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¡Viva la competencia!

¡Viva la competencia!

Alejandra Benavides
Para Lampadia

El debate entre los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo del último sábado, ha dejado en evidencia que este último tiene profundo desprecio por la economía de mercado.

El candidato parece desconocer que las exportaciones han sido el salvavidas de nuestro país durante esta pandemia – sobretodo ante medidas absurdas que tuvieron al país paralizado por largos meses. A pesar del año desastroso, el Perú cerró el 2020 con un superávit comercial de US$7,750 millones – es decir, vendimos más al mundo de lo que le compramos. Las exportaciones peruanas superaron los US$39,000 millones, producto de 7,500 empresas exportadoras de más de 4,000 productos a 174 diferentes mercados. Mas del 90% de nuestras exportaciones tienen como destino países con los que tenemos tratados de libre comercio o acuerdos comerciales (21 tratados vigentes a la fecha). Y, nuestros principales socios comerciales tienen economías saludables y abiertas al mundo: EEUU, UE, China, Canadá, Corea del Sur, Suiza, India (en proceso de acuerdo comercial) y Chile.

El candidato parece desconocer que los peruanos somos, ante todo, emprendedores. Que no necesitamos favores, sino necesitamos sistemas más flexibles para creación y formalización de empresas, y herramientas para competir en mejores condiciones en un entorno global. El Estado debe liberar a los empresarios de las cargas innecesarias que significa la formalización, para más bien ser un agente dinamizador. A pesar de las barreras burocráticas y sobrecostos de formalización, hoy hay mas de 2 millones de MIPYMEs (micro, pequeña y mediana empresa) formales, que contribuyen al 60% de empleo formal en el Perú.

El candidato propone un proteccionismo anacrónico de la “industria peruana”, que sólo desencadena en una economía artificial que va desangrando al país y afecta a todos los peruanos que consumimos bienes y servicios en el país. Este proteccionismo genera:

  • Monopolios que controlan la oferta y mantienen precios fuera de equilibrio (ineficiencia), escasez e inflación
  • Encarecimiento de bienes y servicios, a pesar de ser de su mala calidad y menos alternativas para elegir
  • Pérdida de productividad y competitividad, por menor (o nula) inversión en tecnología e innovación
  • Mercado negro de productos, a precios exorbitantes a los que sólo pocos podrían acceder y corrupción
  • Barreras a nuestras exportaciones – y a un mercado global de 7.8 billones de personas, pues los tratados y acuerdos comerciales se basan en reciprocidad
  • Cierre de empresas, desempleo y pobreza
  • Menores (o nulas) divisas, que afectan la estabilidad monetaria y la balanza de pagos

Por lo tanto, como peruanos, consumidores y empresarios, debemos exigir que se den las condiciones para poder crecer y generar ventajas competitivas a través del énfasis en innovación y tecnología, mejora educativa en todos los niveles para contar con peruanos capacitados, mejorar la infraestructura en general, sobretodo de transporte y comunicaciones (carreteras, puertos, energía, internet) para hacer más eficiente toda la cadena productiva.

Para aquellos sectores marginados, como la pequeña agricultura en la sierra, proporcionar apoyo técnico inmediato para mejora de sus cultivos en sus rendimientos, calidad y resistencia.

La competencia es el mejor símbolo de una economía sana y de una sociedad más libre y justa.  Lampadia

Referencias

https://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/en/shortcode/estadistica-oee/estadisticas-mipyme

https://www.google.com.pe/amp/s/elcomercio.pe/economia/peru/gamarra-cifras-economicas-relevantes-emporio-comercial-fotos-victoria-george-forsyth-sunat-sen-noticia-616345-noticia/%3foutputType=amp

https://gestion.pe/economia/balanza-comercial-registro-un-superavit-de-us-1080-millones-en-diciembre-noticia/

https://elperuano.pe/noticia/117498-exportaciones-peruanas-superaron-los-us-39000-millones-en-el-2020




Empeñando nuestro futuro

Empeñando nuestro futuro

Alejandra Benavides
Para Lampadia

Recientemente se publicó el costo de las propuestas de los candidatos, que pondrían presión sobre las arcas de la nación, y por ende sobre los ciudadanos y empresas. Según el análisis del ex ministro de economía, Luis Miguel Castilla, el costo fiscal adicional en millones de soles y como % del PBI de los planes de los candidatos mejor rankeados son (en orden de más a menos irresponsable):

  • Mendoza (Juntos por el Perú) 89 mil y 12% del PBI,
  • Lescano (Acción Popular) 73 mil y 10% del PBI,
  • Fujimori (Fuerza Popular) 39 mil y 5% del PBI,
  • R. López Aliaga (Renovación Nacional) 26 mil y 3.5% del PBI,
  • Forsyth (Victoria Nacional) 19 mil y 2.6% del PBI
  • De Soto (Avanza País) 16 mil y 2% del PBI.

Según Castilla, el número máximo “ideal” para procurar la estabilidad macroeconómica sería de s/.15 mil millones adicionales, es decir 2% del PBI.

Considero que esta presión adicional sobre el país no necesariamente sería tan grave en una situación tan trágica como la que hoy vivimos, si, por otro lado, los candidatos tuvieran un plan claro de cómo balancear las cuentas a través de estimulación de la inversión y consumo privados, ampliación de la base tributaria a través de formalización y manejo responsable de cuentas principales para asegurar el acceso a crédito competitivo. Lo que preocupa, es que aquellos que más quieren gastar, son aquellos que más bien destruirán cualquier potencial fuente de financiamiento (deuda y recaudación) y se rendirán ante la famosa “maquinita”, una fuente artificial, insostenible y destructora de valor.

La señora Mendoza y el señor Lescano parecen desconocer que el Perú tiene una deuda externa que no es gratis y debemos pagar en distintas monedas, que ya estamos en niveles altos de endeudamiento (37% del PBI al cierre de 2020) sin acompañamiento de crecimiento, y que nuestro desempeño en pandemia ha sido de los peores del mundo. Ambos candidatos parecen no saber que la competitividad de nuestra deuda se resume en la clasificación de riesgo, y por lo tanto, sus propuestas no sólo nos cerrarían los mercados financieros, sino que debido a sus nefastas propuestas se generaría un forado irreparable en el mediano plazo y nuestros bonos se volverían “bonos basura” – lo que sucede en países con gobernantes que creen que las arcas fiscales son su caja chica personal.

Las medidas intervencionistas que pretenden implementar, las revisiones a contratos ya cerrados, la cancelación arbitraria de proyectos mineros, y el simple discurso populista, ahuyentarán la inversión y contraerán el consumo. La rigidez laboral que proponen, así como el incremento de impuestos, es el monstruo perfecto para quienes pretendían formar una empresa, emprender o formalizarse. Estamos en máximos de informalidad (75% a fines de 2020), entonces, ¿cómo se pretenderá recaudar más? Lo que puedan “exprimir” a las empresas tiene un límite, y poco a poco más empresas llevarán sus recursos a otros lugares con más estabilidad y predictibilidad. La SUNAT será usada como agente extorsionador.

Hoy nuestra situación es frágil, pues hace 6 años que no generamos ahorros públicos, y más bien cerramos el 2020 con un déficit récord de casi 9%. El Fondo de Estabilización Fiscal que tenía US$5,500 millones pre-pandemia, hoy está vacío. La señora Mendoza pretende dar uso a las reservas internacionales (RIN), y así exponer al país a una quiebra inminente.

¡No caigamos en promesas vacías que sólo generarán miseria, NO EMPEÑEMOS EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS Y NIETOS! Lampadia

https://elcomercio.pe/economia/peru/lluvia-de-millones-cuanto-cuestan-los-planes-de-gobierno-por-luis-miguel-castilla-opinion-noticia/?ref=ecr

https://estadisticas.bcrp.gob.pe/estadisticas/series/anuales/resultados/PM05748FA/html

https://peru21.pe/economia/lucha-contra-informalidad-laboral-y-150-mil-empleos-nuevos-reduciran-tasa-de-desempleo-de-14-a-menos-de-10-bicentenario-2021-reforma-laboral-sector-laboral-desempleo-informalidad-laboral-propuestas-del-bicentenario-noticia/




La Tía María de Verónika

La Tía María de Verónika

Alejandra Benavides
Para Lampadia

A casi un mes de las próximas elecciones generales, la contienda electoral se va haciendo más cruda, revelando las verdaderas caras de los candidatos, quienes se muestran desesperados por captar votos. Si bien las últimas encuestas de IEP y CIT podrían considerarse cuestionables, por la metodología utilizada, el alto margen de error y posibles sesgos políticos en ambas, hay una tendencia clara que indica que la derecha y la izquierda más conservadoras (Rafael López Aliaga vs. Yonhy Lescano) se enfrentarían en una segunda vuelta.

La progresía representada por Verónika Mendoza, candidata de izquierda radical, a pesar de decirse “moderna”, y de Julio Guzmán, partido sin claras convicciones, están haciendo lo imposible por repuntar. En esta última semana, Verónika Mendoza firmó un compromiso para cancelar el proyecto minero Tía María, en caso llegue a la presidencia. En declaraciones, recogidas por Gestión, expresó lo que pretendería: “Retiro inmediato de la empresa minera Southern Perú de la provincia de Islay, cancelación definitiva del proyecto minero Tía María y la Tapada. Asimismo, la cancelación definitiva de todo denuncio minero en la provincia, para garantizar el desarrollo del agro, el turismo y la agro exportación, declarando la intangibilidad del Valle del Tambo de la provincia de Islay para toda la actividad minera”. Dichas declaraciones despertaron dos cuestionamientos principales.

Primero, ¿cómo es que la señora Mendoza pretende financiar sus aventuras en caso de llegar al poder y compensar por todo lo que aporta la minería? Su plan de gobierno comprende grandes inversiones públicas, programas de empleo temporal masivo, universalización de Pensión 65, programa de “vivienda digna”, “mayores dosis” de programa Reactiva Perú, bonos universales por s/.15,000 millones a los más pobres, entre otros que incrementarían el ya golpeado déficit, que al cierre de 2020 se ubica en 10% del PBI. La señora Mendoza parece no saber que la minería contribuye con el:

  • 20% de la recaudación fiscal (las mineras pagan aproximadamente 47% de su utilidad en regalías, canon e impuestos),
  • 16% de la inversión privada,
  • 10% del PBI y responde a
  • 60% de las exportaciones.

Tenemos en cartera proyectos mineros por US$57,000 millones, entre Quellaveco, Mina Justa, Ampliación Toromocho y Ariana. Claramente, con un “compromiso” como el firmado en Arequipa, dichos proyectos se paralizarían y las empresas irían en búsqueda de algún otro lugar adonde haya estabilidad y reglas claras que se respeten.

Segundo, ¿cómo planearía compensar los beneficios que se esperaban de Tía María? Además de una inversión de US$1,400 millones, en la primera fase de construcción y operación se estima la creación de 9,000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, así como el pago de s/.270 millones anuales por concepto de canon y regalías. Se estima que el proyecto represente 0.5% del PBI.

La señora Mendoza se siente todopoderosa, cree que el Perú es de su propiedad y que vivimos en una burbuja. Sin embargo, el Perú es un país globalizado, con más de 95% de sus exportaciones destinadas a países con los que tiene Tratados de Libre Comercio – 21 tratados vigentes, que establecen cláusulas de protección de la inversión y estabilidad regulatoria. Este tipo de acciones nos cerraría la puerta a los mercados internacionales más importantes y afectaría gravemente nuestra capacidad de endeudamiento (y rating crediticio), capacidad de pago de deuda internacional, y nos sumiría en la más profunda depresión económica. Lampadia

Referencias

https://gestion.pe/peru/politica/encuesta-iep-lescano-sube-al-primer-lugar-en-intencion-de-voto-mientras-aliaga-avanza-posiciones-nndc-noticia/

https://gestion.pe/peru/politica/veronika-mendoza-firma-compromiso-para-cancelar-proyecto-tia-maria-de-forma-definitiva-arequipa-elecciones-2021-nndc-noticia/?ref=gesr

https://encuestas.com.pe/encuesta-presidencial-cit-lima-07-marzo-2021/

https://apisije-e.jne.gob.pe/TRAMITE/ESCRITO/1587/ARCHIVO/FIRMADO/5262.PDF

https://gestion.pe/economia/tia-maria-southern-copper-mantiene-objetivo-de-sacar-adelante-tia-maria-noticia/?ref=signwall

https://gestion.pe/economia/empresas/mina-tia-maria-generaria-s-5-460-millones-regalias-canon-minero-20-anos-143871-noticia/

https://www.ipe.org.pe/portal/tia-maria-dialogo-para-el-desarrollo/




¿Pero no hay quien lo quiera ocupar?

¿Pero no hay quien lo quiera ocupar?

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Mientras el elector de izquierda[i] ya puede encontrar claramente a sus opciones presidenciales (Mendoza y Lescano), el elector de derecha, parece no encontrar quien ocupe este sitio en las elecciones generales del 2021.

En la columna A la derecha hay sitio (Lampadia 31.01.2020), mostramos como en las elecciones al congreso del 2016, 10 millones de peruanos, es decir 5 veces los electores de la izquierda, votaron por opciones pro mercado. En esta misma columna, mostramos que en las elecciones parlamentarias del 2020, los votos por opciones parlamentarios de derecha habían llegado a 2 millones, pese al crecimiento del voto de centro y que había un potencial de votos importante por recuperar, entre quienes no votan por las opciones disponibles (11.7 millones) y entre aquellos que migraron a opciones de centro.

Los candidatos de izquierda, inteligentemente y leyendo bien el atomizado panorama electoral que tenemos, están apelado al voto duro de ese sector y sin hacer concesiones de ningún tipo, están levantando las banderas más extremas de la izquierda para conseguir los 12 o 15 puntos con los cuales podrán estar en segunda vuelta. Piden cambio de constitución, no deslindan con la dictadura de Venezuela, atacan a la empresa privada, piden segunda reforma agraria como si la primera hubiera sido buena, alientan el intervencionismo estatal, piden más tributos, entre otras medidas de espanto. No hacen ninguna atenuación de sus propuestas, porque apelan a conseguir el 20% constante de izquierda en el país. La disputa es entre ellos, por ver cual es más achorado que el otro[ii].

Mientras esto sucede, en el otro extremo de nuestra escena política, los candidatos que debieran ocupar la plaza derecha parecen no estar dispuestos a hacerlo y juegan, con poca visión del atomizado panorama electoral, a buscar votos en todo lado, entibiando sus propuestas, haciendo concesiones sin que se las pidan y desperdiciando el caudal electoral de derecha que en la primera vuelta de las elecciones del 2016 superó el 66% de los votos hábiles.

A estos candidatos (De Soto, Fujimori, López Aliaga o Beingolea) les falta levantar las tradicionales banderas de la derecha, por las cuales muchos peruanos, me incluyo, estaremos dispuestos a votar:

  • Empleos antes que bonos.
  • Trabajo antes que subsidios
  • Emprendimientos, empresa privada e inversión antes que Estado o empresa pública deficitaria y corrupta.
  • Capital para las pymes antes que protocolos, manuales, reglamentos, licencias, tributos o clausuras.
  • Austeridad y eficiencia en el Estado: menos consultores, planillas doradas, sueldos y gastos insulsos con nuestros recursos.
  • Defensa de los ahorros y las pensiones. La propuesta de la señora Omonte ya debió haber movilizado a más de un candidato contra este proyecto de estatización de las pensiones y haberse exigido públicamente la expulsión de César Acuña, líder del partido que propone esta medida, de la Fundación Internacional de la Libertad de Vargas Llosa.
  • Libertad de Trabajo antes que “cuarentenas chicha” que el 70% de los peruanos no pueden acatar porque viven del trabajo diario.
  • Defensa del modelo económico de la Constitución en base al cual hemos reducido la pobreza.

