1

La protección supra nacional de la Libertad de Expresión y Prensa

La protección supra nacional de la Libertad de Expresión y Prensa

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Continuando con la zaga de artículos referidos a cusqueños que no han escrito con tinta roja durante nuestro bicentenario, me ocupo esta vez del abogado cusqueño Víctor J. Guevara, nacido en 1879, elegido Alcalde del Cusco en 1906 a los 27 años, férreo defensor de la libertad que purgó cárcel y destierro por su oposición a las dictaduras de Augusto B. Leguía y Oscar R. Benavides, constituyente en 1931 e impulsor de la Liga Descentralista y la revista “la Sierra”.

Fue autor de obras como “El problema del Pacífico” en 1923, “Hacia Indolatinia” en 1926, “Filosofía del Supranacionalismo” en 1930 y “Las grandes cuestiones nacionales” en 1939, suscriptor del “Manifiesto” de 1955 contra la Ley de Seguridad Interior impuesta por la dictadura de Manuel A. Odría y autor de una obra precursora para su época “Mundialización de la prensa o de la expresión humana”.

Como constituyente entre 1931 y 1933, destacó por su defensa de la libertad individual y de las libertades de expresión, prensa, del derecho a voto para las mujeres (en tiempos en que la izquierda y el APRA se lo negaban por considerarlo un voto conservador), su defensa de la libertad irrestricta de culto y la descentralización.

Como abogado destacó por la defensa gratuita de la viuda y los huérfanos del asesinado diputado Rafael Grau (hijo de Miguel Grau), cruelmente asesinado en Apurímac por los Montesinos. También por la defensa del general Cirilo Ortega apresado por la sublevación contra Oscar R. Benavides. Como abogado de fuste, no estuvo exento de polémica por sus defensas y forma de patrocinio en el medio.

Sin embargo, Víctor J. Guevara destaca sobre todo por haber sido un tenaz defensor de la libertad de prensa, proponiendo para su defensa “una jurisdicción supranacional”, en la medida en que para él la libertad de expresión es el principal sostén de la libertad y la democracia. También propuso que la Liga de Nacionales, entidad precursora de la ONU, se encargue de la protección supranacional de la libertad de prensa. Sus ideas sobre la necesidad de contar con mecanismos e instancias de protección de la libertad de prensa son anteriores inclusive a la creación de la Sociedad Interamericana de Prensa que recién ve la luz de 1943 y, por supuesto, muy anteriores a la decisión de la Comisión de Derechos Humanos de impulsar la creación de la Relatoría Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión en 1993, mediante un Mandato de ese año.

En tiempos en que los principales periodistas de oposición al nuevo gobierno deben emitir sus programas desde el exterior para evitar la persecución o el apresamiento por fiscales y jueces afines al régimen, en momentos en que se niega el acceso de la prensa a los actos oficinales, en momentos donde se amenaza expresamente a medios de televisión, canales y hasta a los diarios que editorializaban a favor del gobernante que acaba de asumir, encontrar en la historia local ideas como las de Víctor J. Guevara no solo es gratificante y moralmente reparador, sino otra fuente más de reivindicación intelectual para el pensamiento regional.




La “Transparencia” comienza en casa

La “Transparencia” comienza en casa

Alejandra Benavides
Para Lampadia

Como están las cosas, podríamos afirmar que el Estado peruano es inversionista fantasma de los medios de comunicación. Sin tener propiamente acciones, se ha convertido en financiador de las pérdidas de diarios, canales de TV y radios, quienes desde hace años arrastran resultados de operación mediocres o negativos, que compensan en parte con ventas de inmuebles, marcas, ingresos de subsidiarias o simplemente faltando a los compromisos con sus trabajadores y/o el fisco. En los últimos 10 años, los ingresos de estos medios han caído o con las justas se han mantenido. Sin embargo, el gasto del Estado en publicidad se ha duplicado (al cierre del gobierno de García, se había gastado en total s/. 400 millones, Humala – Heredia cerró en s/. 850 millones y en lo que va del gobierno PPK – Vizcarra son s/. 800 millones) *. Así pareciera que el Estado se ha convertido en el “socio salvador” de dichos medios, generándoles los suficientes ingresos para poder llegar a esa utilidad, eso que les permite pasar de rojo a azul.

Esta afirmación también se sustenta en que no hay un intercambio visible de bienes y servicios por dinero. Si lo analizamos de manera contable, ese dinero que da el Estado aparece en el Balance General de dichas empresas como Caja y Bancos o como Cuentas x Cobrar (¡punto para el Activo Corriente!). Sin embargo, no tenemos certeza de que haya una salida real de “Bienes y Servicios” ni un beneficio claro para los peruanos. Y, suponiendo que sí hubiese un intercambio de bienes y servicios, ¿quién sabe cuáles son?, ¿cómo están valorizados y de qué sirven? La disminución de las ventas de estos medios refleja la cada vez menor efectividad de la publicidad tradicional –por eso las empresas están alejándose de ella-. Sin embargo, el Estado está incrementando este gasto. Por lo tanto, más que un gasto (¡de s/.180 millones al año!), pareciera una inversión. Una inversión a cambio de una larga tregua y silencio cómplice de los medios.

En resumen, nuestros impuestos, por demasiado tiempo, han ido a poner paños fríos a los resultados (y supervivencia) de diversos medios de comunicación, mejorando desde hace varios años sus desgastados patrimonios. Por lo tanto, si es que en la práctica o, como diría el presidente Vizcarra, “fácticamente”, somos los peruanos inversionistas de estos medios, ¿no deberíamos tener pleno acceso a qué porcentaje de sus ingresos [y de sus utilidades] corresponde a negocios con el gobierno? Muchos medios publican sus Estados Financieros genéricos, que viven en la maraña de las NIIC y NIIF, pero realmente no tenemos conocimiento del poder que tienen los gobiernos sobre los medios de comunicación y la magnitud del conflicto de interés que existe en esa relación tóxica gobierno – prensa.

