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La Reconstrucción: ¿Será posible en el 2018?

La Reconstrucción: ¿Será posible en el 2018?

Leopoldo Monzón Ugarriza
Proesmin SAC
Para Lampadia

En enero y febrero del 2017 cuando arreciaron las lluvias en el Perú, advertimos que esto era algo que sucedía año tras año y que en la última década había dejado más de S/ 50,000 Millones en pérdidas. Entonces recomendamos de urgencia elaborar un plan y ejecutarlo de inmediato. El mismo que debía tener acciones de prevención, de reconstrucción y de construcción de un nuevo país más ordenado, en base al cuidado y protección de los ciudadanos.

Fuente: Diario El Correo /febrero 2017

Estas recomendaciones, muy a nuestro pesar, no fueron escuchadas por el ejecutivo y solo la Provincia de Lima y la Municipalidad de Lurigancho se decidieron a desarrollar planes integrales, que se concluyeron en agosto del 2017 con la entrega del documento correspondiente por parte del alcalde la Lima a la autoridad de reconstrucción con cambios. Este documento detallaba las obras de prevención y reconstrucción, y de construcción de la nueva Lima en las cuencas del Rímac, Chillón y Lurín. Increíblemente, todo terminó en algún archivo, y solo se hizo un informe y se programó un muy exiguo presupuesto, que no soluciona ni el 5% de lo planeado.

Modelo de intervención en Cerro AAHH José3 Carlos Mariátegui, San Juan de Lurigancho.
Imagen 33: situación actual, cerros de Lima, invasión de laderas y
construcción de viviendas sin planificación, en zonas de riego

Fuente: Proesmin S.A.C. agosto 2017 / imágenes de Informe

La semana pasada, el caudal del Rio Rímac creció causando algunos daños en diferentes quebradas de las zonas de Chosica y Chaclacayo, ante esto apareció el alcalde de Lurigancho-Chosica, con diversos estudios entregados a la autoridad de la reconstrucción actual, la respuesta de la autoridad de reconstrucción con cambios fue que el estudio carecía de la información requerida, la cual era indispensable. Ante ello, la conclusión es que no se ha avanzado nada y peor aún, todo el esfuerzo realizado se ha perdido.

Fuente: Diario La República enero 2018

Durante la misma semana, un equipo de profesionales de PROESMIN visitó la zona de Sechura, en Piura, encontrando que la población aún no ha visto ningún resultado de la reconstrucción y que el 90% de los daños continúan en el mismo estado. Peor aún, no existe una hoja de ruta y menos un plan estructurado para revertir lo sucedido.

Fuente: Proesmin S.A.C. enero 2018 / Sechura – Piura

Ante lo expresado nos rehusamos a dejar las cosas como están. Es el momento en que el Gobierno Central, Autoridades Locales y Consultores, se sienten en una mesa a resolver los problemas. Por lo pronto, para Lima, Ica, Chosica, Sechura, Corredor Sur de Antamina, etc. Ya existen propuestas y proyectos y, si hubiera que hacer correcciones, se hacen de inmediato. En menos de 15 días se tendrían los resultados y las obras podrían empezar en 60 días, con lo que se podría resolver lo más álgido. Por otro lado, para el resto del país, afectado por los desastres, en 60 días se podría tener un modelo ajustado a la realidad.

Por ello señores es necesario poner manos a la obra. ¿Quién asumirá las responsabilidades de no hacer nada? ¡Ya se acabaron las excusas! Lampadia

 



Remediación de pasivos mineros por impuestos

Remediación de pasivos mineros por impuestos

La minería moderna crea activos ambientales y en este artículo se propone que ayude a resolver los antiguos pasivos ambientales.

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

En setiembre pasado la ministra de Energía y Minas Cayetana Aljovín dio un anuncio que puede ser muy positivo para la legitimidad de largo plazo del sector extractivo. La ministra dijo: “Vamos a presentar este proyecto de ley al Congreso de la República, es decir, así como se utilizan los impuestos para proyectos de infraestructura se podrán utilizar para remediar terrenos impactados por la minería”.

De ser bien encaminada, la remediación ambiental por impuestos puede afectar de manera relevante la eficacia de la narrativa pro-minera frente a la anti-minera, mejorar las condiciones ambientales degradadas por pasadas malas prácticas mineras y mejorar la viabilidad de las inversiones mineras.

