Uri Landman
Para Lampadia
Para las tres religiones monoteístas más importantes del mundo, el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, el tema de los milagros es un fenómeno recurrente.
En el judaísmo encontramos milagros como la separación de las aguas del mar rojo para que los israelitas pudieran cruzarlo y escapar del ejército del farón que los perseguía, o la entrega del maná durante 40 años para que el pueblo hebreo pueda sobrevivir en el desierto.
En el cristianismo encontramos milagros como la multiplicación de los peces por parte de Jesús, la conversión del agua en vino y por supuesto el milagro central de la creencia cristiana, la resurrección de Jesús según sus seguidores.
Para los musulmanes también se dieron una serie de milagros a lo largo de su historia como el viaje de Mahoma desde La Meca (en Arabia Saudita) a Jerusalén sobre una criatura alada llamada Buraq y luego su ascensión a los cielos.
En nuestro país se considera que el mes de octubre es el mes de los milagros según la tradición del Señor de los Milagros. Esta tradición católica se basa en la devoción a una pintura de Jesús Crucificado que se encuentra en el santuario de las Nazarenas.
La tradición conmemora el milagro atribuido a la imagen durante un terremoto en el año 1687, cuando esta permaneció intacta ante la destrucción generalizada de la ciudad y se convirtió en un símbolo de esperanza y fe en el pueblo peruano católico.
Este mes de octubre nos ha traído nuevos “milagros”, esta vez en el ámbito político del país. Además de contar con un nuevo presidente, luego de la vacancia de la inepta y frívola Dina Boluarte, aquí les relato algunos de ellos:
Todos recordamos las imágenes del expresidente PPK en una silla de ruedas debilitado y enfermo cuando hace unos meses trató de tomar un vuelo a los Estados Unidos para asistir a una cita médica ya que según él, su salud estaba resquebrajada. El mes de octubre nos trajo la recuperación milagrosa de su salud. La semana pasada PPK anunció su postulación en las próximas elecciones al senado de la mano del partido de Fiorella Molinelli.
Otro ejemplo de recuperación milagrosa que hemos visto en octubre, la tenemos gracias a Gustavo Gorriti, director del IDL, quien hace unos meses, cuando lo acusaban de interferir con una diligencia fiscal, se mostró ante la prensa demacrado y acabado por una grave enfermedad que padecía. Por esas cosas del destino, a principios de octubre, se vio a un radiante Gorriti, recibiendo un premio otorgado por el Instituto Internacional de Prensa.
Un hecho milagroso que también ocurrió en octubre se lo debemos a la congresista de izquierda Lucinda Vásquez, quien “milagrosamente” convirtió a unos de sus asesores en podólogo para que le corte las uñas de los pies en su despacho congresal. Luego este milagro se transformó en otro todavía más impresionante cuando nos relató que las imágenes que muestran la humillación a la que se ven sometidos sus asesores son en realidad ataques a su labor congresal.
Otro que espera que suceda un milagro es el expresidente Vizcarra, quien a pesar de estar inhabilitado para ejercer cargo público ha presentado su inscripción a la segunda vicepresidencia por el partido Perú Primero, que tiene como candidato presidencial a su hermano Mario Vizcarra.
Lo más probable es que finalmente suceda un milagro en nuestro país y la justicia condene a la cárcel a Vizcarra en el juicio por corrupción que actualmente enfrenta.
La carrera para las elecciones generales del próximo año recién empieza. Sin lugar a dudas serán unas elecciones muy complejas con la presencia de cuarenta candidatos al sillón presidencial. Además de presidente, vamos a elegir luego de más de 35 años a senadores y diputados para que nos representen en el congreso bicameral. Espero que suceda un milagro de proporciones épicas y que elijamos a personas honestas y trabajadoras que quieran al país y estén comprometidas en sacarlo adelante.
No podemos darnos el lujo de volver a elegir un congreso lleno de congresistas mocha-sueldos, violadores, terroristas, vagos, etc., etc., etc., al igual que los anteriores.
Tampoco podemos darnos el lujo de elegir un presidente borracho, mitómano, inepto, frívolo como ya los hemos tenido. Es hora de elegir pensando en el bienestar del país.
Recordemos las palabras de Julio Anguita: “Quien vota por los corruptos, los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos”. Lampadia






