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En 1895 Argentina tuvo el PBI per cápita más alto del mundo, ¿qué salió mal?

A fines del siglo XIX, Argentina tenía el PBI per cápita más alto del mundo, seguido por Estados Unidos, Bélgica, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda.

Pero en 1945 llegó al poder el General Juan Domingo Perón quién instaló el estatismo, el déficit fiscal y la inflación, llevando a Argentina a una fracción del PBI per cápita de EEUU.

La herencia del peronismo no deja, hasta estos días, que Argentina construya su potencial de desarrollo. Pasa de crisis en crisis, siempre dando saltos atrás, como parece será en las próximas elecciones con los Fernández-Fernández del peronismo duro y corrupto.

Veamos la nota de Marcelo Duclos sobre como Argentina perdió el tren del desarrollo, convirtiéndose en el ejemplo perfecto del des-desarrollo.

Por Marcelo Duclos
INFOBAE
17 de abril de 2018

 

 

 

 

 

Es sabido que hacia finales del siglo XIX Argentina había logrado posicionarse como uno de los países más ricos del planeta. A la hora de elegir, por aquellos años, un destino para emigrar, daba exactamente lo mismo ir a Nueva York o a Buenos Aires. Muchas familias que salían de Europa u Oriente Medio quedaron divididas entre Estados Unidos y Argentina, ya que un destino u otro se podía decidir a partir de un boleto más económico o a un horario de salida del barco.

Se ubica ese proceso virtuoso entre 1880 y 1940, años en que la mayoría de inmigrantes decidieron que Argentina sería un buen lugar para vivir, con oportunidades laborales, paz, libertad religiosa y un porvenir para la familia.

Los recién llegados seguramente no imaginaron que el “sueño argentino” se convertiría en la realidad muy pronto. De la mano del esfuerzo y el trabajo la mayoría se convirtió en propietarios y comerciantes exitosos. Pero probablemente lo más difícil de advertir era que todo quedaría en la nada. Que ese crecimiento se estancó y que el país que se convirtió en una potencia desarrollada, en un par de décadas pasó a ser el único caso de estudio de “desdesarrollo”, como alternativa a los países desarrollados, en desarrollo y no desarrollados.

Lo que siempre se comentó acerca de la opulencia argentina de aquellos años era que el país se encontraba en una élite de cinco países de posición privilegiada. Sin embargo, una actualización del Maddison Historical Statistics reveló que en 1895 y 1896 Argentina no era uno de los países más ricos, sino el número uno, con el PBI per cápita más alto del mundo.

Los siguientes puestos fueron para Estados Unidos, Bélgica, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda.

El historiador económico Angus Maddison (1926-2010) se dedicó a recolectar los datos para la realización de estadísticas, con importantes investigaciones, sobre todo previas a 1960. Luego de su muerte, la Universidad de Groningen continuó con su legado con el “Proyecto Maddison”.

¿Cómo se explica el éxito?

Luego de la Revolución de Mayo en 1810 y la Independencia en 1816, Argentina no pudo encontrar fácilmente un modelo de prosperidad. Luego de los gobiernos de Juan Manuel de Rosas, y su derrocamiento en la Batalla de Caseros (1852), el país tomó el proyecto de Constitución de Juan Bautista Alberdi (1853/60), de clara orientación liberal. El nuevo marco político y legal fue proinmigración, defendió la libre empresa, mantuvo al Estado apartado del desarrollo productivo y se limitó a ofrecer el marco jurídico apropiado dentro de un Estado de derecho. Los resultados en materia de atracción de inmigrantes, en crecimiento, desarrollo económico y ahora en estadísticas son tan claros, que no merecen ninguna explicación. La relación entre las políticas aplicadas y los resultados son tan evidentes como el caso opuesto en la Venezuela actual.

¿Cómo se explica la decadencia?

Como hacen falta pocos años para cosechar buenos resultados, también en poco tiempo se puede arruinar un proceso virtuoso. Luego de las tres presidencias constitucionales, producto de elecciones libres y democráticas, en 1930 Argentina sufre su primer golpe de Estado militar. El daño institucional fue aún mayor cuando la Corte Suprema de Justicia de entonces avaló la figura del gobierno de facto que cortó con la democracia incipiente. Luego de la lucha entre radicales y conservadores, un nuevo alzamiento militar en 1945 terminó con la llegada de Juan Domingo Perón al año siguiente a la presidencia.

Allí se cambió la Constitución, que pasó de un modelo liberal a desconocer la inviolabilidad de la propiedad privada, en el marco de un fascismo inspirado en el modelo italiano de Benito Mussolini. Luego del golpe que derrocó a Perón en 1955, ya la Constitución que se puso en vigencia era un híbrido entre las de Alberdi y Perón. Aunque estaba el espíritu liberal de los Artículos 14 y 19 , apareció el 14 bis con los “derechos sociales”, herencia del peronismo.

A partir de ese momento todo fue estatismo, crisis de déficit, inflación y parches insuficientes que se convirtieron en soluciones tan precarias como contraproducentes en el largo plazo. La solución para el futuro, aunque resulte paradójico, está en los libros de historia. La única diferencia con relación al boom que vivió la Argentina fundacional con el que puede venir en el futuro, es que la tecnología y la globalización podrían hacerlo mucho más fácil, rápido, sencillo y exponencial.

¿Es demasiado tarde para retomar el rumbo?

Si no nos conformamos con la nostalgia y queremos aprovechar las oportunidades y potenciales que tenemos para volver a ser, debemos tener en claro el camino, con la misma claridad conceptual de un Alberdi o un Sarmiento, que hasta se daban el lujo de pelearse entre ellos. Cuando vemos las discusiones y las aptitudes intelectuales de nuestra clase política actual, el panorama parece sombrío.

La Argentina de hoy nos muestra una discusión entre una oposición que propone la más impúdica decadencia y un oficialismo que manifiesta buenas intenciones y poco más, porque considera que no es momento político de algo mínimamente más audaz. Julio Argentino Roca, que se le plantó a la Iglesia Católica en 1884 para quitarle el registro de personas y crear un registro civil laico, se revuelca en la tumba. Las autoridades de hoy le tienen más temor al sindicato docente que lo que en su momento le tuvieron los héroes de la patria al ejército de Rosas.

Seguramente las dos primeras asignaturas que tenemos son las de poner el Estado en su lugar y cambiar la concepción acerca del comercio. Dejar de mirar el libre intercambio (interno y externo) como algo digno de sospecha y abrazarlo como un salvavidas en aguas profundas, porque es lo que es.

Cuando un trabajador pueda pasar por la puerta de un comercio que tenga en su vidriera el famoso letrero de “Se necesita personal” para ingresar y trabajar, y se pueda emprender y producir sin la pesada carga gubernamental, volveremos a ser lo que fuimos… y más. Lampadia




MMT: Insisten con desastres monetarios

MMT: Insisten con desastres monetarios

Como escribimos en Lampadia: Se proponen nuevos disparates monetarios, en los últimos meses diversos portavoces del partido demócrata en EEUU han venido difundiendo – entre los círculos políticos y académicos del país americano – un enfoque de política monetaria denominado Modern Monetary Theory (Teoría Monetaria Moderna) – MMT, que, vale la pena enfatizar, de moderno no tiene nada.

Así, indicamos que la esencia de tal peligroso enfoque, basado en utilizar la emisión primaria de la banca central para financiar los déficits en los que pudiese incurrir el gobierno para el gasto social, había sido implementada por el régimen populista peruano de Alan García en la década de los 80, trayendo consecuencias económicas y sociales nefastas para nuestro país, entre ellas, una hiperinflación galopante.

 

No es por gusto que nuestra salida a tal hecatombe económica de aquellos años pasó necesariamente por asignarle total independencia a nuestro banco central – quitándole su rol de banco de los gobiernos de turno -, una medida que a la fecha nos ha permitido mantener la inflación más baja de América Latina en los últimos 18 años (ver Lampadia: Los sólidos fundamentos macroeconómicos).

Fuente: BCRP

En esta ocasión y en línea con profundizar nuestras críticas en torno a la MMT, compartimos un reciente artículo escrito (ver artículo líneas abajo) por el reconocido economista chileno, Sebastián Edwards – profesor de Economía Internacional en la Anderson Graduate School of Management de la UCLA – y publicado en la revista Project Syndicate, en el que se suma a los esfuerzos por desenmascarar esta “moderna” teoría a la luz de su puesta en práctica en varios regímenes en América Latina, con los consecuentes colapsos en sus economías. Como se podrá constatar, Venezuela y Argentina son los casos actuales más ilustrativo al respecto.

No volvamos a tropezar con la misma piedra. Y menos con políticas económicas trasnochadas a sabiendas de las consecuencias negativas que pueden golpear con mayor fuerza a quienes más se quiere beneficiar en un principio, los pobres. Lampadia

Desastres monetarios modernos

 

Sebastián Edwards
Project Syndicate
16 de mayo, 2019 
Traducido y glosado por Lampadia

La Teoría Monetaria Moderna (en adelante, MMT), un enfoque aparentemente nuevo de la política económica, se ha convertido en un tema candente, que cuenta con el apoyo de los principales progresistas de EEUU, como el candidato presidencial Bernie Sanders y la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. Pero los entusiastas de la MMT deben prestar atención a las lecciones aprendidas en América Latina, donde las políticas basadas en ideas similares terminan inevitablemente en una catástrofe económica.

Según los partidarios de la MMT, la Reserva Federal de EEUU debe imprimir grandes cantidades de dinero para financiar proyectos de infraestructura pública masivas, junto con un programa de “garantía de empleo”, dirigido a lograr el pleno empleo. Un aumento importante de la deuda del sector público, los partidarios de la MMT afirman, no representa un peligro para un país que puede pedir prestado en su propia moneda, como es el caso de EEUU.

Esta visión poco convencional ha sido criticada por keynesianos y monetaristas por igual. Muchos economistas académicos respetados, entre ellos Paul Krugman, Kenneth Rogoff y Larry Summers, dicen que la MMT tiene poco sentido.

En respuesta, los partidarios de la MMT argumentan que los críticos de la teoría no entienden completamente cómo funciona una economía monetaria moderna. Según los defensores de la MMT influyentes como Stephanie Kelton, los gobiernos en países con su propia moneda nacional, como los EEUU, no enfrentan restricciones presupuestarias difíciles porque simplemente pueden imprimir más dinero para financiar gastos más altos.