Según el último inventario realizado por el MINEM[i], el Perú tiene 8,854 pasivos mineros. De estos un 76.61% es decir 6,783 se encuentran pendientes de gestión. Los pasivos ambientales mineros funcionan como una oportunidad fantástica para los anti-mineros. Organizan visitas de líderes comunales de aquellas zonas donde se van a asentar proyectos mineros a áreas donde existan pasivos mineros, en estas visitas los activistas anti-mineros fungen de guías y explican cómo ese daño ambiental sería un efecto inevitable de la actividad minera. Por ejemplo, a los comuneros de las inmediaciones del Proyecto Conga se les llevo a la cercana provincia de Hualgayoc, que tiene 885 pasivos mineros originados por operaciones mineras que empezaron en el virreinato. En el extranjero también se da esta práctica, en el Salvador la contaminación del rio San Sebastián producto de antiguas prácticas mineras fue eficazmente utilizada en la difusión de una narrativa que terminó con la prohibición de la minería metálica en todo el país. Imágenes como la superior, referente al rio San Sebastián en el Salvador, son un recurso discursivo más poderoso que cientos de páginas de un EIA realizado bajo los más elevados estándares técnicos.

La minería moderna tiene el nivel tecnológico necesario para controlar y mitigar eficazmente sus efectos medioambientales. Sin embargo, para la mayoría de la población la comprensión de los efectos de la minería se da en función a las consecuencias de las operaciones mineras previas a la legislación ambiental. Es muy difícil para la población entender la magnitud de los cambios tecnológicos en el sector minero cuando la experiencia previa ha dejado ese legado negativo. Los pasivos mineros se convierten entonces en insumos de propaganda de los anti-mineros. En la actualidad se realizan documentales respecto a pasivos ambientales de una corporación con tecnología de décadas atrás y el mismo es presentado a comunidades a miles de kilómetros de distancia con el fin de maximizar el rechazo a la minera.

La idea que la minería genera un legado ambiental irremediable es uno de los principales recursos discursivos de los anti-mineros. La realización de obras por remediación ambiental envía poderosos mensajes a la población. El primero consiste en la viabilidad técnica para la minería moderna de mitigar sus efectos ambientales, el segundo manifiesta el interés y preocupación del sector minero por el medio ambiente y el tercero muestra que el Estado Peruano se preocupa por los efectos de largo plazo de las actividades mineras. Es decir, con ello se incide sobre tres campos de la lucha por la legitimidad de la minería, (a) los efectos ambientales atribuidos, (b) la caracterización ética de las empresas y (c) la credibilidad de la institucionalidad pública dedicada a controlar la actividad minera.

La minería moderna enfrenta un problema de credibilidad respecto a la calidad de sus planes de cierre de mina. Al ser relativamente reciente la aplicación de regulaciones y tecnologías ambientales modernas la inmensa mayoría de minas no ha realizado actividades de cierre significativas, se pide entonces que la población tenga fe respecto a lo que puedan hacer las empresas mineras veinte o treinta años en el futuro. Este acto de fe es difícil cuando se tiene, en el presente, pasivos mineros en las cercanías claramente visibles y que forman parte de la memoria histórica local sobre los efectos ambientales de la minería.

Un programa a gran escala de remediación de pasivos ambientales por impuestos tendría otra gran ventaja puesto que necesitaría hacer uso de profesionales del ambiente que pasarían a estar asociados laboralmente con el sector minero. Estos profesionales podrían ser útiles en la lucha de ideas respecto a la minería y sus efectos ambientales. Podrían ser voceros calificados frente a los medios de comunicación, generar materiales académicos y participar en actividades de incidencia frente a los hacedores de políticas públicas.

Esta iniciativa permitiría presentar a la inversión minera como una actividad con efecto ambiental neto positivo, en el que la afectación propia de la operación sería compensada con creces por los efectos positivos sobre zonas previamente degradadas. Esto sería un poderoso recurso discursivo frente a líderes de opinión y el público en general.

La remediación ambiental es una actividad más intensiva en uso de mano de obra no calificada que las actividades de extracción minera. Por ello, la remediación a gran escala incrementaría la articulación laboral entre la empresa y la población local justamente en aquellas áreas que por su afectación ambiental pasada podría ser la más propensa a la movilización anti-minera.

No es difícil incrementar los efectos positivos de esta iniciativa. En primer lugar, se debería permitir que los impuestos a ser descontados en obras por impuestos no se refieran únicamente al impuesto a la renta, muchos proyectos mineros requieren inversiones que maduran en muy largos plazos y puede tardar más de una década, desde el inicio de la inversión, antes que se generen utilidades. Para entonces se puede haber consolidado una opinión negativa respecto a los efectos ambientales de una empresa. Las empresas mineras pagan ingentes cantidades de otros impuestos (Como el selectivo al consumo de los combustibles) que de ser posible asignar a obras por impuestos podrían generar legitimidad para la minera durante la etapa exploración y construcción cuando la “mortalidad social” de un proyecto es más alta.

El efecto de construcción de legitimidad para las empresas y el sector será mayor si los esfuerzos se focalizan en pasivos mineros “emblemáticos” que han sido utilizados con mayor frecuencia en los esfuerzos propagandísticos de los anti-mineros. Con ello se reduce la efectividad de los esfuerzos de los anti-mineros por despertar el miedo entre la población. Los centenarios pasivos mineros de Hualgayoc y los de Cerro Pasco podrían ser un buen comienzo, su remediación mostraría a la sociedad el resultado de décadas de avance en las técnicas de remediación ambiental.