Estas inversiones en medios de comunicación nos cuestan caro, y el retorno, en su mayoría, es una prensa mediocre (sin ningún incentivo a modernizarse, ser más eficiente e invertir en capital humano) y eventualmente adicta al gobierno de turno, y con peligroso poder sobre los ciudadanos. Es momento de hacer valer nuestros derechos, y si vamos a ser inversionistas (por más que no queramos) y consumidores del contenido que publican los ahora poderosos medios, ¿no deberíamos exigirles transparencia? Se agradecen muestras de transparencia, como la vista en la columna de opinión del Director Periodístico del diario El Comercio del 20/09/2020**. Sin embargo, la transparencia de estos medios no debería ser una “dádiva” o “bondad” a criterio de cada medio, sino un derecho ciudadano.

Este tema tan importante requiere un análisis profundo y cambio rotundo, pero por el momento hago un llamado a los medios de comunicación – ya que del gobierno no espero nada- que reciben dinero del Estado y que piden y predican transparencia, a que sean ELLOS transparentes con los peruanos y nos permitan confiar en ellos nuevamente, sobretodo ad portas de las elecciones presidenciales del 2021. Lampadia

Links de referencias:
*Gasto en Publicidad Estatal:
Diario Gestión y Diario La República, tomados de la Secretaría General de la PCM 
*Columna de Opinión Diario El Comercio Juan José Garrido Koechlin 20/09/2020




Se hace política con mentiras

Se hace política con mentiras

Como todos hemos visto en los medios de comunicación, una de las campañas políticas contra el sector privado se refiere al precio de los medicamentos. Se ha llegado a declarar que en el Perú tenemos los medicamentos más caros de América Latina, cuando la verdad es que los medicamentos en el país son 37% más baratos que el promedio de la región, y los medicamentos genéricos puros cuestan en promedio 70% menos que en los demás países.

Según IPSOS, los medicamentos en Perú son 37% más baratos que el promedio en Latinoamérica

“El Estudio de IPSOS demuestra que gracias a niveles de competencia saludables en el mercado y las eficiencias en costos a las que pueden acceder las cadenas de boticas, los precios de los medicamentos en Perú son 37% más bajos en promedio que en otros países de Latinoamérica. Esto significa que el gran reto del Estado ahora es asegurar un correcto abastecimiento de medicamentos en hospitales públicos, ya que el 80% de las órdenes de medicamentos viene de recetas del sector de salud público. Y, además, debe seguir combatiendo la informalidad y falsificación de medicinas, que atentan contra la salud de los consumidores. Por ello es crítico continuar con campañas de información y reforzar los controles de calidad para poder asegurar la efectividad de las medicinas ¿Cómo logramos que la población tenga acceso a medicamentos seguros y de calidad? Hacia allí debemos enfocar todos nuestros esfuerzos de manera coordinada.”

Carla Sifuentes, Directora de la Asociación Nacional de Cadenas de Boticas (ANACAB)

Además, durante los últimos años, esta diferencia favorable de precios, vis a vis las necesidades de la población, a mejorado desde un menor precio relativo de 28% a menos 37%.

El estudio también muestra las diferencias relativas por tipo de medicamento, como puede verse en el siguiente gráfico:

El estudio de IPSOS “Levantamiento de precios en medicamentos LATAM 2020”, se ha hecho por tercer año consecutivo y muestra resultados para siete países de Latinoamérica.

Para la realización del estudio se compararon 73 medicamentos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú. Los medicamentos fueron clasificados en 3 grupos: Innovadores, Genéricos de Marca y Genéricos Puros.

Sifuentes señaló que para obtener estos resultados, Ipsos Perú recolectó los precios de cada medicamento en al menos tres puntos de venta por país. En el caso de Perú, se eligió los establecimientos de las cadenas de farmacias Inkafarma, Mifarma y Boticas y Salud.

“La evidencia indica que los medicamentos en el Perú, no tienen un problema de precios. La oportunidad de mejora para solucionar el problema de acceso a medicamentos estaría en dinamizar el abastecimiento del sector de salud público, ya que este concentra más del 90% de la demanda y el 78% de la dispensación de medicamentos a la población”, sostuvo la Directora de ANACAB.

Puede verse el estudio completo en el siguiente enlace: https://www.ipsos.com/es-pe/medicamentos-en-latinoamerica

En conclusión se puede afirmar que los precios de medicamentos en el Perú son más baratos que el los principales países de la región.

¿Por qué entonces se hacen campañas políticas y mediáticas, afirmando lo contrario?

Básicamente, porque en el Perú tenemos una izquierda decimonónica que sigue pensando que su oferta política debe basarse en la destrucción del estatu quo. Son los reyes del síndrome del ‘vaso medio vacío’, y desconocen todos los tremendos avances sociales de los últimos 25 años, que permitieron reducir la pobreza de 60% a 20%, disminuir la desigualdad, crear una gran clase media emergente, mejorar los ingresos de los peruanos llevando el PBI per cápita de US$ 600 (1990) a US$ 10,000 y aumentar significvativamente las finanzas públicas.

Que nuestros políticos no hayan sido capaces de aprovechar el crecimiento para mejorar suficientemente la educación, la salud y las infraestructuras, no es porque faltó crear riqueza, sino porque no nos deshicimos de la corrupción y la incapacidad en la gestión pública.

Otro fenómeno que complotó contra un mayor desarrollo es el clientelismo, expresado en la grosera multiplicación de la burocracia. La burocracia inservible. En el siguiente gráfico de Fernando Cillóniz, podemos apreciar el crecimiento de la burocracia pura desde el año 2,000, que se multiplicó por 8. Este indicador es de la burocracia pura, pues  excluye del mismo a los maestros, médicos, enfermeras, jueces, fiscales y miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales; en comparación de la evolución de la recaudación tributaria, que creció 5 veces.

