apenas lo hago, me ven mayor y me ceden el asiento [risas].

Pensé que veías a diario el precio de la acción.

Pensé que me preguntarías por el precio de la acción.

¿Lo ves?

Sí, también lo veo todos los días, pero lo dijimos cuando salimos a la Bolsa de Nueva York: nuestra visión del negocio es de muy largo plazo.

¿Han pensado en recomprar acciones?

He estudiado el tema y lo he llevado dos veces al directorio. Pero la mejor respuesta es la que da Warren Buffett: necesitas dos condiciones para tomar esta decisión. Una es que tu acción esté muy barata, y la nuestra lo está. Pero la otra es que no necesites el capital para proyectos de mediano plazo, y nosotros sí lo necesitamos. Hoy tenemos muchos proyectos por delante. Lampadia

 

 




Brasil: Del Cielo al infierno en la vida del PT

Brasil: Del Cielo al infierno en la vida del PT

Comentario de Lampadia

Cuando Lula accedió al poder liderando al PT (Partido de los Trabajadores) después de tres intentos, logró amainar la desconfianza nombrando funcionarios reputados y predecibles en el ministerio de Finanzas y en el Banco Central. Luego de la mano del súper ciclo de los commodities corrió la ola de la abundancia hasta convertirse en lo que Tim O’Neill, de Goldman Sachs, llamó los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), a los que luego se agregó Sudáfrica (BRICS). 

De ellos solo siguen en pie India y China (BRICS). Brasil pensó que había llegado al Olimpo y que solo tenía que regalar más dinero a los pobres en un asistencialismo desenfrenado (ver en Lampadia: Luces y sombras de la visita de Lula al Perú). La verdad es que Brasil cayó en importantes desbalances económicos que se hicieron insostenibles por el cambio en las condiciones de la economía global, en una soberbia desmedida y en circuitos de corrupción que terminaron por arrasar toda la confianza de los brasileños, que así pasaron rápidamente del Cielo al conocido infierno de las políticas económicas del empobrecimiento.

Curiosamente, contrario a los días de su inauguración, el gobierno del PT, se juega sus últimas cartas de la mano de nombramientos que solo acrecientan, esta vez, la desconfianza en la recuperación de su economía. Ver el siguiente artículo de The Economist sobre la renuncia del Ministro de Finanzas. Lampadia

La preocupante renuncia de Levy, Ministro de Finanzas

The Economist

Diciembre, 2015

Traducido y Glosado por Lampadia

Cuando Levy (a la izquierda de la foto) tomó el ministerio de finanzas hace un año, se enfrentaba a un reto imposible. Tenía que cerrar un enorme déficit presupuestal, evitar la perdida del rating de grado de inversión y revertir el fuerte intervencionismo en la economía que practicó su jefe, Dilma Rousseff, durante su primer período como presidente (2011 – 2014). Para hacer las cosas más difíciles, Brasil estaba cayendo en la peor recesión en décadas. Un inmenso escándalo de coimas destruyó la credibilidad del partido de gobierno, el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). La aprobación de Rousseff ha caído desde entonces a un solo dígito y enfrenta un proceso de destitución por romper las leyes de la contabilidad presupuestaria. Muchos otros ministros hubieran tirado la toalla mucho antes, pero Levy duró hasta este diciembre, cuando renunció y fue reemplazado por Nelson Barbosa (a la derecha de la foto).

Este cambio puede convertir una situación terrible en algo aún peor. Sugiere que Levy habría perdido la discusión interna en el gobierno sobre si la austeridad es la cura para la enferma economía brasileña, y la perdió, no porque el remedio era malo, sino porque era políticamente inmanejable.

Levy y su equipo hicieron ‘todo lo que se les pidió’, le dijo a un periodista horas antes de hacer pública su renuncia. Sería más cierto decir que trató valientemente, pero falló. Apodado ‘manos de tijeras’ después de su primer puesto como oficial del tesoro entre 2003 y 2006, se las arregló para cortar gastos discrecionales en 2015 por 70,000 millones de reales (unos US$ 18 mil millones). Sin embargo, sin la cooperación del Congreso, que no tiene ningún interés de ayudar a un presidente poco popular, solo pudo hacer poco con el 90% del gasto. El pasado 16 de diciembre, Fitch fue la segunda agencia de crédito en degradar la deuda brasileña a la categoría de ‘basura’.

