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Populismo Judicial

Fausto Salinas Lovón
Abogado
Cusco
Para Lampadia

EL POPULISMO

El populismo es un concepto controvertido[i], sin embargo, puede entenderse como “un modo de identificación a disposición de cualquier actor político que opere en un campo discursivo en el cual la noción de soberanía del pueblo y su corolario inevitable, el conflicto entre los poderosos y los débiles, constituyen elementos centrales de su imaginario político[ii]. Para el populista, por lo tanto, lo primordial no es el bienestar de largo plazo, sino el contento del elector, la aprobación ciudadana, el beneplácito de las redes sociales, el favor de las encuestas o sintonizar con el parecer de las “mayorías”. El populista no se inclina ante la Constitución o la Ley, se inclina ante la aprobación de su soberano: el pueblo.

¿LA JUSTICIA PUEDE SER POPULAR?

La justicia no puede verse en este espejo. La justicia sólo debe verse en el espejo de la Constitución y las leyes y, debe ser inclusive impopular y es, por naturaleza contra mayoritaria. Para Luigi Ferrajoli, un jurista italiano que no puede ser calificado de liberal o de derecha, sino más bien de izquierda, padre del neo constitucionalismo y del garantismo penal, “la fundamentación principal del papel de los jueces está en su actuación de acuerdo con el derecho[iii]. Ernesto Garzón Valdés afirma, en esta dirección, que “la función de los jueces supremos no consiste en expresar en sus fallos la voluntad popular, sino por el contrario, poner límites a los posibles extravíos inconstitucionales de los representantes de esa voluntad[iv]   

¿QUE ESTA SUCEDIENDO EN EL PERU?

El sistema judicial ha tenido que asumir un rol importante en los casos de corrupción pública, desarrollando un claro activismo judicial, particularmente (pero no exclusivamente), a nivel de la justicia anti corrupción. Simultáneamente, se puso al descubierto una red de corrupción intra e interjudicial que ha deteriorado más la percepción ciudadana de este poder del Estado.

La combinación de ambos factores, a mi juicio, ha impulsado un peligroso populismo judicial caracterizado por el hecho de que no pocos componentes de este sistema (jueces de primera instancia, jueces superiores, jueces supremos e inclusive órganos de control) han preferido, antes que el apego al derecho y la jurisprudencia, el agrado de la ciudadanía y el elogio de las redes sociales. Veamos algunas evidencias indicativas de ello, en el ámbito del Poder Judicial, reservando los casos del Ministerio Publico para un próximo comentario:

  • En el ámbito de la justicia anticorrupción, luego de que el Tribunal Constitucional, que es el supremo intérprete de la Constitución, anulara la prisión preventiva de los señores Ollanta Humala y Nadine Heredia a través del caso 04780-2017, quedó claramente cuestionado el modus operandi de la fiscalía y de los jueces anticorrupción de solicitar y conceder (respectivamente) prisiones preventivas sin juicio y acusación previa. Solicitarlas por parte de los fiscales, con posterioridad a ese fallo que se emitió hace un año y lo que es peor, concederlas por parte de los jueces, solo se puede entender porque estos últimos dejaron de actuar en función de la Constitución y la ley y actuaron, como dice Ernesto Garzón Valdez, buscando “expresar en sus fallos la voluntad popular”.  Muchos jueces, además del Sr. Carhuancho han sido los que han actuado de este modo. Los que han actuado en sentido distinto, han sido ciertamente la minoría. Recién un año después de anulada la prisión preventiva se ha conocido la acusación del Fiscal.
  • Otro caso que llama poderosamente la atención está referido al “enfoque de género en la educación” en el cual se ve un paralelismo inocultable entre los resultados de las encuestas contratadas por el MINEDU acerca del tema y la evolución de los votos de los jueces supremos en la Acción Popular promovida por un grupo denominado Padres en Acción (Casación 23822-2017 Sala Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República).  Desde 2017, el MINEDU exhibió encuestas que arrojaban una abultada opinión favorable al citado enfoque y, curiosamente a los pocos días de que se conoce el fallo favorable al MINEDU, un último sondeo de la misma encuestadora que contratara el mismo ministerio, arrojó un respaldo de más del 80 % a este enfoque. Se tiene entonces una evidencia concreta: la decisión coincide con el supuesto sentir popular expresado en las encuestas. Sin embargo, no necesariamente coincide con la Constitución ya que el reclamo de participación de la familia en la elaboración del enfoque educativo, que fue materia central de la demanda, ha sido dejado de lado, vaciando de contenido el artículo 4 de la Constitución que consagra “la protección de la familia y el matrimonio y los reconoce como institutos naturales de la sociedad”, así como el artículo 5 de la Constitución que “define el matrimonio como la unión estable del varón y la mujer”. Este caso muestra un ejemplo de justicia que tiene todo el respaldo de los ciudadanos, pero que, salta barias disposiciones constitucionales vigentes.
  • Otro síntoma del populismo judicial es el propio sistema de comunicación del Poder Judicial y en particular la llamada Justicia TV, que no tiene un mecanismo aleatorio, normado ni mucho menos general de cobertura de las actuaciones judiciales, como por ejemplo sucede en el Tribunal Constitucional en el cual “todas las audiencias” son televisadas sin selección u orientación previa. En el Poder Judicial, su sistema de comunicación decide a qué procesos da cobertura, qué decisiones difunde y cuanta cobertura otorga a un juez, convirtiéndose en un arbitrario sistema de propaganda del sistema judicial donde unos casos tienen prevalencia frente a otros. Lo que origina esto es que sólo ciertos casos se ponen frente a la opinión pública y que solo los casos que el sistema de comunicación judicial o los jueces deciden hacer públicos. ¿Quien decide qué casos se transmiten y que casos no? ¿Podrán los jueces contradecir ante las cámaras a la Opinión Pública? ¿No es esta una forma de hacer que los jueces y casos televisados vayan preponderantemente en una dirección y no en otra? ¿Cual es la razón de desplegar recursos estatales para la figuración mediática de algunos jueces y casos? ¿Que puede esperar un litigante o un defensor cuando advierta que su caso confrontará a la opinión pública antes que a la Constitución, las leyes o la jurisprudencia? Probablemente tendrá que esperar que los jueces prefieran violar la Constitución y las leyes (que no otorgan likes) antes que dejar descontentos a los televidentes y las redes sociales, que si los otorgan. 
  • Si lo anterior no fue suficiente para ir entendiendo el sentido de lo que llamamos el populismo judicial, que apela al pueblo antes que al baremo constitucional, el Jefe de la Oficina de Control de la Magistratura, doctor Vicente Walde Jáuregui no dudó en subir a un helicóptero para trasladarse hasta la Comunidad de Challhuahuacho a fin de atender el pedido de los comuneros de la zona de las Bambas, procesados por diversos delitos,  para revisar la actuación de los jueces que abrieron procesos judiciales contra aquellos. La OCMA en medio del falaz conflicto entre poderosos y débiles. El resultado era de esperarse: días después la Corte de Apurímac pasó de la concesión inmediata de la prisión preventiva a la liberación. ¿Era posible acaso otro resultado si quien sanciona a estos jueces acudió al llamado de los “supuestos” débiles para investigar la actuación de los jueces que los procesaron?  ¿Se podrá esperar que algún juez procese o sancione a un extorsionador, secuestrador o agitador social violento? Sin duda no.

QUE SE PUEDE HACER

Lo primero es advertir que existe populismo judicial. Hay que reconocerlo y finalmente corregirlo. Esos son los primeros pasos para evitar su proliferación y lograr que los jueces respondan a la Constitución y las leyes y no frente a las encuestas.

Se debe revisar el funcionamiento arbitrario del sistema de comunicación judicial y la conveniencia o no de transmitir las audiencias judiciales. Si ese fuera el criterio, se deben establecer criterios generales que no dejen espacio para la arbitrariedad y la orientación ideológica o política en la comunicación judicial.

Se debe sancionar a los jueces que, so pretexto de su autonomía, desacatan la Constitución y las leyes, y en particular a los que desacatan los criterios establecidos por el Tribunal Constitucional en la interpretación de la Constitución y los derechos fundamentales. Para ello, el sistema de Control de la Magistratura debe funcionar y no tolerar este tipo de infracciones alegando la “independencia judicial”.

El Congreso de la República, en cumplimiento del artículo 99 de la Constitución, debe ejercer sus atribuciones de acusación contra los jueces supremos que infrinjan la Constitución.

Finalmente, como todo esto probablemente no sea posible por el corporativismo judicial o la falta de decisión política de un Congreso que también mira las encuestas y no la Constitución, queda demandar un rol más activo del Tribunal Constitucional (y también de los jueces que revisan las acciones de amparo) en la revisión de las decisiones judiciales que infringen la Constitución.

Solo así será posible tener un activismo judicial positivo en pro de la justicia y la sanción de la corrupción pública, revertir el populismo judicial, evitar el tránsito a una dictadura judicial y tener decisiones judiciales ajustadas a derecho antes que al aplauso efímero e inorgánico de las redes sociales o los medios de comunicación. Lampadia

 

[i] Francisco Panizza. Compilador. El populismo como espejo de la democracia. . 1ra. Edición, Bs. As, : Fondo de Cultura Económica, 2009, pag. 9

[ii] Ob cit. Pag.14

[iii] Michelle Taruffo. Leyendo a Ferrajoli. Consideraciones sobre la jurisdicción. Doxa. Cuadernos de Filosofía del Derecho.

[iv] Rodolfo Vásquez. Justicia Constitucional, Derechos Humanos y Argumento contramayoritario.




Incluyendo a los millennials en los gobiernos

Incluyendo a los millennials en los gobiernos

Como hemos escrito anteriormente en Lampadia: Los Millenials : una generación que va a cambiar el mundo, los millennials constituyen una generación que ha internalizado en su filosofía un verdadero compromiso cívico y una confianza en su capacidad para influenciar en el debate político, características que los hace diferentes a  generaciones más antiguas como los Baby Boomers.

Otros atributo importante a destacar es su obsesión por el uso de las tecnologías de información y comunicación, en particular, las redes sociales que se ven amplificadas con la utilización de los smartphones. Estas herramientas les permiten realizar una transmisión masiva de información e ideas, las cuales van formando su liderazgo político en diversos temas que pueden tener una alta trascendencia nacional e internacional.

En esta línea, un reciente artículo publicado en el blog del Foro Económico Mundial (ver artículo líneas abajo) da cuenta acerca de cómo los millennials vienen explotando sus habilidades y destrezas en diversos espacios de la comunidad, lo cual ha motivado su involucramiento con los Estados, que eventualmente se ven beneficiados del comportamiento disruptivo de estos jóvenes.

Estos espacios van desde grandes eventos internacionales anuales en donde miles de jóvenes adoptan la forma de una comunidad con intereses y valor comunes, lo cual les permite desarrollar sus habilidades políticas; hasta emprendimientos que promueven la difusión de información de interés nacional de manera sencilla, apoyados en las plataformas digitales.

Asimismo, se menciona cómo las empresas de servicios tecnológicos – cuyos fundadores fueron también millennials – como Uber, Facebook, entre otras, motivaron un cambio de la regulación por parte los Estados en los que tienen actividad, gracias al uso de las nuevas tecnologías.

La idea de buscar nuevas formas de aproximarnos a los jóvenes millennials, de manera que se involucren más en la discusión y en el diseño de las políticas públicas nos parece sumamente fascinante porque es una tarea que está íntimamente relacionada a la misión de Lampadia, la cual consiste en generar conciencia social, dada la falta de liderazgo y comunicación de nuestra clase dirigente.