Así es pues cuando la mentira es la plataforma de la oferta política. Por ello es muy importante hacer análisis profesionales y difundir los resultados. Los peruanos necesitamos buena información de la realidad para poder acometer la tarea de la prosperidad. Lampadia




Una estrategia sanitaria potente y conjunta entre gobierno y sociedad civil

Pruebas moleculares masivas podrían llegar en 10 días
Entrevista de Jaime de Althaus en Lampadia

Omar Neyra explica en esta entrevista qué estrategia deben seguir el gobierno y la sociedad civil en conjunto para derrotar a la pandemia. Se trata de buscar e identificar a los infectados y a sus contactos, aislarlos y alimentarlos, para cortar la cadena de contagios, con la participación del empresariado para dar capacidad logística, y de las propias organizaciones vecinales o barriales que cumplirían varios roles (educación, control, ollas comunes, etc.), conectando a las empresas con esas organizaciones. Esto supone aplicar masivamente pruebas moleculares, que pueden estar en el Perú en 10 días. También se trata de lanzar una gran campaña de comunicación inteligente para orientar las conductas, usando incluso los celulares. Y anuncia una iniciativa de la sociedad civil con una central para recibir todas las ayudas y los aportes y canalizarlos donde se necesite.

Lampadia




Plata por Vida o Vidas por Vidas

Plata por Vida o Vidas por Vidas

Un pensamiento simplista, prevaleciente entre los miembros del gobierno y los medios de comunicación, plantea una falsa dicotomía entre la Salud y la Economía.

La realidad es que la disyuntiva se da entre Vidas y Vidas, vidas atacadas por el coronavirus y vidas afectadas por el hambre, la enfermedad y la depresión.

Los impactos de una recesión, o más aún, de una depresión económicas son incalculables y de largo plazo. No estamos diciendo que hay que darle más importancia al tema económico, que es más bien social, sino que hay que darle al mismo tanta atención como al del combate contra la pandemia.

Además, en Lampadia pensamos que esta lucha no puede ser el espacio de acción del gobierno, sino de toda la sociedad. El gobierno debe invitar a la clase productiva, al mundo empresarial, de las empresas grandes y pequeñas, a contribuir con el diseño y acciones conducentes a superar las múltiples crisis que nos afectan.

Veamos en las siguientes líneas el inteligente análisis de Pablo Paniagua, de la Fundación para el Progreso de Chile, sobre esa falsa dicotomía:

Falsa dicotomía: Salud vs Economía

Fundación para el Progreso
Pablo Paniagua
Publicado en El Dinamo, 06.05.2020

Dado que las políticas restrictivas de cierres y cuarentenas generalizadas para “aplanar la curva de contagio” parecieran exacerbar la recesión económica, ha surgido entonces el debate entre economía y salud. Debido al impacto negativo que tiene sobre la economía el cerrar todos los negocios “no esenciales”, cerrar el comercio y dejar a los trabajadores aislados en sus casas, se ha intuido de forma rápida de que existe una disyuntiva (o trade-off) entre las políticas de salud y la economía. Así, nos damos cuenta de que surge la llamada “paradoja de las curvas”: que el aplanar la curva de contagio —de forma súbita y tosca— insoslayablemente lleva a exacerbar la curva de recesión económica. Se reconoce entonces la realidad evidente de que toda decisión en la vida posee costos de oportunidad y elegir implica siempre lidiar con disyuntivas.

No obstante, y de forma simplista, se ha sólo argumentado de que existe una disyuntiva entre salvar vidas y crecimiento económico. Si bien es importante reconocer dicho trade-off estático o de corto plazo, enfocarse sólo en éste ha hecho que el debate se encrespe maniqueamente entre “los capitalistas sin alma” que quieren reabrir la economía a cualquier costo y aquellos “paladines de la santidad” que dicen defender vidas a cualquier costo. La discusión se ha empobrecido llevándola a una forma binaria de pensar estéril: “la bolsa o la vida”.

Esta falsa dicotomía no sólo nos impide avanzar hacia una elección racional y consensuada de salud pública, sino que pierde de vista una realidad llena de matices. No reconoce la presencia de una red de disyuntivas entrelazadas y temporales entre: distintas vidas a lo largo del tiempo, expectativas-calidad de vida afectadas, pobreza y economía, que se relacionan entre sí de forma no-lineal; haciendo dichas disyuntivas más complejas de lo que aparentan. La realidad nos exige hacer políticas no sólo mirando una foto parcial actual (como aplanar la curva de contagio hoy) y olvidarse del resto de la situación y del largo plazo. Hacer esto es dejar de lado, de forma irresponsable, las disyuntivas temporales y sus costos asociados.

De hecho, contemporáneamente a los efectos económicos de corto plazo, la evidencia sugiere que la recesión económica del COVID-19 golpeará de forma marcada y más profunda tanto a los jóvenes, como a los sectores económicos medios y bajos de la población. Evidencia del Reino Unido revela que las personas con ingresos más bajos tienen el doble de probabilidades de perder sus empleos que las personas con ingresos altos; mientras que el 12% de los menores de 30 años ya informan estar desempleados debido a esta crisis, en comparación al 6% de los que tienen entre 40 y 55 años.

La evidencia sugiere que es probable que esta recesión aumente la desigualdad en la distribución del ingreso entre jóvenes y personas mayores, y entre aquellos con contratos inseguros o precarios y aquellos con contrato fijo.

Peor aún, la literatura además sugiere que aquellos individuos que pierden el trabajo, durante una crisis económica, arrastran dichas pérdidas en los ingresos de forma casi permanente (o duraderas por décadas). Se estima que los despidos llevan a que los trabajadores desplazados no recuperen sus niveles de ingresos ni siquiera 20 años después de dichos despidos; obteniendo, en plazos largos, remuneraciones inferiores al 20% de aquellos trabajadores que no fueron desvinculados. Los “efectos temporales” macroeconómicos en los más necesitados —producto de la recesión autoinducida— se transformarían en casi-permanentes y profundamente regresivos socialmente. Debemos reconocer que los severos impactos económicos del COVID-19 no se distribuirán uniformemente entre la población. Lamentablemente, los jóvenes y los sectores de menores ingresos serán sin duda los más golpeados, aumentando la desigualdad, la falta de oportunidades y las precarias condiciones de vida de dichos sectores.