La tarea de Levy se hizo más dura con la recesión, pues se espera que en 2015 el PBI caiga en 3.5%, colapsando los ingresos tributarios. El déficit presupuestal pasará de un altísimo 6.5% del año pasado a uno aún mayor de 9.5% para el 2015. Levy argumentó que sólo con un programa de austeridad se podía recuperar la confianza de los inversionistas, controlar la inflación y evitar alzas adicionales de los tipos de interés.

Rousseff solo le creía a medias. Su compromiso con la austeridad se debilitó más por el avance de la propuesta de destitución de su mandato en el Congreso en diciembre. Para sobrevivir tiene que coquetear con el ala izquierda de su base, que imputa las políticas de Levy como neoliberales descorazonadas y que exigen más gasto fiscal para impulsar la economía. 

Esto explica la opción por Barbosa. A pesar de que él dejó el primer gobierno de Rousseff en 2013 y se volvió crítico del gasto descontrolado, y de su ocultamiento, se le ve más manejable que su antecesor. Él fue instrumental en la formulación de una nueva matriz económica de estímulos monetarios y fiscales diseñados para reiniciar el crecimiento después de la crisis financiera global. Rousseff la adoptó durante su primer mandato, pero la llevó más allá de lo previsto. Barbosa también promovió una propuesta desastrosa para el presupuesto del 2016 que incorporaba un alto déficit fiscal primario (antes del pago de intereses), que gatilló la degradación del rating del crédito brasileño por Standard & Poor’s en setiembre pasado. La propuesta fue cambiada posteriormente a instancias de Levy, pero ya no se pudo reversar la degradación crediticia.

Ahora que Barbosa tiene el cargo de Levy, promete continuar sus políticas: “Nuestro mayor reto es fiscal”, indicó en una conferencia de prensa luego de su nombramiento. Los mercados no están tan seguros. Tanto el real como la bolsa de Sao Paulo cayeron con la noticia de la renuncia de Levy.

Incluso si Barbosa es sincero, las reformas fiscales son improbables hasta que el drama de la destitución se supere en los próximos meses. La prioridad uno, dos y tres es derrotar contundentemente la propuesta de destitución, dice un congresista del PT. Efectivamente, la propuesta ha servido como un tónico para los desmoralizados seguidores de Rousseff. Por primera vez en el 2015, las demostraciones públicas a favor del gobierno fueron mayores que las de los opositores. Solo después de derrotar a los ‘hambrientos por un golpe’, dicen los seguidores del PT, puede el gobierno volver a enfrentar el déficit fiscal y a gobernar el país, acompañado con un reenergizado base Congreso.

La pregunta es si Rousseff tendrá la energía para superar los problemas fiscales de Brasil, o si será arrastrada a mayores grados de irresponsabilidad. Los augurios no son promisorios. El nombramiento de Barbosa parece un intento de mediar entre la ortodoxia de Levy y las demandas de las bases izquierdistas. No parece tener más probabilidades de éxito que las anteriores maquinaciones fallidas de la presidenta. L

 




Un nuevo líder refresca la política del mundo global

Un nuevo líder refresca la política del mundo global

Una de las habilidades esenciales de la política en la democracia, es conocer la diferencia entre un enemigo y un adversario. Un adversario trata de ganarte, un enemigo trata de destruirte”. (Michael Ignatieff, escritor, antiguo líder del partido Liberal de Canadá y profesor de Harvard, Financial Times, 20 de octubre, 2015).

“Si tratas a un oponente como un enemigo, conduces la política como si fuera una guerra y todos los medios son adecuados. Si consideras a tu oponente como un adversario, no todos los medios son adecuados, estás esperando que tu adversario de hoy sea un amigo mañana”, continua Ignatieff en su artículo sobre la victoria de Justin Trudeau en Canadá.

Agrega Ignatieff: “El profundo significado del triunfo de Justin Trudeau en las elecciones generales de Canadá esta semana, y su potencial influencia en la política de las democracias más allá de su propio país, es que ha mostrado cómo la política de adversarios puede derrotar a la política de los enemigos”.

“Mi carrera como político comenzó en un estacionamiento. El estacionamiento de una tienda de comestibles,
 para ser precisos, directamente enfrente de un restaurante de shawarma y de una barbería.”