La evaluación de los méritos de la MMT es difícil, por dos razones. Para empezar, sus partidarios no han proporcionado una descripción detallada y unificada de cómo debe funcionar el modelo. Como Krugman escribió recientemente, los partidarios de la MMT “tienden a ser poco claros sobre cuáles son exactamente sus diferencias con los puntos de vista convencionales, y también tienen la fuerte costumbre de descartar cualquier intento de dar sentido a lo que están diciendo”. Además, los partidarios de la MMT no han ofrecido ninguna idea de cómo podría funcionar la política en la práctica, especialmente a mediano y largo plazo.

Sin embargo, el enfoque no es sin precedentes. La MMT, o alguna versión de esta, se ha probado en varios países latinoamericanos, incluidos Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Perú y Venezuela. Todos tenían su propia moneda en ese momento. Además, sus gobiernos, los cuales eran en su mayoría populistas, se basaron en argumentos similares a los utilizados por los partidarios de la MMT de hoy para justificar enormes aumentos en el gasto público financiado por el banco central. Y todos estos experimentos llevaron a una inflación descontrolada, enormes devaluaciones de la moneda y precipitaciones decrecientes en los salarios reales.

Cuatro episodios en particular son instructivos:

  • Chile bajo el régimen socialista del presidente Salvador Allende desde 1970 hasta 1973
  • Perú durante la primera administración del presidente Alan García (1985-1990)
  • Argentina bajo los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner desde 2003 hasta 2015
  • Venezuela desde 1999 bajo los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

En los cuatro casos, surgió un patrón similar. Después de que las autoridades crearon dinero para financiar déficits fiscales gigantescos, inmediatamente se produjo un auge económico. Los salarios aumentaron (ayudados por aumentos sustanciales del salario mínimo) y el desempleo disminuyó. Pronto, sin embargo, aparecieron cuellos de botella y los precios se dispararon, en algunos casos a tasas hiperinflacionarias. La inflación alcanzó el 500% en Chile en 1973, aproximadamente el 7,000% en Perú en 1990, y se espera que este año llegue a casi 10,000,000 % en Venezuela. Mientras tanto, en Argentina, la inflación fue más moderada pero aún muy alta, con un promedio del 40% en 2015.

Las autoridades respondieron imponiendo controles de precios y salarios y políticas proteccionistas rígidas. Pero los controles no funcionaron, y la producción y el empleo eventualmente colapsaron. Peor aún, en tres de estos cuatro países, los salarios ajustados por inflación se redujeron drásticamente durante el experimento tipo MMT. En los períodos en cuestión, los salarios reales disminuyeron un 39% en Chile, un 41% en Perú y más de un 50% en Venezuela, perjudicando a los pobres y la clase media.

En cada caso, el banco central estaba controlado por políticos, con resultados predecibles. En Chile, la oferta de dinero creció un 360% solo en 1973, lo que ayudó a financiar un déficit presupuestario equivalente a un sorprendente 24% del PBI. En Perú, en 1989, el crecimiento del dinero fue de 7,000% y el déficit fiscal superó el 10% del PBI. En Argentina, en 2015, el déficit fue del 6% del PBI, con una tasa anual de creación de dinero que supera el 40%. Y Venezuela actualmente tiene un déficit del 32% del PBI, y se estima que la oferta monetaria crecerá a una tasa anual de más de 1,000%.

A medida que aumentaba la inflación en estos países, las personas reducían considerablemente sus tenencias de dinero nacional. Pero como los gobiernos exigían que los impuestos se pagaran en moneda local, no desapareció por completo. En cambio, la velocidad a la que el dinero cambió de manos, lo que los economistas llaman “velocidad de circulación”, aumentó dramáticamente. Nadie quería tener un papel moneda que perdiera el 20% o más de su valor cada mes.

Cuando la demanda de dinero se derrumba, los efectos del crecimiento del dinero sobre la inflación se amplifican y se crea un círculo vicioso. Una consecuencia seria es que la moneda se deprecia rápidamente en los mercados internacionales. Los partidarios de MMT ignoran convenientemente el simple hecho de que la demanda de dinero local disminuye drásticamente cuando su valor cae. Sin embargo, esta es quizás una de las debilidades más grandes de la teoría, y una que hace que sea extremadamente arriesgado que cualquier país la implemente.

La experiencia de América Latina debe servir como una clara advertencia para los entusiastas de la MMT de hoy. En una variedad de países, y en momentos muy diferentes, las expansiones fiscales que se financiaron imprimiendo dinero resultaron en una pérdida incontrolable de la estabilidad económica. Las ideas de política económica son a menudo tan peligrosas en la práctica como defectuosas en la teoría. La MMT puede ser un buen ejemplo. Lampadia

Sebastián Edwards es profesor de Economía Internacional en la Anderson Graduate School of Management de la UCLA. Su último libro es American Default: The Untold Story of FDR, the Supreme Court and the Battle over Gold.




Ideas para ponerle fin a la crisis económica de Argentina

A finales del siglo XIX, Argentina ostentaba la particularidad de ser el país con el mayor PBI per cápita de la región de América Latina y del mundo. Como se puede apreciar en la siguiente tabla, en 1895 se encontraba compitiendo con las grandes potencias mundiales de aquellos años como EEUU, Bélgica, Australia y el Reino Unido.

Ranking mundial de países por PBI per cápita en 1895

Fuente: Fundación Libertad y Progreso en base a Maddison Project Database 2018

Gracias a la apertura comercial, a la estabilidad monetaria, a un marco institucional estable, a un estado pequeño y a industrias pujantes en sectores clave como la producción de carne y cereales, el país brotaba prosperidad y exhibía una calidad de vida que ni la gran potencia económica mundial de hoy en aquel tiempo, EEUU, podía alcanzar.

Sin embargo, algo sucedió en la década de 1930, que puso fin a tal círculo virtuoso de crecimiento y desarrollo. Los golpes militares de aquella época derrocaron a los gobernantes que otrora introdujeran las reformas de mercado que habían tenido tanto éxito en el siglo XIX y gradualmente fueron introduciendo un mayor peso del Estado en la economía. Así, el asistencialismo, el déficit fiscal, el endeudamiento público y la consecuente inflación crónica se volvieron la panacea de los gobiernos de turno y fueron reforzados por el denominado socialismo latinoamericano, emprendido por los gobiernos del general Juan Domingo Perón y de los Kirchner.

Aún con los esfuerzos del actual presidente, Mauricio Macri, para proveerle a la economía argentina un respiro ante tal exorbitante intervencionismo estatal cuya existencia ya data de 70 años, este no se ha podido revertir en su gobierno. Y sus perversos efectos en la economía aún subsisten. No es de sorprender pues que en  el 2018, se siga contando con una inflación alta ubicada en 47.6% – la más alta en casi tres décadas – con una pobreza que ascendió al 32% – un aumento de 6.3 puntos porcentuales respecto al 2017- según las cifras oficiales provistas por el Indec, ente estadístico nacional argentino.  Ello con el agravante de una caída en la actividad en el orden del -2.6%, según el mismo ente.

Ante tal escenario, ¿Cuál es el camino que debería seguir Argentina para retomar el camino al desarrollo?

Como señaló The Economist en un reciente artículo (ver artículo líneas abajo) probablemente la respuesta esté en una de sus provincias, sorpresivamente, ubicada en la cordillera de los Andes: Mendoza.

El esfuerzo emprendido por su gobernador provincial, Alfredo Cornejo básicamente consistió en llevar a cabo políticas de austeridad y de mejora en la provisión de los servicios públicos, logrando un programa estabilizador, que a su vez, era respaldado por los votantes:

  • Por el lado fiscal, redujo sobremanera el déficit gubernamental heredado por anteriores administraciones, logrando superávits en años recientes. Esto se logró  mediante un racionamiento del gasto corriente, básicamente, planillas.
  • Por el lado de los servicios, las labores principales fueron las de repavimentación y ampliación de la cobertura de agua potable y alcantarillado.

Ambos ejes estratégicos son fundamentales para Cornejo, quien afirma que gracias a ellos la mencionada provincia está bien gobernada. En sus palabras, “Argentina ha sido una economía enferma durante tanto tiempo. Queremos ser un ejemplo”.

Este es pues el principal problema de Argentina y que subyace también en buena parte de las provincias al interior de nuestro país: la falta de gobernanza, reflejada en un sector privado que es coaccionado excesivamente por el Estado, y que no recibe nada bueno a cambio, particularmente, servicios públicos de mala calidad.

Esperemos que el presidente Macri abrace el enfoque de Mendoza, que más allá de producir buen vino, es un ejemplo de buena gestión pública, que sin duda, ayudaría a toda Argentina. Lampadia

El modelo de Mendoza
La provincia vinícola de Argentina ofrece lecciones sobre cómo reformar

Muévete rápido, pero lleva a los votantes contigo

The Economist
28 de marzo, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Cuando las uvas están listas para la cosecha, Mendoza, capital de la provincia argentina que comparte su nombre, organiza una fiesta. Durante tres días este mes, los juerguistas en carrozas de vid lanzaron uvas y melones a la multitud. Gauchos desfilaron. La “reina de la cosecha” de Argentina se llevó su corona a un espectáculo al aire libre.

La bacanal era un contraste con la oscuridad nacional. El PBI de Argentina se contrajo un 6.2% en el año hasta el cuarto trimestre de 2018. La tasa de desempleo urbano es del 9% y se espera que la inflación este año sea del 40%. Mendoza parece estar mejor. Los datos de ingresos para 2018 aún no están disponibles, pero la tasa de desempleo provincial es de solo el 5.9%. Una devaluación del peso ha ayudado a impulsar las ventas de vino, el turismo y el comercio con Chile.

Otra razón de la prosperidad de Mendoza, afirma el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, es que está bien gobernada. “Argentina ha sido una economía enferma durante tanto tiempo”, dice. “Queremos ser un ejemplo”.

Cornejo ha llevado a cabo en la provincia el tipo de políticas que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, un aliado político, ha estado tratando de promulgar a nivel nacional. Pero el gobernador, que, a diferencia de Macri, cuenta con una mayoría en la legislatura, ha tenido más éxito. Cornejo heredó un gran déficit presupuestario cuando asumió el cargo en 2015. A diferencia del presidente, lo resolvió rápidamente. Mendoza equilibró su presupuesto para 2017 y tuvo un superávit el año pasado. Planea tener otro en 2019.

El proceso fue doloroso. El gobierno de Cornejo recortó 8,000 de los 103,000 empleos estatales. Redujo el número de ministerios de 14 a ocho. Funcionarios de alto rango, incluido el gobernador, redujeron sus propios salarios en un 20%, lo que ayudó a amortiguar la oposición. “Hemos estado confrontando una cultura -por ejemplo, políticos que dan trabajo a las personas para garantizar votos- y eso es difícil”, dice Cornejo.