En el largo plazo entonces, como el Nobel de Economía Angus Deaton ha señalado, podría haber un aumento significativo de muertes entre los sectores jóvenes y adultos de la población producto de suicidios, problemas hepáticos y alcoholismo relacionados con la nueva creación de pobreza, desempleo y faltas de oportunidades. Un estudio incluso señala que la salud de aquellos trabajadores que pierden sus empleos durante una recesión se ve profundamente afectada, llevando a una reducción permanente de la esperanza de vida de estos de hasta un año y medio.

Dada esta evidencia —de cómo la falta de oportunidades y las crisis económicas afectan directamente la vida y las expectativas de vida de las personas— el trabajo de Anne Case y el Nobel Angus Deaton Deaths of Despair (muertes por desesperación) se hace más relevante que nunca. Los autores evidencian que en las últimas décadas ha surgido una nueva epidemia de muertes en Estados Unidos producto de la desesperación y la falta de oportunidades. Los sectores medios, pobres y menos educados de Estados Unidos —particularmente los hombres blancos en edad de trabajar sin estudios universitarios— han sido afectados por enfermedades que han llevado a cientos de miles de ellos (158.000 sólo en el 2017) a quitarse la vida cada año. Lo paradójico de esta epidemia de muertes —que antecedió y es mucho más profunda y permanente que el COVID-19— es que estas no fueron causadas por una infección virulenta, sino que por un daño autoimpuesto: sea rápidamente a través del uso letal de un arma o una sobredosis de drogas, o lentamente a través de daños hepáticos debido al consumo excesivo de alcohol. Case y Deaton capturaron esta pandemia de falta de oportunidades y desesperación como el fenómeno de las “muertes por desesperación”.

Estas muertes por desesperación han hecho que la esperanza de vida al nacer en Estados Unidos haya caído de forma persistente durante tres años consecutivos (entre el 2014 y el 2017), algo nunca visto en ese país en al menos un siglo. Aquellos “desesperados”, argumenta Case y Deaton, “están desesperados por lo que les está sucediendo a sus propias vidas y a sus comunidades en las que viven, no porque el 1% más rico se haya enriquecido”. Las muertes por desesperación, “reflejan la pérdida de una forma de vida en el largo plazo, que se desarrolla lentamente”. De esta forma, dichas muertes están vinculadas a: las pérdidas de oportunidades, la destrucción de la calidad y del estilo de vida de las clases trabajadoras norteamericanas y la erosión del sentido de “comunidad local”. Es difícil no entrever que podría ser probable que las “muertes por desesperación” aumenten debido a la crisis económica autoinducida producto del COVID-19; en particular, cuando la evidencia sugiere que efectivamente son estos mismos grupos etarios y socioeconómicos, y estas mismas comunidades locales —que identificaron Casen y Deaton— las que serán profundamente afectadas económica y psicológicamente producto de las políticas de salud pública restrictivas y generalizadas para contener la pandemia.

Finalmente, pareciera ser entonces que, si consideramos nuestras elecciones de forma dinámica y temporal, no estaríamos cambiando “vida por plata”, al elegir las cuarentenas estrictas y los cierres totales de la económica, sino que lamentablemente estaríamos cambiando “vidas por vidas” a lo largo del tiempo. El reconocer que existen trade-offs complejos y temporales entre distintas vidas y grupos sociales, asociados a toda medida de salud pública, es una idea central de la política económica de las enfermedades que pareciera haber sido olvidada por muchas mentes binarias y “paladines de la justicia”. La diferencia entre el distanciamiento social, el sentido común y los cierres económicos completos es demasiado dramática para no ser tomada en serio. Lampadia




Los beneficios del modelo

Los beneficios del modelo

EDITORIAL DE LAMPADIA

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

A diferencia de gran parte de nuestra historia, en estas épocas de crisis el Perú disfruta de capacidades muy superiores a buena parte de los países del mundo.

Como puede apreciarse en el siguiente gráfico de The Economist, en términos de deuda pública, deuda externa (pública y privada), costo del endeudamiento externo y reservas internacionales, el Perú es el cuarto país emergente mejor posicionado del planeta, después de Botsuana, Taiwán y Corea del Sur, largamente el mejor país latinoamericano, incluyendo Chile.

Estos indicadores son una muestra de nuestra capacidad económica, monetaria y fiscal para afrontar la crisis del coronavirus. Para apoyar a la población que pierde ingresos y a las empresas que no pueden vender.

Pero, la pregunta se cae de madura. ¿Cómo es posible que un país pobre como el nuestro esté tan bien ubicado en un ranking global?

Ya lo hemos dicho mil veces: se debe a nuestras políticas públicas de los últimos 27 años, desde la promulgación de la Constitución de 1993, que permitió un manejo económico prudente y el regreso de la inversión privada al país. Veamos el siguiente gráfico que muestra el gran cambio logrado con dicha Constitución.

Ver en Lampadia: Nuestra buena herencia de los 90 Constitución y Leyes Madre.

Lamentablemente, desde el 2011 en adelante, con los gobiernos de Humala, Kuczynski y Vizcarra, venimos retrocediendo económica y socialmente, pero aún así, hemos logrado mantener suficientes holguras para luchar contra la crisis sanitaria, social y económica del coronavirus.

Pero a pesar de estas evidencias, todos los días se multiplican en los medios y la vida política del país, medias verdades y falsedades abiertas que pretenden desacreditar las normativas que hicieron posible el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la desigualdad, la creación de una gran clase media y nuestras reservas monetarias y fiscales.

Es cierto que en medio de ese proceso de bienestar no hemos logrado superar falencias graves en educación y salud. Pero contrario a la cháchara anti sistema, no es porque no hayamos generado los recursos para hacerlo, sino por la corrupción e incapacidad del Estado. Para demostrar esto, veamos los siguientes gráficos publicados por Jaime de Althaus:

Ver en Lampadia: Su presupuesto se multiplicó por 7 en 20 años – El problema de la Salud no es bajo presupuesto, sino pésima gestión y corrupción.

Como puede verse, en los últimos 20 años el presupuesto del sector Salud se multiplicó por siete en soles constantes, se multiplicó por tres como porcentaje del PBI, y por dos como porcentaje del presupuesto.