Consideramos que difundir este tipo de iniciativas puede brindarle un abanico más grande de ideas a la generación millennial de nuestro país, interesada en impulsar una agenda nacional de prioridades, de cara a los principales problemas que enfrenta el Perú. Lampadia

Los Millennials están empezando a involucrarse más en el gobierno, y el impacto será enorme

Burning Man – una ciudad de 75,000 habitantes en el árido desierto de Nevada, es un gran ejemplo de cómo los jóvenes pueden participar en la sociedad civil y en el gobierno.

Christa Freeland
Empresaria-en-residencia y Directora General
Powershift group
Foro Económico Mundial
21 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

¿Qué tienen en común Burning Man, Alexandria Ocasio-Cortes y el espíritu empresarial?

Son algunos ejemplos de cómo los millennials impulsan la innovación y se involucran en el gobierno. Alrededor del 30% de la población mundial tiene menos de 30 años, sin embargo, los jóvenes realmente no tienen voz en el liderazgo del gobierno. Estereotípicamente, no se supone que deban preocuparse por el gobierno o incluso tener una visión positiva de él, y por lo tanto no están representados.

Como alguien nacido entre los años 1980-2000, yo soy una millennial. He empezado a notar este movimiento emocionante entre mi grupo demográfico; estamos haciendo cambios, y formando nuevos sistemas y expectativas de gobierno.

Nuevas formas de gobierno

Burning Man es un evento que solo existe por dos semanas cada año. Ocupa el desierto árido en Nevada, donde no hay absolutamente ninguna estructura o personas, y luego crece hasta una población de más de 75,000.

Burning Man es un gran ejemplo de jóvenes que participan con éxito en la sociedad y en el gobierno de una ciudad. La comunidad de “burners” ha prosperado y la reunión ha explotado en popularidad.

Mientras que Burning Man comenzó hace casi 20 años, la mayor parte del crecimiento explosivo se produjo en los últimos 10 años y entre los 33 y 34 años de edad (Reno Gazette Journal). Se recomienda encarecidamente a los asistentes que se familiaricen con los 10 principios de Burning Man, que incluyen la “autosuficiencia radical”, el “esfuerzo comunitario” y el “no dejar rastro”. Estos principios son obviamente importantes en un desierto sin recursos como el agua y la electricidad, pero los quemadores no solo siguen estas recomendaciones para sobrevivir. También los utilizan como una guía para crear una experiencia más satisfactoria de pertenencia, propósito y autodescubrimiento en el evento, así como en lo que denominan el mundo “predeterminado”, o día a día.

Larry Harvey, cofundador de Burning Man, tiene una teoría acerca de por qué el evento es un éxito: “… las habilidades y los dones [de los burners] deben compartirse con otros y fusionarse con el mundo, y el mundo responderá a eso. Y el mundo ha respondido. Hubo más de 50 burn eventos oficiales locales en todo el mundo que amplían aún más el compromiso de los 10 principios de Burning Man.

Organización dentro del gobierno

A nivel local, las ciudades estadounidenses de Houston, Grand Rapids, Philadelphia y Omaha han sido pioneras en la creación de juntas y comisiones milenarias. Esto significa que más gente joven está al tanto de los roles de voluntarios que pueden desempeñar en su ciudad para aprender, comprender e informar a sus ayuntamientos, alcaldes y otros departamentos. Algunas juntas y comisiones también trabajan para promover otros puestos abiertos dentro de la ciudad, asegurándose de no solo pensar en la diversidad en términos de género y raza, sino también en términos de edad, experiencia y perspectiva. Esto crea una representación demográfica más precisa y actualizada en el gobierno que crea un nuevo canal de personas listas para liderar.

Comunicación

Compañías como Betches Sup (“lo escuchaste aquí en segundo lugar”) y Skimm (“hace que sea más fácil vivir de manera más inteligente”), se enfocan en compartir noticias políticas creadas y compartidas de una manera que sea más fácil de digerir, a menudo más entretenida y fácil de relacionar. Entregan mensajes personalizados que son enviados y producidos por los millennials, lo cual es importante para captar y mantener la atención de los jóvenes.

Por ejemplo, los fundadores de Skimm han compartido una cerveza con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para discutir los temas que resuenan con los fanáticos de Skimm: “Nafta, la brecha salarial de género, el cambio climático, el triunfo del presidente y los calcetines”.

Emprendimiento

La tecnología también ha demostrado ser la forma de esta generación de cambiar el gobierno. Fundadores y ceos de empresas millennials como Uber, Facebook y Scooter que comparte la compañía Bird, han empujado los límites del gobierno a través de la innovación. La ciudad de San Francisco actualmente tiene que dar forma a las leyes de la ciudad en torno a los bird scooters y su seguridad. El congreso de Estados Unidos tuvo que trabajar para comprender cómo funciona Facebook y su influencia masiva. la Unión Europea necesitaba decidir cómo clasificar oficialmente a Uber (como un servicio de taxi o una empresa digital) para comenzar a crear y aplicar leyes. Diversos niveles de autoridad en todo el mundo están creando nuevas políticas en respuesta a los jóvenes empresarios disruptivos.

Correr, ganar, inspirar

Alexandria Ocasio-Cortez, una mujer de 29 años de la ciudad de Nueva York, recientemente derrotó a un político titular de 56 años con 10 mandatos, Joe Crowley, convirtiéndola en la persona más joven en el Congreso de Estados Unidos. La revista Vogue escribió: “Si Trump es el último jadeo de los “baby boomers”, Ocasio-Cortez es el primer grito enfático del millennial”. Ocasio-Cortez ha inspirado a una nueva ola de jóvenes a creer que ellos también pueden postularse para un cargo, y posiblemente ganar.

Ocasio-Cortez no solo confía en los sitios estándar de noticias y políticas para compartir su trabajo en el gobierno. Ella publica activamente en una audiencia combinada de millones de seguidores, en gran parte de la demográfica millennial, a través de Instagram, Twitter y más. Ella produce un flujo constante de videos e imágenes de “historias” para compartir su viaje cada día. Es una experiencia reveladora haber sido testigo de su progreso desde sus humildes comienzos en la campaña hasta el piso del congreso. Ocasio-Cortez seguirá siendo una gran influencia para las generaciones más jóvenes que valoran los intercambios relevantes, instantáneos y auténticos en Internet.

Cuadro completo

El gobierno es algo que eventualmente se adapta con los tiempos. Espero descubrir nuevas formas en que los millennials pueden involucrarse e impactar al gobierno. Y para aquellos preocupados por el cambio, les dejo con una nota positiva compartida por el Foro Económico Mundial sobre una encuesta de mis colegas modeladores globales: que si los millennials son felices, el mundo prosperará.

Lampadia




Las peores predicciones tecnológicas

Las peores predicciones tecnológicas

¿Podemos saber qué va a pasar en el futuro? Existe una larga tradición entre científicos, ingenieros e industriales de cada año nuevo, hacer predicciones sobre un futuro. La verdad es que cada vez la tecnología avanza a pasos más agigantados parece más difícil que nunca desentrañar el futuro.

Por ejemplo, ¿será el blockchain una tecnología disruptiva, o un fracaso como dice Nouriel Roubini? ¿Será este finalmente el año en que la realidad virtual tome vuelo? ¿Las máquinas con inteligencia artificial llegarán a reemplazarnos?

La tecnología ha demostrado ser extraordinariamente sorprendente durante el siglo pasado. A pesar de la vasta información que los expertos de la industria han tenido al alcance de la mano, han hecho algunos pronósticos terribles a lo largo de los años.

Las predicciones que más recuerda la historia son aquellas que demuestran un juicio erróneo espectacular, un malentendido, una hipérbole demasiado optimista, el autoengaño o un buen pensamiento ilusorio.

A continuación queremos compartir un artículo que ha enumerado las peores predicciones, que muestran cómo incluso los titanes de la industria no siempre saben de qué están hablando. Ya sean predicciones sobre el progreso tecnológico, las tasas de adopción o el potencial del mercado, todos podemos estar de acuerdo en que estas predicciones fueron totalmente erróneas. Lampadia

15 peores predicciones tecnológicas de todos los tiempos

Forbes
Robert J. Szczerba
Contribuyente
Traducido y glosado por Lampadia

Hay un viejo dicho que dice: “Predecir el futuro es fácil… acertar es la parte difícil”. Como le damos la bienvenida al comienzo de otro año, nos recibe un suministro casi ilimitado de aspirantes a Nostradamus que intentan predecir cómo el futuro de la tecnología se cumplirá. Lo interesante se produce cuando uno mira hacia atrás las predicciones pasadas para ver quiénes dieron en el blanco y quiénes no.

Para casi todas las predicciones de tecnología, existe el debate habitual sobre la redacción real o el contexto de la predicción o incluso si la atribución es correcta. A veces el debate resulta más divertido que la propia predicción.

Y luego hay predicciones que se vuelven famosas simplemente por lo equivocadas que resultaron ser, como la famosa cita de 1943 del presidente de IBM, Thomas Watson, de que “…hay un mercado mundial para tal vez cinco computadoras”.

A continuación, se encuentran mis 15 predicciones de tecnología favoritas, que abarcan los últimos 150 años, que no se desarrollaron como se esperaba.

1876: “Los estadounidenses necesitan el teléfono, pero nosotros no. Tenemos muchos mensajeros”. – William Preece, la oficina de correos británica.

1876: “Este ‘teléfono’ tiene demasiadas deficiencias para ser considerado seriamente como un medio de comunicación”. – William Orton, presidente de Western Union.

1889: “Engañarse con la corriente alterna (CA) es solo una pérdida de tiempo. Nadie lo usará, nunca”. – Thomas Edison.

1903: “El caballo está aquí para quedarse, pero el automóvil es solo una novedad, una moda”. El presidente del Michigan Savings Bank aconsejó al abogado de Henry Ford, Horace Rackham, que no invirtiera en la Ford Motor Company.

Las primeras predicciones fueron que el carro sin caballos de Henry Ford era simplemente una “moda”.
(Fuente de la imagen: T. Whalebone a través de Wikipedia)

1921: “La caja de música inalámbrica no tiene un valor comercial imaginable. ¿Quién pagaría por un mensaje enviado a nadie en particular?

1946: “La televisión no podrá mantenerse en ningún mercado que capture después de los primeros seis meses. La gente pronto se cansará de mirar una caja de madera todas las noches”. – Darryl Zanuck, 20th Century Fox.

1955: “Las aspiradoras nucleares probablemente serán una realidad dentro de 10 años”. – Alex Lewyt, presidente de la compañía de aspiradoras Lewyt.

1959: “Antes de que el hombre llegue a la luna, su correo será entregado en cuestión de horas desde Nueva York a Australia por misiles guiados. Estamos en el umbral del correo de cohetes”. – Arthur Summerfield, Director General de Correos de los Estados Unidos.

1961: “No hay prácticamente ninguna posibilidad de que los satélites espaciales de comunicaciones se utilicen para proporcionar un mejor servicio de teléfono, telégrafo, televisión o radio dentro de los Estados Unidos”. – T.A.M. Craven, comisionado de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).

1966: “Las compras remotas, aunque son totalmente factibles, fracasarán”. – Time Magazine.

1981: “Los teléfonos celulares no reemplazarán absolutamente los sistemas de cableado locales”. – Marty Cooper, inventor.

1995: “Predigo que Internet pronto se convertirá en una supernova espectacular y en 1996 colapsará catastróficamente”. – Robert Metcalfe, fundador de 3Com.

2005: “Simplemente no hay tantos videos que quiero ver”. – Steve Chen, CTO y cofundador de YouTube expresando preocupaciones sobre la viabilidad a largo plazo de su compañía.

2006: “Todos siempre me preguntan cuándo saldrá Apple con un teléfono celular. Mi respuesta es: ‘Probablemente nunca'”. – David Pogue, The New York Times.

2007: “No hay ninguna posibilidad de que el iPhone obtenga una participación de mercado significativa”. – Steve Ballmer, CEO de Microsoft.