En su lugar, ha tratado de ganarse a los votantes proporcionando mejores servicios públicos. El gobierno repavimentó un tercio de los 17,000 km de carreteras de la provincia, amplió el alcantarillado y mejoró el acceso al agua potable, que aún no llega a todos los hogares. Cornejo ató los aumentos de sueldo de los maestros a su trabajo. Eso los enfureció. El gobierno ignoró “todas las  reglas de negociación con sus trabajadores”, rabió Sebastián Henríquez, líder sindical. Pero el ausentismo cayó bruscamente. A diferencia de muchas otras provincias, donde las escuelas se cerraron por huelgas, Mendoza abrió a tiempo el mes pasado.

Cornejo, quien dirige la Unión Cívica Radical centrista de Argentina, dice que las raíces de su política no radical se encuentran en su infancia. Al crecer en el valle de Uco, una zona rural de Mendoza, vio cómo los viñedos privados traían prosperidad.

Él está fomentando la empresa en otros sectores. En 2018, Mendoza aprobó una ley que permite a Uber ofrecer su servicio de taxi. En Buenos Aires, la capital del país, los taxistas han organizado violentas protestas contra Uber. La administración de Cornejo introdujo un marco legal para que las asociaciones público-privadas construyan infraestructura, principalmente carreteras, aunque las altas tasas de interés de Argentina las han mantenido en suspenso.

El año pasado, Cornejo permitió el fracking en Malargüe, la parte de Mendoza de la reserva de energía Vaca Muerta, que se cree que tiene el segundo mayor depósito de gas de esquisto del mundo. Eso provocó resistencia en otros lugares de la provincia.

El desorden de Argentina pone límites a la prosperidad de Mendoza. La incertidumbre económica hace que los inversores sean cautelosos. “Mendoza puede ser la excepción esperanzadora, pero es casi imposible separarlo de un país que aún enfrenta muchos problemas”, dice Marc Ricart, de Exagon Partners, una empresa de inversión de inicio que se enfoca en el cono sur de Sudamérica. Macri, quien se vio obligado a solicitar un préstamo de US$ 57 mil millones al FMI, está luchando tanto para promulgar la austeridad como para ganar la reelección en una contienda electoral que se realizará el 27 de octubre.

El legado de Cornejo parece más seguro. La constitución de Mendoza le impide cumplir mandatos consecutivos como gobernador. Pero se espera que su heredero político, Rodolfo Suárez, alcalde de la capital provincial, gane las elecciones para gobernador programadas para septiembre. Con suerte, Mendoza continuará liderando con su ejemplo. Lampadia




Argentina: La dura salida del abismo populista

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, se ha movido a un ritmo acelerado para recuperar al país de los doce años de políticas económicas y sociales equivocadas que implantaron los gobiernos de los Kirchner.  Sin embargo, está siendo más difícil salir del agujero que dejó el populismo.

La grave situación económica que atraviesa Argentina actualmente tiene múltiples causas, como explica The Economist líneas abajo, y llevaron a Mauricio Macri a declarar una emergencia y a anunciar un plan de ajuste para evitar una mayor caída del peso. Déficit, desequilibrios en el frente externo, recesión, desconfianza de los mercados, volatilidad y dificultades para contener la inflación son algunas de las claves de esta crisis.

 

Información reciente muestra que el 27.3 % de los argentinos está por debajo de la línea de la pobreza, mostrando una realidad que los Kirchen habían intentado esconder y que ahora, tras desvelar todos los problemas del país, se están mostrando las consecuencias.

“Es un número que esperábamos, que refleja las turbulencias de los últimos meses y las dificultades que atravesamos. Qué más quisiera yo que seguir viniendo acá y confirmarles que vamos avanzando en la reducción de la pobreza”, afirmó Mauricio Macri después de que el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina) diera a conocer las cifras.

Crisis de confianza y volatilidad

El impuesto que comenzó a regir a fines de abril para los tenedores extranjeros de Lebac (letras del Tesoro) desató una salida masiva de capitales financieros especulativos atraídos por las altas tasas de interés y la flexibilización absoluta de los flujos financieros. A esto se sumó que, según The Economist, la desconfianza cada vez mayor en la política económica gradualista de Macri llevó a los inversionistas a cambiar sus posiciones en pesos por el dólar, lo que generó mayor presión sobre la divisa argentina.

Las tan ansiadas inversiones extranjeras no llegaron, debido a que una fuerte sequía golpeó a la producción agrícola, con pérdidas de hasta 8,000 millones de dólares, ingresaron menos divisas que las esperadas y la demanda se hizo sentir acelerando la devaluación. El multimillonario rescate financiero otorgado por el Fondo Monetario Internacional no alcanzó para recuperar la confianza de los mercados y ahora el país le pidió al organismo que adelante el envío de fondos.

A esto se le suman los factores externos. La decisión del presidente Donald Trump de subir las tasas de interés en Estados Unidos, que fortaleció al dólar en todo el mundo, repercutió en los mercados emergentes y particularmente en Argentina. Luego, el peso argentino se vio golpeado por las devaluaciones de la lira turca y del real en Brasil (el principal socio comercial de Argentina), y la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Un legado difícil de cambiar

Luego de más de una década de dominio de los Kirchner, la agenda de reforma de Macri es muy necesaria para la economía argentina que desperdició los mejores años del súper ciclo de precios de los commodities al punto que, en vez de haberse enriquecido, terminó empobrecido, endeudado y con la imperiosa necesidad de llevar a cabo dolorosos ajustes.

A finales de 2015, las políticas imprudentes de los Kirchner ya habían afectado gravemente el crecimiento económico del país. Las cifras oficiales del PBI no se publicaban, pero el FMI indicó que su economía se estaba contrayendo.

Si Mauricio Macri promueve el crecimiento económico a largo plazo, desmantela las políticas populistas de los Kirchner, fomenta la estabilidad, la inversión extranjera y la competencia, podrá aspirar a cambiar la suerte de Argentina y los problemas que causó el populismo. Esperemos que siga así y que logre corregir el curso de una de las economías más grandes de Latinoamérica. Lampadia

Fallando convencionalmente
Por qué la ortodoxia argentina no ha funcionado mejor que la iconoclasia turca

Las monedas de ambos países se han desplomado. Solo uno está tomando la medicina que se le recomendó

The Economist
6 de setiembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Cuando un mercado emergente pierde el apoyo de sus acreedores, ¿cómo debería responder su gobierno? Las medidas de política recomendadas generalmente no incluyen intimidar al banco central, criticar al “lobby de tasas de interés”, evitar la ayuda del FMI, despreciar el dólar o nombrar al yerno del presidente como ministro de finanzas. Turquía ha hecho todo esto y su moneda ha perdido el 40% de su valor este año.

Argentina, por el contrario, se ha acercado mucho más al estilo convencional. Su ministro de finanzas tiene dos títulos en carreras relacionadas con economía. Su banco central ha elevado las tasas de interés (a 60%, el pasado 30 de agosto) y su gobierno ha garantizado la pronta y generosa asistencia del FMI, que aceptó desembolsar un préstamo de 50,000 millones de dólares en junio, el más grande de su historia. Y, sin embargo, la moneda argentina ha perdido más del 50% de su valor este año (ver cuadro).

¿Por qué es que la ortodoxia argentina ha dado tan malos resultados? La pregunta es cada vez más importante y relevante. El ajuste monetario de Estados Unidos y las preocupaciones sobre las guerras comerciales del presidente Donald Trump han hecho que muchos mercados emergentes sufran. El pasado 3 de septiembre, el gobierno de Argentina dijo que reforzaría aún más su economía, recortando el número de ministerios de 19 a 10, elevando los impuestos a la exportación y recortando los subsidios al transporte y los servicios públicos. Ahora pretende equilibrar el presupuesto en 2019, un año electoral. También planea reunir un superávit presupuestario del 1% del PBI en 2020. ¿Se equivoca Argentina al persistir con medidas tan duras? ¿Debería Mauricio Macri, su presidente, nombrar a uno de sus hijos como ministro de finanzas?

La respuesta, por supuesto, es no. El bajo rendimiento del peso no es, en su mayor parte, culpa de la economía convencional. En realidad, lo que refleja son otros tres factores: desgracias idiosincrásicas; diferencias estructurales entre la economía argentina y el modelo de crecimiento más intensivo en comercio y crédito de Turquía; y la espantosa posición inicial que Macri heredó de sus predecesoras, Cristina Fernández de Kirchner y su difunto esposo, Néstor Kirchner, quienes se permitieron años de mala administración que podrían horrorizar incluso al gobierno iconoclasta de Turquía.

Comencemos con las idiosincrasias. La peor sequía de Argentina en 50 años ha dañado la producción agrícola y ha afectado una importante fuente de divisas. Esa mala suerte ha sido acompañada por varios errores eminentemente evitables. En un breve video publicado en YouTube el 29 de agosto, Macri intentó sofocar cualquier duda sobre la solvencia de Argentina al anunciar que el FMI había acordado apresurar el desembolso de su préstamo, de los cuales solo US$ 15 mil millones se pagaron por adelantado. Pero este reclamo no fue seguido por una aclaración del ministerio de finanzas ni por una confirmación del FMI, lo cual trajo pánico y confusión. Al día siguiente, luego bautizado como “Jueves Negro” por los argentinos, el peso cayó casi en casi un quinto de su valor.

Muchos todavía creen que Nicolás Dujovne, el ministro de finanzas, debería tener un mandato más fuerte para establecer la política económica. “Si tu país está en guerra, no envías una división cuando toca luchar”, dice Marcos Buscaglia de Alberdi Partners, una consultora económica. “Debe enviarlos a todos de una vez”. Considera que el gobierno necesita asegurar un acuerdo conjunto con los gobernadores provinciales para recortar gastos juntos.

La caída del peso también refleja diferencias más profundas entre la estructura económica de Argentina y la de Turquía. El comercio internacional, por ejemplo, desempeña un rol mucho más importante en el país de Eurasia, que pertenece a una unión aduanera con la Unión Europea. El comercio equivale al 54% del PBI del país, en comparación con solo el 25% del de Argentina (ver cuadro). Una ciudad como Estambul genera divisas tanto por su antigüedad como por su novedad. La arquitectura bizantina y otomana en su centro de la ciudad atrae a una gran cantidad de turistas, y las empresas de textiles en sus alrededores sirven al sector retail de moda en las calles más importantes de Europa.