Es pues muy claro que el modelo seguido a lo largo de todos estos años ha multiplicado nuestras capacidades en todos los planos. No es el llamado ‘neoliberalismo’ el culpable de nuestras remanentes carencias, sino la corrupción enquistada en todos los niveles del Estado, y la gran incapacidad, indolencia e irresponsabilidad de nuestras burocracias públicas, más el desenfoque vergonzoso de buena parte de nuestros políticos y medios de comunicación.

Pero más allá de esas responsabilidades por acción, está también la gran responsabilidad por inacción de la clase dirigente, que no ha sabido ser responsable con la necesidad de participar de la vida  pública y de fajarse por defender las ideas y las políticas públicas conducentes al bienestar general. Lampadia




El boom de la interacción digital

El boom de la interacción digital

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

La cuarentena ha obligado a familias, empresas, artistas, políticos, estudiantes, maestros, autoridades y funcionarios a interactuar de manera digital, mediante teléfonos móviles, computadoras y tabletas que permiten acceder a las ya utilizadas redes sociales como el Facebook, Twitter, Instagram, YouTube o Snapchat, Messenger, WhatsApp, Signal, Skype, Jitsi, ooVoo o Houseparty, así como a las plataformas de videoconferencia más amplias como Zoom meeting,  Google Hangouts Meet, Blackboard o GoToMeeting, entre otras, muchas de ellas con versiones libres de pago.

Muchas empresas, organizaciones, profesionales y familias globales con miembros en una y otra parte del mundo, ya estaban acostumbrados a estas formas de interacción y sólo han mantenido su forma de comunicación y trabajo. Las que no lo estaban, han migrado rápidamente y hoy día, obligados por las circunstancias, interactúan de esta manera. Para entender la importancia de esto, algunos datos relevantes del informe de Hootsuite, difundido por algunos medios de comunicación:

  • 100% de incremento en video llamadas y mensajes de voz de WhatsApp y 70% en Facebook
  • 43% de incremento en el consumo de noticias en directo.
  • 42% de incremento en el consumo de películas y series.[i]

Este informe, también muestra un dato sumamente relevante: se estima que el tiempo dedicado a trabajar a disminuido en un 34%. Este último dato, puesto en nuestro contexto, donde hay menor acceso a internet, menor acceso a dispositivos electrónicos y menor experiencia como usuarios, que hace aún más difícil el teletrabajo, trabajo remoto o home office, es inevitablemente mayor y se convierte en una obvia señal de alarma que hay que oír y frente a la cual debemos actuar.

Tenemos entonces, que, mientras las familias, empresas, organizaciones, profesionales y autoridades interactúan de manera digital, el tiempo dedicado a trabajar ha disminuido ostensiblemente, sea porque hay actividades que no pueden efectuarse de manera remota o digital o sea porque no tenemos las condiciones de acceso (dispositivos, acceso a internet y experiencia de usuario) necesarias para seguir trabajando en forma remota.

Aquí está entonces el reto. Debemos crear condiciones para que el boom de interacción digital no se quede en él entretenimiento, la comunicación familiar o en el ámbito empresarial más dinámico. Para empezar a encontrar luz al final de este oscuro y largo túnel del aislamiento social y la parálisis económica, sería necesario hacer que todo el aparato productivo que pueda hacerlo interactúe de manera digital y podamos cambiar la cifra de disminución de tiempo destinado al trabajo. Si los ciudadanos, las empresas y el Estado no trabajamos, la post cuarentena va a ser mucho peor que la crisis del Corona Virus.

Las empresas ya lo están haciendo, por costumbre previa o por necesidad de sobrevivencia. Muchos profesionales y organizaciones también. Muchas entidades públicas vinculadas a la emergencia también y de manera encomiable. ¿Sin embargo, qué sucede con el resto del Estado?

Allí está la parte más compleja pero necesaria de este reto. La digitalización del Estado y su interacción con los ciudadanos. Hay avances, pero la tarea debiera ser más agresiva en esta materia.

  • Se han creado algunas mesas de partes virtuales. Deben extenderse, deben ampliarse, deben generalizarse. Ya no hay justificación para no hacerlo.
  • Existen sistemas de respuesta digital: SUNAT a la casilla de cada contribuyente, Poder Judicial a la casilla electrónica de cada abogado, Ministerio de Trabajo a los solicitantes de la Suspensión Laboral Perfecta, entre otras entidades. Esto debe generalizarse, debe existir un sistema de notificaciones y respuesta electrónica en entidades públicas, regiones, municipalidades y toda entidad estatal. El estado debe responder de manera virtual, debe ahorrar tiempo en mensajería, en papel, en empleados que demoran los trámites y en gastos logísticos.
  • Las audiencias judiciales virtuales eran posibles y ya se utilizaban en audiencias penales, en el sistema de control de la magistratura, en ciertas entidades del Estado. Debemos generalizarlas.  No solamente por la necesidad del Covid, sino por la disminución en costo de transporte, logística y horas hombre que pueden aportar a la productividad del país. El Tribunal Constitucional ha dado un paso importante en esta dirección, nada obsta para que todos los tribunales de justicia y administrativos sigan este camino.
  • El expediente judicial funcionaba en ciertas partes del país y para cierto tipo de litigios. Tendrá que extenderse paulatinamente para que el sistema de administración de justicia vuelva a caminar.
  • Los trámites de licencias, las peticiones de aprobación, las comunicaciones exigidas por el Estado en diversos sectores no pueden quedar en espera de que el Estado reabra. Tienen que seguir funcionando. Deben ser digitales, automáticos, simplificados, de respuesta inmediata o silencio positivo o, en caso que resulten innecesarios, ser suprimidos para que los ciudadanos y las empresas puedan trabajar de manera inmediata, con cargo a fiscalizaciones posteriores.
  • El Sistema de Registros Públicos debe continuar atendiendo. La publicidad registral en primer lugar, pero también las inscripciones de poderes, juntas, directorios y contratos, con las seguridades digitales necesarias. No han reactivación sin publicidad registral y contratos inscritos.
  • Las escuelas públicas. Se hace necesaria la tele educación masiva, en tanto sea posible que nuestros niños de escasos recursos puedan acceder a dispositivos que les permitan ingresar a clases virtuales por internet. Para ello, bien se podría destinar el espacio pagado a los medios a estos fines, en lugar de usarlo en dar cobertura innecesaria a la imagen presidencial.
  • La telemedicina, es otra forma de digitalización de la labor del Estado que debiera ponerse en marcha, no solamente para atender la emergencia y sus síntomas, sino también para atender poblaciones remotas donde es más fácil llevar un teléfono móvil que un médico especialista. Experiencias en los andes ya existen.