Entonces, ¿cuáles son sus predicciones de tecnología para el Año Nuevo?

Como CEO de X Tech Ventures, me enfoco en aplicar tecnologías que cambian el juego de múltiples y diversos dominios para revolucionar la atención médica. Anteriormente, fui Senior Emmeritus y Director Corporativo de Global Healthcare and Life Sciences en Lockheed Martin.

Robert J. Szczerba, CEO de X Tech Ventures, es un reconocido líder en tecnología, innovación y emprendimiento social.




La puerta de la verdad

Líneas abajo compartimos otro informe de Bjørn Lomborg, uno de los pocos (pero poderosos) analistas globales que nos demuestran con cifras, con hechos y con la verdad, los indicadores sobre el progreso de la humanidad en los planos económicos, sociales, ambientales e institucionales. Para una mejor ilustración sobre nuestra realidad, ver en Lampadia: 7 ensayos sobre la prosperidad

Las noticias malas nos ganan el ojo todos los días y por eso es que hay que hacer un cierto esfuerzo consciente para no dejar de ver los procesos de mejora de la humanidad en los planos indicados. Lampadia

Vivimos en un mundo mejor
16 de agosto, 2018
Bjørn Lomborg
Profesor Visitante del Copenhagen Business School, director del Copenhagen Consensus Center
Project Syndicate
Glosado por Lampadia

Es muy fácil formarse la opinión de que el mundo moderno se está desmoronando. Nos enfrentamos constantemente a un ataque de negatividad: titulares que amedrentan, resultados de investigaciones alarmantes y estadísticas miserables.

En verdad, existen muchas cosas en el planeta por las que deberíamos estar profundamente preocupados. Pero obsesionarnos con las historias de terror significa que nos perdemos el panorama más amplio.

Las Naciones Unidas se centran en tres categorías de desarrollo: social, económico y ambiental. En cada categoría, mirando en retrospectiva los últimos 25 años, tenemos muchos más motivos para celebrar que para alarmarnos. Por cierto, estos años han sido un período de progreso extraordinario.

A nivel social, el indicador más importante es cuántos años vive cada uno de nosotros. En 1990, la expectativa de vida promedio era de 65 años. En 2016, subió a 72.5 años. En apenas 26 años, ganamos 7.5 años de vida.

Un pesimista podría sugerir que esto significa que tenemos 7.5 años más para estar enfermos y sentirnos miserables, pero no es el caso. En 1990, pasábamos casi el 13% de nuestra vida enfermos, y ese porcentaje no ha aumentado. Y si bien se habla mucho sobre que la desigualdad está peor que nunca, en esta medición más vital, la desigualdad está disminuyendo: la brecha entre la expectativa de vida en los países pobres y ricos se ha achicado drásticamente.

En términos de desarrollo económico, uno de los indicadores más importantes es el porcentaje de personas que viven en la pobreza. Hoy mucha menos gente vive en una condición de necesidad deplorable. En 1990, el 37% de la gente vivía en condiciones de extrema pobreza; hoy es menos de una persona de cada diez. En apenas 28 años, más de 1.250 millones de personas han sido sacadas de la pobreza –un milagro que recibe demasiado poca atención.

Si miramos el medio ambiente, uno de los principales asesinos es la contaminación del aire en lugares cerrados causada por gente pobre que utiliza estiércol y madera para cocinar y mantenerse abrigados. En 1990, esto causó más del 8% de las muertes; ahora es el 4,7%. Eso equivale a que son más de 1.2 millones de personas menos que mueren por contaminación del aire en lugares cerrados cada año, a pesar de un incremento de la población.

Existe una tendencia similar en muchas otras estadísticas de desarrollo ambiental. Entre 1990 y 2015, el porcentaje del mundo que practicaba defecación al aire libre se redujo a la mitad, al 15%. En el mismo período, 2,600 millones de personas más tuvieron acceso a mejores fuentes de agua, alcanzando un porcentaje del 91%. Más de un tercio de toda la población del mundo ganó acceso a un agua de mejor calidad.

Las mejoras no terminan ahí: el mundo está más alfabetizado; el trabajo infantil ha venido cayendo; vivimos en uno de los momentos más pacíficos de la historia, y la mayoría de los gobiernos del mundo son regímenes democráticos.

Max Roser de la Universidad de Oxford ha creado un sitio web integral para explorar datos como estos. Curiosamente sugiere que podríamos pensar en estos cambios que se produjeron en 25 años en términos de lo que sucedió en las últimas 24 horas. Visto de esta manera:

  • Sólo en el último día, la expectativa de vida promedio aumentó 9.5 horas
  • 137,000 personas salieron de la pobreza extrema
  • 305.000 tuvieron acceso a agua potable más segura.

Los medios podrían haber contado cada una de estas historias todos los días desde 1990.

Pero las buenas noticias no son tan noticiosas como las malas noticias. Esto no es sólo culpa de los medios. Es más difícil contar una historia positiva. En muchos casos, la “noticia” no es que sucedió algo, sino que algo malo ya no está sucediendo. No capta nuestra imaginación de la misma manera. Un estudio interesante de 2014 determinó que inclusive cuando los participantes decían que querían leer historias positivas, su comportamiento revelaba una preferencia por el contenido negativo (una preferencia de la que ni siquiera eran conscientes).

Todos deberíamos proponernos prestar más atención a los hechos positivos. Cuando a la gente se le pregunta si las condiciones de vida en el mundo serán mejores en 15 años, el 35% cree que sí, y el 29% cree que empeorarán –esencialmente un cincuenta-cincuenta-. Pero entre la gente que entiende que muchas cosas en el planeta ya están mejor que antes, el 62% cree en el progreso. Ese porcentaje cae a apenas 17% entre quienes desconocen los hechos. La percepción de que todo está empeorando pinta un panorama distorsionado de lo que podemos hacer, y nos hace sentir más temerosos.

Consideremos el escenario bastante frecuente en el que los políticos y los medios despiertan el miedo a la delincuencia, inclusive cuando las estadísticas demuestran que las tasas de criminalidad a nivel nacional son bajas o están cayendo. Finalmente, se puede terminar dedicando la atención y los recursos escasos a solucionar un desafío equivocado, y ponemos más policía en la calle o reducimos las libertades civiles, en lugar de implementar más políticas que favorezcan el bienestar –pero que son menos noticiosas- como mejorar la pre-escolaridad o la atención médica.

Mientras que entender mal los hechos puede resultar fácilmente en políticas equivocadas basadas en el miedo, un reconocimiento más equilibrado basado en los hechos de lo que la humanidad ha logrado nos permite centrar nuestros esfuerzos en aquellas áreas en las que podemos obtener los mejores resultados (muchas veces donde ya nos está yendo bien). Esto garantizará que el futuro pueda ser aún más brillante. Lampadia




La crisis del 2008-9 puso a la economía en la palestra

Durante el ‘cambio de era’ que nos toca vivir, se está cuestionando todo. En nuestro afán por empoderar a los ciudadanos y colaborar en la formación de un pensamiento crítico, compartimos líneas abajo, un cambio de ideas sobre las fallas de la economía y el contexto para juzgarla.

En este trance de cambios, las apreciaciones sobre la economía son de especial importancia, pues esta disciplina inspira buena parte de la formación de las políticas públicas.

Más allá de la discusión entre Tom Clark y Chris Giles, sobre si nos falló o no, la economía, es importante remarcar, desde nuestro punto de vista, una crítica que se sobrepone a las capacidades o incapacidades de lograr mejores orientaciones de las políticas públicas, es la capacidad de comunicación de los economistas.

Efectivamente, cuando en una sociedad se estresan las estructuras y se generan angustias por el devenir, y cuando se producen cambios en normas y condiciones de vida, los ciudadanos, y los medios como sus intérpretes, voltean la cara para recibir comentarios de los economistas.

AFINA LA FORMA DE COMUNICAR. BBVA

Pero como la gran mayoría de economistas no han sido capacitados en habilidades de comunicación, se dificulta la compresión de los acontecimientos sociales entre los ciudadanos.

En nuestra opinión, todos los economistas deben saber: comunicar, comunicar y comunicar. Lampadia 

¿Acaso nos falló la economía?

Tom Clark y Chris Giles
Financial Times
23 de abril de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Dos expertos debaten sobre el futuro de la economía

Sí – todavía estructuras obsoletas sustentan prescripciones políticas. Es necesario aclararse la garganta antes de hablar con ánimo defensivo de una profesión, escribe Tom Clark [Editor de Prospect]. Así que déjenme ser claro: muchas personas llamadas economistas están haciendo cosas valiosas. Nos pueden decir si un sistema de pensiones es sostenible, si el mundo pobre se está poniendo al día con los ricos y quién podría perder con un impuesto en particular.

Pero gran parte de este trabajo es en verdad solamente aritmética social; el razonamiento económico simplemente colorea (o en ocasiones distorsiona) las interpretaciones. El trabajo útil ciertamente requiere alfabetización estadística, pero a menudo no se da, si somos honestos, en gran parte de la teoría económica en cuestión. De hecho, algunos de los hallazgos empíricos recientes más llamativos, han desmentido teorías, como el descubrimiento de que si les das a los pensionistas un pago de combustible invernal, no se embolsan racionalmente como cualquier efectivo, sino que realmente lo gastan en combustible.

No digo que no haya lecciones útiles en la teoría básica: la idea fundamental de que las personas responden a los incentivos para dar sentido al mundo; así lo hacen también algunos otros conceptos, como “externalidades” y “costos de oportunidad”. Muy ocasionalmente, un razonamiento más abstracto encuentra una aplicación poderosa. Es difícil calificar la economía contemporánea como un éxito.

Entiende el mundo como una serie de desviaciones de una visión descabellada de mercados omnipresentes e impecables: competencia imperfecta, información imperfecta compartida, etc. Explique esto a alguien que nunca ha sido convencido por la competencia perfecta y recibirán con una mirada desconcertada. Tome la “selección adversa” (más o menos: “Sé que usted sabe si el automóvil de segunda mano que está tratando de venderme es basura, lo que me hace reacio a desprenderse de mi efectivo”). Después de un período de economía, pensé: “eso es brillante”. Pero póngalo a alguien que no sabe nada (lo he intentado) y ellos dirán: “eso es absolutamente obvio”.

El viejo paradigma todavía enmarca las prescripciones de políticas públicas. En los negocios y el gobierno, los economistas asumen que la eficiencia se mejorará al poner en línea el precio y los costos marginales, a pesar de que no hay garantía de que eso sea así en el momento en que nos alejamos del ideal competitivo. Y, en un mundo de flujos, donde las fortunas están conformadas por procesos dinámicos como la invención y la guerra, la economía se desvía por un anhelo de equilibrios estables.

Ese ordenado marco de pensamiento, alimentó la infame falla de no ver venir el colapso de 2008. Los outsiders, como Gillian Tett, del Financial Times, quien enfocó las cosas desde un punto de vista ecléctico y antropológico, sonaron advertencias mucho más claras. Recuerdo estar en un pub con un grupo de economistas después de la tormenta y uno tuvo la honestidad de preguntar: “Entonces, ¿qué está pasando?” Nadie podría arrojar mucha luz. Es cierto que estos eran generalistas, no macro-especialistas, pero el país sufría un ataque al corazón económico. Nadie perdonaría a un médico de cabecera que olvidó lo que era un paro cardíaco.

Cuando se trata de crisis futuras, Martin Wolf sostiene que deben hacerse preguntas de búsqueda sobre patología, profilaxis y paliativos. Eso suena como que hubieras esperado que cada base de la economía lo cubriera. Mientras reunimos los paliativos para sobrevivir a la recesión anterior, no hay confianza en que tengamos suficiente en el armario para la próxima vez. En cuanto a la prevención, los economistas pueden describir cómo se forman los cambios en la deuda, pero les faltan ideas sobre cómo reducirla.

