Lima-Perú, 04/05/2020 a las 09:05am. por Editorial Lampadia
¿Que más pruebas queremos?
Los beneficios del modelo
EDITORIAL DE LAMPADIA
Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
A diferencia de gran parte de nuestra historia, en estas épocas de crisis el Perú disfruta de capacidades muy superiores a buena parte de los paÃses del mundo.
Como puede apreciarse en el siguiente gráfico de The Economist, en términos de deuda pública, deuda externa (pública y privada), costo del endeudamiento externo y reservas internacionales, el Perú es el cuarto paÃs emergente mejor posicionado del planeta, después de Botsuana, Taiwán y Corea del Sur, largamente el mejor paÃs latinoamericano, incluyendo Chile.
Estos indicadores son una muestra de nuestra capacidad económica, monetaria y fiscal para afrontar la crisis del coronavirus. Para apoyar a la población que pierde ingresos y a las empresas que no pueden vender.
Pero, la pregunta se cae de madura. ¿Cómo es posible que un paÃs pobre como el nuestro esté tan bien ubicado en un ranking global?
Ya lo hemos dicho mil veces: se debe a nuestras polÃticas públicas de los últimos 27 años, desde la promulgación de la Constitución de 1993, que permitió un manejo económico prudente y el regreso de la inversión privada al paÃs. Veamos el siguiente gráfico que muestra el gran cambio logrado con dicha Constitución.
Ver en Lampadia: Nuestra buena herencia de los 90 Constitución y Leyes Madre.
Lamentablemente, desde el 2011 en adelante, con los gobiernos de Humala, Kuczynski y Vizcarra, venimos retrocediendo económica y socialmente, pero aún asÃ, hemos logrado mantener suficientes holguras para luchar contra la crisis sanitaria, social y económica del coronavirus.
Pero a pesar de estas evidencias, todos los dÃas se multiplican en los medios y la vida polÃtica del paÃs, medias verdades y falsedades abiertas que pretenden desacreditar las normativas que hicieron posible el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la desigualdad, la creación de una gran clase media y nuestras reservas monetarias y fiscales.
Es cierto que en medio de ese proceso de bienestar no hemos logrado superar falencias graves en educación y salud. Pero contrario a la cháchara anti sistema, no es porque no hayamos generado los recursos para hacerlo, sino por la corrupción e incapacidad del Estado. Para demostrar esto, veamos los siguientes gráficos publicados por Jaime de Althaus:
Ver en Lampadia: Su presupuesto se multiplicó por 7 en 20 años - El problema de la Salud no es bajo presupuesto, sino pésima gestión y corrupción.
Como puede verse, en los últimos 20 años el presupuesto del sector Salud se multiplicó por siete en soles constantes, se multiplicó por tres como porcentaje del PBI, y por dos como porcentaje del presupuesto.
Es pues muy claro que el modelo seguido a lo largo de todos estos años ha multiplicado nuestras capacidades en todos los planos. No es el llamado ‘neoliberalismo’ el culpable de nuestras remanentes carencias, sino la corrupción enquistada en todos los niveles del Estado, y la gran incapacidad, indolencia e irresponsabilidad de nuestras burocracias públicas, más el desenfoque vergonzoso de buena parte de nuestros polÃticos y medios de comunicación.
Pero más allá de esas responsabilidades por acción, está también la gran responsabilidad por inacción de la clase dirigente, que no ha sabido ser responsable con la necesidad de participar de la vida pública y de fajarse por defender las ideas y las polÃticas públicas conducentes al bienestar general. Lampadia
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