El Estado no puede quedarse atrás en el boom de la interacción digital. Su parálisis afecta a todo el país. Grupos de acción inmediata en cada sector público, que no estén en las poblaciones de riesgo, debieran liderar este reto. Lampadia




Debemos “apuntalar” al Perú

Debemos “apuntalar” al Perú

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Ante las circunstancias actuales de pandemia por el Coronavirus se ha hecho ostensible un sinnúmero de debilidades de la estructura del Estado peruano. No podremos ser exhaustivos en su enumeración pues requeriríamos muchas páginas, pero si podemos a guisa de ejemplos señalar algunas cosas.

Ante la orden de inamovilidad y aislamiento social que restringe las posibilidades de reunión y tránsito normal para todos los ciudadanos, ya apareció la propuesta hecha por un congresista respecto al “Congreso Virtual” para permitir que; el Consejo Directivo, las Comisiones de Trabajo, la Comisión Permanente y el Pleno del Congreso, puedan tener sesiones virtuales aprovechando las facilidades que la tecnología brinda.

Debemos considerar que el congresista tiene como funciones principales: 1. Representar, 2. Fiscalizar y 3. Legislar, y además en ese orden de importancia. Consecuentemente, este Congreso debería estar en estos momentos trabajando intensamente en la fiscalización de las actividades que ha desarrollado el ejecutivo desde el 30 de setiembre del año pasado a la fecha, empezando por los Decretos de Urgencia y las actividades mismas de ese tiempo. Igualmente, hay actividades que durante este periodo de emergencia sanitaria se están ejecutando y requieren fiscalización (y vaya que requieren, con la gavilla de delincuentes, con honrosas excepciones, que hay al frente de gobiernos sub-nacionales). Ya sólo con eso tienen el “plato lleno”, al margen de tener que instalarse debidamente en comisiones para empezar a trabajar y cuidar que algunos congresistas no renuncien a las bancadas por las que fueron elegidos…

Las facilidades de comunicación virtual son ciertamente una gran herramienta, pero aplican fundamentalmente a labores de coordinación de grupos relativamente pequeños, por ejemplo; el Consejo Directivo, la Junta de Portavoces, algunas actividades de algunas Comisiones de Trabajo y probablemente algunas actividades de carácter administrativo y de coordinación de la Comisión Permanente, pero de ninguna manera para tener un análisis y debate integral y profundo de los proyectos de ley y en algunos casos hasta de propuestas de modificación constitucional. A menos que quieran pasar las cosas “por agua tibia”, no me imagino, por ejemplo, la presentación del gabinete y debate de investidura en una “sesión virtual” del Pleno del Congreso.

Este Congreso es percibido como un “Congreso Light”, tiene nueve bancadas (para empezar) y la que más, fue elegida con un máximo de 8% de los votos emitidos. Sin liderazgo claro, ni visión de futuro, sin vocación fiscalizadora y muchos congresistas dispuestos a ceder rápidamente sus facultades legislativas, mientras otros con propuestas y pose de radicalismo populista para las tribunas. Por eso, no sin razón, se sienten que están en un segundo plano y bajo la tutela de la presidencia de la República, aún sabiendo que tienen al frente un gabinete con ministros más “light” que ellos y que se cae sólo. Ya el último cambio de titular del sector Salud en plena crisis (cambio de jinete a mitad de carrera), explica a las claras la debilidad del equipo de trabajo del gobierno y la precariedad en la selección de sus colaboradores.

Por esto es que ahora sale a flote las carencias del aparato de salud del Estado, por no haber hecho la tarea aún después de dos años de gestión del presidente, dentro de un gobierno que debemos recordar ya lleva casi cuatro años de gestión. Ahora se ve la falta de hospitales y postas médicas, ahora se ve la falta de personal médico y paramédico entrenado, ahora salta a la vista las condiciones precarias en que ellos deben trabajar, al punto que el ministro de salud de hoy, tuvo que disponer como primera tarea la entrega de material de protección para los médicos y enfermeras que están en la primera línea de atención y combate a esta pandemia. No obstante siguen maquillando información crítica, pues el Instituto Nacional de Salud pidió el 6 de marzo los kits de análisis molecular para Coronavirus, el sábado 28 el ministro Zamora dijo públicamente, pero con la cara tapada para que no se le note el enrojecimiento del rostro, que ya teníamos 80,000 kits entre lo que estaba en almacén y en viaje, sin embargo el miércoles 1 de abril nos enterábamos que la Orden de Compra se habría colocado recién el lunes 30 de marzo, con entregas parciales que llegarían hasta el 27 de mayo…

Aplaudo que el Hospital de Lima Este Vitarte, cuyo “comisionamiento” se inició en julio 2018, finalmente se esté poniendo en operación desde marzo 2020 ¿se imaginan si un hospital construido y equipado ha requerido 20 meses para ponerlo en operación, que nos pasaría con  la construcción de uno nuevo? Igualmente aplaudo se disponga el uso de las “Torres de los Panamericanos” como centros de salud, aunque no han sido diseñados para eso, pero es mejor su uso para estos fines, antes que su abandono y deterioro en el tiempo.