Mucho permanece en la oscuridad. Hay incertidumbres incuantificables, algo que John Maynard Keynes consideró importante hace 80 años, que desde entonces ha languidecido en el cuadro “demasiado difícil” porque los modelos funcionan mal cuando los riesgos porcentuales se reemplazan por signos de interrogación.

Aquí está el problema. Los grandes problemas económicos de nuestra época, quizás los de todas las épocas, son sobre la incertidumbre. Los mejores economistas siempre han ideado modelos para demostrar puntos particulares en un contexto, y luego los descartan alegremente en otro. Pero la enseñanza y la evaluación han enfatizado el dominio de los modelos sobre las instalaciones críticas para hacerlos pedazos. Las últimas cohortes de jóvenes que, al menos en Inglaterra, han crecido siendo alimentados con cuchara para interminables exámenes escolares, llegan a la universidad y descubren que el atajo a un título de primera clase no es pensamiento crítico o incluso precisión. La profesión confía demasiado en su dominio sobre el mundo, y luego, por lo que veo en las redes sociales, comienza a ofenderse cuando se le presiona con las preguntas incómodas. Para mí, ese es el fracaso más claro de todos.

No – siempre y cuando no espere adivinanzas, la economía es notablemente exitosa.

Si le pediste a un grupo de economistas que pronosticara mi respuesta a esta pregunta, la gran mayoría diría que respondería “no”, escribe Chris Giles. Un análisis de mis probables motivaciones y mis limitaciones trabajando en la rigurosa sala de redacción del Financial Times sería evidencia suficiente para la mayoría. No habrían tenido garantía de estar en lo correcto, pero hubieran estado en lo cierto. Ignore las largas diatribas que se refieren a los “paradigmas neoclásicos” o al dominio “neoliberal” (términos que no significan nada para las personas sensatas); este ejemplo trivial está mucho más cerca del tipo de análisis que apuntala la economía. Pida un poco de la teoría más relevante, piense en una pregunta de manera lógica, reúna y analice datos y luego llegue a un punto de vista, entendiendo que puede estar equivocado.

La economía es fundamentalmente un estudio de cómo funciona el mundo y cómo hacerlo un lugar mejor. Mientras no espere adivinar, es notablemente exitosa en este empeño, iluminando muchas de las preguntas más importantes y difíciles que enfrenta la sociedad.

Los buenos economistas no pretenden ser capaces de predecir el futuro o responder a todas las preguntas con precisión, pero pueden usar una variedad de herramientas, datos y teorías para proporcionar información y mejorar nuestra comprensión.

Si desea un análisis cuidadoso de quién realmente gana y pierde de los recortes de impuestos de Donald Trump, los peligros inherentes al crecimiento continuo de la deuda, la importancia de los teléfonos inteligentes para la vida laboral de las personas en el este de Asia o los efectos históricos de la imposición de barreras comerciales, la economía informa y los economistas pueden dar buenas respuestas. En las reuniones de la semana pasada del FMI y el Banco Mundial, el análisis económico proporcionó evidencia interesante sobre cada uno de estos temas, entre muchos más.

Es importante no colgarse de los errores, incluso de los grandes. Sí, los economistas, colectivamente, no pudieron predecir la crisis financiera. La macroeconomía subestimó la importancia de los bancos para la estabilidad económica y muy pocos microeconomistas observaban los incentivos que se aplicaban en el sistema financiero. La economía está lejos de ser perfecta y aún tiene mucho por aprender. Eso es lo que hace que el tema siga siendo tan importante y emocionante.

Pero la disciplina es aprender de los errores. No niega que sus modelos fallaron. Tras el nuevo análisis, la política financiera y económica ha cambiado.

El nuevo pensamiento no detendrá todas las nuevas crisis financieras. Más fundamentalmente, incluso si evita las crisis en los años venideros, nunca lo sabremos, porque se no puede ‘detectar’ una crisis que se evitó.

Entonces, cuando la Reina preguntó por qué nadie nos advirtió sobre la crisis financiera, los economistas presentes fueron amables y murmuraron algo en sus zapatos, pero debieron haberse mantenido firmes y responder: “Esa es una pregunta estúpida, Majestad. ¿Por qué no está interesada en lo que estamos haciendo para mejorar las cosas la próxima vez?”

Los críticos de esta sombría ciencia, a menudo se obsesionan con el hecho de que las predicciones económicas tienen errores. Por supuesto que lo hacen. El futuro es incierto. El presente es incierto. El pasado es incierto porque no podemos medir las cosas a la perfección. Cuando los economistas hacen un pronóstico, ya sea uno incondicional (cuánto crecerá la economía italiana el próximo año) o uno condicional (cuánto reducirá la obesidad el impuesto sobre el azúcar), los economistas intentan cotejar la evidencia relevante que puede proporcionar cierta orientación.

El resultado será incorrecto, pero los economistas pueden decirle desde la historia qué tan grandes son los errores y hasta qué punto es una pregunta susceptible de pronóstico. Lo que es más importante, los modelos y pronósticos, permiten un escrutinio para que las audiencias cuidadosas puedan tener claro qué suposiciones simplificadoras se hicieron y cuáles son importantes. Obtener un pronóstico incorrecto es una oportunidad de aprendizaje para mejorar el análisis y el proceso la próxima vez. Esto es lo que hacen los buenos economistas.

Así es exactamente cómo funcionan otras buenas disciplinas. Meteorología busca mejorar su comprensión de los patrones climáticos con mejores modelos y datos para mejorar su servicio al público. La medicina busca mejorar su tratamiento. No ha fallado cuando las personas mueren en el hospital.

La economía tampoco le dice a la gente cuál es la decisión “correcta”. Intenta decirle la posible consecuencia de una acción y da una indicación de qué tan bien conoce sus hechos. Es curiosa sobre las formas de influir en el comportamiento que no concuerdan con incentivos financieros simples, por ejemplo, las teorías de “empujar”. Busca recopilar mejores datos y exponer los argumentos al escrutinio, como la siempre molesta cuestión de distinguir entre correlación y causalidad.

Hay, por supuesto, una gran cantidad de malas prácticas económicas: pensamiento aleatorio, tanto por parte de economistas ortodoxos que se apegan rígidamente a una escuela de pensamiento como de voces autodoxas que hacen exactamente lo mismo, pero con otro conjunto de teorías rígidas.

Lo peor son las voces económicas que sugieren que las cosas son fáciles, si solo la gente viera el mundo a su manera. Venden la fantasía de las decisiones que no involucran las muchas concesiones en las que la mayoría de la profesión principal se agoniza. Las guerras comerciales son simples de ganar, el Brexit liberalizará el entorno comercial de Gran Bretaña, los recortes de impuestos se pagan por sí mismos; estos son solo tres argumentos malos que han ganado fuerza en ambos lados del Atlántico recientemente.

Golpear a la economía se ha convertido en un deporte popular, incluso dentro de partes de la profesión. Pero el mundo sería mucho más pobre sin su contribución para comprender cómo funcionan las sociedades y las sugerencias de los economistas sobre cómo los políticos podrían mejorarlas. Entonces, ¿ha fallado la economía? No. ¿Podría hacerlo mejor? Por supuesto. Lampadia




Las relaciones del Estado con los medios de comunicación

Las relaciones del Estado con los medios de comunicación

El proyecto de ley del congresista Mauricio Mulder (proyecto de ley N° 2133), que prohibiría a entidades del Estado contratar publicidad en medios privados, ha traído al debate las relaciones del Estado con los medios de comunicación. Esta iniciativa busca eliminar el uso de la herramienta publicitaria de manos del Estado, así sea para fines informativos. Una propuesta fuera de lugar, pero que permite revisar algunos procesos que sí pueden ser negativos para la salud de la democracia.

Para analizar este tema, debemos distinguir: por un lado, la publicidad y la comunicación del Estado, y la necesidad de evitar usos indebidos de la publicidad estatal, cómo el aprovechamiento político, patrimonialismo, y venta de sapos por culebras. Y por otro, la cooptación de periodistas y medios en las regiones con recursos del Estado.

Fuente: blogspot.com

Publicidad y comunicación

El objetivo del proyecto Mulder es prohibir “toda la publicidad en medios privados” y que, de hacerlo, “será considerada delito de malversación”. ¿Debe el Estado hacer publicidad? Para esto, debemos hacer una diferencia entre la publicidad y la comunicación en los medios de comunicación.

El Perú adolece de una gran falta de comunicación desde el Estado a la población en aspectos tan importantes como, iniciativas legislativas que tomen cierta posibilidad de transitar a convertirse en normas, o las razones que expliquen las iniciativas legislativas del Ejecutivo, etc.

El Estado debe usar sus medios de comunicación para comunicar a la opinión pública, las políticas y los avances que permitan tener ciudadanos bien informados.

El Estado, ya sea a través del gobierno nacional o de los gobiernos regionales y municipales, no debe privilegiar a determinados medios a cambio de favores políticos. Sin embargo, tampoco se le puede impedir al Estado que utilice los medios de información para hacer algo de publicidad, y, sobre todo, comunicación informativa.

Lo que no se debe hacer es utilizar publicidad pagada para encubrir a instituciones ineficientes, como las recientes campañas de Sedapal, EsSalud y el SUNEDU.

Algo que si debe prohibirse es el uso de trolls para atacar a opositores o crear líneas de opinión pública. Esta es una forma de interacción perversa con los ciudadanos, que no puede justificarse en ningún caso. Esto se refiere a aquellas personas dedicadas a emitir falsedades y a manipular los contenidos de las redes sociales, con el propósito de obstaculizar, bloquear, desvirtuar y opacar a personas o hechos; así como tergiversar el ambiente digital con información ambigua y no verificada con el fin de manipular a los ciudadanos según designios políticos.

Cooptación mediática

El peso del gasto que realiza el Estado y los gobiernos regionales y/o municipales en comunicación a través de medios impresos, radiales o televisivos en las regiones es aúnmás preponderante, por lo que debieran mejorarse los procesos de rendición de cuentas.

Además, hay que tomar en cuenta el uso de mecanismos escondidos de influencia en los medios, vía la contratación de servicios personales de periodistas y otros profesionales, que conllevan compromisos y acciones mediáticas subterráneas.

Regulación

No obstante, somos conscientes que no se puede esperar que la autorregulación funcione, y menos aun dentro del Estado mismo. Consiguientemente es necesario colocar frenos en la conducta del Estado para evitar excesos.

Para lograrlo, se debe establecer un tope para restringir la cantidad de publicidad que puede hacer el Estado con el presupuesto público y no debería sobrepasar un porcentaje determinado del pliego presupuestal correspondiente. Y tampoco, debería superar un cierto porcentaje de los ingresos un medio de comunicación en particular. Además, el gobierno podría hacer más transparente sus gastos de publicidad estatal (al igual que los medios podrían ser más transparentes con sus ingresos), para así dejarle la libertad a la población de usar su propio criterio sobre la validez de la información brindada. Lo mismo debería suceder con las asesorías y consultorías, como el número de asesorías de la PUCP en el MINEDU, entre otros ejemplos.

Sin embargo, el método más efectivo (y el más difícil de lograr) para evitar caer en estas manipulaciones es educar al público. Los medios tienen la obligación de ayudar al público a convertirse en consumidores más críticos de la información. La manipulación de los medios es uno de los mayores riesgos para todos nosotros, y nuestra labor es evitar que interfieran en la neutralidad de los espacios mediáticos. Lampadia




Facebook, Twitter y Google en la mira

Todos recibimos noticias falsas (conocidas como las ‘Fake News’), narraciones falsas creadas en los medios de comunicación, para distorsionar, moldear y manipular la opinión pública. Con la existencia de las redes social, tal desinformación, diseñada para atraer dólares publicitarios o promover una causa política, se puede propagar más rápido que nunca.

