1

El poder de la buena voluntad

El poder de la buena voluntad

David Belaunde Matossian
Para Lampadia

El sector privado tendrá que ser mucho más proactivo socialmente si quiere recuperar influencia en las decisiones públicas.

Hace poco mencioné la importancia de que el Estado incluya, por el bien del país, al sector privado y asociativo en la elaboración de decisiones (sistema de advisory boards) y en su ejecución (estrategia de canales de ejecución). Mejorará así la calidad de la gestión pública. Para ello, afirmaba, es necesario un cambio de mentalidades en la clase política.

Algunos objetan que el empresariado también debe cambiar. No les falta razón. Lamentablemente, a lo que se refieren con esto es que los empresarios deberían apoyar las “buenas” causas, no oponerse a tratados internacionales (viene en mente el reciente acuerdo de Escazú) ni a regulaciones, donar generosamente a las ONG correctas, y realizar regularmente actos de contrición, estilo CADE 2019 – en suma, ser buenos niños.

En vez de eso, lo que el empresariado debe hacer es ganar el apoyo de la población a través de acciones de alto impacto. Las voces más liberales objetarán que las empresas, por el solo hecho de existir en su actividad lucrativa, tomando riesgos, invirtiendo, innovando, etc., ya le hacen bien al país. Aunque esto es cierto, ya no es suficiente.

La estrategia que proponemos tiene tres aristas principales:

1) Servicios sociales directamente financiados y manejados por el sector privado. Hay muchos campos en los cuales el empresariado puede intervenir. Citemos por lo menos uno, en el ámbito educativo. Cientos de miles de estudiantes deben trabajar para pagar sus estudios. Un alto porcentaje los abandona. En el contexto actual de alto desempleo, y de clases virtuales que exigen inversión en material informático, el problema se ha agudizado. Las becas de continuidad del Estado solo alcanzan a 10,000 estudiantes. Hace falta un programa privado hoy – ¡ayer! – que beneficie al 5to superior en sectores clave (computación, electromecánica, técnicos agrónomos, etc.), y sin mucho papeleo. Hacer esto realidad, como lo hacen las cámaras de comercio en Francia, tendría un impacto considerable, tanto real como perceptual.

2) Diseño de políticas públicas. Aunque el Gobierno en estas épocas no le pida mucho su opinión, nada impide al sector privado desarrollar propuestas. Mi recomendación aquí es que cada empresa y/o gremio elabore un programa detallado en las áreas que mejor conoce y las haga de conocimiento público – lo que nos lleva al tercer punto:

3) Comunicación agresiva. El discurso antiempresa funciona por saturación. Un cierto número de periodistas, consciente o inconscientemente, lo repiten día y noche en varios canales de televisión y en los periódicos. Las redes, a su vez, lo amplifican. En ese contexto, simplemente esperar que la contribución del sector privado se vea por sí sola es ingenuo. Hay que dar a las obras y a las ideas de nuestro empresariado amplia difusión. Tal vez se debería crear un nuevo canal televisivo. Como mínimo, se debería ejecutar una estrategia de redes agresiva.

Una mayor proactividad permitirá al sector privado adquirir – recuperar, en algunos casos – el grado de influencia que debería tener en los asuntos públicos. La indiferencia, la pasividad y el silencio de la sociedad civil son tan nocivas como el estatismo, y le dan pie. Lampadia




Nace nuevo diseño de los chips

Nace nuevo diseño de los chips

La industria de semiconductores, que en jerga común se asocia a la producción de los “microchips” o “chips”, se ha visto sacudida recientemente por el lanzamiento de una arquitectura de diseño, denominada, RISC-V, que haría posible la adquisición de microprocesadores de forma gratuita y en todo lugar.

Como hemos escrito en Lampadia: Las implicancias geopolíticas y económicas del enfrentamiento por los chips, los chips constituyen la base de toda la economía digital al estar presentes en una gran cantidad de bienes y servicios que utilizamos. Además, dada la alta complejidad de su cadena de valor, cualquier cambio producido en alguna de sus etapas genera que se trastoquen varias fábricas de diferentes partes del mundo en el que se ve inmersa su producción.

En ese sentido, el lanzamiento de esta nueva arquitectura para chips tendría fuertes implicancias en términos de costos en industrias conexas como los smartphones, laptops, PC de escritorio, entre otros bienes electrónicos. Pero más importante aún, de tener éxito, potenciaría el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT), sustentado en la incrustación de chips en cualquier objeto físico, pudiendo conectarse a la red.

Además, en un contexto de desglobalización, producto de la guerra comercial China – EEUU, el lanzamiento del RISC-V significarían muy buenas noticias para los consumidores a nivel mundial. Como menciona un reciente artículo escrito por The Economist, que compartimos líneas abajo, el dominio de los microprocesadores patentados está en manos de dos empresas básicamente, Intel y Arm. Si se cuenta con un microprocesador que no depende de la licencia de alguna de estas empresas, las cuales pueden estar en el ojo de la tormenta del conflicto comercial de las superpotencias económicas, su acceso estaría garantizado. Además, dado que su carácter es descentralizado, podría permitir su uso en cualquier parte del mundo y dado que no pide patentes, a diferencia de Intel o Arm, abarataría los costos de los productos en los cuales se incrusten tales chips con dicha arquitectura.

No es adrede, como enfatiza The Economist, que ya hayan empresas chinas que se encuentren desarrollando herramientas de software utilizando como base el hardware de código abierto, RISC-V.

En conclusión, consideramos que dicho lanzamiento es auspicioso y si bien, aún no se cuenta con un 100% de fiabilidad de que dicho chips podrán ser utilizados en artículos electrónicos de uso común como el smartphone o las tablets, confiamos en que su desarrollo eventualmente posibilitará su uso no solo en dichos bienes sino también en aquellos no electrónicos que conecte el 5G en el futuro. Lampadia

Computación de código abierto
Un nuevo plan para microprocesadores desafía a los gigantes de la industria

RISC-V es una alternativa a los diseños patentados

The Economist
3 de octubre, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

La mayoría de los microprocesadores, los chips que hacen el trabajo pesado en las computadoras, están construidos alrededor de diseños, conocidos como arquitecturas de conjuntos de instrucciones (en adelante, ISA), que son propiedad de Intel, un gigante estadounidense, o de Arm, uno japonés. Los ISA de Intel potencian las computadoras de escritorio, servidores y computadoras portátiles. Arm potencia teléfonos, relojes y otros dispositivos móviles. Juntas, estas dos empresas dominan el mercado. Casi todos los 5,100 millones de teléfonos móviles del planeta, por ejemplo, se basan en una ISA diseñada por Arm. El año pasado, sin embargo, se lanzó un ‘boomlet’ en chips usando una ISA llamado RISC-V. Si el ‘boomlet’ se convierte en boom, puede cambiar drásticamente la industria de chips, en detrimento de Arm e Intel, porque a diferencia de las ISA de esas dos empresas, que son propietarias, RISC-V está disponible para cualquier persona, en cualquier lugar, y es gratis.

Una ISA es una descripción estandarizada de cómo funciona un chip en el nivel más básico, e instrucciones para escribir software para ejecutarlo. Para hacer una analogía, una casa puede tener dos pisos o tres, cinco habitaciones o seis, un baño o dos. Eso depende del arquitecto. Sin embargo, una ISA es el equivalente a insistir en que se coloquen el mismo tipo de enchufes eléctricos y entradas y salidas de agua en los mismos lugares en cada habitación adecuada, de modo que un electricista o un plomero puedan encontrarlos instantáneamente y llevar el kit correcto a conéctarte con ellos.

RISC-V ofrece a los arquitectos informáticos una forma de estandarizar sus enchufes y tuberías sin tener que obtener el permiso (y pagar regalías) a ninguno de los monopolistas, ya que cualquier empresa o individuo puede descargarlo de Internet. Fue escrito originalmente por científicos informáticos de la Universidad de California, Berkeley, que querían un conjunto de instrucciones que pudieran usar para la investigación publicable. Los productores comerciales de ISA eran reacios a poner los suyos disponibles, por lo que los académicos decidieron abrocharse y escribir los suyos.

El resultado, RISC-V, hizo su debut en 2014, en la conferencia de microprocesadores Hot Chips en California. Ahora se rige por una fundación sin fines de lucro. Aunque no hay regalías formales, la fundación solicita donaciones como gestos públicos gratuitos de empresas que emplean arquitectura RISC-V, porque lo que alguna vez fue una herramienta para académicos ahora está proliferando comercialmente.

Hay tres razones para esta proliferación. Lo más obvio es que la falta de regalías significa que usar RISC-V es menos costoso que emplear una ISA comercial. Si el producto final es un objeto de alto precio como un teléfono inteligente, eso puede no ser una gran consideración. Pero para dispositivos más baratos lo es. Además, a medida que los chips se incorporan a una gama creciente de productos, como electrodomésticos, infraestructura de la ciudad y equipos de fábrica, tiene sentido comercial mantenerlos lo más baratos posible.

Una segunda ventaja más sutil es que, a diferencia de los chips basados en diseños patentados, los que implican RISC-V pueden usarse sin largas y costosas negociaciones contractuales. Puede tomar entre seis meses y dos años negociar una licencia para usar un diseño de chip que involucre una ISA comercial. En el mundo de la informática, especialmente para una startup con problemas de liquidez, eso es una eternidad.

La tercera razón por la cual las personas están cambiando a RISC-V es la naturaleza del código abierto en sí. Dado que el conjunto de instrucciones ya está publicado en línea, los controles de exportación estadounidenses no se aplican a él. Esto lo ha hecho particularmente popular entre las empresas chinas de tecnologías de la información. Alibaba, un gigante del comercio electrónico con sede en Hangzhou, anunció su primer chip RISC-V en julio. El gobierno municipal de Shanghai tiene un programa que apoya a las startups que usan RISC-V en sus diseños. Huami, una gran empresa de dispositivos portátiles en Hefei, está produciendo en masa relojes inteligentes que contienen procesadores basados en RISC-V. Y en Shenzen, Huawei, una de las compañías de electrónica más grandes del mundo, tiene un equipo de desarrolladores trabajando en RISC-V. En una entrevista en septiembre, Wang Chenglu, el jefe del negocio de electrónica de consumo de Huawei, señaló el reciente traslado de la fundación RISC-V a Suiza, fuera de la jurisdicción de EEUU.

RISC-V tiene debilidades. Arm ha pasado décadas construyendo herramientas de software para trabajar con sus diseños, y dedica gran parte de su tiempo a ayudar a los clientes a implementarlas en sus chips. Las herramientas que existen para los diseños RISC-V aún no son tan sofisticadas. Intel simplifica aún más las cosas. Realiza todo el desarrollo, las pruebas y la fabricación en sí, entregando solo chips terminados a los clientes. Esta fiabilidad sin duda mantendrá los productos de estas empresas competitivos por un tiempo.

Sin embargo, a pesar de todo eso, es probable que RISC-V prospere, particularmente en productos que contienen chips pero que no son teléfonos inteligentes o computadoras. El software de código abierto fue un requisito previo para el auge de los teléfonos inteligentes que tuvo lugar durante la última década. El hardware de código abierto, como RISC-V, puede conducir a una expansión similar de otros dispositivos en la próxima década. Lampadia




Se ajusta la industria de teléfonos inteligentes

Se ajusta la industria de teléfonos inteligentes

Una reciente estadística ha generado cierta preocupación entre los inversionistas de los mercados de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Según fuentes de The Economist (ver artículo líneas abajo), por primera vez en la historia de dicha industria, se estima que en el 2018 las ventas de teléfonos inteligentes registrarán una leve caída con respecto al año anterior.

Análisis

Este hecho se condice con una reciente caída en el precio de la acción en el orden del 10% de una de las compañías líderes en el rubro, Apple.

Si bien Apple concentra solo el 13% de los usuarios a nivel mundial, el valor de la compañía sigue siendo un buen indicador del desempeño de esta industria, ya que captura casi todas las ganancias de esta.

Ante esta realidad surge una pregunta inquietante, ¿Es este el fin del ciclo expansivo de los smartphones? Un producto que ha permitido el acceso a la información de forma universal.

Analicemos. En primer lugar, el hecho que se registre una caída anual en las ventas de una industria de consumo particular no implica necesariamente el inicio de su debacle. Ello puede deberse a múltiples factores tales como una desaceleración económica, un cambio de preferencias de los consumidores, saturación del mercado, un choque negativo de oferta que encarece los bienes y por ende se demandan menos, entre otras razones.

En el caso de los teléfonos inteligentes, la hipótesis que plantea The Economist es que se trataría más de un alargamiento de los ciclos de reemplazo de dichos productos. Dado que, en percepción de los consumidores, los nuevos modelos ofrecen solo mejoras marginales con respecto a los modelos anteriores, el período de tenencia de estos últimos se ha prolongado.

En este sentido, no se podría hablar de una menor demanda per se, sino por el contrario, se trataría de una estabilización, tras haber alcanzado un pico en las ventas en el 2017.

Otro argumento que rebatiría también la hipótesis de una posible “debacle” de esta industria, se puede ver a través de la penetración mundial de teléfono inteligente al 2018. Al día de hoy, el teléfono inteligente es el producto de consumo más grande que ha conocido la humanidad, con 4 mil millones de usuarios, el 70% de la población adulta mundial.

Es muy difícil hablar del fin del ciclo de este producto cuando aún prevalecen enormes brecha de infraestructura en materia de conectividad en grandes regiones del mundo. El teléfono inteligente les permite a las personas que viven en estos países, sin invertir muchos recursos, acceder a la comunicación global y a enormes volúmenes de información, factores cruciales en la toma de decisiones empresariales y de consumo en el día a día. Esto último impulsa el crecimiento y es un gran movilizador social.

Creemos al igual que The Economist, que dadas estas razones, el smartphone ha venido al mundo para quedarse, en tanto “mantiene su promesa como el dispositivo que hará que la computación y las comunicaciones sean universales”. Lampadia

 

¿Pico de los teléfonos inteligentes? Qué bien
La maduración de la industria de los smartphones es motivo de celebración

Son malas noticias para los accionistas de Apple, pero buenas noticias para la humanidad.

The Economist
10 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Cuando Apple redujo su estimación de ingresos para el último trimestre de 2018 debido a la inesperada desaceleración de las ventas de iPhones, los mercados se convulsionaron. El precio de las acciones de la compañía, que había estado bajando durante meses, cayó un 10% más el 3 de enero, un día después de que saliera la noticia. Las acciones de los proveedores de Apple también se vieron afectadas. Esta semana, Samsung, el mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes, por volumen, que también vende componentes a otros fabricantes de teléfonos inteligentes, dijo que sus ventas fueron más débiles de lo esperado en el trimestre.

Los analistas estiman que la cantidad de teléfonos inteligentes vendidos en 2018 será ligeramente más baja que en 2017, el primer descenso anual de la industria. Todas estas son noticias terribles para los inversionistas que han apostado por un crecimiento continuo. Pero retroceda y mire la imagen más grande. El hecho de que las ventas de teléfonos inteligentes hayan alcanzado su nivel máximo, y parece que se está estabilizando en alrededor de 1,400 millones de unidades al año, es una buena noticia para la humanidad.

La gente ha votado con sus billeteras para hacer del teléfono inteligente el producto de consumo más exitoso de la historia: casi 4 mil millones de los 5,5 mil millones de adultos en el planeta ahora tienen uno. Y no es de extrañar. Conectan a miles de millones de personas a la gran cantidad de información y servicios de Internet. Los teléfonos hacen que los mercados sean más eficientes, compensan la infraestructura deficiente en los países en desarrollo e impulsan el crecimiento. Sí, pueden usarse para perder tiempo y difundir la desinformación. Pero lo bueno supera con mucho lo malo. Podrían ser la herramienta más efectiva de desarrollo en existencia.

La desaceleración no refleja desencanto; todo lo contrario. Es el resultado de la saturación del mercado. Después de una década de rápida adopción, hay mucho menos espacio para vender teléfonos a los compradores primerizos, ya que quedan muy pocos. Eso es lo que más afecta a Apple porque, a pesar de una cuota de mercado relativamente pequeña (13% de los usuarios de teléfonos inteligentes), captura casi todas las ganancias de la industria. Pero el dolor de Apple es ganancia de la humanidad. El hecho de que los beneficios de estos dispositivos mágicos estén tan ampliamente distribuidos es algo que debe celebrarse.

¿Qué pasa con las personas que todavía carecen de un teléfono inteligente? Las ventas de 1,400 millones de unidades al año implican 2,800 millones de usuarios que reemplazan sus dispositivos cada dos años, o 4,200 millones que los reemplazan cada tres años. La realidad está en algún punto intermedio, y los ciclos de reemplazo se están alargando a medida que los nuevos modelos ofrecen solo mejoras marginales. Muchos teléfonos se usan por más de tres años, a menudo restaurados o como de baja. Así que incluso con ventas planas, las brechas más largas entre las actualizaciones significan que la penetración general sigue aumentando. Las personas que ya tienen teléfonos también se benefician. Para todos, excepto para los fanáticos de los gadgets más obsesivos, la desaceleración de las actualizaciones viene como un alivio bienvenido.

¿Significa eso que la innovación se está desacelerando? No. Los últimos teléfonos contienen tecnología increíblemente inteligente, como escáneres faciales 3D y cámaras asistidas por inteligencia artificial. Pero al igual que con tecnologías maduras como los automóviles o las lavadoras, las campanas y silbatos adicionales ya no causan una profunda impresión.

Lo más importante es que los teléfonos inteligentes soportan innovación adicional en otras áreas. El despliegue de aplicaciones y servicios en una plataforma inmadura cuyas perspectivas son inciertas es arriesgado; en una madura no lo es. De este modo, los teléfonos inteligentes proporcionan una base para las innovaciones de hoy, como los pagos móviles y la transmisión de video, y para los futuros, como el control de electrodomésticos “inteligentes” o la robotaxis de llamadas.

A medida que las computadoras se vuelven más pequeñas, aún más personales y más cercanas al cuerpo de la gente, muchos técnicos estiman que los dispositivos portátiles, desde relojes inteligentes hasta auriculares de realidad aumentada, serán la próxima gran cosa. Aun así, encontrar otro producto con el alcance del teléfono inteligente es una tarea difícil. El teléfono inteligente mantiene su promesa como el dispositivo que hará que la computación y las comunicaciones sean universales. La reciente desaceleración de las ventas de teléfonos inteligentes es una mala noticia para la industria, obviamente. Pero para el resto de la humanidad es un signo positivo de que una tecnología transformadora se ha vuelto casi universal. Lampadia




Impactos positivos de nuevas tecnologías

Impactos positivos de nuevas tecnologías

En Lampadia nos parece interesante difundir este tipo de información que muestra los impactos positivos para la humanidad que se pueden generar con las nuevas tecnologías:

IBM revela las innovaciones que cambiarán nuestras vidas en los próximos 5 años

Fuente: IBM Research
2018

Innovaciones tecnológicas parecen ocurrir todos los días, cambiando radicalmente la forma en que vivimos y trabajamos. Hace una década, nadie tenía un iPhone, la inteligencia artificial era una historia de película y la computación cuántica era un concepto teórico. Gracias a la velocidad de transformación, nuestro mundo parece muy diferente hoy de lo que era hace diez años. Entonces, ¿cómo será nuestra vida en un año, o cinco años?

5 en 5 es la lista de predicciones anuales que presenta IBM. Se trata de cinco innovaciones científicas con el potencial de cambiar la forma en que las personas trabajan, viven e interactúan en los próximos cinco años. Este año se enfoca en las tecnologías más disruptivas de nuestra era: inteligencia artificial, computación cuántica, blockchain y ciberseguridad.

1.    Nuestros océanos están sucios. Robots microscópicos que incorporan inteligencia artificial pueden salvarlos

Para 2025, más de la mitad de la población mundial vivirá en áreas con estrés hídrico, es decir, con un fuerte deterioro de los recursos de agua en cantidad y calidad. Pero hasta el momento, los científicos luchan incluso para lograr recopilar y analizar los datos más fundamentales sobre las condiciones en tiempo real de nuestros océanos, lagos y ríos.

IBM adelanta que en cinco años pequeños robots microscópicos con inteligencia artificial, conectados en red a la nube y desplegados en todo el mundo, serán capaces de monitorear continuamente el agua, un recurso crítico para nuestra supervivencia. Esto permitiría, por ejemplo, estudiar el comportamiento del plancton en su hábitat natural y en tiempo real, sin necesidad de recolectar muestras y llevarlas al laboratorio. El plancton es considerado un sensor natural y biológico de la salud acuática porque su comportamiento se altera incluso con pequeños cambios en la calidad del agua.

Existen sensores especializados que se pueden implementar para detectar sustancias químicas y condiciones específicas en el agua, pero se pierde información valiosa que permitiría, por ejemplo, alertar sobre especies invasoras o la introducción de nuevos productos químicos al agua. Actualmente en los océanos podemos encontrar sensores ópticos como el Oxygen (dispositivo electrónico que mide la proporción de oxígeno) y el espectrofotómetro (para medir la cantidad de intensidad de luz absorbida y la presencia de productos químicos) que tienen una vida útil de 2 años. El mayor problema es la bioincrustación, la acumulación de microorganismos y algas en el sensor y puertos de entrada.

Los investigadores de IBM están construyendo robots microscópicos pequeños y autónomos que pueden colocarse en cuerpos de agua para monitorear el plancton in situ, identificar diferentes especies y rastrear su movimiento en 3D. Los descubrimientos se pueden usar para comprender mejor su respuesta ante cambios en el entorno, desde temperatura a derrames de petróleo. Incluso, podrían emplearse para predecir amenazas como la marea roja.

A diferencia de otros sensores, no tiene lente y se basa en un chip generador de imágenes -como el de los teléfonos celulares- para capturar la sombra del plancton mientras “nada” al chip y generar una muestra digital de su salud, sin la necesidad de enfocar. En el futuro, podría estar equipado con Inteligencia Artificial para analizar e interpretar los datos localmente y así informar cualquier anormalidad en tiempo real para que podamos actuar. Al estar todos conectados en la nube de IBM es más seguro para los datos, más sencillo de monitorear, de indicarles acciones a todos a la vez o a uno en particular, escalable y flexible.

Estos pequeños robots comenzarán siendo miles para estudios en pequeña escala, pero en un plazo de cinco años, y con la ayuda de los socios interesados, podremos llegar a cientos de miles. Dependerá de cuántos casos de estudio obtengamos. Se trata de un herramienta que permitirá analizar en tiempo real datos de suma importancia y, si bien los microscopios son relativamente económicos, la infraestructura de IA puede tener un costo mayor en términos de desarrollo inicial, implementación y mantenimiento. A la larga, el proyecto será más barato y efectivo que cualquier cosa hasta ahora.

2.    A nadie le gustan las imitaciones. “Cripto-anclas” y blockchain se unirán contra falsificadores

El fraude le cuesta a la economía mundial más de USD 600 mil millones al año. Y en algunos países, casi el 70 por ciento de algunos medicamentos que salvan vidas son falsificados. Las cadenas de suministro complejas -compuestas por docenas de proveedores en varios países- facilitan que “los malos” manipulen todo y que “los buenos” tengan más dificultades para prevenir falsificaciones.

Las “cripto-anclas” son huellas digitales a prueba de manipulaciones que los investigadores de IBM están desarrollando para integrar en productos o parte de productos. En los próximos cinco años, los anclajes criptográficos utilizados con la tecnología blockchain garantizarán la autenticidad de un producto, desde su origen hasta las manos del cliente.

Por ejemplo, una prueba de sangre plástica para la malaria -del tipo que es falsificada por millones y que se transmite como genuina en toda África- podría estar grabada con un código óptico inalterable. Incluso las píldoras contra la malaria podrían recubrirse con tinta magnética comestible. Entonces, un médico o paciente podría verificar con un simple escaneo de un teléfono inteligente que su medicamente sea seguro y genuino.

Otro tipo de anclaje criptográfico emplea un sensor móvil o un teléfono con dispositivo óptico especial combinado con inteligencia artificial para aprender e identificar estructuras ópticas y características de todo. Todo esto en muy pocos segundos. Esta cripto-ancla puede emplearse para garantizar la autenticidad de contenido líquido -una botella de vino, por ejemplo- o un metal muy caro, incluso sirve para identificar la presencia de ADN en minutos.

Algunos de estos anclajes criptográficos harán más que autenticar bienes físicos. La computadora más pequeña del mundo (literalmente) es una plataforma de computación y arquitectura de dispositivo diseñada por IBM que es más pequeña que un grano de sal, costará menos de diez centavos fabricarla y puede monitorear, analizar, comunicar e incluso actuar sobre los datos. Encapsula varios cientos de miles de transistores en una huella apenas visible para el ojo humano y puede ayudar a verificar que un producto se haya manejado correctamente durante todo el proceso.

Se crean nuevas soluciones para abordar la seguridad alimentaria, autenticar componentes fabricados, productos genéticamente modificados, identificación de objetos falsificados y la procedencia de productos de lujo. Los primeros modelos podrían estar disponibles para los clientes en los próximos 18 meses. Y en cinco años, los avances en microfluídos, criptografía, memoria no volátil (tipo de memoria que no necesita energía para durar) y diseño llevarán estos sistemas del laboratorio al mercado.

3.    Los hackers van a hackear. Hasta encontrar el criptograma de red

La escala y la sofisticación de los ciberataques aumentan cada año, al igual que lo que está en juego. En cinco años, los nuevos métodos de ataque harán que las medidas de seguridad actuales sean completamente inadecuadas. Por ejemplo, dentro de muchos años, una computadora cuántica universal con millones de qubits podría calcular rápidamente las probabilidades y descifrar incluso la encriptación más sólida.

Los investigadores de IBM están desarrollando un nuevo método de seguridad diseñado para resolver esto. Se basa en una arquitectura subyacente conocida como “lattice cryptography”, es decir, criptografía de grilla de puntos que oculta datos dentro de estructuras algebraicas complejas. En matemáticas representan problemas muy difíciles de resolver como, por ejemplo, el “Problema del Vector más Corto”: encontrar el punto de la grilla más cercano al origen. Como no se puede resolver, los criptógrafos pueden usar la misma lógica para proteger información, incluso cuando las computadoras cuánticas sean lo suficientemente potentes como para descifrar las técnicas actuales.

La criptografía en grilla de puntos no es solo para frustrar futuras computadoras cuánticas, también es la base de otra tecnología de encriptación llamada cifrado homomórfico -Fully Homomorphic Encryption (FHE)-. En la actualidad, los archivos se cifran cuando están en tránsito y guardados, pero no cuando están en uso. Este proceso proporciona a los atacantes una gran oportunidad para ver o robar archivos en los momentos en que no están cifrados. Las tecnologías como FHE eliminan esta vulnerabilidad al permitir la realización de cálculos sobre los datos sin desencriptar el archivo, es decir sin acceder nunca a los datos reales. Hasta hace poco, FHE era lento y caro para ser empleado a escala, pero nuevas técnicas de aceleración de hardware y algoritmos redujeron el tiempo y costo de uso. Ahora se pueden hacer en horas o incluso minutos los cálculos que tomarían años.

FHE y otras herramientas de seguridad podrían permitir que muchas partes colaboradoras realicen cálculos en un archivo sin ver datos confidenciales ni exponerlo a los atacantes. Por ejemplo, una agencia de informes crediticios analizaría y generaría puntaje de crédito sin descifrar nunca los datos personales. Los médicos de atención primaria podrían compartir registros de pacientes con especialistas, laboratorios o investigadores de genómica de manera que cada uno accede a los datos pertinentes sin revelar la identidad de la persona.

Vivir en un mundo basado en datos significa que hay más riesgo que nunca de que se robe información personal. En 2017, los desafíos de la economía de datos -desde las violaciones masivas de datos hasta la manipulación intencionada de las plataformas en línea- captaron la atención mundial y plantearon interrogantes sobre cómo podemos aprovechar todos los beneficios de este nuevo mundo mientras que limitamos los riesgos. Esto solo puede suceder a través de un amplio compromiso de todos los actores y es urgente que los líderes empresariales y gubernamentales adopten principios de administración de datos y transparencia. IBM cree que las organizaciones que recogen, almacenan, administran o procesan datos tienen la obligación de tratarlos con responsabilidad. Esta convicción lleva más de 100 años incorporada dentro de nuestro compromiso de confianza y responsabilidad en todas nuestras relaciones. Esto explica por qué las mayores empresas del mundo han creído en IBM como el guardián y administrador de sus datos más valiosos.

La comunidad de seguridad ya se está preparando para el futuro. En diciembre de 2017, los científicos de IBM presentaron sus técnicas de encriptación post-cuántica al National Institute of Standards and Technology para su consideración como estándar global.

4.    Solo IA imparcial sobrevivirá

Dentro de cinco años, aumentará el número de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial sesgados, similar al aumento que experimentaron los virus informáticos en los 1900’s. Pero actuaremos en consecuencia para encontrar nuevas soluciones que nos ayuden a controlar los sesgos en IA, nos permitan identificar el prejuicio que se esconde en los datos y podamos construir sistemas más justos y mejores.

Los sistemas de inteligencia artificial son tan buenos como los datos con los que se han entrenado. Los datos incorrectos pueden contener sesgos raciales, de género o ideológicos implícitos. El problema escala porque muchos sistemas de IA son entrenados con información de esa categoría y los datos tendenciosos puende generar resultados injustos. IBM cree que el sesgo puede ser contenido y minimizado, y que los sistemas de IA que puedan lograr ese efectos serán los más exitosos.

A medida que las personas y la IA trabajan cada vez más para tomar decisiones, los investigadores están buscando formas de garantizar que los prejuicios humanos no afecten a los datos o algoritmos utilizados para entrenar esas decisiones. Desde el MIT-IBM WATSON AI LAB están trabajando en modelado de inteligencia artificial y computación cognitiva, como enfoques contractuales a la ética, para describir los principios que las personas utilizan para tomar decisiones y determinar cómo sus mentes los aplican. El objetivo es construir sistemas capaces de emplear ciertos valores humanos y nociones del proceso de toma de decisiones.

El principio crucial, tanto para humanos como para los sistemas, es evitar el sesgo y, por lo tanto, no discriminar. El sesgo en el sistema de IA se produce principalmente en los datos o en el modelo algorítmico. A medida que trabajamos para desarrollar sistemas de inteligencia artificial en los que podamos confiar es fundamental crearlos y entrenarlos con datos imparciales. Al mismo tiempo es clave que los algoritmos puedan explicarse. IBM cree que las empresas deben ser capaces de explicar cómo sus algoritmos llegaron a determinada recomendación; si no pueden hacerlo, sus sistemas no deberían estar en el mercado.

Con este objetivo en mente, los investigadores de IBM desarrollaron una metodología para reducir el sesgo que puede estar presente en el conjunto de datos de entrenamiento, entonces cualquier algoritmo que los utilice para “aprender” perpeturará la menor inequidad posible. Los científicos de IBM también idearon una metodología para probar los sistemas de inteligencia artificial incluso cunado los datos de entrenamiento no están disponibles. Propone un sistema de clasificación de prejuicios que pueda determinar el nivel de equidad: el sistema podría ser imparcial y capaz de compensar el sesgo de los datos (escenario ideal), podría simplemente seguir los sesgos de su entrenamiento (se puede resolver mediante téncicas de despersonalización de datos) o incluso podría introducir un sesgo si los datos son justos o no (peor escenario). El usuario final del sistema de IA podrá determinan el nivel de confiabilidad en función del nivel de prejuicio.

Identificar y mitigar el sesgo en los sistemas de IA es esencial para generar confianza entre los humanos y las máquinas que aprenden. A medida que los sistemas encuentran, entienden y señalan las inconsistencias humanas en la toma de decisiones, también podrían revelar formas en que somos parciales y prejuiciosos para que adoptemos puntos de vista más imparciales e igualitarios.

5.    Hoy, la computación cuántica es el patio de los investigadores. En cinco años, será el principal medio de trabajo

En cinco años, los efectos de la computación cuántica llegarán más allá del laboratorio de investigación. La computación cuántica ya no será exclusiva de la comunidad científica, sino que será utilizada ampliamente por nuevas categorías de profesionales y desarrolladores que buscan este método emergente para resolver problemas que una vez se consideraron insolubles.

La computación cuántica será omnipresente en las aulas universitarias, e incluso estará disponible -hasta cierto punto- en el nivel secundario. Desde cursos de ciencia de la computación hasta química y clases de negocios, los estudiantes se familiarizarán con esta tecnología y buscarán trayectorias profesionales relacionadas. Se integrará en una variedad de planes de estudio y aprender sobre el tema será un requisito previo para los programas de ciencia e ingeniería en todo el mundo. Todas las universidades tendrán al menos un programa y enseñarán a sus alumnos a través de experimentos reales y prácticos, que se ejecutarán en computadoras cuánticas en funcionamiento a las que se accederá a través de la nube. Ningún estudiante se graduará sin haber estado expuesto a aprender sobre computación cuántica.

Es interesante porque una nueva comunidad de desarrolladores aparecerá. El concepto de “aprender a codear” (escribir código) tendrá su versión cuántica en la currícula de ciencias de la computación. Los algoritmos cuánticos se enseñarán junto a los clásicos en teoría de la información.

Esta explosión en el conocimiento público general, en los próximos cinco años, ayudará a iniciar la era comercial de la cuántica, un período en el que la computación cuántica y sus primeros casos de uso se desarrollan rápidamente. Es probable que se trate de casos que utilizarán computadoras cuánticas para simular exactamente moléculas y reacciones químicas cada vez más grandes, lo que podría ayudar a acelerar la investigación y en el futuro conducir a la creación de nuevos materiales, desarrollo de fármacos más personalizados o descubrimiento de fuentes de energía más eficientes y sostenibles.

Los investigadores de IBM ya están logrando hitos de la química cuántica, por ejemplo, emplearon una computadora cuántica para simular con éxito la unión atómica en hidruro de berilio (BeH2), la molécula más compleja jamás simulada por una computadora cuántica. En el futuro, continuarán abordando problemas con una complejidad cada vez mayor, alcanzarán y superarán eventualmente lo que podemos hacer solo con las máquinas clásicas.

Dentro de cinco años, la industria habrá descubierto las primeras aplicaciones donde una computadora cuántica (utilizada junto con una computadora clásica) ofrecerá un beneficio para resolver problemas específicos. Se otorgará una clara ventaja a los primeros usuarios en la era de la computación cuántica.

En el futuro, las computadoras cuánticas ya no serán vistas como misteriosas. El público abrazará esta nueva era. Nuestra comprensión colectiva seguirá creciendo y afectando a todas las industrias y a todas las instituciones educativas. Los conceptos y el vocabulario arraigados en la computación cuántica ya no serán vagos o incomprendidos, sino que formarán parte de la lengua convencional. Las conversaciones sobre la computación cuántica serán normales. Todos sabrán qué es un qubit o estarán familiarizados con la idea.

Ver más información en el siguiente link: http://research.ibm.com/5-in-5/.

Lampadia