Para un despliegue rápido de la remediación el gobierno central debería generar un sistema simple y rápido para la presentación de proyectos de remediación por parte de las empresas mineras. Estas propuestas de remediación podrían ser aprobadas por un organismo del Estado focalizado en este tema. La posibilidad de evitar la aprobación de las autoridades sub-nacionales es necesaria puesto que en muchos casos las mismas son ineficientes, corruptas (Y desean canalizar parte de los recursos para sí mismas) , de postura anti-minera o combinaciones de  estos factores de manera simultánea. El Estado también debe facilitar los mecanismos financieros para que las remediaciones realizadas en el presente se conviertan en un menor pago de impuestos en el futuro aplicando una tasa de interés justa.

Por el lado de las empresas mineras ellas deben comprender las ganancias en legitimidad de las acciones de remediación, construir en sus organizaciones la capacidad para poder realizar remediaciones a una escala mayor que la actual y visibilizar al máximo sus acciones de remediación frente a las comunidades locales. Una empresa minera podría remediar algún pasivo minero abandonado en las inmediaciones de sus operaciones, hacer uso intensivo de mano de obra local con lo que se integra con la economía local, y llevar a cabo visitas de la población local hacia áreas remediadas con el fin de generar confianza en sus capacidades ambientales.

Consideramos que la remediación ambiental por impuestos tiene el potencial de afectar de manera positiva la viabilidad de la minería en el Perú. Sin embargo, este potencial efecto positivo requiere de la voluntad tanto del gobierno nacional como de las empresas mineras. Pero para que ello ocurra se necesitara una comprensión cabal de la manera como estos pasivos afectan la legitimidad del sector minero. Lampadia

[i] Inventario expuesto en diciembre 2016, disponible en: https://pt.slideshare.net/BraulioCastilloAnyos/inventario-de-pasivos-ambientales-mineros-2016




La Minería Moderna crea Activos Ambientales

Tradicionalmente, parte de la minería generó muchos impactos ambientales. Desde que el mundo moderno y el Perú adoptaron estándares ambientales muy respetables, la minería moderna ha creado en nuestro país importantes activos ambientales. Lamentablemente, con la minería ilegal sucede todo lo contrario, no solo generan terribles daños ambientales, también explotan a sus trabajadores, fomentan la prostitución, la violencia y territorios liberados, que junto con los impactos del terrorismo, el narcotráfico, la tala ilegal y el contrabando armado de Puno.

Sobre estos daños no se pronuncian las ONG anti-mineras ni los movimientos políticos “anti extractivismo”. Los líderes de estos procesos, muy vinculados a ex terroristas convictos y confesos, que hasta ahora no se arrepienten de sus terribles crímenes, han desarrollado campañas de victimización que han llegado incluso a confundir a un ex líder nacional como Hernando de Soto, que ahora pretende que participen en la vida nacional, como si tuvieran algo que aportar. Todos ellos deben ser proscritos de la política nacional hasta que hagan demostraciones efectivas de arrepentimiento y de ‘dolor de corazón’, como pediría un sacerdote dedicado a la evangelización.

La inversión minera moderna generando ahora activos ambientales. Lo que es más, incluso existen procedimientos pre establecidos de cierre de mina para los cuales se constituyen fideicomisos que las empresas depositan anteladamente para garantizar su cumplimiento. Estos procedimientos pretenden que después de terminadas las operaciones mineras, se repongan las condiciones previas a las operaciones.

Entre los activos ambientales mineros, destacan notoriamente los de Yanacocha (una de las compañías mineras más criticadas) con el reservorio de San José, el cual ofrece agua sana para la población de Cajamarca. Además están los bosques desarrollados por Antamina en la costa, al separar los concentrados que bajan con agua, que una vez secos se exportan. Con esa agua (debidamente tratada), se ha desarrollado el Bosque de Huarmey.

Otro activo notorio es el de Southern, otra empresa vilipendiada por los anti-mineros, que antes echaba sus relaves a la bahía de Ite (una suerte de paisaje marciano) y hoy es ha creado  refugio de aves migratorias (que evidentemente no van a elegir un sitio contaminado para su lugar de descanso). En consecuencia, se ha producido una muy positiva transformación.

Así como este hay muchos casos más que desvirtúan las acusaciones de los personajes que todavía lucran en metálico y en cuotas de poder político, tratando de eliminar las operaciones mineras.

Desgraciadamente, estos activos ambientales no han sido adecuadamente difundidos, ni por las empresas ni por su gremio. Por ejemplo, Jaime de Althaus ha demandado estos testimonios durante mucho tiempo y, solo una vez que Carlos Gálvez asumió como Presidente de la SNMPE, hemos podido conocer esta extraordinaria realidad. Extraordinaria, tanto por su contenido, como por su difusión. 

Ver el siguiente video, como una demostración de este desarrollo: