Por: Yesenia Álvarez
Perú21, 12 de Agosto del 2022
“Es increíble que nuestra ciudadanía no reaccione ante todo esto, pero –como lo menciona el citado profesor– los populistas se dedican también a suprimir cualquier cosa parecida a una sociedad civil crítica. Y en este aspecto este gobierno les va ganando a las fuerzas democráticas”.
El gobierno de Pedro Castillo usa cada vez más abiertamente recetas autoritarias de corte populista como las que usó el chavismo para atrincherarse en el poder. La conferencia de hace dos días en Palacio con dirigentes y bases sociales que le son afines es prueba de ello.
Lo ocurrido allí es grave y deberíamos estar preocupados de que el presidente, el premier y los ministros usen sus cargos públicos, los recursos y el aparato comunicacional del Estado para hacer proselitismo con el objetivo de blindar al mismo presidente de las investigaciones por corrupción.
Como si esto no fuera suficiente, ocurrió algo más intolerable aún, pues los discursos cargados de cinismo y manipulaciones tuvieron el propósito de enfrentar a los peruanos. En resumen, un discurso de odio con el cual el premier Aníbal Torres incitó a la violencia al sugerir a los asistentes que traigan a Lima 50 personas cada uno para hacer arrodillar a la oposición o a quienes lo cuestionan. Llegó a pedir, incluso, que se defienda al gobierno con la propia vida si es necesario.
Fue un evento infame en el que Castillo, además, ofreció a los dirigentes la oportunidad de ser parte activa del gobierno a través de los ministerios. Y eso es clientelismo, ese intercambio de favores burocráticos a cambio de apoyo político que campea en el populismo.
Un autoritarismo de corte populista es muy peligroso, porque hace del país un desastre pregonando que lo hacen por los intereses del pueblo al que solo ellos dicen representar. El profesor Jan-Werner Müller, en su libro ¿Qué es populismo?, ensaya que esta justificación en el pueblo explica quizás por qué las revelaciones de corrupción casi nunca parecen herir a los líderes populistas.
Es increíble que nuestra ciudadanía no reaccione ante todo esto, pero –como lo menciona el citado profesor– los populistas se dedican también a suprimir cualquier cosa parecida a una sociedad civil crítica. Y en este aspecto este gobierno les va ganando a las fuerzas democráticas.