Por lo tanto, Turquía no necesita una devaluación tan grande para obtener la misma mejora en su balanza comercial. Según las estimaciones del IIF, la combinación de la desaceleración económica y la caída de la lira ya es suficiente para convertir su déficit en cuenta corriente del 6% del PBI en un superávit a su debido tiempo. La mayor caída en la moneda argentina simplemente ha reducido su déficit subyacente de cuenta corriente, de alrededor del 5% del PBI al 3%, según los cálculos del IIF.

Las deudas de Argentina, especialmente sus pasivos en dólares, recaen principalmente en el gobierno; en el caso de Turquía recae con las empresas. Y aunque el banco central de Turquía ha tardado en aumentar el costo oficial de endeudamiento para los bancos, esos prestamistas comerciales han aumentado rápidamente las tasas de interés para sus prestatarios, que son cada vez menos solventes. Los bancos ahora incluso les cobran a las grandes compañías alrededor del 35%, según un economista local.

Cuando se ajusta el crédito, las empresas deben hacer recortes. A diferencia de los gobiernos, no pueden (y no necesitan) esperar la aprobación política para hacerlo. Como consecuencia, la austeridad del sector privado de Turquía ha sido más rápida y salvaje que la versión del sector público de Argentina. La economía ya se está desacelerando bruscamente.  

Macri, que ganó el cargo a fines de 2015, heredó una economía con muchos problemas, en mayor estado de deterioro que la de Turquía incluso. Una disputa con los tenedores de su deuda incumplida había dejado al gobierno argentino aislado de los mercados crediticios internacionales. Los controles cambiarios hicieron que el peso sea artificialmente caro y los impuestos a la exportación llevaron a los productores a acumular grano.

Si la deuda pública de Argentina seguía siendo modesta, era solo porque el gobierno se financiaba con dinero recién creado del banco central. Si la inflación parecía manejable, era solo porque el gobierno manipulaba las cifras y ponía topes a los precios. Y si la balanza comercial parecía favorable, era solo porque el gobierno prohibió muchas importaciones y racionó el acceso a divisas.

A medida que se eliminaron estas distorsiones, los problemas de Argentina se hicieron evidentes. El país se enfrentó a una alta y persistente inflación, perpetuada por muchos acuerdos salariales estrechamente vinculados a los anteriores aumentos en el costo de vida. Su economía heredaba un subyacente desequilibrio fiscal que, si no fuera financiado por el banco central, tendría que ser financiado por un aumento de la deuda. Y a esto se le suma una moneda muy sobrevaluada. Según Renaissance Capital, incluso después de su reciente caída, el peso argentino está solo un 25% por debajo del “valor razonable” (basado en promedios ajustados a la inflación a largo plazo). La lira turca, por el contrario, ya está infravalorada en un 44%.

Gran parte de la culpa de la difícil situación de Argentina radica, entonces, no en la respuesta convencional del gobierno a la crisis, sino en su predecesor ‘no convencional’. La aplicación de la ortodoxia de Macri, sin embargo, ha demostrado ser contraproducente de tres maneras indirectas.

Primero, su imagen reformista ayudó a atraer copiosos flujos de capital desde el exterior, culminando en la venta de un bono de 100 años en junio de 2017. Ese entusiasmo inicial por su deuda hacia que el gobierno sea más complaciente, convenciéndolo de que redujera el déficit fiscal más gradualmente que lo planeado originalmente. El 3 de septiembre, Macri confesó que el gradualismo del gobierno había nacido del “excesivo optimismo”.

En segundo lugar, al ‘reparar’ la economía, el gobierno también, en ocasiones, adoptó la ortodoxia microeconómica a expensas de la estabilidad macroeconómica. Levantó los impuestos a las exportaciones, lo que eliminó una distorsión, pero también la privó de ingresos muy necesarios. Redujo los subsidios al combustible, lo que hizo que los precios se alinearan más estrechamente con los costos, pero también contribuyó a la inflación, especialmente porque las reducciones de los subsidios se combinaron con recortes tributarios.

Los Increíbles

Por último, los legisladores argentinos hicieron varios compromisos muy ortodoxos que no pudieron cumplir. El banco central adoptó ambiciosos objetivos de inflación que luego tuvo que repensar. Después del acuerdo con el FMI, prometió dejar el peso a las fuerzas del mercado, entrando en los mercados de divisas solo ‘in extremis’. A pesar de esta promesa, ha intervenido repetidamente, presumiblemente porque Argentina rara vez ha estado fuera de peligro desde entonces.

La decisión del banco central de elevar las tasas de interés en 15 % después del jueves negro también parece una reacción excesiva. En lugar de parecer seguro en su decisión, el banco central parecía desconcertado. Ningún banco central puede prometer (de manera creíble) destruir la economía para salvar la moneda.

El enfoque de Turquía tampoco ha ayudado a su economía. Su ministro de finanzas, Berat Albayrak, ahora también está predicando la necesidad de una política fiscal más estricta. Después de que la inflación subió a casi el 18% el mes pasado, su banco central insinuó fuertemente que elevará las tasas de interés en su reunión del 13 de septiembre.

Mientras tanto, Argentina, después de haber probado el tipo de populismo de los Kirchner y la anterior forma de gradualismo de Macri, tiene pocas alternativas más que persistir con su enfoque ortodoxo. Sus errores de comunicación, sin embargo, son una lección objetiva sobre los peligros de prometer demasiado. Como un mercado emergente vulnerable, debe esforzarse por ser lo más económicamente viable posible. Lampadia




El socialismo del siglo XXI tornó riqueza en miseria

El socialismo del siglo XXI tornó riqueza en miseria

“Según el Índice Anual de Miseria, Siria, desgarrada por una guerra civil genocida, es el segundo lugar más infeliz del mundo. ¿El primero? Venezuela. Así es, el socialismo y la corrupción crearon una situación más miserable que la de Siria donde se han asesinado a más de 500,000 personas.”

Steve Hanke

Por tercer año consecutivo, Venezuela es la nación más miserable del mundo, según el análisis publicado por el Índice anual de Miseria del think tank Cato Institute, que clasifica a las naciones según los datos del Economist Intelligence Unit (EIU). Los rankings, compilados por el profesor Steve H. Hanke de la Universidad Johns Hopkins, siguen una fórmula simple: La “miseria” de una nación se puede calcular sumando la tasa de desempleo, la tasa de interés y la tasa de inflación, menos la variación porcentual anual del PBI real per cápita.

De esta manera, se puede determinar cómo le está yendo a un ciudadano promedio de un país. Bloomberg lleva años retomando esta fórmula y aplicándola a las principales economías del mundo, con la premisa de que cuando más alta es la inflación y mayor desempleo, más miserable es un país. “La mejor manera de garantizar la felicidad es crecer económicamente, pero eso no es fácil con una alta inflación y desempleo”, afirma Steve Hanke.

La globalización y la economía de mercado han traído muchísimos beneficios. Han integrado efectivamente los mercados globales y ha producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, con una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de personas y, hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Ver en Lampadia: 7 ensayos sobre la prosperidad

Sin embargo, esta historia no representa la realidad de todos los países del mundo. Muchos de ellos, teniendo la capacidad de ser parte de del avance de la prosperidad, tomaron otro camino e hicieron miserables a sus pueblos.

El ejemplo más clamoroso de esta suerte de ‘crimen de lesa política’ es el de Venezuela, que ha destruido su capacidad de crear riqueza y hoy se arrastra en una inicua crisis humanitaria, creada a pulso por las políticas socialistas, acompañadas por procesos de corrupción extremos, incluyendo el narcotráfico.

Otro ejemplo de lo que no hay que hacer, lo atestiguan, desde América Latina, Brasil y Argentina (tercero y cuarto en el índice de miseria, respectivamente). Ambos países cayeron en manos de políticos soberbios, equivocados y corruptos, que gobernaron con la misma ideología del socialismo venezolano. Además, teniendo ambos condiciones naturales para ser ricos.

En verdad es increíble que los tres países más ricos de América Latina (excluyendo a México), ocupen los peores lugares de miseria en el mundo, junto con Siria, afectada por una violencia genocida.

Los tres países fueron destrozados por gobiernos orientados a implantar una ideología, en vez de desarrollar sus pueblos. La dictadura chavista en Venezuela, la soberbia aislacionista del izquierdismo de Lula en Brasil, y el izquierdismo corrupto de los Kirchner en Argentina, han hecho más daño que el peor cataclismo que podría imaginarse. En nombre de los pobres, han hecho miserables a sus pueblos.

Ahora bien, ¿cómo podemos evaluar a nuestros políticos de las izquierdas, que siguen pensando implantar en el Perú, las políticas que hicieron miserables a Venezuela, Brasil y Argentina, y que siguen apapachando a esos líderes equivocados y corruptos que destrozaron sus países?

¿Cómo puede ser, que, en días tan aciagos para nuestra patria, los medios televisivos, fundamentalmente RPP y Canal N, nos endilguen todos los días a los representantes de esas izquierdas, como si fueran los referentes que marcan el camino hacia una luz al final del túnel?

Manejar un medio de comunicación es un privilegio que conlleva grandes responsabilidades.

¿Qué esperan los directivos de estos medios para asumir su rol social?

¿O lo único que importa es la caja registradora? 

A continuación, compartimos la publicación de Hanke sobre los países más miserables del 2017:

Índice Anual de Miseria de Hanke: Los países más miserables (y más felices) del mundo

Por Steve Hanke
Forbes
28 de febrero de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Foto de VCG / VCG.
Fuente: Getty Images

La condición humana habita un vasto continuo entre “miserable” y “feliz”. En la esfera de la economía, la miseria tiende a fluir desde alta inflación, elevados costos de los préstamos y el desempleo. La forma más segura de mitigar esa miseria: el crecimiento económico. En igualdad de condiciones, la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son bajas y los empleos son abundantes.

Muchos países miden e informan estas métricas económicas regularmente. Al compararlos, nación por nación, podemos analizar mucho sobre en qué parte del mundo la gente está triste o feliz.

¿Consideraríamos que Estados Unidos es más o menos miserable que otros países? Para responder a esta pregunta, actualizo las mediciones anuales del Índice de miseria.

El primer índice de miseria fue construido por el economista Art Okun en la década de 1960 como una forma de proporcionar al presidente Lyndon Johnson una imagen sencilla de la economía. Ese índice de miseria original era solo una suma simple de la tasa de inflación anual de una nación y su tasa de desempleo. El índice ha sido modificado varias veces, primero por Robert Barro de Harvard y luego por mí mismo.