“El candidato liberal ganó, no solo porque los canadienses quieren un cambio de régimen, sino porque ellos quieren un cambio de artes en la política. ‘Los conservadores no son nuestros enemigos. Ellos son nuetros vecinos. (…) Puedes apelar a los mejores ángeles de la naturaleza, y puedes ganar’”. Cita Igantieff a Trudeau.

Agrega el autor de la nota: “Lo que le dice a Harper [el rival conservador] descubrió es que la política de las enemistades hace imposible el conseguir nuevos amigos y, también, envenena el legado del político. La política de las enemistades no la inventó Harper”, la importó de EEUU y Gran Bretaña”. 

Que oportuna y precisa lección para nosotros los peruanos que estamos embarcados en la destrucción mutua de nuestros líderes políticos, como si todos hubieran salido del infierno. Todavía faltan algo más de cinco meses para las elecciones generales de abril, que los ciudadanos esperamos con ansias, pero dadas estas circunstancias, también con mucha aprensión.

Pero lo que nos trae la elección de Trudeau es mucho más que su filosofía. Veamos algunas de sus ideas:

  • Una economía fuerte comienza con una clase media fuerte. Cuando nuestra clase media tiene más dinero en sus bolsillos para ahorrar, invertir y hacer crecer la economía, todos nos beneficiamos. Nuestro plan entregará los servicios que necesitamos, creará puestos de trabajo y restaurará la seguridad económica de la clase media.
  • Los canadienses quieren un gobierno en quien puedan confiar para proteger el medio ambiente y hacer crecer la economía.
  • Vamos a cancelar la división de los ingresos y otras exenciones de impuestos y beneficios para los ricos.
  • Vamos a invertir para crear más puestos de trabajo y mejores oportunidades para los jóvenes canadienses.
  • Vamos a invertir en los proyectos que nuestro país necesita y en la gente que puede construirlos.
  • Durante la próxima década, vamos a invertir más en infraestructura social.
  • Nos aseguraremos de que se utilice todo el dinero destinado a la inversión en las comunidades.
  • Vamos a ayudar a los canadienses a que reciban la capacitación que necesitan para encontrar y mantener buenos empleos.
  • Vamos a poner en marcha más inversión en innovación para hacer crecer nuestra economía y crear empleos buenos y de clase media.
  • Vamos a darle la bienvenida a la Open Data.
  • Vamos a ofrecer un liderazgo nacional y vamos a unirnos con las provincias y todos los territorios para tomar medidas sobre el cambio climático, poner un precio al carbono y reducir la contaminación de carbono.
  • Vamos a crear incentivos para las empresas canadienses a invertir en la creación de puestos de trabajo limpios.

Justin Trudeau, de 44 años, no ha salido de la nada. Es hijo de Pierre Trudeau, ex Primer Ministro de Canadá (1968 – 1979 y 1980 – 1984), considerado como el refundador del Canadá moderno que asumió el federalismo, el bilingüismo y el multiculturalismo como señas de identidad. A su muerte fue despedido en un multitudinario funeral en el que su hijo Justin, de 29 años, recitó unas muy sentidas ‘Coplas a la muerte de su padre’.

Las palabras de este jóven fueron tan significativas entonces como ahora, como Primer Ministro, y queremos compartir con ustedes el video de su elogía y glosar algunas de sus palabras:

Verlo también en: Justin Trudeau’s eulogy

 

Amigos, romanos, compatriotas…

Yo tenía unos seis años cuando me fui en mi primer viaje oficial. Yo iba con mi padre y mi abuelo hasta el Polo Norte.

(…) No tenía hermanos con quien jugar y me estaba aburriendo un poco porque mi papá todavía tenía mucho trabajo que hacer.

Recuerdo que una tarde ventosa en Arctic me llevaron rápidamente en un Jeep en una misión secreta especial. Pensé que por fin me iban a explicar la razón de esta base ártica de alta seguridad.

Estaba en lo cierto. Nos condujeron lentamente a través de los edificios, todos ellos muy grises. Doblamos una esquina y nos encontramos con uno rojo. Paramos. Me bajé del Jeep y comencé a dirigirme hacia la puerta principal. Me dijeron, no, a la ventana.

Así que cruzamos sobre un banco de nieve, me levantaron para alcanzar la ventana, froté mi manga contra el cristal escarchado para ver dentro y, apenas mis ojos se acostumbraron a la penumbra, vi una figura, encorvada sobre una de las muchas mesas de trabajo que parecían muy desordenadas. Llevaba un traje rojo con ese borde blanco lanudo.

Fue entonces cuando comprendí lo poderoso y maravilloso que era mi padre.

Pierre Elliott Trudeau. Esas mismas palabras transmiten tantas cosas a tanta gente. Estadista, intelectual, profesor, adversario, amante de la naturaleza, abogado, periodista, escritor, primer ministro.

Pero más que nada, para mí, era papá. Y qué papá. Él nos amó con una pasión y una devoción que acompasaba toda su vida. Nos enseñó a creer en nosotros mismos, a luchar por nosotros mismos, conocernos a nosotros mismos y aceptar nuestras responsabilidades.

Sabíamos que éramos los niños más afortunados del mundo. Y no habíamos hecho nada para merecerlo.

En su lugar, era algo que tendríamos que pasar el resto de nuestras vidas trabajando para estar a su altura.

Nos dio una gran cantidad de herramientas. Nos enseñó a no dar nada por sentado. Nos adoraba, pero no nos complacía en todo.

Mucha gente dice que no soportaba a los tontos, pero tengo que decirles que tenía una paciencia infinita con nosotros.

Nos animó a estimularnos, a poner a prueba los límites, a desafiar a cualquier persona o cosa.

Había ciertos principios básicos que nunca podrían verse comprometidos.

(…) [otra ocasión] incluyó un almuerzo en el restaurante parlamentario que siempre parecía ser terriblemente importante y lleno de gente seria que no reconocía. Pero al cumplir ocho, ya comenzaba a tener una conciencia política. Y reconocí a uno quien yo sabía que era uno de los principales rivales de mi padre.

Pensando en complacer a mi padre, le dije una broma sobre él – una pequeña cosa tonta y genérica de escuela primaria. Mi padre me miró con severidad, con esa mirada que más adelante aprendería a conocer tan bien, y dijo: “Justin, nunca ataques a la persona. Podemos estar en total desacuerdo con alguien sin denigrarlo como consecuencia.”

(…) fue en ese momento que comprendí que tener opiniones que son diferentes a las de otro no se opone a ser merecedor del respeto como individuo.

Esta simple tolerancia y (el reconocimiento de) las dimensiones reales y profundas de cada ser humano, independientemente de sus creencias, orígenes, o valores – eso es lo que él esperaba de sus hijos y eso es lo que esperaba de nuestro país.

La creencia fundamental de mi padre nunca vino de un libro. Deriva de su profundo amor y fe en todos los canadienses y, en los últimos días, con cada tarjeta, cada rosa, cada lágrima, cada ola y cada pirueta, ustedes le entregaron de vuelta su amor.

(…) ya no volverá nunca más. Ahora todo depende de nosotros, de todos nosotros.

Más allá de que estemos de acuerdo o no con todas sus ideas, saludamos la calidad del liderazgo de Trudeau. En esta época de liderazgos tan débiles y de la devaluación de la política en el mundo y, dramáticamente en el Perú, la humanidad espera mucho de Justin Trudeau. ¡Que los ángeles te protejan! Lampadia

 

 

 




Las mentes libres avanzan con la innovación y la tecnología

Las mentes libres avanzan con la innovación y la tecnología

Ford decía que si le hubiera preguntado a la gente que querían, le hubieran dicho que un caballo más rápido.

A diferencia de los animales que evolucionan hasta acomodarse en su entorno, el ser humano evoluciona infinitamente, a través de la tecnología, según explica Fernando Savater. Sin embargo siempre hemos tenido oposiciones a los avances tecnológicos: el tren a vapor, la electricidad, las centrales nucleares, los OGMs (llamados transgénicos) y Big Data, entre otros.

La oposición a muchos desarrollos no siempre ha sido transparente y debida a las características de los propios desarrollos. Muchas veces se debe a celos y debilidades de quienes no están en la frontera del desarrollo, como ha pasado muchas veces con Europa, donde sus anclas regulatorias impiden  o dificultan la innovación. Esto lleva a sus empresas a plantear limitaciones a desarrollos como los de Microsoft hace algunos años y como los de Google hoy en día.

