Vania Cruz
Gestión, 4 de setiembre del 2025
Será clave agilizar los tiempos de revisión en los casos menos complejos y encontrar un equilibrio».
Entre el 2016 y 2020, mientras se debatía con mayor fuerza la necesidad de implementar un régimen de control de concentraciones empresariales en el país, surgieron muchas preguntas. ¿Estaba realmente preparado el Indecopi para asumir esta nueva tarea? ¿Podría evaluar las transacciones con un enfoque técnico, o terminaría cediendo ante presiones políticas y decisiones influenciadas por intereses ajenos al análisis económico?
Estas dudas marcaron parte de la discusión sobre un tema que, aunque técnico, tenía importantes implicancias para el desarrollo del mercado y la protección de la competencia en Perú.
Hoy, tras cuatro años desde la entrada en vigor del régimen, los resultados empiezan a hablar por sí solos. Con cifras concretas y varios casos relevantes a cuestas, el Indecopi ha logrado consolidar una línea de trabajo técnica, alineada con las mejores prácticas internacionales.
Recientemente, el Indecopi publicó cifras sobre su desempeño en el control de fusiones, y los resultados son alentadores. Más del 90% de las operaciones revisadas han sido aprobadas sin condicionamientos, lo que demuestra un adecuado entendimiento de cuándo una transacción representa –o no– una amenaza a la competencia.
Esta tendencia no es única de Perú. Si miramos a la región, los números son similares. Por ejemplo, en Chile, en los últimos siete años, la autoridad de competencia ha aprobado aproximadamente el 88.5% de las transacciones sin imponer condiciones.
En cuanto a la duración de los procedimientos, la entidad no solo cumple con los plazos legales, sino que suele resolver los casos en tiempos más cortos. Durante el último año, las decisiones en los casos de Fase 1 –aquellos menos complejos– se han emitido en un promedio de 25 días hábiles, por debajo del límite legal de 30 días.
Otro punto clave a destacar es que el Indecopi ha mantenido su foco exclusivamente en la protección del proceso competitivo. No ha cedido ante presiones políticas o económicas para tomar decisiones con base en criterios ajenos a la competencia.
El enfoque técnico que ha caracterizado el trabajo del Indecopi se debe, en gran medida, a la experiencia y preparación del equipo encargado, así como a la independencia con la que ha venido operando dentro de la institución.
De cara al futuro, los principales retos estarán en mantener y fortalecer ese equipo especializado, sobre todo ante un escenario donde las operaciones de concentración empresarial podrían aumentar progresivamente. También será clave agilizar los tiempos de revisión en los casos menos complejos, y encontrar un equilibrio entre el uso de criterios internacionales y las particularidades del mercado peruano.
En resumen, el Indecopi ha sentado bases sólidas, pero el reto estará en sostener y perfeccionar ese estándar técnico frente a un entorno económico cada vez más dinámico.