Otro tanto ocurre con el desmanejo y falta de información adecuada respecto a la población que debiera recibir el subsidio de 380 soles mensuales y la gestión de su entrega. Baste remitirse a lo indicado por el presidente que, parten de una base de datos del censo de 2003 y actualizada por las municipalidades… (principal foco de corrupción, especialmente en manejo de fondos sin rendición de cuentas) y sin esfuerzos de bancarización alguno. Que han hecho el MIDIS, Ministerio de la Mujer, Ministerio de Trabajo, Ministerio de Educación, entre otros, ¿durante todos estos años? No han sido capaces de generar el interés de los beneficiarios por registrarse (empadronarse) debidamente y formalizar su relación con los programas sociales administrados por el Estado, lo que resulta fundamental en condiciones de crisis y poner el foco en poblaciones altamente sensibles. ¿A partir de hoy lo harán? ¿Ligarán DNI electrónico con cuenta de banco y billetera electrónica?

Como vemos, el Congreso tiene frente a sí una ardua tarea de fiscalización, pero claro, eso cansa y prefieren el “glamour” de las reuniones virtuales y la ley propia, como si no nos sobraran leyes. Reitero, debieran dejar sin efecto por lo menos dos leyes por cada nueva ley que quieran aprobar.

No sólo eso, sino que el Parlamento debe debatir exhaustivamente las propuestas de ley y sus dictámenes en comisiones, con una alta participación de sus asesores técnicos y evitar que medidas de índole técnico y de alto impacto (retiró de fondos de las AFP, por ejemplo) se pasen directamente al Pleno por razones políticas (cuanta falta hace un Senado). Si por lo menos no discuten adecuadamente los proyectos de ley presentados, no examinan y definen el destino de los Decretos de Urgencia aprobados durante el interregno parlamentario y quieren pasar “a tontas y a locas” leyes de reforma política para darle gusto a algunos iluminados, seguiremos a la deriva y mirando sólo la circunstancia del corto plazo.

Cómo podemos ver, aquí tenemos perlas en el Ejecutivo y en el Legislativo, no menciono el Judicial porque ya no están trabajando y debemos (aunque con reservas) dar el beneficio de la duda.

¡Debemos pues poner nuestros mejores cerebros y experiencia al servicio del Perú! Lampadia




¿Cómo estar preparados en la crisis?

Compartimos el diálogo sobre la crisis del coronavirus, entre Francisco Tudela, Pablo Bustamante y Román Cendoya.

GUÍA:

Introducción:
0:00 – 4:16

Pablo Bustamante
4:16 – 13:34

Francisco Tudela
13:34 – 26:29

Roman Cendoya
26:29 – 35:27

Preguntas y respuestas
35:27 – 1:06:49

Lampadia

 




Extensión social de Southern

Extensión social de Southern

Valle Lindo es un programa de pequeños proyectos identificados por los pobladores y que promueve el empleo temporal. La mano de obra para la instalación de este teléfono satelital la pusieron los pobladores.

 




Antenas para comunicación celular

Antenas para comunicación celular

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

La comunicación moderna apela cada vez más al uso de líneas para celulares o telefonía móvil.  Ciertamente cuanto más celulares se incorporen al mercado, más antenas se requerirán y cuanto mayor sea la densidad instalada de estas antenas, menor la potencia de transmisión requerida.  Igualmente, cuanto mayor sea la extensión o superficie a cubrir, más extensa será el área donde se requerirá instalación de antenas.

Las normas nacionales requieren de participación ciudadana para autorizar la instalación de antenas y si las empresas de comunicaciones no logran la aprobación ciudadana para instalar antenas, no se otorga el permiso correspondiente y en consecuencia, la antena requerida no se podrá instalar.

La consecuencia natural de una posición negativa ante la consulta ciudadana, es que se tiene un servicio de comunicaciones de menor calidad y, de otro lado, para atender a zonas remotas a la red celular, se hace necesaria la instalación de “boosters” (elementos que aumentan la potencia de transmisión de señales), para tratar de alcanzar la cobertura requerida.

Lo que no piensan quienes se oponen a la instalación de estas antenas es que, el uso de estos “booster” para aumento de potencia, aumenta el riesgo de radiaciones en las zonas donde sí se permitió la instalación de estos dispositivos.  Obviamente no es justo que quienes se oponen a la instalación de antenas en sus circunscripciones para “no sufrir daños por radiación“, cosa que es altamente discutible, le impongan esas externalidades negativas a quienes sí aceptan tener antenas instaladas en su áreas de vivienda o trabajo.

Como es fácilmente comprensible, si no estás dispuesto a contribuir a la extensión de oferta para el servicio de comunicación celular, también deberías estar dispuesto a no imponer tales externalidades a los demás, requiriendo y usando comunicación celular.

En consecuencia, deberíamos exigir que quienes se opongan en la consulta ciudadana, deban registrarse con su DNI en tal registro de oposición y la consecuencia inmediata debería ser el retiro automático y bloqueo permanente de contratación de servicios de comunicación celular a nivel nacional, pues debemos aceptar que, “lo que no es bueno para uno, no es bueno para los demás “, y por lo tanto no deberías usar un servicio que consideras maligno.

Una medida de esta naturaleza haría reflexionar a los usuarios de celulares, pues todos quieren uno, pero muchos de ellos no quieren facilitar el servicio. Lampadia




Cómo hablar con extraterrestres

Cómo hablar con extraterrestres

Luis de Torres se llamaba el judío converso que Cristóbal Colón, Almirante de la Mar Océana, escogió como intérprete para el que sería su legendario primer viaje en búsqueda de China. Se sabe que había trabajado en la oficina del gobernador de Murcia y estaba encargado de traducir —imaginaba el Almirante— los discursos de los reyes asiáticos que esperaban encontrar. Hablaba, se afirma, el árabe y el caldeo. Colón hablaba castellano y genovés. Sus tripulantes eran asturianos, gallegos, vascos; había un portugués, un veneciano.