Peter Schwartz es un extraordinario innovador de ‘management’ y un futurista. Creó el planeamiento a través del análisis de escenarios. En la introducción de su libro: ‘The art of the long view’ (El arte de la visión de largo plazo) dice: “Este libro es sobre la libertad. Mucha gente es libre pero se siente limitada por eventos impredecibles. Todos los años nos sorprendemos por cambios sociales y tecnológicos que aparecen súbitamente. ¿Cómo pueden planear las personas su futuro, negocios e instituciones, si no saben lo que traerá el futuro? … Para actuar con confianza uno debe ver hacia delante con confianza y…”.

 

El Progreso Tecnológico Fundamental

Artículo de Peter Schwartz, Ingeniero aeronáutico, autor de The Art of the Long View. Trabajó en Royal Dutch Shell dirigiendo el equipo de planeamiento por escenarios, fundó la Global Business Network, es asesor de varios gobiernos, empresas y fundaciones, y también uno de los futuristas más reconocidos de Norteamérica.

(De Caretas, 20 de agosto 2015)

Comentado y glosado por Lampadia

Hoy en día existe un activo debate en torno a si hemos alcanzado una desaceleración estructural en términos de crecimiento económico, debido al hecho de que el progreso tecnológico fundamental ya terminó. Esta perspectiva refleja falta de imaginación y de análisis.

De hecho, ya podemos empezar a vislumbrar los fundamentos científicos que creerán muchas nuevas tecnologías e industrias.Tenemos el potencial intelectual para generar un crecimiento enorme y es muy probable que así suceda.

Los pesimistas suelen tener a mano los seguimientos argumentos: (a) los descubrimientos más importantes del hombre ya se han hecho; (b) las mejoras en la tecnología de la información no generan el mismo número o calidad del empleo como sucedió con los adelantos del pasado; (c) no hay nada en el horizonte que indique que se generará la cantidad de empleos que había antes; (d) por lo tanto, los seres humanos deben resignarse a un futuro de lento crecimiento, menor creación de empleos y poca prosperidad.

Esta perspectiva subestima la habilidad de los seres humanos para dar saltos tecnológicos debido a su incapacidad para entender la historia de la aplicación científica y tecnológica.

Hay una cantidad increíble de talento, capital y herramientas que están siendo aplicados hoy en día para promover nuevas tecnologías y descubrimientos científicos. Consideren este impresionante factoide: de todos los científicos que han existido en la historia, el 95% vive en la actualidad. Más aún, las recompensas financieras nunca han sido mayores.  Ninguna buena idea carece de fondos hoy en día.

Ejemplos en tres áreas clave muestran grandes saltos tecnológicos que proveerán plataformas económicas para el crecimiento futuro.

TIC: Con el descubrimiento del algoritmo, los datos masivos pueden discernir patrones que ningún ser humano puede ver. “La inteligencia artificial en pequeña escala”, tal como lo muestra la función “1-Click” de Amazon. Este tipo de inteligencia artificial representa un significativo cambio en la tecnología de la información. Dentro de 5 a 10 años, estarán presentes en prácticamente todo lo que hagan los seres humanos. Esto no solo incrementará la productividad, sino que lanzará una nueva generación de productos y servicios. Habrá una gran variedad de servicios automáticos funcionando en el trasfondo de la actividad humana, coordinando, organizando e informando sobre las interacciones humanas.

Ingeniería biológica y molecular: Los campos relacionados de biotecnología sintética e ingeniería molecular prometen nuevos tipos de materiales y propiedades mejoradas. Para el 2050, habremos aprendido cómo hacer crecer edificios como árboles en vez de limitarnos al concreto y al acero. Produciremos fibras de secuoyas maduras en el laboratorio en días, no en años.

Dominando la gravedad: es muy probable que en los próximos 50 años el hombre logre comprender la gravedad. Actualmente podemos observar sus efectos, pero no tenemos idea de cómo o por qué funciona. Así como la comprensión del electromagnetismo en el siglo XIX generó todos los frutos de la edad eléctrica y electrónica, podríamos asumir que obtendremos beneficios similares a partir del aprovechamiento de la gravedad. Como esto pertenece a los límites externos de la especulación, solo es posible adivinar lo que podría significar, pero podríamos imaginar vehículos antigravedad o, posiblemente, nuevas formas radicales para generar energía.

Como sociedad, ¿cómo podemos alimentar una nueva era del descubrimiento?