En la primera vuelta se apela al elector natural, al que sigue tus convicciones (si las tienes). El voto prestado se pide en segunda vuelta, no ahora.

Como dijimos en la nota que citamos del 31.1.2020:

A La derecha hay sitio y:

  • Es hora de una derecha fresca que reivindique el mercado para el bienestar de la economía y no para los privilegios de sus amigos
  • Es hora de una derecha fresca que pida inversión privada no cuotas en los negocios que reparte el Estado.
  • Es hora de una derecha que combata con la misma fuerza la ineficiencia estatal como el monopolio y el abuso de posición de domino.
  • Es hora de una derecha que defienda la movilidad social de la economía abierta y no el privilegio de algunos.
  • Es hora de una derecha nueva que reivindique la libertad, pero no le tenga miedo a la igualdad de oportunidades.
  • Es hora de una derecha que proteja la familia antes que los prejuicios religiosos de un grupo.
  • Es hora de una derecha que entienda el Perú emergente, su energía y su dinámica.

Si estos candidatos no reivindican estas banderas, es posible ninguno de ellos consiga aglutinar el voto de derecha y que este sector no esté representado en la segunda vuelta. Si quien lo aglutina es la señora Fujimori, le habrán obsequiado la plaza al contendor por su elevado anti voto. O quizás, la falta de decisión de estos candidatos termine obsequiando la plaza a Urresti, quien no parece tener estas convicciones, pero tiene el aire mandóncito que algunos prefieren.

Estamos advertidos. Lampadia

[i] Según las últimas elecciones presidenciales la votación de izquierda llegó a 2.2 millones de electores, sobre un padrón de 22,9 millones de electores. Menos de un 10% del padrón total de electores y algo menos del 20% del total de votos válidos. Esta votación prácticamente se mantuvo en 2.3 millones en las elecciones parlamentarias de enero de 2020, que se sitúa nuevamente por encima del 20% de los votos válidos.

[ii] La disputa por el voto rojo tiene un alto costo. Lampadia 11.12.20.




Ni izquierda ni derecha, sino todo lo contrario

Ni izquierda ni derecha, sino todo lo contrario

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

En política las etiquetas ¨Derecha¨ e ¨Izquierda¨ son muy antiguas y se originaron en Francia en 1789, en la Asamblea Constituyente luego de la revolución. En dicho foro los diputados a favor del veto real (en su mayoría la aristocracia y el clero) se sentaban a la derecha del presidente de la asamblea y los contrarios al veto (que se autodenominaban patriotas) a la izquierda.

Según el director de la revista Le Débat, el filosofo francés Marcel Gauchet, el verdadero nacimiento de la dicotomía derecha-izquierda en la política data del periodo de la Restauración (1814-1830), dónde a un lado estaban los realistas y los contra-revolucionarios (la derecha) y del otro los liberales herederos de la revolución y partidarios de la monarquía constitucional (la izquierda). Entre estos extremos (el centro) se ubicó una pequeña minoría integrada por los constitucionalistas y los independientes.

Esta dicotomía política se extendió por toda Europa y luego a América a partir de 1830.

En general y hasta muy avanzado el siglo XX, la derecha ha representado a los que sostienen que determinados órdenes sociales son necesarios y se apoyan en el derecho natural y la tradición. En el frente económico la derecha enfatiza el libre mercado por encima del intervencionismo estatal, la propiedad privada y la generación de riqueza a través de la libre competencia.

La izquierda por su parte agrupa a los que defienden la igualdad social en contraposición a las jerarquías entre individuos y en el frente económico privilegian al estatismo y a la propiedad social frente a la propiedad privada. La primera vez que se utilizó ¨la izquierda¨ fue para referirse al republicanismo durante la revolución francesa y al liberalismo clásico. Después se utilizó para referirse al socialismo, al comunismo, a la socialdemocracia y a varias formas de anarquismo.

Desde mediados del siglo XIX y en la mayor parte del siglo XX tanto la derecha, como la izquierda trataron de implantar sus respectivos sistemas en el mundo. Mientras que el bloque de Europa Occidental y USA eran los promotores de la derecha y su sistema económico capitalista de libre mercado, Rusia y China eran los líderes de la corriente de izquierda, con sus sistemas socialismo y comunismo.

En 1989 tras la caída del muro de Berlín, se confirmó la derrota y el fracaso del sistema socialista y se inició un periodo de economía de libre mercado en la mayor parte del planeta, lo que generó crecimiento económico, desarrollo y disminución de la pobreza en la gran mayoría de los países que adoptaron este sistema.

Los países Latinoamericanos siempre han sido ¨caldo de cultivo¨ para las causas de la izquierda. Esto debido al alto nivel de pobreza, así como la importante brecha entre los ricos y pobres del país. En las décadas de los 70s y 80s, Latino América estuvo fuertemente amenazada por grupos y movimientos revolucionarios de izquierda, que intentaron tomar los gobiernos por la fuerza. Argentina, Uruguay, Colombia, Chile y Perú sufrieron mucho por este tema. En el Perú el terrorismo originó mas de 70,000 muertes generadas por los sanguinarios grupos terroristas de izquierda Sendero Luminoso y MRTA.

Al igual que la caída del muro de Berlín significó la derrota del socialismo y del comunismo en el mundo en 1989, la captura de Abimael Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso en 1992 significó la derrota del terrorismo de la izquierda comunista en el Perú. A partir de esos eventos la izquierda sufrió un gran deterioro por lo que tuvo que retroceder, esconderse y replantear sus estrategias. Rusia y China los promotores del socialismo y comunismo (la izquierda), también tuvieron que reinventarse y ahora ambos mantienen un sistema mixto con economías capitalistas, pero con control estatal.

Las ideologías de izquierda no solo fueron derrotadas, sino que no tuvieron un solo caso exitoso y por lo tanto nada positivo que mostrarle al mundo. En nuestra región, los casos de Cuba y recientemente Venezuela, no solo son ejemplos vivientes del fracaso, al exhibir una gran pobreza y caos económico, sino que también han revelado una corrupción a gran escala que ha enriquecido desmesuradamente a los líderes de las revoluciones y a sus familiares y amigos.

El Perú no fue ajeno al éxito de la economía de libre mercado ya que, después de casi 25 años de crisis social y económica en las décadas de los 70s y 80s y luego de la derrota del terrorismo, consiguió estabilizarse y vivió un periodo de franco crecimiento, desarrollo y modernización por mas de 20 años.

  • En ese periodo se logró incrementar el PBI per cápita de US$ 1,000 a mas de US$ 7,000.
  • Las exportaciones crecieron de US$ 3,500 millones a US$ 47,700 millones y conseguimos los mejores indicadores de solidez macroeconómica de la región.
  • En el frente social, el índice de pobreza se redujo drásticamente de 60% a 20%.
  • Además, la pujante clase media conformada principalmente por millones de emprendedores mini capitalistas, se duplicó y se convirtió en el principal motor de la economía.

Todo este éxito, que sería muy mezquino desconocer, fue basado en la economía de libre mercado.

Sin embargo, cuando todo va muy bien nadie se preocupa por hacer mantenimiento, ni ajustes para adecuar los sistemas a los nuevos tiempos. ¿Si no está roto para qué arreglarlo? Esto ha sucedido con el sistema capitalista en el mundo incluyendo al Perú. No se le ha dado mantenimiento al sistema, ni se le ha ido adecuando a los tiempos en que vivimos. No se le ha socializado. Nos ¨hemos dormido en nuestros laureles¨.

De esto se dio cuenta la izquierda y con métodos renovados comenzaron a introducir nuevamente su ideología fracasada. Lo diferente es que esta vez han dejado de lado la violencia y la han cambiado por una sistemática penetración a la educación, así como a los medios de comunicación periodísticos y a las protestas callejeras, aprovechándose del descontento ciudadano por el desgaste del sistema político y económico actual.

Además, se han aprovechado de la crisis ocasionada por la pandemia que aqueja a todo el mundo para acelerar su proceso de crear el caos. En Latinoamérica, los casos de Argentina, México, Chile, Colombia y Perú son claros ejemplos de esto.

Dado que ahora se conoce esta situación, no se puede perder tiempo y se debe revisar y ajustar el modelo de libre mercado a nivel mundial. Todavía estamos a tiempo. Tal como comentó el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab en la CADE Ejecutiva Virtual, no debemos pensar solo en el capital financiero, sino también en el natural, el social y el humano. El reconoce que el sistema capitalista ha sido muy exitoso en lograr que los países como el Perú tengan un gran desarrollo y logren reducir la pobreza, pero sostiene que aún enfrentan retos que tienen que abordar como la inclusión y la sostenibilidad.

Lo que queda bastante claro es que los términos ¨derecha¨ e ¨izquierda¨ ya están totalmente desgastados y obsoletos. También es claro que el sistema socialista fracasó y no tiene ningún ejemplo exitoso que mostrar, por lo cual sería inútil tratar de revivirlo. Por último, también queda claro que el sistema capitalista de libre mercado ha tenido mucho éxito, pero ha tenido algunas falencias sociales y de gobernanza que tiene que abordar. Iniciativas como Capitalismo Consciente, ESG (Environment-Social-Governace) entre otros esfuerzos, deben ser activados rápidamente por los gobiernos y también por las empresas privadas.

En una reciente encuesta de IPSOS (septiembre 2020), solo el 22% de los peruanos encuestados se auto definía como de izquierda (10%) o de derecha (12%). La gran mayoría (el 78%) se definía de centro. Es decir que concuerdan con ciertas cosas de la derecha y ciertas otras de la izquierda. Otro tema interesante que se encontró en este estudio es que la mayoría de los electores no conoce los conceptos de izquierda y derecha y entre los que lo conocen, existe mucha confusión. 

Por eso creo que es el momento de dejar de pensar en estas etiquetas y pensar en temas y en soluciones reales que enfoquen en el ¨bienestar de los peruanos y el progreso del Perú¨. Hay que tomar las buenas ideas que le sirvan al Perú. Hay que informarnos y saber que candidatos nos dan confianza que promoverán estas soluciones. No nos dejemos llevar por ideologías obsoletas, ni por demagogias, ni por populismo barato, que solo les sirve a los malos candidatos para ser elegidos y posteriormente dar rienda suelta a sus objetivos personales.

¨NO VOTEMOS POR LA DERECHA NI POR LA IZQUIERDA, VOTEMOS POR EL PERÚ¨ Lampadia




Lamentable, muy lamentable…

Lamentable, muy lamentable…

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Después de observar el comportamiento y la actitud de los políticos y candidatos para las próximas elecciones, todo hace pensar que nos han visto la cara y que la mayoría de la población está dispuesta a que les tomen el pelo. Parece que tenemos una población boba, que le hagan lo que le hagan, está dispuesta a bajar la cabeza y aceptar que algunos políticos bribones y sinvergüenzas, se burlen del Perú en nuestras propias caras, recurriendo siempre a los pequeños espacios u omisiones en la letra de la ley.

En años recientes hemos visto a Vizcarra atacar al congreso hasta la saciedad, al punto que lo disolvió con maniobras políticas y operaciones sicosociales, para reemplazarlo en unas elecciones forzadas y apresuradas, por otro congreso de peor nivel que el anterior. Luego de eso, Vizcarra tuvo el descaro, antes de ser vacado, de ir al Congreso y descalificar a los congresistas que solicitaban su vacancia del derecho de acusarlo, pues había entre los 130, un total de 68 congresistas con procesos judiciales abiertos. El argumento era: “Si todos son inmorales y tienen deudas con la justicia, Vizcarra no podría ser sancionado políticamente por ese congreso, por sus deudas con la justicia”.

Finalmente, inmediatamente después del caso de su amigo Richard Swing y ante la avalancha de confesiones de “colaboradores eficaces” que lo acusan de coimero, fue vacado por “Incapacidad Moral Permanente”, con el voto de 105 congresistas, esto es, más del 80% de estos. La verdad es que Vizcarra nos ha mentido tanto y con tanto cinismo, que a pesar de que toda la ciudadanía lo ha oído coordinar e inducir a sus colaboradores para obstaculizar a la justicia, ahora lo está negando públicamente.

Tras las mentiras de Vizcarra en el caso Swing, ratificadas por las grabaciones hechas públicas por su secretaria, la sola negación de éste de haber recibido coimas, en contraste con los testimonios de más de cinco colaboradores eficaces (uno de ellos amigo personal y colega de gabinete), quienes saben, que si mienten y no corroboran sus afirmaciones, complican su situación penal. Vizcarra, con el mayor descaro, se paseó por todos los canales de televisión, negando las acusaciones, diciendo que tenía la frente en alto y que dejaba la presidencia sabiendo que las acusaciones eran falsas y una infamia.

Lo cierto es, que tras denostar al congreso y aprovechando un vacío en la literalidad de la ley electoral, que obliga a todos los funcionarios públicos que manejan recursos y tienen injerencia política, a renunciar seis meses antes de las elecciones (mayor razón para que se aplique al presidente), hoy decide ser candidato al parlamento con el número uno de la lista por Lima, de uno de los partidos que votó mayoritariamente por su vacancia y del cual, el candidato a la presidencia, es otro mentiroso, traidor y tránsfuga como él.

Importante tomar nota, que el caso de las coimas en el gobierno regional de Moquegua, sirvió para vacarlo de la presidencia, pero no lo inhabilita para el ejercicio de la función pública, razón por la que Vizcarra está tratando de escurrirse por cualquier rendija para alcanzar la ansiada inmunidad parlamentaria y así evadir, por ahora, tener que enfrentar la deuda que tendría con la justicia. Creo que hacen bien los que están tratando de cerrarle la opción de incorporarse al congreso, mediante una acusación constitucional por el evidente acto de obstrucción a la justicia en el caso Swing y con eso, impedir que siga burlándose de los ciudadanos de bien. (Aplicación de los artículos 99 y 100 de la Constitución del Perú).

Lo tragicómico es que, tras toda la alharaca de Vizcarra en defensa de su inocencia, cuando asistió a la comisión de fiscalización del Congreso, acusó a los congresistas de hostigarlo e insultarlo y optó por acogerse a su derecho a guardar silencio, para no auto inculparse en la investigación de los delitos que se le imputan. No hace falta decir, que una persona que se sabe limpia e inocente de las acusaciones que le hacen, defiende su honor y su buen nombre, atendiendo a todas las preguntas que deseen formularle, pues la verdad es su mejor defensa.

Más tragicómico aún, es que tras acusar a los congresistas de protegerse con la “inmunidad parlamentaria”, que por supuesto ha sido muy mal utilizada y manejada, hoy tenga como objetivo urgente, obtener “apuradito” la tan mentada inmunidad, ante la afirmación del fiscal Juárez, de tener “un caso muy sólido”.

Lo más triste es que entre la ciudadanía, un alto porcentaje de la prensa y algunos “opinólogos” y comentaristas políticos formadores de opinión, no resalten tanto cinismo y dejen pasar por agua tibia todos estos hechos que, en el caso de otros personajes políticos, no se les ha permitido.

Sería lamentable, muy lamentable, que en las elecciones de abril 2021 se permita que esta gente sin valores, sin vergüenza y sin honor, tenga siquiera la opción de ser elegida.

Después no nos quejemos de la forma como el Perú se destruye. Lampadia




Decisiones políticas que destruyen valor

Decisiones políticas que destruyen valor

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Estamos ad portas de las elecciones generales y para “no tropezar de nuevo y con la misma piedra”, me parece útil revisar nuestra historia política y económica reciente.