Durante el período previo a las elecciones en Estados Unidos, un sinnúmero de noticias falsas apareció en las redes sociales, algunas de las cuales llegaron a difundirse ampliamente entre el electorado. Nunca se sabrá cuán grande fue el impacto de estas historias en las elecciones, pero fueron lo suficientemente prevalentes como para que todoslos países el mundo hayan tomado nota y estén empezado a tomar distintas medidas.

Fuente: infobae.com

El pasado 31 de octubre, los gigantes de Internet de Estados Unidos se comprometieron ante el Congreso a combatir las operaciones de noticias falsas en sus plataformas. Facebook, Google y Twitter aseguraron a los senadores que tomarán medidas enérgicas contra las operaciones de desinformación, propaganda y provocación.

Colin Stretch (izquierda), Consejero General de Facebook; Sean Edgett (centro), Consejero General interino de Twitter, y Richard Salgado (derecha), Director de Aplicación de la Ley y Seguridad de Información de Google; prestaron juramento antes de testificar ante el Congreso de EEUU – AFP

En sus testimonios, mostraron que millones de votantes fueron expuestos a información falsa generada por Rusia, que, según analistas pretendían provocar discordia en la sociedad estadounidense y promover la candidatura de Trump frente a su rival Hillary Clinton. “Estamos profundamente preocupados por todas estas amenazas”, dijo un responsable de Facebook, Colin Stretch, a la subcomisión Judicial del Senado:

  • Mark Zuckerberg reconoció que los contenidos manipulados llegaron a 126 millones de usuarios en su plataforma.
  • Twitter dijo que había descubierto 2 mil 752 cuentas controladas por rusos, y más de 36 mil bots que tuitearon 1.4 millones de veces durante las elecciones.
  • Google reveló por primera vez que había encontrado más de mil videos con 43 horas de contenido relacionado y halló 4,700 mil dólares en anuncios de búsqueda y visualización en Rusia.

Por otro lado, cada día es más evidente la acumulación de poder de las grandes compañías de TI. Se afirma que estas empresas no son conscientes de su creciente importancia sistémica, algo que puede llevar a regulaciones que pueden afectar el desarrollo del sector, y a la sociedad en conjunto.

Además, estas empresas han acumulado algo que empieza a llamarse como poder monopólico. Situación que generará otras reacciones políticas y viene ya, generando reacciones proteccionistas de varios países europeos.

Una reciente publicación especial de Project Syndicate, titulada el ‘Big Tech Crunch’ analiza este importante tema con cuatro contribuciones:

  • Las principales compañías tecnológicas parecen ciegas a su creciente importancia sistémica. Mohamed El-Erian.
  • El mayor peligro que representa Big Tech es su rol en acelerar la convergencia entre países democráticos y autocráticos. Mark Leonard.
  • La libertad de prensa sigue siendo muy vulnerable. Anya Shiffrin.
  • El patrón de crecimiento de la industria de TIcontribuye a la creciente desigualdad. brecha entre ricos y pobres. Mordecai Kurz.

A pesar de que los artículos que traducimos y glosamos líneas abajo son un poco extensos, consideramos importante su lectura, para entender lo que está sucediendo y cuáles son las medidas que se deberían tomar para poder mayores daños futuros. Lampadia

I.- Big Tech se encuentra con el Big (gran) gobierno

Mohamed A. El-Erian
Project Syndicate
2 de noviembre de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

En un mundo ideal, las principales compañías tecnológicas reconocerían y se adaptarían a su creciente importancia sistémica a la par de los actores externos, incluidos los gobiernos y los consumidores, logrando así el equilibrio adecuado entre innovación, beneficios y protección al consumidor, y seguridad nacional. Pero no estamos en un mundo ideal.

Los impresionantes resultados trimestrales de las mayores compañías de tecnología muestran que están lejos de saturar sus mercados de consumo, agotar sus ciclos de innovación o alcanzar la madurez de crecimiento. Estos ilustran la creciente importancia sistémica del sector, perotambién presentan un inconveniente particular.

Con una mayor importancia sistémica a menudo viene un mayor escrutinio. Cuanto más tiempo tarden estas empresas en reconocer su importancia sistémica, mayor será la probabilidad de una reacción más fuerte por parte de los gobiernos y el público, perjudicando a las empresas y su capacidad de mejorar el bienestar de los consumidores.

Las compañías tecnológicas, pueden atraer inversiones masivas. No solo pueden fortalecer su posición en el mercado, también pueden desarrollar capacidades innovadoras. Incluso pueden reinventarse repetidamente y, por lo tanto, permanecer constantemente en la frontera tecnológica.

Muchos de los servicios de estas compañías son ostensiblemente gratuitos, lo que facilita su rápida adopción por parte de los consumidores.

La rápida acumulación de poder de mercado de las principales compañías tecnológicas ha llevado al surgimiento de oligopolios en algunos sectores y de monopolios en unos pocos. Su influencia social, económica e incluso política, se ha disparado en algunos casos.

Esto plantea serios riesgos: por más beneficios que traigan las innovaciones de Big Tech, también pueden servir como medios importantes para que actores estatales o no estatales, provoquen sus propias disrupciones.

No debería sorprender que las firmas de Big Tech tiendan a moverse mucho más rápido que los gobiernos y los reguladores. Como tal, lo que comenzó como una actitud de laissez-faire y de negligencia benigna, en gran parte resultado de ignorancia y falta de atención, se está convirtiendo en algo más fuerte. A medida que las empresas tecnológicas alcanzan una importancia sistémica, las actitudes hacia ellas cambian marcadamente.

En los últimos años, las principales empresas de tecnología se han enfrentado a un escrutinio más intenso de sus prácticas competitivas, comportamiento fiscal, usos de datos y políticas de privacidad. También han surgido preguntas más amplias sobre sus beneficios, como el desplazamiento laboral y los efectos sobre el crecimiento salarial, aun cuando las sociedades reconocen cada vez más, que la disrupción tecnológica implica la necesidad de una reforma educativa y mejores habilidades y capacitación.

Sin embargo, el propio sector tecnológico aún parece subestimar su creciente importancia sistémica.

Cuanto más tiempo se mantenga este descuido, mayor será el riesgo de que las empresas tecnológicas pierdan el control de la narrativa. Más allá de alimentar un aumento en el monitoreo, la regulación y la supervisión externa, existe el riesgo de una reacción negativa de los consumidores, o incluso una mayor explotación de las innovaciones por parte de actores malintencionados.

Pero no vivimos en un mundo ideal. Hasta ahora, las fuerzas internas y externas han estado fuera de sincronización, en términos de percepciones, capacidades y acciones. Si a eso se le agregan los sesgos conscientes e inconscientes y tentaciones considerables de manipulación política, los riesgos se vuelven aún más profundos.

Big Tech puede y debe desempeñar un rol más importante para ayudar a que toda la economía evolucione de manera ordenada y mutuamente beneficiosa.

Si el sector tecnológico no logra dichos cambios, la supervisión y las regulaciones del gobierno, se intensificarán inevitablemente. Y es posible que ese resultado no sea positivo para la sociedad, y mucho menos para los negocios.

II.- La ilusión de libertad en la era digital

Mark Leonard
Project Syndicate 
3 de noviembre de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

El mayor peligro en los próximos años no es que la tecnología ponga a las sociedades libres y autocráticas cada vez más en desacuerdo entre sí. Es que las visiones distópicas de George Orwell y Aldous Huxley se manifiesten en ambos tipos de sistema.

En las últimas semanas, los medios de todo el mundo se han saturado de historias sobre cómo la tecnología está destruyendo la política. En autocracias como China, el miedo es a los estados de ‘Big Brother’ ultra-empoderados, como en‘1984’ de George Orwell. En democracias como Estados Unidos, la preocupación es que las compañías tecnológicas continúen exacerbando la polarización política y social, al facilitar la diseminación de desinformación y crear “burbujas de filtros” ideológicos, que conducen a algo parecido al ‘Brave New World’ (El Mundo Feliz) de Aldous Huxley.

De hecho, al producir una convergencia entre democracias y dictaduras, las nuevas tecnologías hacen que estas dos visiones distópicas sean imposibles. Pero eso no significa que no hay nada que temer.

Gran parte de la cobertura del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) se centró en la consolidación del poder del presidente Xi Jinping. Los observadores advierten que está creando una dictadura de la era de la información, en la que las tecnologías que se esperaba trajeran libertad a los 1,400 millones de ciudadanos chinos, contrariamente, le han permitido afianzar su propia autoridad. Ahora usan Big Data, en lugar de fuerza bruta, para asegurar la estabilidad.

Y los datos son realmente grandes. Más de 170 millones de cámaras de vigilancia de reconocimiento facial siguen cada paso de los ciudadanos.

El PCCh también está usando tecnología para administrar a los miembros del partido, y ha desarrollado docenas de ‘apps’ para comunicarse con ellos.

El impacto de la tecnología en la política estadounidense ha sido aún más visible, pero se analiza en términos del mercado, en lugar del estado. Entre las historias más llamativas se encuentra el rol que desempeñaron las “noticias falsas” en la configuración de las elecciones presidenciales del año pasado. Facebook ha admitido que 126 millones de estadounidenses podrían haber visto noticias falsas durante la campaña.

Pero más allá de tales desarrollos explosivos hay una ansiedad más amplia sobre la capacidad de las compañías tecnológicas para controlar la información que reciben las personas. Con los algoritmos secretos de Big Tech determinando cómo percibimos el mundo, cada vez es más difícil para las personas tomar decisiones conscientes, lo que los filósofos perciben como la dimensión básica del libre albedrío.

Las grandes compañías tecnológicas, que valen más que el PBI de algunos países, buscan maximizar las ganancias, no el bienestar social. Sin embargo, en un momento en que la atención está suplantando al dinero como el bien más valioso, el impacto de sus decisiones es de gran alcance. James Williams, un ingeniero de Google convertido en académico, argumenta que la era digital ha desatado una competencia feroz y que pocos se han beneficiado más que Trump, que es para el Internet lo que Ronald Reagan fue para la televisión.

Al mismo tiempo, el impacto de la tecnología en la política es relativamente independiente del tipo de régimen. La tecnología está borrando las diferencias entre sociedades abiertas y cerradas, y entre economías planificadas y libres.

Al revelarse la vigilancia gubernamental masiva de la (NSA), la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, Edward Snowden dejó en claro que el deseo de omnisciencia del estado no se limita a China. Por el contrario, es central para la idea de la seguridad nacional en EEUU.

En China, las cosas se mueven en la dirección opuesta. Sin duda, el gobierno chino está presionando a las principales compañías tecnológicas para que le otorguen un papel directo en la toma de decisiones corporativas y el acceso directo a sus datos. Al mismo tiempo, sin embargo, el Internet está cambiando la naturaleza de la política y la economía china, empujando a ambos a ser más receptivos de las necesidades del consumidor.

Jack Ma, de Alibaba, piensa que China puede usar Big Data para diseñar intervenciones estatales perfectamente calibradas que le permitan superar a las economías de libre mercado. Ma cree que en las próximas décadas “la economías planificadas se harán cada vez más grandes”.

En la era digital, el mayor peligro no es que la tecnología ponga a las sociedades libres y autocráticas en mayores enfrentamientos. Es que los peores temores de Orwell y Huxley se manifiesten en ambos sistemas, creando un tipo diferente de distopía. Con muchos de sus más profundos deseos alcanzados, los ciudadanos tendrán la ilusión de libertad y empoderamiento. Pero, en realidad, sus vidas, la información que consuman y las decisiones que tomen, estarán determinadas por algoritmos y plataformas controladas por élites corporativas y/o gubernamentales ‘unaccountable’ (que no rinden cuentas, ni son responsables ante los ciudadanos).