En primer lugar y por encima de todo, no deberíamos entrar en pánico y hacer las cosas del modo incorrecto. No deberíamos evitar la transformación o proteger el pasado-se están presentando los mismos argumentos distópicos de la década de 1970, a menudo elaborados por las mismas personas. En vez de eso, deberíamos promover la transición invirtiendo en investigación y desarrollo, en competencias y en capacidades. Debemos alimentar un entorno que premie el emprendimiento, como lo hace California con su enfoque centrado en la educación y el capitalismo de riesgo.

Se deben tomar en cuenta importantes implicancias geopolíticas, a medida que las fuentes de innovación aumentan en el mundo. Si bien la investigación y el desarrollo solían tener como única base los Estados Unidos, ahora economías emergentes como China, Brasil, India y Singapur están haciendo importantes contribuciones en ese campo. La Eurozona, sin embargo, parece haberse quedado atrapada en el pasado en muchas formas, con el rechazo sistemático de Google y los regímenes normativos restrictivos de los gobiernos.

Los escépticos están equivocados; no estamos al final de la historia, sino en algún lugar cerca del comienzo. Porque si bien no hay grandes certezas al momento de predecir cuándo darán fruto las nuevas tecnologías, el pasado nos dice que, finalmente, sí lo harán. Debemos animar a la gente a sobrepasar sus limitadas maneras de pensar y a considerar cómo hacer esta transición tan eficiente como sea posible. L

 




La ‘Pax Política’ solo dura dos días en el Perú

La ‘Pax Política’ solo dura dos días en el Perú

Reconociendo una agradable sorpresa, el viernes pasado (31 de julio) publicamos en Lampadia: 14 Partidos políticos suscriben acuerdo – Sorprendente y excelente iniciativa política. Este acuerdo no podía venir en un mejor momento, pues la política peruana estaba muy crispada y el discurso presidencial generó más polarización.

Había el temor de que la campaña electoral, que aparentemente se estaba  iniciando muy temprano y con mucha agresividad, pueda seguir deteriorándose y llevarnos a una mayor devaluación de la política nacional.

El comunicado firmado por 14 partidos, incluyendo el del gobierno, con la firma de la Primera Dama y Presidenta de Gana Perú, hacía abrigar las esperanzas de un apaciguamiento deánimos.

Lamentablemente, solo dos días después, el Presidente de la República organizó una entrevista con Raúl Vargas, que fue propalada por calles y plazas. Lo malo de este evento es que el Presidente rompió la floreciente ‘pax política’ que pretendía el comunicado de los 14 partidos.

El dicha entrevista (televisada el domingo 2 de agosto) el Presidente atacó injustamente al sector privado y a los empresarios peruanos por no colaborar con el país y precipitar la caída de la inversión puessolo apostaban por el futuro cuando las cosas eran fáciles.

En buena cuenta culpó a los empresarios por la debilidad de su gobierno, el cual no supo aprovechar las capacidades del país para seguir creciendo, reduciendo la pobreza y la desigualdad.

No se dio cuenta de que en 2013, la inversión superó por primera vez el 28% del PBI. Eso significa que en el Perú se invirtieron aproximadamente US$ 55,000 millones ese año, de los cuales la inversión extranjera se aproximó a unos US$ 14,000 millones, el Estado invirtió otro tanto y el resto, unos US$ 27,000 millones,los invertimos los peruanos: entre las empresas grandes, medianas, pequeñas y los ciudadanos.

Este fue, hace tan solo un año y medio, el mejor indicador de confianza y de apuesta por el futuro de las empresas y los ciudadanos.

Desafortunadamente, las grandes confusiones del gobierno en cuanto al rol del Estado y del sector privado, la ausencia del Estado de Derecho, las contradicciones de sus funcionarios más importantes, el ambiente de polarización permanente y la soledad del Gobierno, peleado con tirios y troyanos; hicieron colapsar la tranquilidad y confianza en el futuro inmediato. A esto se sumó la cadena de hechos de corrupción destapados en las regiones, la subsiguiente paralización de la inversión pública que, además, se agravaría por el cambio de autoridades regionales y locales a principios de este año.

Dos días duró la esperanza. Ahora se volvió a desatar la confrontación, las críticas, los resentimientos, en pocas palabras, un ‘todos contra todos’ que nos lleva al suicidiode la clase política.

Parece que tenemos que pedirle al señor Presidente que haga la paz con sigo mismo, como paso previo a abrir los brazos al resto de los peruanos. Señor Presidente, los fracasos son solamente el camino al éxito de los luchadores. Hasta ahora ha perdido la batalla, pero no la guerra. Lampadia