Las elecciones del 2011 marcaron un punto de inflexión en la historia económica del Perú. Cometimos la torpeza de elegir a Humala (OH), un candidato sin visión, proyecto, personalidad, ni liderazgo e incapaz de analizar e impulsar lo más conveniente para el Perú.

En el quinquenio de OH, la tasa de crecimiento promedio de nuestra economía bajó de 6.9% en el gobierno anterior, a 4.8% en el suyo, desacelerando el importante proceso de reducción de pobreza de más de 20 puntos porcentuales, al pasar de 48.7% a 27.8% en el gobierno anterior,  para reducir sólo 6 puntos porcentuales al bajarla a 21.7%. Este comportamiento económico vino acompañado de un déficit fiscal, que al término del gobierno alcanzó a 2% del PBI, cuando solía haber estado con superávits superiores al 2.5% del PBI, con excepción del déficit generado en la crisis financiera internacional del 2009, que alcanzó a 1.4%.

Por intereses subalternos, dejó que un gobernador regional corrupto y del más bajo nivel, lo llevara a paralizar el proyecto minero Conga, con lo que empezó la ralentización de nuestro crecimiento económico. Este proyecto, que significaba una inversión privada de US$4.8 mil millones, se detuvo cuando ya llevaba un año de haber iniciado construcción y haber invertido los primeros US$ 1.5 mil millones. En cambio, en el 2014 nos embarcó en una inversión sin sentido económico y con recursos públicos por US$ 7 mil millones en la refinería de Talara, que aún no concluimos, así como en el proyecto del Gasoducto del Sur, ambos proyectos con un fuerte olor a corrupción. Gracias a que el proyecto minero Las Bambas ya había iniciado construcción, la que concluyó en el 2015, el Perú “sólo dejó de crecer” cerca de US$ 50 mil millones en ese periodo, lo que equivale a perder US$1,700  per cápita.

Probablemente el hartazgo al que nos condujo ese gobierno, significó que, en las elecciones de 2016, el Perú votara mayoritariamente (60.91%) en primera vuelta, por dos candidatos pro mercado; Pedro Pablo Kuczynski (PPK) 21. 05%% y Keiko Fujimori (K) 39.86%, lo que significó que le correspondiera 18 congresistas a PPK y 73 congresistas a K, de un total de 130 parlamentarios.

En esas circunstancias, el escenario ideal hubiera sido que ambos partidos se junten en un acuerdo de cooperación y gobernabilidad, conducente a una década de crecimiento económico y prosperidad social, digno de un salto cualitativo con miras al bicentenario. Pero no, todo lo contrario, se enfrentaron en una lucha insensata por el poder, mirándose no como adversarios políticos, sino como enemigos. Se insultaron al nivel más bajo y cuando se dio la segunda vuelta, K quien perdió por muy estrecho margen y sospechas de injerencia de OH, quien ordenó inamovilidad a las FFAA y PNP para la segunda vuelta (lo que les impedía votar), cosa que no había ocurrido en la primera, tuvo una segunda mala reacción, al extremo de amenazar con “gobernar desde el Congreso”.

PPK, un hombre mayor, testarudo y sin vocación para negociar, se lanzó a la segunda vuelta con esa actitud agresiva, sin ver y reconocer que, de ganar, tendría al frente una súper mayoría de 73 parlamentarios de Fuerza Popular (FP). Ante ese escenario, no fue capaz de diseñar una estrategia y tender puentes de cooperación con quienes debía trabajar para sacar al país adelante. Todo lo contrario, contribuyó a exacerbar el anti fujimorismo, puso en segundo plano los intereses superiores del Perú y en el debate final, no dudó en herir e insultar a su adversaria de la peor manera.

La ciega obsesión de PPK por la presidencia, acompañada de la inmensa inmadurez política de K, fue una mezcla explosiva que generó enfrentamientos permanentes durante los 20 meses de gobierno de PPK, en el que hubo dos pedidos de vacancia por incapacidad moral, poniendo PPK término a la segunda con su renuncia, en medio de una traición urdida por su primer Vicepresidente Martín Vizcarra (MV), en ese momento embajador del Perú en Canadá, de la mano de un número importante de congresistas impresentables liderados por César Villanueva (hoy enjuiciado por corrupción).

Estos trances políticos hicieron que una economía que venía creciendo a tasas promedio de 6.89% durante el periodo 2005-2011, se desacelerara a niveles de 4.77% del 2011 al 2016, cayera a 4% en el 2016 y a 2.5% en el 2017.

Así pues, tras una historia de mentira y traición, el gobierno cayó en las manos de MV, un individuo mediocre, improvisado, sin visión de país, ni plan de gobierno, pues descartó el plan de gobierno con el que llegó en las elecciones 2016, para acercarse a los partidos de izquierda. Su falta de convicción y compromiso con el país, falta de moral para gobernar y sentido del honor, hace que, tres años después, no haya promovido ninguna inversión pública, ni haya reactivado proyectos paralizados como Majes-Siguas II y Chavimochic III. Tampoco apoyó la ejecución de inversión privada, peor aún, en un juego soterrado indigno de un presidente, se coludió con uno de los peores gobernadores regionales (el de Arequipa) para paralizar el proyecto minero Tía María, uno de los pocos proyectos de inversión privada, maduros, que contaba con todos los permisos legalmente exigidos y que hubiera alimentado en los inversionistas, expectativas positivas hacia el futuro.

A las decisiones políticas que destruyen valor, debemos agregar la disolución del Congreso por parte de MV, al hacer “cuestión de confianza” sobre un asunto de competencia exclusiva y excluyente del Congreso, cual es la elección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional (TC) y sin contar, hasta el día de hoy, con el Decreto Supremo aprobado por el Consejo de Ministros que hizo tal cuestión de confianza. Los vericuetos legales y el respaldo del TC (tomando posiciones políticas), sobre un tema en el que tienen conflicto de intereses, nos muestra ante el mundo como un país que no respeta las instituciones. Este hecho no sólo impacta negativamente en la confianza de los inversionistas para traer más capitales, sino que da más argumentos para que, quienes puedan justificarlo, prefieran sujetarse a arbitrajes internacionales en el CIADI, pudiendo demostrar fácilmente que las leyes en el Perú, no las respeta ni el TC.

A consecuencia de la disolución del Congreso, tuvimos 6 meses de un gobierno que emitió un sinnúmero de Decretos Legislativos sin ningún control, hasta que se instaló el nuevo Congreso. Uno peor y más irresponsable que el anterior y que está compitiendo en populismo con el ejecutivo, por lo que viene complicando nuestras finanzas públicas de cara al futuro y dando los pasos necesarios para arriesgar el “grado inversión” de nuestros papeles de deuda soberana, con un potencial incremento del costo financiero y debilitamiento de nuestro manejo fiscal.

Mención especial merece su incapacidad para manejar la crisis sanitaria reciente, pues globalmente es reconocido como el presidente que tuvo el peor manejo sanitario y económico del mundo frente al COVID-19, medido en términos de  contagios y fallecimientos por cada 100,000 habitantes y de caída del PBI, sólo mejor que Venezuela.

Esta muy mala “gestión” de Vizcarra, nos ha llevado a un magro 2.2% de crecimiento del PBI el 2019 y si no fuera por la pandemia, hubiera bordeado el 0% el 2020. Incrementos del déficit fiscal sólo comparables con los generados por OH y un incremento de la deuda pública de un equivalente al 23.3% del PBI a inicios de este gobierno, a 26.8% a fines de 2019, pero que, con el déficit cercano al 10% u 11% que lograremos este año, muy probablemente esta deuda pública será del orden del 36% del PBI a fines del 2020, acompañando una caída del PBI del orden de 14% (que se alcanzará por no haber tenido un manejo inteligente de la economía durante la pandemia, como lo hicieron nuestros competidores), lo que nos retrocede al año 2014.

Mientras tanto, hemos configurado en el Perú un escenario tragicómico de política chicha y podemos ver cómo individuos sin moral ni ética, han llegado a los niveles más altos del gobierno y al Congreso (por supuesto con muy honrosas excepciones). Lo que confirmaría lo dicho, es que el núcleo más cercano al presidente viene siendo investigado, bajo prisión preliminar, entre otras cosas, para evitar que este grupo encabezado por Vizcarra continúe obstruyendo a la justicia. Lamentablemente, a los peruanos esto ya no nos sorprende, pero no deja de ser una vergüenza mundial.

Como hemos dicho, estamos a pocos meses de unas elecciones generales y la reforma política, que se supone fue el “aporte” principal de MV, ha terminado siendo una mala pesadilla que ha destruido más aún, el escenario político y ahuyentado a sus actores. Ya no hay carrera política, ni formación de cuadros dentro de los partidos. Hay 24 partidos que van ofreciendo sus “derechos políticos” a posibles candidatos. No hay planes de gobierno, ni compromiso de cumplimiento. Lo más lamentable es que, estos elementos ahuyentan de la política a gente que tenga un nombre que defender y, por lo tanto, se ha convertido en un factor crítico negativo para el desarrollo futuro de la política en el Perú.

Entre tanto, pasan los meses y no tenemos reactivación de inversiones, la mayoría de las empresas están pugnando por retomar sus niveles de producción y ventas previos a la pandemia,  mientras que muchos otros, especialmente los relacionados al turismo, restaurantes y hoteles, entre otros servicios, están tratando de sobrevivir. No podemos perder de vista que, todos los países del mundo compiten con el Perú por atraer inversiones y ser más ágiles en su dinámica empresarial, para remontar este bache económico y de salud.

En este escenario y ante las limitaciones de campaña política de los partidos, debemos exigir a la prensa sea a su vez, muy exigente con aquellos ciudadanos que han optado por participar en política y ser candidatos. Deben preguntar y preguntar, con insistencia, sobre sus ideas políticas, planes, programas y solución de problemas específicos. Que presenten acciones muy concretas y se comprometan a ejecutarlas, para que el elector tenga una clara percepción de los candidatos y pueda elegir bien.

Bien dicen que el político es alguien, que cuando es candidato, habla de todas las soluciones, pero cuando es elegido, solo habla de los problemas. Lampadia




La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las elecciones congresales del 26 de enero han producido algunos resultados que no han sido suficientemente analizados, y revelan una tendencia que habría que preguntarse si se manifestará en las elecciones presidenciales del 2021.

El siguiente cuadro, que compara los porcentajes de votación congresal del 2016 con los del 2020 por partidos, nos sirve para darnos una idea de hacia dónde fueron los votos que perdió Fuerza Popular y los que obtuvo PPK que esta vez no participó.

Fuerza Popular perdió 29.1 puntos porcentuales entre ambas elecciones. Suponemos que los votos del FREPAP y de Podemos vinieron principalmente de allí, pero vemos que ambos sumados alcanzan 16.76 puntos, bastante menos. De modo que hay casi 13 puntos que se han ido a otros grupos, la mayor parte quizá de izquierda, como veremos.

Y ¿dónde fueron a parar el 16.46% de los votos que obtuvo PPK el 2016?   Si sumamos los porcentajes del Partido Morado, Somos Perú y ese adicional de 3.06 que obtuvo Acción Popular en esta elección en relación al 2016, llegamos a un 16.51%, proporción casi idéntica a la que tuvo PPK el 2016.

Por su parte, el Frente Amplio obtuvo un 13.84% de los votos el 2016 y bajó a 6.16% en esta elección. Pero si le sumamos el porcentaje obtenido por UPP, llegamos a un 12,93, similar al 13.84 del 2016.

Sin embargo, esto último no se puede calcular así, porque la verdad es que si sumamos el porcentaje obtenido por todas las agrupaciones de izquierda, incluyendo las que no pasaron la valla (Juntos por el Perú, Democracia Directa, Perú Libre, RUNA), vemos que las izquierdas sumaron en total 26.6% de los votos el 2020, 8.33 más que el 2016.

De modo que si clasificamos los partidos que participaron en ambas elecciones congresales -hubieran o no pasado la valla- en las categorías clásicas de derecha, centro e izquierda, constatamos que la tendencia más clara ha sido la del crecimiento de la izquierda entre ambas elecciones.

También parece haber crecido el centro en detrimento de la derecha, pero puede ser un tanto subjetivo tipificar un partido en la derecha o en el centro. Lo que es indubitable es cuando el partido es de izquierda.

Ahora bien, la pregunta es si esta es una tendencia que pueda manifestarse en las elecciones del 2021, en el sentido de que una candidatura de izquierda pueda pasar a la segunda vuelta.

Puede ocurrir, si la izquierda se une. Y se daría una cuasi unión de facto, en la medida en que la mayor parte de los candidatos presidenciales potenciales de la izquierda están en la cárcel o prófugos. Antauro Humala recién recobra su libertad el 2024. Eso deja a Verónika Mendoza sola junto con Marco Arana, quien tendría poco arrastre.

En general, sin embargo, una elección solo congresal carece de poder predictivo porque en ella no participan candidatos presidenciales. Lo que se ve hasta ahora es que hay tres grandes corrientes o demandas.

  • Una, que podemos llamar anticorrupción, tendría como candidato principal a Salvador del Solar, si se presenta.
  • La segunda, que responde a la demanda por seguridad y orden, se encarnaría en Daniel Urresti.
  • Y la tercera, que reflejaría una demanda por mayor igualdad (de izquierda), sería encabezada por Verónika Mendoza.

Veremos. Lampadia




Acerca del Estado legalista y maltratador

Acerca del Estado legalista y maltratador

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 24 de enero de 2020
Para Lampadia

Tal como la viví… la cuento. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) me excluyó – a mí y a varios otros candidatos, de distintos partidos políticos – de participar en la reciente contienda electoral congresal. Fuimos excluidos por errores en las declaraciones juradas que teníamos que llenar para poder postular al Congreso.

Aparte de reconocer nuestros errores, todos los candidatos excluidos apelamos al Jurado Electoral Especial de Lima Centro (JEE) con el fin de corregir nuestras declaraciones juradas. OTROSÍ DIGO: Además de los honorarios legales correspondientes, había que pagar una tasa de S/. 1,000 aproximadamente. ¡Todo por un error involuntario e irrelevante!

El JEE nos choteó a la mayoría. Ante ello, los entendidos dijeron – no se preocupen. Apelen al Jurado Nacional de Elecciones (JNE)… y ahí queda todo OK –. Y así lo hicimos. Yo, y los demás candidatos excluidos apelamos ante el JNE.

Pues bien, el JNE nos volvió a chotear. – Ya fui – me dije a mi mismo. – Pero no – presenten sus Acciones de Amparo y las correspondientes Medidas Cautelares ante el Poder Judicial – insistieron los entendidos. – ¿Cómo se hace eso? – preguntaba yo. – No te preocupes – siempre aparecía el “no te preocupes” tan nuestro.

Todo un pool de abogados se involucró en la redacción de los voluminosos – e ininteligibles – Acciones de Amparo y Medidas Cautelares. Pero eso sí… había que ir hasta la propia sede del Poder Judicial en la Avenida Abancay – junto al Parque Universitario – para legalizar nuestras firmas. – Podría legalizarla ante un notario cerca de mi oficina – dije yo. – No. Tienes que ir personalmente al Poder Judicial – me dijeron. Así que fui.

Después de todo, era cuestión de llevar mi DNI y firmar frente al funcionario en cuestión… y listo. – Me tomará unos 15 minutos – pensé. Pues no. ¡Me tomó casi 3 horas legalizar mi firma en el Poder Judicial! Había una sola ventanilla para “LF” (Legalización de Firmas). Una sola ventanilla para un mar de gente. Todos maltratados a más no poder. Y ojo… no había atención de 1:30 a 2:30 pm. A esa hora todos los funcionarios del Poder judicial almuerzan. ¿Y la gente?… que espere.

Pues bien, pasaron los días y – ¡oh sorpresa! – el Poder Judicial admitió nuestras Acciones de Amparo. – ¡La hicimos! – dijimos todos los choteados. – Ahora el jurado electoral tendrá que tragarse el sapo y habilitarnos para poder candidatear al Congreso –.

Pues no. Resulta que el JEE se zurró en las resoluciones del Poder Judicial. – Es imposible ejecutar la orden de reponer a los candidatos excluidos – dijeron ellos. Y colorín colorado… este cuento se ha acabado.

OTROSÍ DIGO: El Poder Judicial es un infierno. El trato que nos brinda a los ciudadanos es pésimo. El JEE de Lima Centro y el JNE, también. En vez de penalizar faltas graves, ellos penalizan errores involuntarios e irrelevantes. Eso sí. El legalismo se aplicó – sólo – a algunos candidatos. Otros – incluso sentenciados – se la llevaron fácil.

OTROSÍ DIGO: A pesar de todo, no me arrepiento de haber postulado al Congreso. Al contrario. Estoy muy contento y agradecido. He conocido al monstruo por dentro. Con mayor razón, me siento más comprometido que nunca a luchar contra el Estado indolente, obsoleto, inoperante, abusivo, corrupto, ineficiente y displicente. ¡No al Estado legalista y maltratador! Lampadia




800 candidatos en Lima es absurdo

800 candidatos en Lima es absurdo

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La elección de un Congreso por separado, sin que se elija simultáneamente al presidente de la República, ha expuesto más claramente que nunca la disfuncionalidad de nuestro sistema electoral, que requiere urgente reforma para no repetir el problema el 2021.

Todos vemos la proliferación candidatos cada uno con su propia propuesta. La tarea de escoger uno dos candidatos o un partido en medio de los casi 800 candidatos que hay en Lima, con una multiplicación al infinito de ofertas disímiles, se vuelve imposible. Nadie puede escuchar a 800 candidatos. Ni siquiera a 50, o a 20. Ninguna democracia puede funcionar así. Por eso alrededor del 60% de los ciudadanos declaran que no saben por quién van a votar o que van a viciar su voto. Y por eso el Congreso en realidad no representa a nadie. No representa nada.

Esto es consecuencia del voto preferencial en distritos plurinominales, multiplicado por el elevado número de partidos. El voto preferencial ya es un problema en las elecciones presidenciales, porque distorsiona el mensaje del candidato presidencial, que se ve diluido en medio de cientos de mensajes distintos de los candidatos al Congreso. Pero por lo menos en una elección presidencial hay un mensaje central, que es precisamente el del candidato a la primera magistratura.

En esta elección, en la que no hay competencia presidencial, deberíamos esperar que cada lista congresal presente una propuesta legislativa única. Pero solo 5 o 6 de los 22 partidos participantes han formulado una agenda legislativa. La más elaborada y detallada es la del Partido Morado, que ha ofrecido 44 propuestas, pero ninguna a nivel de proyecto de ley. Los otros (PPC, Acción Popular, Frente Amplio, Juntos por el Perú principalmente, y algunos otros) han planteado lineamientos o grandes ejes o temas, con mayor o menos grado de desagregación. Pero en todos los casos los candidatos de esas agrupaciones exponen sus propios proyectos, muchas veces divorciados de los lineamientos generales del partido.

De esa manera, ningún elector puede orientarse en esa selva de ofertas. Es imposible. El sistema tiene que cambiar. Lo primero es eliminar de una vez por todas el voto preferencial, y canjearlo por distritos electorales pequeños, donde se elija solo a uno o dos representantes. El mejor voto preferencial es el que se da en un distrito uninominal, donde se elige a un representante, con el que, además, se puede establecer una relación. Y lo segundo es reducir el número de partidos que participan. De esa manera, si el distrito fuera uninominal, el elector elige entre 6 o 7 candidatos (si hubiera 6 o 7 partidos), y no entre cerca de 800 como es ahora en el caso de Lima (36 x 21).

Una elección como esa sí tiene sentido y es viable. Por lo demás, los candidatos no tendrían que diferenciarse de otros de su propia lista porque ya no compiten con ellos, sino contra los candidatos de otras listas. Entonces el mensaje de los postulantes de cada partido tenderá a unificarse, y por lo tanto los electores podrán diferenciar entre un número pequeño de propuestas generales.

La democracia, entonces, se vuelve inteligible y mucho más real. Ahora bien, si creamos distritos electorales pequeños, uni o bi-personales, ello debería hacerse en la cámara de diputados, eligiendo la de Senadores en distritos macrorregionales, para equilibrar allí el efecto de sobrerepresentación que producen los distritos pequeños. El restablecimiento de la bicameralidad sí forma parte de la oferta electoral de varios partidos en esta contienda, y es probable que ocurra.   

El requisito de la reducción del número de partidos, por su parte, sí se cumplirá porque el Congreso disuelto aprobó la ley que ordena elecciones primarias universales y obligatorias estableciendo que los partidos que no obtengan en ellas una votación que supere el 1.5% del número de votantes de la elección anterior, no participan en las elecciones generales. De modo que probablemente pasen a esa etapa entre 6 y 8 partidos.

Ojalá que los novatos congresistas que serán elegidos extraigan estas mismas lecciones y no se autoengañen con la misma falacia de siempre: yo fui elegido por el voto preferencial y por lo tanto funciona. Es una falacia porque está demostrado que la votación sigue en general el orden de las listas, y el voto en distritos pequeños es, como decíamos, el voto preferencial perfecto. Lampadia




Radicales e Inversión

Radicales e Inversión

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Las recientes elecciones regionales han dado como resultado la victoria de algunos candidatos que generan profundas incertidumbres para el sector privado. Este ha sido el caso con las victorias de Zenón Cuevas en Moquegua, Walter Aduviri en Puno y Vladimir Cerrón en Junín.

Hay quienes consideran que el preocuparse por estas victorias es un acto de desprecio colonial a los electores y que en verdad al ser estas (Moquegua, Junín y Puno) regiones con pujantes economías informales estas victorias no implican problemas para la inversión privada ni para la sostenibilidad política de un modelo de desarrollo sustentado en el mercado. Un ejemplo de esta postura es el articulo “¡Ay, los cholos antisistema!” de Juan Carlos Tafur[i].

Sin embargo, la victoria de lideres ideológicamente hostiles a la inversión tiene consecuencias políticas y sociales relevantes, mas allá del malestar que podría generar entre las elites limeñas. La victoria de presidentes regionales con ideologías antisistema implica un conjunto de riesgos para las actividades productivas en su región y también para la sostenibilidad del modelo de libre mercado.

Los efectos negativos de la presencia de esas autoridades en gobiernos regionales, provinciales y distritales son diversos. En forma breve podemos mencionar:

  1. Uso de la representatividad del gobierno regional contra proyectos de inversión minera e hidro-energética. Los gobernadores regionales, al ser los representantes electos de la región, asumen un rol de representación política de la población regional. Esta representación les facilita presentarse a los medios e instituciones como canalizadores de la voluntad de la población de su región o provincia.
  2. Soporte logístico con fondos del gobierno regional o provincial para realización de movilizaciones hostiles a los proyectos de inversión.
  3. Contratación masiva de activistas políticos antisistema dentro del gobierno regional o provincial. Es común que incorporen como personal de confianza a activistas políticos radicales que podrán ahora dedicar una mayor parte de su tiempo al activismo político puesto que sus ingresos pasaran a ser cubiertos por la planilla del gobierno regional. Estos activistas, además de ser remunerados en muchas ocasiones, dispondrán del soporte logístico requerido para sus acciones políticas como transporte, hospedaje y locales a ser financiados por el gobierno regional. Esos activistas, al hablar a la población, lo hacen con el título de representantes elegidos y no como simples ciudadanos.
  4. Instrumentalización ideologizada de las instituciones del gobierno regional hacia fines anti inversión. Los gobiernos regionales pueden realizar diversas acciones que brindan soporte discursivo al activismo anti-inversión aun si no tienen carácter mandatorio. Ejemplos de estas medidas son las ordenanzas regionales declarando inviables a proyectos de inversión o generando medidas de ordenamiento territorial que refuerzan sus narrativas y que, de aplicarse paralizarían los proyectos de inversión.
  5. Envía una poderosa señal a los lideres locales. Puesto que esto señala a autoridades y activistas locales que el realizar acciones y asumir posturas radicales hacia las inversiones es una estrategia exitosa de posicionamiento político. Con ello múltiples lideres están incentivados a propiciar la conflictividad puesto que en la misma ven una oportunidad para impulsar sus carreras políticas.

Seria un error homogenizar a estos actores hostiles al mercado tanto Aduviri, como Cuevas o Cerrón, tienen diferencias ideológicas, de praxis y capacidades políticas. Es en función a esas características especificas que se puede hacer un análisis efectivo de las consecuencias de estas victorias electorales.

Para poder visualizar estas características hemos elaborado un cuadro en el que se puede ver la posición de estos tres lideres políticos en un conjunto de características clave.

 Estas son:

  1. Pos-extractivismo: Medida en la cual se tiene una ideología hostil a la extracción de materias primas y se subscribe un ideario de “alternativas” al desarrollo.
  2. Anticapitalismo: Esto es la oposición a un sistema de libre mercado con propiedad privada y apertura a los productos e inversiones extranjeras.
  3. Identitario: Por ello nos referimos la medida en la cual el proyecto político hace uso de un discurso de identidad. El valor ser mayor conforme en mayor medida se posicione en actor político en función a una identidad especifica. En un continuo que va desde una posición internacionalista, a una nacionalista, pasando por un proponer un Estado Plurinacional y terminando con la exaltación a un grupo étnico especifico.
  4. Articulación Nacional: Con ello los referimos al grado en el cual este gobernador electo tiene alianzas con otros actores políticos fuera de su región y dispone de recursos políticos para desplegar un proyecto nacional. La afiliación a un partido nacional o disponer de una inscripción electoral incrementan la Articulación Nacional.
  5. Perturbación Institucional: Por esto no referimos a la medida en la cual este actor político canaliza la disputa política al interior de las instituciones del Estado o muestra una disposición a medias fuera de la misma tales como la movilización callejera o inclusive acciones violentas. El valor de esta variable será mayor conforme se haya visto una mayor disposición del actor a hacer uso de acciones extra institucionales.

En base a estas variables hemos planteado un diagrama que permite observar el perfil político de los 3 gobernadores electos previamente mencionados. Hemos adicionado a Tierra y Libertad, como referencia por ser el más anti-minero de los radicales. Esta gráfica nos permite observar las diferencias existentes entre ellos y no incurrir en el error de definirlos dentro de una categoría homogénea de “radicales”.

Como se puede observar Walter Aduviri, de Puno, destaca por su énfasis en el discurso identitario. Ha pasado del nacionalismo aymara e impulsar la vigencia de un Estado Plurinacional, influenciado probablemente por la experiencia boliviana. También hace referencias frecuentes a la Pachamama lo que le hacer al Pos-extractivismo, pero sin ser un seguidor pleno de esta ideología. Zenón Cuevas, de Moquegua, es cercano al Partido Comunista del Perú “Patria Roja”, lo que trae elementos anti-capitalistas y le brinda cierta articulación nacional. Él ha impulsado movilizaciones en el caso del Moqueguazo, por otro lado, su discurso no apela a un componente identitario ni pos-extractivista. Vladimir Cerrón, de Junín, destaca por su aversión al modelo de desarrollo capitalista, en el que fue bien instruido tras 11 años en la Cuba castrista, posee una inscripción nacional para su partido “Perú Libre”, aunque no ha destacado por impulsar movilizaciones masivas o violentas.

Conocer las semejanzas y diferencias entre estas distintas fuerzas permite predecir su conducta ante tópicos políticos concretos (minería, regionalismo, constitución, uso de violencia, etc.) y facilita el esfuerzo por mitigar las consecuencias desestabilizadoras de su accionar en los próximos años. Lampadia

 




Se aprobó el segundo proyecto de reforma constitucional

EDITORIAL DE LAMPADIA

El Congreso aprobó anoche el segundo proyecto de reforma constitucional, el referido a la financiación de los partidos.

El cambio más importante es el que dispone que “sólo se autoriza la difusión de propaganda electoral en medios de comunicación radiales y televisivos mediante financiamiento público indirecto”. Esto significa que los partidos y candidatos ya no podrán comprar spots radiales y de televisión, sino que estos tendrán que ser colocados en las franjas electorales que el Estado compre en las estaciones de radio y los canales de televisión.

Esta disposición tendrá varias consecuencias. La primera es que tenderá a haber mayor igualdad entre las agrupaciones políticas desde el punto de vista del acceso de sus mensajes de propaganda al gran público. Ello ya no dependerá de los ingresos que para tal efecto logre recaudar el partido. Esto sin duda beneficia a las organizaciones políticas menos proclives a recibir financiamiento de fuentes empresariales o ilegales.

Pues la segunda consecuencia es que los partidos necesitaran, efectivamente, mucho menos recursos para desarrollar sus campañas porque es sabido que el gasto mayor en el que incurren en una campaña electoral es precisamente en el de la propaganda televisiva y radial. Esto podría ser calificado como un avance desde el punto de vista democrático.

Y una consecuencia derivada de esta es que, por esa misma razón, tenderá a haber menos dependencia de fuentes ilegales.

Además, en este mismo sentido, se establece que “el financiamiento privado se realiza a través del sistema financiero con las excepciones, topes y restricciones correspondientes”. Se incorpora así en la Constitución algo que ya estaba en la ley: la bancarización de los aportes. Eso es importante. Y, felizmente, se retiró del texto final la prohibición a las empresas formales de hacer contribuciones en las campañas. Esta prohibición, sin embargo, se mantiene en la ley.

Otra consecuencia debería ser que, en la medida en que los candidatos al congreso ya no puedan comprar publicidad en esos medios, pues el voto preferencial pierde el principal instrumento que tenía para potenciarse. Por esa razón, pero sobre todo porque si el Estado va a invertir mucho más dinero en financiar las campañas de los partidos vía la compra de espacios publicitarios, no tiene sentido que al mismo tiempo propugne un tipo de voto que atenta contra la unidad y consistencia de los partidos al fomentar la competencia y la lucha fratricida entre los candidatos del mismo partido y la emisión de mensajes diferenciados. Por lo tanto, no debería prosperar la parte de la propuesta del proyecto del Ejecutivo que restablece la bicameralidad que, si bien elimina el voto preferencial para la elección de senadores, lo mantiene en los distritos binominales para elegir diputados.

Asimismo, igualmente, si el Estado va a aportar –vía compra de espacios en la televisión y la radio- una cantidad de recursos mucho mayor que en el pasado en beneficio de los partidos, resulta fundamental ir a una reforma que apunte a reducir drásticamente el número de partidos eliminando aquellos que no lo son en realidad. Para ello son buenos los distritos binominales pero también requisitos más fuertes para mantener la inscripción partidaria y para ingresar al Congreso.

Ahora bien, sería importante, si luego se va a aprobar la absurda reforma constitucional que prohíbe la reelección de los congresistas, que en una ley posterior se establezcan incentivos para que las empresas puedan donar recursos para crear think tanks en los partidos a fin de que los congresistas que no puedan ir a la reelección inmediata puedan reciclarse en ellos hasta la siguiente elección. Esto a fin de paliar el sabotaje a la formación de una clase política experimentada que implica la no reelección de congresistas. El mecanismo de impuestos por partidos para este fin podría ser una opción muy interesante. También debería crearse en el nuevo congreso bicameral –si se aprueba- o en el actual, una o dos oficinas de estudios parlamentarios en las cuales también se pueda contratar a congresistas que por razón de la no reelección se encuentran en periodo sabático. Lampadia