Mi índice de miseria modificado es la suma de las tasas de desempleo, inflación y el costo de los préstamos bancarios, menos el cambio porcentual en el PBI real per cápita. Las lecturas más altas en los primeros tres elementos son “malas” y hacen que la gente se sienta más miserable. Estos se compensan con “lo feliz/bueno” (crecimiento del PBI per cápita), que se resta de la suma de los “males”. Un puntaje más alto del Índice de Miseria refleja un nivel más alto de “miseria”, y es una medida suficientemente simple que hasta un presidente sin tiempo para extensas sesiones informativas económicas, puede entenderlo de un vistazo.

En la tabla adjunta, se pueden encontrar las clasificaciones del Índice de Miseria para las 98 naciones que informan datos relevantes de manera oportuna. Para coherencia y comparabilidad, todos los datos provienen de la Unidad de Inteligencia de The Economist.

Comencemos con el país más miserable y subamos hacia los más felices. Si le damos la vuelta, obtenemos un índice de felicidad.

Venezuela tiene el glorioso título del país más miserable en 2017, como lo hizo en 2016 y 2015. Los fracasos del estado petrolero corrupto y socialista del presidente Nicolás Maduro han sido bien documentados el año pasado, incluso por mis mediciones de la hiperinflación venezolana. Venezuela no solo es el país más miserable del mundo, sino que su puntaje en el índice ha aumentado dramáticamente desde 2016.

Siria mantiene el rango de la segunda nación más miserable, y la razón no es difícil de descubrir. De hecho, Siria ha estado en medio de una brutal guerra civil durante casi siete años. ¿Necesito decir más?

Brasil se mantiene en el tercer lugar por segundo año consecutivo. Como me explicó una vez mi amigo Roberto Campos, el difunto economista, diplomático y político brasileño, durante una visita a Brasilia: la Constitución brasileña es tan gruesa como la guía telefónica de la ciudad de Nueva York. El presidente Michel Temer ha intentado reducir la ola de obligaciones del gobierno. Pero hasta la fecha, sus intentos de frenar el mayor pasivo no financiado del país, el sistema de pensiones, han quedado en nada. El sistema de pensiones en bancarrota no es, por supuesto, el único problema que enfrenta Brasil. La corrupción, por ejemplo, sigue siendo un problema endémico.

Argentina ha mejorado su clasificación (y puntaje de índice) en 2017, pasando del segundo al cuarto país más miserable del mundo. Pero hasta que baje la inflación, el presidente Mauricio Macri tendrá dificultades, como lo hizo el presidente Carlos Menem hasta el 1 de abril de 1991, cuando presentó el Sistema de Convertibilidad de Argentina, que vinculaba el peso con el dólar.

Egipto ocupó el quinto lugar más miserable, una muesca menor que en 2016. Pero, el puntaje del Índice de Miseria de Egipto en realidad aumentó, una mala señal. El gobierno militar-socialista del presidente Abdel Fattah el-Sisi continúa causando miseria. Además de los problemas que acompañan a cualquier sistema de tipo socialista en el que el ejército desempeña un papel decisivo, la libra egipcia sigue siendo el talón de Aquiles del país. La única solución a este problema es la adopción de una caja de conversión, en la que la libra se convertiría en un clon de una moneda de anclaje, como el euro o el dólar de EEUU.

Los países menos miserables

Pasemos al otro extremo de la tabla, donde residen los países menos miserables. Allí encontramos a China gobernando como el país “más feliz” del mundo. En esto el presidente Xi Jinping tiene algunos derechos de fanfarronear.

Para los Estados Unidos: su puntaje ha mejorado un poco, pasando de 9.4 en 2016 a 8.2 en 2017. Sin embargo, en lo que respecta a la felicidad, Estados Unidos no es el primero sino el número 30, detrás de otros 29 países en la lista de la felicidad.

Escrito por Steve H. Hanke de la Universidad Johns Hopkins. Su cuenta en Twitter: @Steve_Hanke.

Lampadia




De Fútbol vive el hombre

Con la ayuda de Dios, el Perú sigue adelante hacia Rusia 2018. ¡Qué siga la suerte, con un poco más de esfuerzo y contundencia!

El Escenario

Fuente: libero.pe

Los Hinchas

Fuente: peru21.pe

El Goleador

Fuente: El Popular

El Equipo

Fuente: publimetro

La ‘Mano de Dios’

  • David Ospina

Fuente: elperiscopio.cl

  • Brasil vs Chile

Fuente: El Bocón

  • Paraguay vs. Venezuela

Fuente: El Bocón

La ‘Mano de la FIFA’ y Messi 

Fuente: El Bocón

Los Clasificados

El Mundo juega Fútbol

Lampadia




Grandes venezolanas salvan la dignidad de América Latina

Tras una espuria jornada electoral marcada por la violencia, el pasado domingo 30 de julio, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), un apéndice de la dictadura chavista, anunció que el 41.5% de los electores eligió a la nueva Asamblea Nacional Constituyente, la cual se encargará de redactar una nueva Carta Magna a la medida de la tiranía. Los resultados han sido cuestionados en su integridad, y al menos catorce países (Argentina, México, Brasil, Chile, Panamá, Costa Rica, Paraguay, Colombia, España, Gran Bretaña, Suiza, Estados Unidos y Canadá) los han rechazado. El Perú, por su lado, ha invitado a los cancilleres latinoamericanos a reunirse en Lima el 8 de agosto.

Manifestante con una pancarta que dice

Fuente: bbc.com

El fraude en las elecciones es clarísimo: el método de elección, que combina sufragio por territorios y sectores sociales, permitió que 62% de los 19.8 millones de electores puedan votar dos veces. Esto dificulta el cálculo de participación ciudadana y confirma la ilegitimidad de las elecciones. Esto además del ya cuestionado sistema de voto electrónico controlado por el gobierno.

Y es que habría que ser ciego para no reconocer la crisis humanitaria y el descontento que atormenta a la población. Venezuela atraviesa una ola de protestas antigubernamentales que ya suman cuatro meses y han costado a los valientes venezolanos, casi 120 muertos. Según la encuestadora Datanálisis, la Constituyente es rechazada por el 72% de los venezolanos.

En su reciente artículo ‘Cómo lidiar con Venezuela’, The Economist hace una síntesis de la grave situación política y económica por la que está pasando el país: “A finales de este año, el colapso económico de Venezuela desde 2012 será el más pronunciado en la historia moderna de América Latina. El ingreso por persona ahora está de vuelta donde estaba en 1950La causa principal de esta calamidad es ideológica. Siguiendo el ejemplo de su difunto mentor, Hugo Chávez, Maduro gasta generosamente dinero público, sobre todo en sus partidarios. Los bajos precios del petróleo y la inepta gestión significan que no puede pagar sus cuentas”. Además, The Economist destaca las siguientes cifras:

  • La inflación superará 1,000% este año.
  • El precio del dólar en mercado negro está alrededor de 900 veces el tipo oficial.
  • Los controles de precios y la expropiación de empresas privadas han generado la escasez de alimentos y medicinas, y los hospitales están completamente desabastecidos.
  • La tasa de mortalidad materna aumentó un 66% el año pasado.
  • Los funcionarios del régimen se benefician flagrantemente de su acceso a bienes y a las divisas oficiales.
  • Venezuela se ha convertido en la ruta favorecida del tráfico de drogas.

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Fuente: www.voanoticias.com

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no dudó en reaccionar a los resultados y ha convocado a nuevas protestas masivas a partir del lunes. Entre las principales voces de activismo y lucha contra la opresión resaltan tres mujeres: María Corina Machado, Lilian Tintori y Luisa Ortega. En su nombre queremos rendir homenaje a todos los valerosos demócratas venezolanos.

María Corina Machado

María Corina Machado es un ejemplo de una mujer líder que es capaz de enfrentarse a un régimen dictatorial. Golpeada, perseguida y acosada por el chavismo, la ex diputada venezolana sigue presentándole batalla al chavismo dentro y fuera de su patria.

Actualmente es coordinadora del movimiento político Vente Venezuela y líder de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero en realidad su trayectoria de lucha contra el chavismo es larga. En 2002 fundó (junto con Alejandro Plaz) SUMATE, una organización no-gubernamental dedicada a la promoción y defensa de los derechos políticos de los ciudadanos.

Corina es una de las líderes de la oposición y la defensa de la libertad y la democracia latinoamericana. Y es también puro coraje: “Mi trabajo es dentro y fuera de Venezuela, dentro y fuera de la Asamblea Nacional. En la calle he acompañado la protesta ciudadana desde el primer día y estaré allí acompañándola en esta nueva etapa de lucha”. “Que les quede claro a todos los demócratas del mundo, este movimiento pacífico, civil y ciudadano, que hoy recorre las calles de Venezuela, es irreversible. Y nosotros los venezolanos vamos a luchar hasta vencer”.

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Fuente: www.lapatilla.com

Debido a su interminable lucha contra una de las más perversas dictaduras de la historia de la región, luego de que el chavismo la expulsara de la Asamblea, en Lampadia la nombramosDiputada honoraria de América Latina’ (25/03/14).Su lucha quedó inmortalizada cuando, en una sesión de la Asamblea, fue golpeada en el rostro por los esbirros de la dictadura, ante la impasible mirada de los diputados. No se amilanó y por el contrario eso le dio aún más fuerzas para seguir luchando.

Lilian Tintori

Desde el 18 de febrero de 2014, día en que su esposo, Leopoldo López fue apresado, Lilian Tintori empezó una interminable lucha por su liberación. López fue encarcelado por decir lo que Venezuela quería escuchar. La mayoría de los venezolanos quieren un cambio.

El arrestarlo solo hizo que Lilian luche más fuertemente y que se vuelva una líder en búsqueda de las libertades y la democracia. Recorrió grandes distancias buscando el apoyo de numerosas voces internaciones (llegó incluso a encadenarse en la plaza de San Pedro de El Vaticano) y fue vocera de la lucha contra el chavismo y el Gobierno de Maduro.

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Fuente: caraboboesnoticia.com

Recorrió el mundo reclamando la libertad de los presos políticos en Venezuela. No solo la de su marido, sino la de todos los que estaban en su misma situación. Organizó manifestaciones y habló con toda clase de dirigentes políticos para intentar que mediaran y que presionaran a Maduro. Como dijo la señora Lilian Tintori, esposa del injustamente encarcelado Leopoldo López, “ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado”.

El último mensaje de Leopoldo López (1/8/17):

https://www.youtube.com/watch?v=BcPFrl0hxD8

El coraje y la fuerza de Lilian Tintori son grandes cualidades que deben ser resaltadas, pues su lucha ha sido incesante (y ahora tras el reciente anuncio de estar embarazada, tiene más razones para pelear por su patria). Lamentablemente, a pesar de que Leopoldo López fue devuelto a su hogar bajo arresto domiciliario hace tan solo un mes, ayer (01 de agosto) fue devuelto a prisión porque ‘supuestamente’ planeaba fugarse y más bien debido a su llamado a no votar en la Constituyente del tirano.