¿Y qué hablaban los indios de las islas con quienes se toparon en su ruta hacia la fabulosa China? Muy pronto se hizo evidente que la comunicación plena era imposible y que ni siquiera las señas servían. La imposición brutal no sólo fue para buscar oro y esclavizar, sino también para denominar a todo lo nuevo que hallaban los españoles. La comunicación con el Nuevo Mundo se hizo entonces por medio de una mezcla de malentendidos, distorsiones, voces mezcladas del español y los dialectos o idiomas nativos. Las traducciones de los misioneros, muy forzadas, contribuyeron igualmente a la incomprensión; a lo que ayudaron los llamados indios “ladinos” que con frecuencia malinterpretaban tanto el castellano como el idioma que hablaban.

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/libros/Comunicacion/Comunicacion_imposible/segunda_parte_1.htm

Así de difícil y peligrosa fue la comunicación entre los españoles y los nativos americanos. Imaginémonos como podría ser con extraterrestres.

El siguiente artículo de The Economist describe el tema de manera muy interesante.

Placa a bordo de la misión Pioneer 11.
La placa incluye una figura de un hombre, una mujer, las transiciones del átomo de hidrógeno y la posición del Sol y la Tierra en la galaxia.

 

Cómo hablar con extraterrestres

El desafío también dice mucho sobre la conversación entre personas

The Economist
28 de noviembre de 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Imagínese cenar en una capital europea donde no conoce el idioma local. El camarero habla poco inglés, pero por las buenas o por las malas te las arreglas para pedir algo en el menú que reconoces, comes y pagas. Ahora imagine en cambio que, después de que una caminata sale mal, usted emerge, muerto de hambre, en una aldea amazónica. La gente de allí no tiene idea de qué hacer con usted. Imita sonidos de masticación, que confunden con su lengua primitiva. Cuando levantas las manos para indicar la rendición, piensan que estás lanzando un ataque.

Comunicarse sin un contexto compartido es difícil. Por ejemplo, los sitios radiactivos deben dejarse intactos durante decenas de miles de años; sin embargo, dado que el inglés de hace solo 1,000 años ahora es ininteligible para la mayoría de sus hablantes modernos, las agencias han luchado para crear advertencias que acompañen a los desechos nucleares. Los comités responsables de hacerlo han creado todo, desde enormes picos de hormigón, hasta “The Scream” [El Grito] de Edvard Munch, hasta plantas genéticamente modificadas para volverse de un azul alarmante. Ninguno está garantizado para el futuro.

Algunas de las mismas personas que trabajaron en estos mensajes del sitio de desechos también han sido parte de un desafío aún mayor: comunicarse con la vida extraterrestre. Este es el tema de “Lenguas extraterrestres”, un nuevo libro de Daniel Oberhaus, periodista de Wired.

No se sabe nada acerca de cómo los extraterrestres podrían recibir información. Un par de placas enviadas a principios de la década de 1970 con Pioneer 10 y 11, dos naves espaciales, muestran seres humanos desnudos y un mapa aproximado para encontrar la Tierra, cosas rudimentarias, pero incluso eso supone que los extraterrestres pueden ver. Dado que tales naves no tienen más que una posibilidad infinitesimal de ser encontradas, es más probable que las transmisiones de radio desde la Tierra, viajando a la velocidad de la luz, hagan contacto. Pero, así como una radio terrestre debe sintonizarse a la frecuencia correcta, también lo debe hacer el tipo interestelar. ¿Cómo darían los extraterrestres con la frecuencia correcta? La placa Pioneer da una pista en forma de diagrama básico de un átomo de hidrógeno, cuya polaridad magnética cambia a intervalos regulares, con una frecuencia de 1.420MHz. Dado que el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo, la esperanza es que este boceto pueda actuar como una especie de número de teléfono.

Suponiendo que los mensajes humanos realmente alcancen su objetivo, ¿de qué hablarían los terrícolas y los extraterrestres? El tema obvio en el que centrarse es la matemática; sus conceptos básicos a menudo se supone que son universales. Cualquier especie inteligente podría tener interés en los números naturales (1, 2, 3, etc.), así como en cosas como pi. Pero ir más allá de eso a una conversación más amplia sería mucho más difícil. Los científicos han trabajado en lenguajes de “autointerpretación”, escritos de una manera que tiene como objetivo enseñar al lector el idioma a medida que avanza, lo que podría hacer posible los siguientes pasos.

¿Hay alguna razón para pensar que los sistemas de comunicación extraterrestre compartirían las dos características clave de diseño del lenguaje humano, las palabras y la gramática? Una palabra como “libro” es un símbolo para todos los objetos que exhiben cualidades de libro; ¿Los extraterrestres también emplearían símbolos, en lugar de tener nombres separados para cada objeto en su mundo? Oberhaus aduce argumentos que podrían. Cualquiera que sea el tipo de sociedad que habitan, las formas de vida extraterrestres tendrían un tiempo y energía limitados, como lo hacen las personas. Es eficiente usar símbolos. Del mismo modo, la gramática humana permite la creación de una gran cantidad de oraciones a partir de un número finito de reglas. Cualquier hombre lunar con recursos limitados también podría desarrollar esa gramática.

Sin embargo, incluso si se superaran todos esos obstáculos, la distancia seguiría siendo un problema. Los niños humanos aprenden su primer idioma escuchando, probándolo y recibiendo comentarios instantáneos. Este toma y daca les permite usar oraciones fluidas a la edad de cuatro años. En 2015, el primer exoplaneta conocido a una distancia de “goldilocks” de su estrella (no muy cerca ni muy lejos), y con agua, fue descubierto a 110 años luz de distancia. Un mensaje enviado hoy llegaría en 2129; su respuesta, en 2239. Los tipos de intercambios representados en películas de ciencia ficción tomarían vidas.

Los asombrosos desafíos de comunicarse a través de la galaxia significan que algunos piensan que no vale la pena el esfuerzo, por no hablar de una pregunta política planteada por Oberhaus: “¿Quién habla por la Tierra?” Pero reflexionar sobre estos obstáculos plantea otro pensamiento, no sobre los extraterrestres sino sobre lo que la humanidad tiene en común. Los lingüistas discuten si los idiomas comparten características universales o son productos únicos de las culturas locales; cualquiera que sea la respuesta, las 7,000 lenguas del mundo están mucho más cerca una de la otra que cualquier cosa que se pueda encontrar allí. Lampadia