III.- La captura de medios en la era digital

Anya Schiffrin
Project Syndicate 
17 de agosto de 2017 
Traducido y glosado por
Lampadia

La edad de censores redactando físicamente los periódicos, prácticamente, ha terminado. Pero la libertad de prensa sigue siendo muy vulnerable, incluso en las democracias desarrolladas, ya que los gobiernos y los intereses creados se involucran en una especie de control ‘soft’, que se asemeja a una captura regulatoria.

Los últimos años no han sido buenos para la libertad de expresión.

Los gobiernos de Polonia, Hungría y Turquía se han vuelto cada vez más autoritarios y, como los líderes en los Balcanes, China y Rusia, están cada vez más ansiosos por controlar el discurso público. En los Estados Unidos, también, el presidente Donald Trump intenta implacablemente desacreditar a los medios de comunicación, y su administración es inaccesible a la prensa.

Los economistas usaron el término “captura” después de la crisis financiera de 2008 para describir cómo los reguladores, que a menudo provenían de (y regresaban) a la industria que se suponía que debían supervisar, no controlaron el sector adecuadamente. La captura de medios funciona de la misma manera, con líderes políticos que son dueños directos de los medios de comunicación.

En una versión menos extrema que la de Erdoğan en Turquía, Trump ‘bullea’ a sus críticos, como CNN y The New York Times, alentando a otros, como el Wall Street Journal, a tratarlo favorablemente.

Tal captura de medios es vital para permitir que los gobiernos, especialmente aquellos que persiguen lo que podrían ser políticas impopulares, puedan mantener el apoyo público.

Así como la captura de medios configura las percepciones del público, también puede influir desarrollos económicos. La economista Maria Petrova sostiene que la captura de los medios puede alimentar la desigualdad, especialmente si los ricos‘los capturan’ (en lugar de los políticos, que a menudo pueden ser destituidos).

La captura de medios no es un fenómeno nuevo. Pero se suponía que el Internet debía liberarnos de él, al menos aquellos en países sin censura abierta online. A medida que cayeron las barreras de entrada, se creía que la proliferación de los medios de comunicación dificultaría su captura. Incluso si se capturaran algunos canales, los medios aún podrían ser un eficaz guardián, siempre y cuando haya diversidad suficiente. Esta expectativa se reforzó con la suposición de que una mayor competencia podría conducir a noticias de mayor calidad.

Pero lo opuesto puede haber sucedido. El aumento de los medios digitales hizo insostenibles los modelos comerciales de los medios de comunicación tradicionales. Los anunciantes migraron a Internet. Como resultado, los medios tradicionales han sufrido caídas abruptas en los ingresos y pérdidas de empleos en gran escala.

Los menores recursos socavaron la calidad de la prensa, los medios con problemas de liquidez, intentan atraer a audiencias más amplias. La necesidad de perseguir clics en sitios como Facebook, Twitter y Google erosionó la capacidad de los propietarios de medios más convencionales para desempeñar su función tradicional de garantizar la responsabilidad.

La disminución de ingresos de los medios, promovió otra forma clave de captura: cambió el incentivo de ser dueño de un medio de comunicación. Si un periódico no genera un rendimiento económico adecuado, el principal incentivo para comprar o gestionar uno, es lacapacidad de influir.

A medida que el panorama de los medios se preste a su captura, la responsabilidad política y corporativa solo disminuirá. Por eso es que el Centro de Asistencia Internacional de Medios acaba de publicar un nuevo informe que destaca el fenómeno y pide soluciones.

Los medios de comunicación libres y saludables son esenciales para una democracia que funcione bien. Si queremos protegerla, debemos defender la libertad de prensa, a toda costa.

IV. Los nuevos monopolistas

Mordecai kurz
Project Syndicate
22 de septiembre de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Si bien las innovaciones en tecnología de la información han transformado la forma en que las personas viven, trabajan y se conectan, el patrón de crecimiento de la industria de TI ha contribuido a ampliar la brecha entre ricos y pobres. Abordarlo requerirá nuevos esquemas impositivos y la modernización de la legislación antimonopolio.

Durante más de 30 años en las economías avanzadas, particularmente en los Estados Unidos, la riqueza y la desigualdad de ingresos han aumentado, los salarios reales (ajustados a la inflación) han aumentado lentamente, y los jubilados han enfrentado caídas en las tasas de interés sobre los ahorros. Esto ha ocurrido mientras que las ganancias corporativas y los precios de las acciones han aumentado de forma pronunciada. Ahora, la investigación que realicé muestra que estos cambios fueron causados ​​principalmente por el aumento de la tecnología de la información (TI) moderna. [Una interpretación más realista que la adoptada por el populismo de los nuevos líderes de los países desarrollados].

La TI ha mejorado enormemente la vida de las personas. Pero, al permitir el aumento del poder de monopolio y al facilitar las barreras de entrada, el crecimiento de TI también ha tenido importantes efectos negativos económicos, sociales y políticos, incluida la proliferación de “noticias falsas”.

Una vez que una empresa innovadora establece el dominio, el tamaño se convierte en una ventaja. Estas ventajas de costo y economías de escala son casi imposibles de superar para los competidores.

Además, debido a que estas empresas obtienen su poder de la información, sus posiciones se ven mejoradas por su capacidad de utilizar la información privada de sus clientes como un activo estratégico.

Un ‘paper’ reciente, que mide los efectos económicos del poder monopólico, aproxima los niveles por encima de los cuales las ganancias o los valores de las acciones no son eventos puramente fortuitos, sino más bien un reflejo del poder del monopolio. Con estos niveles, mide el componente de monopolio del valor total de las acciones, lo que llama “riqueza monopólica”, y el de las ganancias o rentas monopólicas.

La siguiente figura muestra la riqueza monopólica como porcentaje del valor total del mercado de valores entre 1985 y 2015. No había riqueza monopólica en los años ochenta. Pero a medida que la industria de TI se desarrolló, la riqueza monopólica aumentó drásticamente; alcanzando el 82% del valor total del mercado de valores en diciembre de 2015.

En 1960, el porcentaje de todos los activos corporativos financiados con deuda era inferior al 20%. Para el 2015, esa participación había aumentado a aproximadamente 80%, lo que significa que la mayoría de los capitales, en poder de las corporaciones públicas de hoy en día, son propiedad de operadores bursátiles.

Como se muestra en la tabla siguiente, nueve de las diez empresas con mayor riqueza monopólica en diciembre de 2015, están relacionadas con TI, centrándose en las comunicaciones móviles, las redes sociales, retail online y las medicinas.

Los ingresos creados por empresas con poder monopólico se dividen en tres tipos: ingresos laborales, ingresos por intereses normales pagados al capital, y ganancias monopólicas. Los datos muestran que en la década de 1970 y principios de 1980, las gananciasmonopólicasfueron insignificantes. Pero desde 1984, la participación de las ganancias monopólicasha aumentado constantemente; alcanzó el 23% de los ingresos totales producidos por las empresas estadounidenses en 2015.

El aumento de la productividad y la acumulación de capital aumentan los salarios y el ingreso de capital, pero el poder monopólico reduce sus participaciones en el ingreso.

¿Por qué, entonces, el creciente poder de monopolio en el sector de TI hizo que los ingresos y la riqueza se concentraran en menos manos, lo que condujo a un aumento en el ingreso personal y la desigualdad de la riqueza?

Una parte de la respuesta es que el creciente poder de monopolio aumentó las ganancias corporativas y elevó drásticamente los precios de las acciones, lo que produjo ganancias que fueron disfrutadas por una pequeña población de accionistas y administradores corporativos.

Las innovaciones de TI exitosas han concentrado la riqueza en menos manos, a menudo más jóvenes.Esto no era cierto en el siglo XX, cuando las principales innovaciones en sectores líderes como los automóviles requerían grandes inversiones de capital de riesgo. Con más inversionistas, la riqueza creada se distribuía de manera más amplia.

Los efectos secundarios negativos de TI no se comprenden bien, y se necesita con urgencia una discusión pública sobre cómo regular el sector. Tres consideraciones son críticas. En primer lugar, debido a que la mayoría del poder monopólico basado en la tecnología, no viola las leyes antimonopolio existentes, la regulación de TI requerirá nuevas medidas. También se necesitan nuevos conceptos de interés público para regular los nuevos canales de información pública, como las redes sociales. En segundo lugar, será necesario adaptar los impuestos a la renta y al patrimonio que tengan en cuenta el poder monopólico de las empresas de TI. Y, en tercer lugar, las leyes destinadas a proteger la información privada, deberían reevaluarse, para garantizar que las empresas de TI sean incapaces de sacar provecho de su explotación y manipulación.

El público debe desarrollar una comprensión más profunda de los efectos económicos de TI, particularmente cómo las tecnologías que han mejorado las vidas de tantas personas están enriqueciendo las vidas de tan pocos.

Lampadia




Mucha agua bajo el puente del etiquetado de alimentos

Mucha agua bajo el puente del etiquetado de alimentos

Para variar, los políticos más populistas y los periodistas más oportunistas, están dale y dale al tema del etiquetado de alimentos. Algunos analistas llegan a gritar: ‘es ciencia, ciencia’, pero no muestran estudios que los avalen. Llama la atención, que se pretenda justificar una propuesta regulatoriacopiada de Chile, que en este caso se distingue como el único país de la tierra en aplicarla.

Ante tanto ruido, hemos decidido mirar detrás de los telones, y tratar de entender el origen de esta escenificación alimentaria. Que curiosamente se da, en el país campeón de la gastronomía y de las agro-exportaciones. 

Esta no es la primera batalla contra los alimentos procesados o industriales, que solo consumen una parte reducida de nuestra población. Al inicio del gobierno del nacionalismo, se desarticularon todos los programas sociales. Por ejemplo, se suspendió la distribución de las llamadas ‘bolsitas salvadoras’ y volvió a crecer la anemia de los niños menores de tres años a niveles inaceptables. Contra los consejos de todos los especialistas, la ministra de Inclusión Social, Carolina Triveli, politizó los programas sociales y proscribió el uso de alimentos industriales en los desayunos escolares, de ‘QaliWarma’, generando varios casos de intoxicaciones. Más adelante, se armó un tremendo escándalo sobre la leche envasada, y se prohibió la importación de leche en polvo, afectando a los ciudadanos más pobres por el aumento de costos de la leche.

Ahora, siguiendo los pasos del Chile de Bachelet, que según declaró el historiador británico NiallFerguson, hace un par de años en Santiago: “Chile es el país más inteligente de la región, pero ahora está ejerciendo su derecho de ser estúpido” ; el Perú se estaría encaminando a adoptar el etiquetado de alimentos de Chile.

Veamos algunos elementos, que pueden ayudarnos a entender si esta es una iniciativa seria, o es solo otra gesta politiquera de políticos populistas, jugando con algo tan sagrado como con la alimentación. Veamos:

• Información relevante que no se toma en cuenta
Los chilenos tienen un consumo percápita de alimentos industriales de 208 kg, mientras los peruanos consumimos solo 82 kg. Adicionalmente, una buena parte de la población peruana consume alimentos fuera del hogar, en puestos de mercado, quioscos y carretillas, siendo imposible promover información sobre los alimentos que se expenden.

En el Perú, la anemia infantil supera al 40%, mientras en Chile es de solo 1.5%. Y como hemos visto, el autodenominado ‘gobierno de la inclusión’ reversó la tendencia de disminución de la anemia.

Fuente: regiontumbes.gob.pe

A diferencia de otros países, en el Perú debemos promover el consumo de ‘sangrecita’, una de las mejores fuentes de proteína animal.Un estudio publicado en la Revista, Salud, Sexualidad y Sociedad en el 2008, encontró que, frente a la deficiencia de hierro en sangre, ingerir a diario 100 gramos de sangrecita puede superar la anemia, incluso mejor que el suplemento de sulfatoferroso.