Luisa Ortega

Otra gran líder que no ha dudado en criticar y enfrentarse al chavismo y al gobierno opresor de Nicolás Maduro es la Fiscal General Luisa Ortega, quien además afirma desconocer la Constituyente de Venezuela y acusa al gobierno: “Estamos ante un delito de lesa humanidad”.

Su historia es algo diferente a la de Lilian y María Corina. Ortega ha estado vinculada al chavismo desde que Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela. Dentro de sus principales acciones en la Fiscalía, como chavista, está la mismísima condena de Leopoldo López y otros opositores. Fue solo en noviembre de 2016 que empezó a deslindar del gobierno de Maduro, al advertir asesinatos extrajudiciales.

http://www.panorama.com.ve/__export/1497009136703/sites/panorama/img/politicayeconomia/2017/06/09/fiscal_luisa_ortega_diaz_wsaaugam.jpg_1803496872.jpg

Fuente: panorama.com.ve

Desde entonces empezó su ruptura con la dictadura y rechazó sin ambages la convocatoria a la tramposa Asamblea Constituyente del gobierno. Sorprendiendo a todos, Ortega declaró que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo (TS) había “roto el hilo constitucional” y pidió “a todos los habitantes del país que rechacen la Constituyente”, lo que provocó una sacudida política y un fuerte golpe al chavismo.

Su cargo de fiscal general debe durar hasta 2021, pero los sectores maduristas más acérrimos quieren destituirla lo antes posible, tildándola de “mentirosa” y “loca”. El TSJ afirma que la “Fiscal general traicionó las leyes y la Carta Magna de Venezuela” y le han prohibido salir del país.

Todos con los venezolanos

Reiteramos nuestro más contundente apoyo y admiración por estas mujeres líderes venezolanas que están dando una lucha muy desigual contra una de las más perversas dictaduras de la historia de la región y exigimos a nuestros gobiernos que hagan todo lo posible por terminar con el sufrimiento de los hermanos venezolanos.

Pero no todos los peruanos estamos hechos de la misma pasta, la mayoría de nuestros izquierdistas siguen apoyando a la dictadura de Maduro que detenta el poder del ‘Eje-Cuba-Venezuela’ y está masacrando a su población entre la crisis humanitaria que les ha infringido, sin hacer nada por remediarla, y con la represión de los valientes venezolanos. Ver la nota de El Comercio, que recoge las ominosas expresiones de un congresista peruano:

Lampadia




TACTICS: Mejor que los BRICS en educación

TACTICS: Mejor que los BRICS en educación

Aparece un nuevo acrónimo para economías emergentes, TACTICSTailandia, Argentina, Chile, Turquía, Irán, Colombia y Serbia. Ellos superan a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en educación superior. Son países considerados como las potencias emergentes en la educación superior.

Curiosamente, a pesar de que todos tienen un PBI per cápita inferior a US $ 15,000, la producción de documentos de investigación de los países de TACTICS está creciendo fuertemente. Cada país tiene por lo menos una universidad en el ranking mundial y la participación en educación terciaria está creciendo fuertemente, explica el Foro Económico Mundial en su publicación sobre TACTICS (traducida por Lampadia líneas abajo).

Según el estudio del Instituto The Higher Education del London School of Economics, de cerca de 15,000 universidades en 78 países, ha encontrado que duplicar el número de universidades en una región resulta en un aumento del 4.7% en el PBI per cápita en la misma área, en cinco años. Por supuesto, hay que tener en cuenta que la educación es sólo una parte, aunque importante, de la solución. Otros factores como el entorno empresarial, el imperio de la ley, los parámetros macroeconómicos y la cultura del espíritu empresarial desempeñan un papel fundamental.

The Higher Education afirma que hay una serie de canales a través de los cuales las universidades y la educación superior pueden tener un impacto positivo en el crecimiento, incluyendo el aumento en capital humano capacitado, la innovación, la democracia y la demanda. En primer lugar, las universidades son productoras de capital humano; y los trabajadores cualificados tienden a ser más productivos que los trabajadores no cualificados. Un segundo gran tema a través del cual las universidades pueden afectar el crecimiento es la innovación. Este efecto puede ser directo, ya que los propios investigadores universitarios producen innovaciones o, a través del rol de las universidades como productoras de capital humano, en el cual los graduados ingresan a la fuerza laboral e innovan.

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El Foro también hace hincapié en los problemas más latentes en los países TACTICS, con temas como la corrupción y transparencia, la desigualdad de acceso y oportunidades de los estudiantes, las dificultades para la investigación y la incertidumbre política.

Lo que es muy importante es que 3 de los 7 países son Latinoamericanos: Argentina, Chile y Colombia. Una lamentable ausencia del Perú, que en vez de volcarse al exterior para inspirarse en las mejores estrategias educativas y empoderarse para diseñar los lineamientos de una revolución educativa que nos lleve con ventaja al siglo XXI.

El reto ahora es buscar la estrategia que lleve al Perú a una mejora acelerada y extraordinaria de la educación. Debemos aprovechar el desenvolvimiento de lo que ahora se llama: ’La Cuarta Revolución Industrial’, ya que nos presenta amenazas y oportunidades disruptivas para el empleo y la educación en el mundo.

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Los países más preocupados con mantener la mejor educación y en aprovechar los cambios tecnológicos que transformarán nuestra realidad global entienden que en el futuro las habilidades cognitivas estarán al alcance de una tecla, que hay que promover la capacitación en habilidades sociales, culturales, valores, trabajo en equipo, pensamiento crítico, deportivas, etc. También entienden que la filosofía que debe regir la educación tendrá que ser la de la libertad y la innovación que busquen una educación a la medida de cada estudiante, con maestros facilitadores. Ver en Lampadia: Educación para los nuevos tiempos.

Lamentablemente en el Perú seguimos inspirados por las ideas del siglo XX, por el control central, la regimentación y la uniformización. Peor aún, en un país pobre como el nuestro, se sigue ninguneando el rol del sector privado en la educación. Así sucedió con la controvertida nueva ley universitaria que promovió el congresista Mora a punta de descalificaciones, insultos, autoritarismo y desenfoque, con el apoyo pleno del cuestionado ministro Saavedra. Ver en Lampadia: La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta, Más propuestas disruptivas para la educación y Necesitamos un sistema educativo para el siglo XXI.

La conclusión a la que llega el estudio es: “Construye una comunidad universitaria grande y fuerte y tu economía también crecerá”, pronosticando que las economías del grupo TACTICS crecerán más que las de BRICS. Sigamos este consejo y apoyemos el desarrollo académico y económico de nuestros ciudadanos. Lampadia

Estos países podrían ser las nuevas superestrellas de la educación en el mundo

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Siete países son sorprendentes en el ranking global de universidades. Imagen: Baim Hanif

Chris Parr, Editor digital y de comunidades
Times Higher Education
Foro Económico Mundial
16 de diciembre de 2016
Traducido y glosado por
Lampadia

Construye un sistema de educación superior grande, fuerte y respetado en tu país, y  crecerá tu economía.

No sólo lo digo yo. Un análisis del London School of Economics de cerca de 15,000 universidades en 78 países ha encontrado que duplicar el número de universidades en una región resulta en un aumento del 4.7% en el PBI per cápita en esa área dentro de cinco años.

Entonces, ¿cuáles son los países que debemos vigilar? ¿Qué regiones están mejor situadas para explotar este vínculo entre la expansión de la educación superior y el crecimiento económico?

No es una pregunta fácil de responder. Sin embargo, en colaboración con el Centro de Educación Global Superior del Instituto de Educación de la UCL, Times Higher Education ha estudiado una serie de indicadores académicos y económicos como las tasas de publicación de investigaciones, las tasas de participación en la educación superior y el PBI per cápita, y ha identificado a 7 países que están en una posición privilegiada para tener éxito.

Los llamamos TÁCTICS (por las siglas de los países).

TACTICS: Los poderes de la nueva educación global

Desde el punto de vista de la educación superior, Tailandia, Argentina, Chile, Turquía, Irán, Colombia y Serbia tienen el potencial de superar a los países BRICS de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

En todos estos países, el PBI es inferior a US $ 15,000 per cápita, pero al menos la mitad de la población juvenil está matriculada en instituciones de educación superior. La participación creció un 5% o más entre 2010 y 2014; su producción en investigación está creciendo a por lo menos 30,000 papers al año; y tienen al menos una universidad en el Times Higher Education World University Rankings. La metodología completa para el análisis está disponible aquí.

Como explica el editor John Gill, aunque estos países cuentan con las condiciones fértiles necesarias para dar fruto, están lejos de ser homogéneos: cada país tiene “un cóctel diferente de fortalezas y debilidades”.

Señala a Irán y Turquía – ambos países ricos en intelecto, que se desempeñan bien en matrícula bruta de educación superior y cuentan con un crecimiento sostenido. “Sin embargo, cada uno enfrenta enormes desafíos políticos. Irán está clasificado como el sector público más corrupto de nuestro grupo por el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International, y las citas académicas se consideran vinculadas tanto a la ideología como al mérito”.

Esto es importante. Un análisis de los datos de TACTICS muestra, simplemente, que los niveles más altos de corrupción se correlacionan con la investigación de menor calidad.

Turquía tiene sus propios problemas. Una represión del gobierno después del intento de golpe a principios de este año obligó a que más de 1,500 decanos académicos sean forzados a renunciar. Las universidades dependen del talento que pueden atraer, y el daño que esta purga ha tenido en la reputación de Turquía podría dañar gravemente su capacidad de atraer a los mejores investigadores.

De hecho, cada una de las naciones de TACTICS tiene problemas que podrían, si no se abordan, poner en peligro el progreso que tan fácilmente podría ser suyo.

Sin embargo, si analizamos atentamente el desempeño de estos países desde una perspectiva de educación superior, como lo hacemos en este análisis, entonces su crecimiento realmente podría ser una característica definitoria de la próxima década.

En su producción de investigación, la participación de la universidad y el desempeño en los rankings mundiales, estos “países en la mira” frecuentemente sobrepasan los resultados de los BRICS. Y cuando los países tienen un buen desempeño en estas áreas, casi siempre también cosechan recompensas económicas. Lampadia

 




A grandes males, grandes remedios (sin matar al paciente)

EDITORIAL DE LAMPADIA

Los circuitos de corrupción empresarial y política organizados por el PT de Lula da Silva, Petrobras y Odebrecht más otras empresas constructoras brasileñas, han llegado a niveles insoportables para una sociedad que debe ir hacia la formación de instituciones sólidas y transparentes.

Ya hemos explicado como estos esquemas tenían dos avenidas básicas, la económica, que buscaba el enriquecimiento ilícito de políticos, burócratas, empresarios y clientes de las obras de infraestructuras; y la política, que buscaba la entronización del PT y Lula, como los referentes de la política de la región, financiando a los políticos y partidos de izquierda, desde Cuba y Nicaragua hasta Argentina, pasando por Venezuela, Ecuador, Bolivia y Perú.

Fuente:  www.ecoticias.com

Es evidente que esta situación establece una crisis muy profunda y compleja de manejar en el Perú. Es claro que hay que cortar la enfermedad de raíz, pero no podemos matar al paciente: nuestra economía. Los daños de la enfermedad se propagan por una serie de vericuetos que habrá que dilucidar, pero hay muchos inocentes que rescatar.

  • Entre ellos el personal peruano de las empresas brasileñas en el Perú, que han mostrado niveles de profesionalismo muy depurados y que, en su inmensa mayoría, no tienen nada que ver con las expresiones de corrupción.
  • Muchos funcionarios públicos de segundo nivel, que tampoco estarían involucrados en los malos manejos.
  • Las mismas obras que, desarrolladas o en desarrollo, son necesarias para seguir construyendo y otorgando mejores servicios a los ciudadanos.
  • Las empresas y profesionales peruanos que pueden haber estado vinculados comercialmente a los corruptos, pero no necesariamente a los actos de corrupción.

Esto configura una situación muy difícil de manejar. Hay que separar la paja del trigo y, para ello, se necesita enfrentar esta crisis con mucha seriedad, sin cacería de brujas, que nos pueda llevar a apuntar a elementos ‘distractivos’ o ‘scape goats’, en lugar de los peces gordos.

En nuestra opinión, en vez de jugar a la ‘gallinita ciega’, una delicia para los medios irresponsables, debemos empezar a tomar medidas drásticas alrededor de la mata de corrupción, por ejemplo: por necesidad moral de la República, el gobierno debe intervenir las empresas brasileñas involucradas en la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que ha singularizado a corruptos y corruptores.

Esperamos que el gobierno actué con firmeza y rigor, que muestre a la ciudadanía un compromiso absoluto de llegar a las últimas consecuencias. ¿Qué mejor manera de hacerlo, que vigilando la gestión de dichas empresas desde adentro? Cuidando así de evitar daños colaterales, pero evitando tambipen que todas las acciones de las empresas estén dirigidas a cautelar el mejor interés nacional, y no a salvaguardar los intereses de los corruptos.

De esta manera se puede dejar el tiempo y espacio para que los procesos judiciales, que deben ser lo más sumarios posibles, puedan ejercerse con seriedad.

Por supuesto, el objetivo final de todo el proceso tiene que ser la salud institucional, la limpieza de la gestión del Estado, la eliminación de estas empresas de nuestro territorio y el  enjuiciamiento de los peces gordos que propiciaron este desmadre en el PerúLampadia

 

 




Macri renueva las esperanzas

El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, se ha movido a un ritmo acelerado para recuperar al país de los doce años de políticas económicas y sociales equivocadas que implantaron los gobiernos de los Kirchner, los acólitos del socialismo del siglo XXI y amigos del ALBA, del nefasto Hugo Chávez. Al instituir rápidamente las que se han percibido como reformas “radicales” y políticas prudentes, Macri está recuperado el equilibrio de la economía argentina y el reposicionamiento del país a nivel internacional y sentando las bases para una  prosperidad sostenible. 

En Argentina, Macri es visto como la antítesis del kirchnerismo, que era el partido populista de la izquierda peronista y chacra de los corruptos Kirchner, que cerraron la economía, estatizaron empresas, establecieron controles de precios, subsidios indiscriminados, etc. Lo que lograron, como era de esperarse, fue la debacle de la economía, la fuga de capitales, alta inflación y escasez de divisas. Destrozaron el campo argentino y Uruguay pasó a exportar más carne que Argentina. Otro doloroso ejemplo de las fallidas políticas del socialismo del siglo XXI. 

La elección de Macri fue toda una sorpresa. Ver en Lampadia: Mauricio Macri gana una elección histórica. En su administración ha rescatado un enfoque más cercano al libre mercado, ha demostrado coraje político, desafiando al populismo del kirchnerismo y peronismo, movimientos cuyos candidatos han dominado la política argentina durante los últimos setenta años. Hacia el final de sus primeras semanas en el cargo, el presidente Macri ya había abandonado las restricciones monetarias, alentado las exportaciones mediante la eliminación de las restricciones de capital e impuestos, y comenzó a abordar los subsidios de los servicios públicos.

Los esfuerzos iniciales de Macri fueron acompañados además por la solución del conflicto de la deuda soberana con los ‘buitres de los Kirchner’, y el retorno de Argentina a los mercados internacionales de crédito en febrero, después de quince años de conflictos. Ver en LampadiaArgentina: La dura y larga salida del abismo populista

En lo político, y tal vez lo más importante, el presidente Macri ha comenzado a marcar las líneas primigenias del Mercosur, a cuestionar el régimen chavista en Venezuela, acercándose a líderes mundiales que se habían apartado del país. Todos los esfuerzos de Macri, desde la flotación de la moneda a la apertura de las relaciones internacionales, han servido para reducir drásticamente el riesgo político asociado a los negocios y la inversión en Argentina. Una apuesta por el mediano y largo plazo que beneficiará a todos los argentinos.

El pasado martes (20 de setiembre), el presidente argentino dio un discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, pregonando un cambio de tendencia que, según él, le devolverá la prosperidad a Argentina: “En la Argentina nos hemos planteado tres grandes objetivos. Avanzar hacia ‘pobreza cero’, esto es lograr un país con igualdad de oportunidades donde nuestros hijos puedan ser protagonistas de su futuro. Un país como el nuestro, que es una potencia productora de alimentos, no puede aceptar que hayan personas pasando hambre”.

Macri continuó con énfasis en los ejes de gestión que se planteó desde la campaña electoral, además del objetivo de pobreza cero: “El segundo es derrotar el narcotráfico, una agenda integral basada en derechos humanos y concentrada tanto en la oferta como en la demanda. Y el tercero es unir a los argentinos a través del diálogo, el respeto a la ley y la democracia”. Ver video completo acá:

Tras casi 10 meses en el cargo, en lo económico ya se están viendo algunas mejoras. Macri se ha asegurado “que la caja del Estado esté relativamente más equilibrada”. Aunque la cifra prometida de 3.3% de déficit fiscal respecto al PBI en 2016 no se podrá lograr, el 4.2% que el gobierno proyectó esta semana para fin de año es menor que el 7% con que terminó el año pasado. Y eso puede significar que baje la inflación, la cual el gobierno espera reducir a 17% para fines de 2017 (la mayor preocupación de los argentinos, que según cifras oficiales supera el 40% anual).

Pero quizás la señal más importante es la mayor confianza que existe en Argentina a nivel internacional. Según Macri, en el Foro de Inversión y Negocios de Argentina de la semana pasada, al cual convocó a 2,000 líderes empresariales de todo el mundo para fomentar mas inversiones, es la principal apuesta del gobierno para reactivar la economía y parar la inflación. “Fue la primera vez que se realizó en la Argentina un evento de estas características. Y fue una nueva ocasión para mostrar que en nuestras provincias tenemos todo lo que necesitamos para ser protagonistas del siglo XXI“, afirmó Macri. En el foro se plantearon inversiones por US$40,000 millones (la mitad ya estaría en ejecución). El gobierno atribuye esta oleada de inversiones a la confianza que genera este nuevo proceso en el ámbito internacional. El gobierno espera invertir en infraestructuras, salud y educación.

Uno de los puntos más interesantes es que el pasado miércoles el Senado aprobó el proyecto de fomento a la asociación del Estado con empresas privadas para la realización de obras de infraestructuras, iniciativa que recibió fuertes cuestionamientos de la oposición por considerar que relajará los controles públicos en beneficio del sector privado. Mediante este proyecto, denominado de Participación Público Privada (PPP), el Gobierno espera atraer inversiones, conseguir financiamiento para grandes emprendimientos de infraestructuras y generar fuentes de trabajo. Las PPP en la Argentina son como las APP en el Perú.

Si Mauricio Macri continúa promoviendo el crecimiento económico a largo plazo, fomentando la estabilidad, la inversión extranjera y la competencia, podrá aspirar encaminar al país al progreso social y económico que un país tan rico como Argentina puede ambicionar. Lampadia

 




Réquiem por Lula, Dilma y el ‘socialismo del siglo XXI’

Por fin nos acercamos al ocaso definitivo del ‘glorioso PT de Lula’, del  ‘socialismo del siglo XXI’, del ‘Alba’, del ‘Foro de Sao Paulo’, del chavismo y de todas las ‘ideas muertas’ que han malogrado a varios países de la región durante el mejor ciclo económico de la historia.

Dilma Rousseff destituida

Ayer, en un acto histórico, con el precedente de la defenestración del liberal Collor de Mello en 1992, Dilma Rousseff fue destituida de la Presidencia de Brasil por el Senado con una mayoría abrumadora de 61 votos a favor, 20 en contra y 0 abstenciones.  

Michel Temer, el nuevo presidente de Brasil, empezará su mandato viajando a la Cumbre del G20, en China, con el fin de presentar a los líderes de las mayores potencias del planeta sus planes para sacar al país de la crisis económica que ha estado sufriendo en los últimos años, que incluyen desde un duro recorte del gasto público hasta un ambicioso plan de privatizaciones aún no detallado oficialmente.

Según sus propias declaraciones, Temer se apresta a decretar el fin del Brasil bolivariano. En mayo pasado Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba, cada uno a su manera, advirtieron sobre una posible “ruptura democrática” en Brasil, en defensa de Rousseff. Ahora, Venezuela anunció el retiro de su embajador y Ecuador el de su representante.

Décadas antes, el mito de los ‘malos términos de intercambio’ nos malogró la vida en Latinoamérica durante los años 60, 70 y 80 (vendidos por Prebisch, la CEPAL y la Getulio Vargas de Brasil), a diferencia de los tigres de Asia (quienes no sucumbieron al mito), separándose de nosotros para el gran bienestar de su población. La realidad nos mostró, años después, otra curva, la de la vida.

 

En el nuevo siglo, como nunca antes, la ‘curva de la muerte’, se tornó en la ‘curva de la vida’. Pero muchos no supieron aprovecharlo, como Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, asumiendo un inmenso costo que la historia se encargará de dimensionar. Hoy, poco a poco, van cayendo estos regímenes anti-históricos y autoritarios. El pueblo le dijo adiós a los Kirchner, la corrupción sacó del camino a Lula-Dilma del hasta hace poco ‘glorioso Partido de los Trabajadores’, falta poco para que los venezolanos, en un plebiscito democrático, echen a los Chávez-Maduro-Cabello y esperamos que el peso de las circunstancias haga lo propio en los demás países del Alba. 

Gracias a Dios y a la Constitución de 1993, el Perú estuvo listo para recibir los influjos de inversión que nos transformaron y sacaron del status de ‘Estado fallido’ que éramos el año 1990, tornándonos en el brioso Perú del crecimiento, de la clase media, de la reducción de la pobreza, de la menor desigualdad, las agro-exportaciones, etc.

Otro país que estuvo listo antes que nosotros fue Chile, el modelo de desarrollo de la región, pero justo ahora, cuando las ovejas perdidas regresan al redil del desarrollo de democracia y libre mercados, se extravía de la mano de una admiradora de la ominosa RDA, Michelle Bachelet, que está liderando lo que Niall Ferguson llama ‘el derecho de Chile a ser estúpido’.

Ya hemos explicado lo que pasó en Brasil con la ‘magia’ de Lula. Él afirmó en el Perú, que era mejor distribuir que crecer. (Ver Lampadia: Luces y Sombras de la visita de Lula al Perú). Su modelo exacerbó el asistencialismo, proteccionismo y mercantilismo, cayendo luego, junto con las constructoras privadas brasileñas, en niveles de cooptación y corrupción nunca vistos.

Dilma Rousseff, desde su reelección en 2014, a pasado de crisis en crisis. Ver en Lampadia: El escándalo en Petrobras pone contra las cuerdas a Rousseff. Al final, Brasil no solo se hundió en su peor recesión económica desde los años 30, también sucumbió a escándalos de corrupción que comprometen a la propia Dilma y a su protector, Lula da Silva, el héroe de las izquierdas latinoamericanas y creador del ‘Foro de Sao Paulo’, del que hasta las Farc, formaron parte.  

Con el fin de estos gobiernos socialistas, esperamos que el nuevo ciclo político que se está instalando en la región permita un manejo responsable y con orientación al desarrollo integral de largo plazo. 

Por nuestro lado, como venimos repitiendo una y otra vez, en el Perú hemos emprendido la gran tarea de rehacer el país durante ya más de veinte años. Después de haber obtenido logros económicos y sociales extraordinarios (ver: LAS CIFRAS DE LA PROSPERIDAD), ese proceso virtuoso se interrumpió el 2011, cuando elegimos al ‘gobierno de la inclusión’, después del mayor ciclo de inclusión de nuestra historia, con un discurso equivocado que tiene varios matices: “el sector privado no nos da confianza”, “agua si, oro no”, “tenemos que diversificar la producción”, etc.

Pero nuestra economía es tan poderosa, que hemos logrado sobrevivir sin daños permanentes y el 10 de abril del presente, nuestros ciudadanos votaron (70 a 80%) por abrazar la economía de mercado, la inversión privada, la globalización y el libre comercio; y rechazaron el cambio de constitución, la prevalencia del Estado sobre ciudadanos y empresas, y el estúpido pos-extractivismo. (Ver en Lampadia: Pos-Extractivismo: Autarquía y empobrecimiento).

El pos-extractivismo, suscrito por todas las izquierdas peruanas,  pretende convertirnos en un país de pobres eternos. Ver: Agroexportación: Una industria de clase mundial:

Por ejemplo, en cuanto a las agroexportaciones, que se vinculan al sector agrícola, donde todavía tenemos la mayor cantidad de pobres, plantean solo produzcamos lo que necesitamos para consumir nosotros y ‘tal vez’ nuestros países vecinos. O sea, los izquierdistas tradicionales, quieren condenar a la pobreza eterna a nuestros campesinos. ¡Habrase visto semejante barbaridad!

El sector agrícola solo puede crecer, sostenidamente, llegando a más estómagos. Como un agricultor peruano decía hace algunos años: una persona solo puede comer un kilo de comida por día. ¿Cómo puede entonces mejorar sus ingresos un agricultor peruano? Si 3 millones de agricultores tendrían que abastecer solo a 27 millones de habitantes? Sus ingresos estarían limitados a un promedio de 9 consumidores o 9 kilos. Pero si exportamos a mercados de 2,700 millones de personas, en teoría, cada agricultor podría abastecer a 900 consumidores, 100 veces más. Ese es el potencial de este sector, y la única manera de enriquecer a nuestros campesinos, que, además, son dueños de la mayor parte de las tierras y predios agrícolas del Perú.

Lo sorprendente es que en el Perú continúen estos diálogos contraproducentes y que ni siquiera las revelaciones más escandalosas de corrupción, ni los actos abusivos y antidemocráticos de los gobernantes de Venezuela, Argentina y Brasil, merecen que nuestra izquierda tradicional critique y se aparte de estos regímenes. Ver en Lampadia: Izquierda peruana pierde autoridad moral.

Con la caída del PT en Brasil termina un ciclo nefasto de la política latinoamericana. Ahora nos hace falta reconvertir a nuestras izquierdas en un acto político de consecuencia, puesto que el Perú sí necesita izquierdas,… pero de las buenas y modernas. Lampadia

 




Argentina: La dura y larga salida del abismo populista

Argentina: La dura y larga salida del abismo populista

El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, se ha movido a un ritmo acelerado para recuperar al país de los doce años de políticas económicas y sociales equivocadas que implantaron los gobiernos de los Kirchner, los acólitos del socialismo del siglo XXI y amigos del ALBA, del nefasto Hugo Chávez. Argentina, fiel a su larga maldición del populismo ‘institucionalizado’ hace 64 años por Perón (su primer gobierno fue del 1952 al 1955), volvió a caer en manos de irresponsables que continuaron llevando al país desde una situación expectante, con un PBI pc equivalente al 71.6% del de EEUU en 1913, a uno que solo equivaldría al 19.3% en el 2010.

De entrada, Macri eliminó los impuestos a la exportación (que llevaron a que Uruguay exportara más carne que Argentina) y devaluó el peso en un 30% con respecto al dólar (el nivel del mercado negro). El objetivo es claro: devolverle la confianza a los inversores extranjeros y promover que los argentinos traigan de vuelta los fondos que mantienen fuera del país.

Si bien se espera que las reformas fiscales y una moneda más débil beneficien las exportaciones del país, también traerá ciertos problemas, consecuencia inevitable de los indispensables ajustes. La depreciación de la moneda está aumentando la inflación, la cual cerró el año pasado en 27% según el FMI. Standard & Poor’s estima una inflación de 35% para fines de este año

Si los salarios reales no se mantienen al día con el aumento de los precios al consumidor, un peso más débil dañará el consumo privado, el cual, a su vez, afectará negativamente el crecimiento. Bajo la administración de Kirchner, el crecimiento fue impulsado artificialmente por el gasto público y políticas populistas, tales como subsidios generalizados al consumo de  energía. Macri está intentando cambiar los motores del crecimiento económico mediante la atracción de más inversión. También está avanzando con la revisión de los subsidios a los servicios públicos, tratando de mantenerlos para los más pobres, con el fin de reducir el déficit presupuestario. Los analistas de JP Morgan comentan que:

“Para reequilibrar el equilibrio monetario y fiscal y apoyar el crecimiento en el mediano plazo, será necesario que la economía sufra una severa devaluación que empujará a la economía de vuelta a la recesión en el corto plazo. La resolución de estos problemas se destaca como fundamental para aumentar la inversión y poner en marcha el crecimiento”. 

Por otra parte, el gobierno espera llegar a un acuerdo con los fondos especulativos por la restructuración (quita) de la deuda pública. Macri envió a sus negociadores a EEUU para proponer un pago de US$ 6,500 millones de los US$ 9,000 que reclaman. Dos de los seis acreedores principales han aceptado. Ese dinero saldrá de la emisión de nuevos bonos.

La lógica de la propuesta es contundente: Actualmente Argentina no tiene acceso a los mercados de deuda tradicionales y debe financiarse a tasas muy costosas. Una vez hecho el arreglo con los acreedores belicosos, podrán bajar el costo del financiamiento a tal punto que el menor pago de intereses compense el costo del arreglo. Los anuncios de Macri en el Foro Económico Mundial en Davos (evento al que nunca asistieron los Kirchner), ofreciendo volver a auditar las cuentas públicas, ha permitido que EEUU de su consentimiento para que Argentina reciba créditos multilaterales de instituciones como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Además, Macri ha disminuido o eliminado la mayoría de las barreras a la agroexportación, recurso clave de la economía del país. Este fue el caso de los cereales como el trigo o carne de res. Los productores de soja, los principales exportadores del país, han visto una reducción de las tarifas fiscales de 30 a 35% en dos semanas: una gran ayuda para una economía en desaceleración.

Luego de más de una década de dominio de los Kirchner, la agenda de reforma de Macri es una gran ayuda para la economía argentina que, como Venezuela, desperdició los mejores años del súper ciclo de precios de los commodities, al punto que en vez de haberse enriquecido, terminó empobrecido, endeudado y con la imperiosa necesidad de llevar a cabo dolorosos ajustes.

Además, Argentina ha estado sumida en un clima de corrupción generalizada y represión económica. Esto produjo disminuciones muy pronunciadas de los 10 indicadores de libertad económica del país, incluyendo el control del gasto público, la libertad laboral y la libertad de empresa. Gravemente obstaculizada por la interferencia del Estado, la economía formal se estancó, mientras crecía la actividad de la economía negra. 

A finales de 2015, las políticas imprudentes de los Kirchner ya habían afectado gravemente el crecimiento económico del país. Las cifras oficiales del PBI no se publican, pero el FMI indica que su economía se está contrayendo.

Si Mauricio Macri promueve el crecimiento económico a largo plazo, desmantela las políticas populistas de los Kirchner, fomenta la estabilidad, la inversión extranjera y la competencia, podrá aspirar a cambiar la suerte de Argentina y corregir un descalabro de más de cien años que ha hecho que los argentinos pierdan la disciplina y estamina necesarias para tomar el espacio del país exitoso que les robó el populismo. Esperemos que siga así y que logre corregir el curso de una de las economías más grandes de Latinoamérica. Lampadia