Luchar contra la anemia infantil debe ser la prioridad absoluta de la acción pública.

Es cierto, que la obesidad es una de las plagas del mundo moderno, pero esta no depende de tener o no tener etiquetas que inhiban el consumo de azúcar, sodio o grasas saturadas o trans, sino de un esfuerzo educativo que nos enseñe desde la cuna, a disfrutar de nuestros maravillosos alimentos y potajes, con moderación. Dado nuestro nivel de pobreza y las condiciones de vida de las familias del Perú rural, los índices de obesidad y sobrepeso, son aún muy bajos en comparación con los demás países de la región.

• Estándares internacionales
Los sellos de alerta, como los que se quieren imponer en el Perú, solo se usan en Chile. En cambio, las Guías de Alimentación, que indican los contenidos nutricionales y recomendaciones de consumo, se aplican en unos 50 países.

La Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso, luego de 4 Mesas Técnicas, a lo largo de los últimos 3 meses, ha propuesto incorporar el Etiquetado Nutricional y el uso de las Guías Diarias de Alimentación, contenidas en el Codex Alimentarius, recomendado por la Organización Mundial de Salud (OMS) y por la FAO, la agencia de alimentación de la ONU.  Si bien estas Guías contienen la información recomendada, van más allá del Codex al plantear que se pongan colores de advertencia.  Vale la pena recordar que en el 2013 la Ley 30021 se aprobó en comisiones sin ningún debate. ¿Por qué deberíamos ir más allá de las recomendaciones de la OMS y la FAO?

 

  • Curiosidades de las intervenciones del Estado

El Informe Legal Nº 30-2016-JUS/DGDOJ, 25 de febrero, 2016.Ante la siguiente consulta:

Si la Ley Nº 30021, en particular el artículo 10º, permite especificar –en el reglamento- las características que deben tener las advertencias publicitarias a las que se refiere el mencionado artículo, tales como tamaño, color, iconografía, entre otros de similar naturaleza, o si ello excedería el mandato de la Ley.
Concluye:
El artículo 10 de la Ley Nº 30021 no permite desarrollar características de las advertencias publicitarias específicas en tamaño, color, e iconografías y de otros de similar naturaleza. Si bien, el reglamento deberá considerar que el lenguaje y comunicación de la publicidad sean adecuados para el entendimiento y conocimiento de los niños, niñas y adolescentes conforme a lo señalado por la Convención del Niño, se recomienda no exceder el alcance de la ley.

Oficio Nº 2886-2017-SG/MINSA, 8 de agosto, 2017

Oficio que se recibió en el Ministerio de Justicia, a las 12:55 horas, del mismo día.

Consulta Jurídica Nº 003-2017-JUS/DGDNCR, 8 de agosto, 2017

Consulta contestada el mismo día a las 16:21 horas, por el Ministerio de Justicia, concluyendo:

Este último documento contradice al oficio de febrero de 2016 que señaló con claridad, que era contrario a la ley establecer íconos en las etiquetas. Pero el 8 de agosto el MINJUS dice lo contrario.

Además, llama la atención, que una consulta ingresada al ministerio, a las 12:55 horas del 8 de agosto, sea absuelta, el mismo día a las 16:21 horas, tres horas y media después, mediante un documento de siete páginas. 

Esta parece pues, otra de las maniobras urdidas por Marisol Pérez Tello, durante su presencia en la cartera de Justicia y Derechos Humanos.

• Curiosidades en el exterior
El 11 de agosto del presente, Michael R. Bloomberg, multimillonario, ex Alcalde de Nueva York (EEUU), fundador del gran operador de información financiera, Bloomberg, y embajador de la OMS, le dirige una carta al Presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, por organizar la próxima conferencia sobre enfermedades no transmisibles, en la que comenta que, en cuanto al etiquetado,modelo chileno, que estaría pensando adoptar, cuenta con todo su apoyo y el de la BloombergPhilanthopies.Típica acción ‘cívica’ de personajes que impulsan una serie de iniciativas sociales que no se aplican en sus propios países, pero están dispuestos a promoverlas en los países emergentes.

• Curiosidades en el interior
Una vez más, llama la atención que los gremios empresariales, en este caso, especialmente la SNI, no tenga una presencia activa en el debate público.
Otra muestra de la anomia de nuestra clase dirigente, que no sabe defender las cosas en que cree, y que suele caer en un derrotista sometimiento a los gobernantes de turno.

Nuestra conclusión
Lo primero que tenemos que destacar, es que para la formación de políticas públicas se debe evitar el tremendismo con el que se suelen sesgar los debates originados por el quehacer de cazadores de nichos de notoriedad, tanto en el Congreso, como en los medios de comunicación.

No dejemos que nos distraigan con proyectos políticos populacheros, cuando tenemos el inmenso reto de superar la anemia infantil, la cual se encuentra en niveles inaceptables.

A estas alturas, ya deberíamos dardos cuenta, que los originadores y seguidores de todas estas iniciativas, son siempre los mismos.

Pero no se trata de acallar a estos personajes, sino de que los ciudadanos, dejemos de vez en cuando nuestras comodidades para, participar en el continuo y aún pendiente, modelamiento de la nación que queremos dejar a nuestros hijos y nietos. Lampadia




De entrevistadores y comportamientos disfuncionales

Líneas abajo compartimos la columna de Álvaro Pezoa, publicada en La Tercera de Chile (18/07/2017): ¿Entrevistadores o entrevistados? Pezoa nos presenta una reflexión muy significativa y realista de la degradación del rol de los entrevistadores en muchos programas televisivos [y radiales].

Fuente: projectsineso.blogspot.com

Es poco lo que tenemos que agregar a las reflexiones de Pezoa, más bien nos cabe hacerla nuestra y sentirla desde nuestra realidad. Esperamos que una reflexión, que viene desde el extranjero, logre una reacción de los periodistas especializados en entrevistas, especialmente en la televisión abierta, pero últimamente también en la televisión por cable, específicamente en Canal N, desde la absurda clausura del programa de Jaime de Althaus.

Hay dos reacciones más que esperamos puedan darse al respecto de las afirmaciones sobre prácticas periodísticas disfuncionales, que desmerecen lo que una sociedad sana espera de los medios de comunicación. Esperamos una reflexión de los dueños de los medios que no pueden, únicamente, evaluar la generación de caja de sus empresas y el rating bruto de los programas de opinión, si quieren cumplir con la misión del periodismo y, por último, pero no menos importante, la de los auspiciadores de los medios de comunicación que no hacen ningún esfuerzo por ver si su dinero es de alguna manera malversado en programas que en gran medida pervierten, todos los días, la conciencia nacional.

Veamos la columna de Pezoa:

¿Entrevistadores o entrevistados?

Álvaro Pezoa, Ingeniero Comercial y Doctor en Filosofía
La Tercera de Chile, 18 de julio de 2017

EN PRIMERA PERSONA. Hace algunos años me autoimpuse, salvo excepción calificada, no ver televisión abierta chilena, en particular sus espacios noticiosos. Las razones fueron muy simples: en general me parecía de mala calidad y, por lo mismo, una pérdida de tiempo. Habían (hay) muchos usos alternativos del tiempo más provechosos. Sin embargo, en un año electoral como el presente donde Chile parece estar jugándose algo importante he tenido la debilidad de volver a ser televidente de esos canales, esta vez especialmente de programas y debates sobre política contingente. Unas pocas excursiones en la materia han bastado para reafirmar con renovadas fuerzas las viejas convicciones.

Es cierto que, en ocasiones, los candidatos entrevistados no dan la talla y defraudan las expectativas mínimas esperables. Pero, más frecuente está resultando que los entrevistadores sean quienes no cumplan adecuadamente su papel, lo malentiendan o lisa y llanamente se adueñen del rol de sus invitados, dejando de paso a los telespectadores casi sin posibilidad alguna de informarse sobre las propuestas concretas y sus fundamentaciones de boca de los propios postulantes a cargos de representación popular. Desde luego, lo primero que se echa de menos es el auténtico arte de entrevistar que, en principio, consiste en generar las condiciones para que la persona entrevistada y sus ideas puedan darse a conocer de la forma más veraz posible. Esto es, que la realidad -de las personas y conceptos- quede expuesta (se haga patente) de forma nítida para la consideración de quienes acceden a ella a través de la pantalla. Solo así el espectador estará en condiciones de formular su propio juicio al respecto. Y, luego, actuar en consecuencia.

Lo que acontece, en cambio, es que -con escasas excepciones- los entrevistadores se plantean en una lógica hostil, agresiva, irreverente, impertinente, y hasta mal educada, al tiempo que abiertamente protagónica. Efectúan interrogatorios apremiantes sobre asuntos que parecen interesar más a ellos que al público destinatario. Las más de las veces el contenido de las inquisiciones guarda relación con acusaciones personales no siempre demostrables o con temas que preocupan únicamente a pequeños grupos socialmente influyentes o vociferantes, o a obsesiones ideológicas y fijaciones sobre el pasado que, queda la impresión, son parte del panorama psicológico de sus autores o de sus compromisos con la tan socorrida “corrección política”.

¿Y sobre las necesidades más relevantes de la población, los planes ideados para satisfacerlas, la sustentabilidad económica de los mismos, las visiones de desarrollo integral para el futuro de la Patria? De eso, poco. Mejor resulta elegir el camino de gatillar la “pelea corta”, escudriñar la cosa nimia o el yerro desconocido del pasado y dar cabida al morbo que ello puede suscitar, o imponer alguna “agenda ideológica” a todo trance. En suma, prima el show y el interés individual o sectario, el lucimiento individual y los propósitos predeterminados de quienes, contrariamente, debieran preguntar, ocultarse y desaparecer, para plantear luego -y cuando corresponda- interrogantes inteligentes que permitan efectuar precisiones que ayuden a develar siempre la verdad de cara al público, que espera ser bien servido. Un periodismo así no colabora al país ni a su democracia. Es hora de enmendar. Lampadia




Las grandes tendencias que definirán el nuevo mundo

Recientemente se publicó la encuesta de Ipsos Global Trends (IGT), el estudio más grande de su tipo, proporcionando un análisis único del mundo de hoy. Explora las actitudes y comportamientos de más de 18,000 consumidores y ciudadanos en 23 países alrededor del mundo, desde temas como la tradición hasta la confianza, negocios, sociedad y medios de comunicación entre otros.

A continuación, presentamos las ocho tendencias que identificadas por IGT:

1-La crisis de las élites

El ascenso del populismo se ha convertido en una obsesión política en los países de Occidente, impulsado por los grandes trastornos de la victoria electoral de Brexit y Donald Trump, pero con ecos en muchos otros países del mundo. En particular, existe una sensación muy clara de que las personas están siendo dejadas atrás por el establishment y que las élites políticas no entienden ni se preocupan por ellos. Esto no se refleja de la misma manera en los países emergentes, especialmente en el Asia.

En opinión de Lampadia, este tema es especialmente sensible en el Perú, donde por décadas, desde Víctor Andrés Belaunde Diez Canseco y Jorge Basadre, y algunos pocos estos días, como nosotros seguimos criticando la falta de compromiso cívico y presencia de las clases dirigentes en el ‘debate’ nacional.

2-El alza y auge de la tradición

La gente siempre ha sido sensible al cambio. A veces algunos lo ven como una amenaza; otros, como una oportunidad. Como muestra este estudio, todo el mundo se esfuerza por lograr un futuro mejor, pero a menudo, anhelando el pasado. A nivel mundial, el 59% dice que sienten que “cada vez más” no se identifican con lo qué se ha convertido su país y el 46% admite “sentirse como un extraño”. Un 40% considera que se sienten “abandonados” por el progreso y los cambios: todo esto es un denominador común que sustenta el Brexit, el surgimiento de Trump y los partidos de derecha extrema de Europa Occidental.

 3-Un optimismo dividido

La visión general en las economías desarrolladas es relativamente negativa. La gente es pesimista sobre el futuro de su país. Cuando se trata de la globalización, suelen tener opiniones negativas, lo que refleja sentimientos generalizados en muchos países de Europa occidental y los Estados Unidos por ser “dejados atrás”, y haber visto que los salarios reales se estancan o caen. En particular las naciones de Europa Occidental, incluyendo Gran Bretaña, Francia y España son las más pesimistas.

Por otro lado, en los países emergentes, el mundo se ve muy diferente de lo que ocurre en Occidente – la mayoría de la gente siente que la globalización ha beneficiado a su país. Ellos esperan estar mejor en el futuro, y la mayoría son optimistas sobre el futuro de sus jóvenes.

Además, la encuesta de este año incluye una sección dedicada a analizar cómo piensa “la juventud actual” en comparación con sus padres. El ‘Future Optimism Index’ afirma que “la juventud de hoy” espera obtener un mejor nivel de vida que sus padres. El mundo puede estar preocupado por muchas cosas, pero, para muchas personas, ciertamente en los mercados emergentes, el camino por recorrer es uno que trae más cosas buenas.

Como puede apreciarse, en el Perú se destaca tanto la afinidad a la globalización como el optimismo, algo que no hemos visto en encuestas locales.

4-La batalla por la atención

A nivel mundial, el tiempo que pasamos mirando a los medios de comunicación está aumentando. Seis de cada diez personas de las principales economías dicen estar constantemente mirando una pantalla, y esta cifra es incluso más alta entre los jóvenes de 16 a 24 años y en los hogares de altos ingresos, y aún más en algunos mercados como China (74%).

Como resultado, el gasto publicitario se está moviendo hacia donde la gente está utilizando más su tiempo – en línea. Todo esto lleva a una publicidad digital que ofrece orientación dirigida a Big Data para identificar con precisión a la persona adecuada, con el mensaje correcto, en el momento adecuado.

5-La búsqueda de la simplicidad y el control

La encuesta Global Trends de este año es un potente recordatorio de las presiones que sienten las personas en la actualidad. El volumen de la información y las opciones que tienen a la mano puede ser abrumadora. Según IGT, la mayoría de personas sienten que el mundo se está moviendo demasiado rápido: ocho de cada diez (79%) coinciden en que hay tanta información contradictoria que es difícil saber en quién o en qué confiar. Alrededor de la mitad (54%) afirman estar abrumados por las decisiones que tienen que tomar en sus vidas.

6-¿Un mundo más saludable?

La humanidad es más saludable que nunca. La Organización Mundial de la Salud describe la alfabetización en salud como piedra angular de la promoción de la salud. La gente está empezando a aprovechar el mayor acceso a la información; sin embargo, en un mundo donde tenemos acceso a más y más información, todavía nos enfrentamos a retos en cuanto a su veracidad. La encuesta destaca cómo se confunden las personas – el 80% dice que no saben en quién confiar.

Hay una imagen mixta en cuanto a la capacidad que tiene la población del mundo cuando se trata de su salud. A nivel mundial, cada vez más personas buscan el control cuando se trata de tomar decisiones sobre su salud (77%), y esto está fuertemente ligado a la calidad percibida de la atención médica disponible. Los países que son más positivos acerca de su atención médica son menos propensos a querer más control sobre su salud.

7-Problemas generacionales

Una certeza es que el mundo está envejeciendo. La ONU estima que la edad mediana del mundo llegará a 36 en 2050. Esto puede no sonar a mucho, pero las sociedades occidentales ya están viendo rápidos aumentos en su demografía. Sin embargo, el mayor reto será en aquellas economías emergentes donde se sentirá un cambio más radical -especialmente en Asia y América Latina- y aquí es donde los mercadólogos tendrán que hacer grandes ajustes. Con una población de mayor edad que aumenta en tamaño, poder y riqueza, se podría crear un ambiente de confrontación de opiniones entre los mayores y los jóvenes.

8-La Incertidumbre deviene en la nueva normalidad

En promedio, la mitad de los 22 países del estudio dicen estar insatisfechos con su gobierno, y en sólo en tres, los fans superan en número a los críticos: India, Indonesia y Canadá. En dos de ellos (India y Canadá) hemos visto grandes mejoras con los nuevos gobiernos, por lo que es probable que los resultados sean una consecuencia directa de esto.

Para los países en la parte inferior de la escala, se destacan seis – Sudáfrica, Corea del Sur y México, y tres países europeos – Francia, Italia y España. Esto coincide con los hallazgos que hemos visto en otras secciones de este informe, como lo demuestra el bajo nivel de satisfacción del Presidente Hollande, el Primer Ministro Renzi perdiendo el referéndum italiano y una variedad de escándalos en Sudáfrica, México y Francia.

Conclusiones

Una de las características más distintivas del futuro próximo será el rol de la tecnología en una era digital acelerada. Los avances tecnológicos seguirán transformando rápidamente las formas en que vivimos y trabajamos. El mundo estará aún más conectado, con proyecciones actuales que sugieren que de un 29% con acceso a Internet en 2010, pasaremos a más de la mitad de los habitantes del mundo a finales del 2020.

Por otro lado, la tendencia general sugiere que los mercados emergentes seguirán superando a muchas economías desarrolladas en términos económicos. Las previsiones del PBI sugieren que la India podría superar a Estados Unidos como la segunda economía más grande del mundo en 2050. Más sorprendentemente, las mismas previsiones muestran que las economías del “E7” (China, India, Brasil, Rusia, Indonesia, México y Turquía) superarán al G7 en 2030 tanto en tamaño como en poder adquisitivo. 

Con cada ola de cambio, se hace más urgente corregir los desequilibros. Queda por ver si un mundo multipolar proporcionará el equilibrio necesario para enfrentar los problemas o creará más inestabilidad. Depende de nosotros lograr un desarrollo más balanceado y con beneficios para todos los ciudadanos. Lampadia




En busca del tiempo perdido – ¡Ahora!

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Fortaleciendo las capacidades de seguridad cibernética

Fortaleciendo las capacidades de seguridad cibernética

Algunos expertos predicen que para 2020 habrá 200 mil millones de ‘cosas’ conectadas. Automóviles, aviones, casas, ciudades e incluso animales están siendo conectados. El software está integrado en todas partes. Esto está cambiando la forma en que vivimos y cómo nos comportamos e interactuamos con el mundo que nos rodea. A medida que la tecnología se integra más y más profundamente en nuestras vidas, nos volvemos más y más dependientes de ella. Pero esta dependencia nos hace vulnerables a cualquier ataque o falla tecnológica.

Es por esto que presentamos los resultados globales (aplicados a empresas peruanas) de la 19° Encuesta Global de Seguridad de la Información: El camino hacia la resiliencia cibernética, presentada por EY Perú (Ernst & Young). La publicación analiza las respuestas de 1,735 CIOs, CEOs y otros ejecutivos, mostrando las fortalezas de las organizaciones en sus capacidades de seguridad cibernética y en qué pueden mejorar.

Entre los principales hallazgos del estudio tenemos que, a diferencia de lo que podríamos suponer, las amenazas no siempre tienen que venir de fuera, ni ser malintencionadas. De acuerdo a los cuadros presentados, cuando se preguntó a los responsables de las empresas (a nivel global) sobre la fuente más probable de un ataque, la mayoría (55%) sostuvo que se trataría de un colaborador descuidado. Por supuesto, el malware no se queda atrás (51%) ni el phishing (51%), pero es destacable la importancia que ha cobrado el sector interno.

Los resultados de la encuesta indican la necesidad de mejorar la resiliencia en su capacidad de responder y recuperarse de incidentes cibernéticos para que las operaciones seguras y confiables puedan ser restauradas y mantenidas. Según EY Perú (Ernst & Young), “la resiliencia cibernética es un subconjunto de la resiliencia del negocio.” Se centra en la eficacia de las utilidades en la implementación de tres componentes críticos:

1.Sentir
Sentir es la capacidad de las organizaciones para predecir y detectar las amenazas cibernéticas.

2.Resistir
Los mecanismos de resistencia son básicamente los escudos corporativos. Esto inicia con cuánto riesgo una organización está preparada para tomar a través de su ecosistema, seguido por el establecimiento de líneas de defensa.

3.Reaccionar
Si “Sentir” falla (la organización no detectó la amenaza que venía) y hay un desajuste en “Resistir” (las medidas de control no fueron lo suficientemente fuertes), las organizaciones deben estar listas para lidiar con la intrusión, con capacidades de respuesta y listas para gestionar la crisis.

En los últimos años, las organizaciones han mejorado significativamente sus capacidades de ‘Sentir’, utilizando inteligencia cibernética para predecir lo que pueda ocurrir, instalando mecanismos de supervisión continua, identificando y gestionando vulnerabilidades e instalando Defensas Activas.

Según los últimos datos de la encuesta, este año el 50% de las organizaciones considera que es probable que sean capaces de predecir y detectar un ataque cibernético sofisticado, el mayor nivel de confianza que hemos observado desde 2013. Sin embargo, a pesar de estos puntos positivos, aún no son suficientes las organizaciones que están tomando las medidas necesarias para evitar ataques cibernéticos: En el Perú, 97% no tienen Centros Operativos de Seguridad, 90% no tienen un programa de inteligencia contra amenazas y el 97% no tienen una capacidad de identificación de vulnerabilidades formal.

Para EY Perú (Ernst & Young), es importante enfocarse en riesgos cibernéticos, no solamente en seguridad cibernética. Los ataques están tomando formas diferentes constantemente y son cada vez más complejos. Casi la mitad de los encuestados (48%) dicen que sus controles de seguridad desactualizados son un área de alta vulnerabilidad.

Según afirma el informe, “Si bien la naturaleza de los ataques ha cambiado, resistir, defender, mitigar y neutralizar ataques han sido durante mucho tiempo el núcleo necesario de la seguridad cibernética”. Y es que “La capacidad de resistencia requiere un enfoque multifacético. Las defensas se suelen considerar como barreras difíciles, como el cifrado o firewalls que detienen y/o neutralizan un ataque; pero hay otras formas en que las organizaciones pueden minimizar el impacto de un ataque y ayudar a la organización a resistir.”

Entre el 2013 y el 2016, ha habido un incremento en los presupuestos, con un 53% de los encuestados este año diciendo que sus presupuestos aumentaron en los últimos 12 meses. Sin embargo, las organizaciones dicen que se necesita más financiamiento, el 61% citando las limitaciones presupuestarias como un desafío y el 69% de los encuestados diciendo que necesitan hasta un 50% más de presupuesto.

Una vez que la empresa ya ha recibido un ataque, el siguiente paso es ‘Reaccionar’ adecuadamente. La gestión de la continuidad de negocio (Business Continuity Management – BCM por sus siglas en inglés) ha sido la principal habilidad de una organización para reaccionar ante una amenaza, ataque u otra interrupción en sus operaciones durante muchos años.

Aunque las capacidades de ‘Reacción’ se desempeñan bien en las clasificaciones de prioridad, el dinero invertido en esta área es aun relativamente bajo. Quedó claro que ‘Reacción’ es el área donde la mayor parte del trabajo todavía está por hacerse. Cuanto sea más claro que el escudo corporativo no puede resistir a todas las amenazas, más atención recibirá la capacidad de Reacción.

Los problemas de seguridad cibernética y los ataques causan miles de millones de dólares en pérdidas cada año. Está claro que hay problemas crecientes de seguridad cibernética. Y más allá de tener un impacto económico, también tienen un impacto en nuestra vida cotidiana, dado que nuestra dependencia de la tecnología sigue creciendo. En 2017, debemos trabajar juntos para cambiar esta situación antes de que empeore. Lampadia