Uri Landman
Para Lampadia
El fin de semana pasado se publicó la encuesta de CIT sobre intención de voto en las elecciones presidenciales de abril del próximo año.
Según esta medición, los cinco candidatos que aparecen en los primeros puestos son: Carlos Álvarez 15.8%, Keiko Fujimori 9.34%, Rafael López Aliaga 9.26%, Cesar Acuña 6.80% y Hernando de Soto con el 4.51%. Luego le siguen más abajo en las preferencias del electorado Verónika Mendoza, Phillip Butters, Ricardo Belmont y Francisco Diez Canseco.
En mi opinión, sería un error tomar muy en serio estos resultados, ya que como todos sabemos, más de un tercio de los peruanos deciden su voto en la mesa de sufragio. Por otro lado, los resultados de la última votación nos enseñaron que todas las encuestadoras se equivocaron de manera garrafal al no percibir el incremento en la intención de voto de Pedro Castillo días antes de la elección.
Dicho lo anterior, podemos sacar algunas conclusiones interesantes de esta encuesta y esperar que los candidatos aprendan algunas lecciones.
La conclusión principal a la llegamos, es que el pueblo está cansado de los políticos de siempre y por eso buscan una figura nueva como Carlos Álvarez, que a pesar de no tener ninguna experiencia política o empresarial, busca dar una imagen de fortaleza y decisión ante los problemas de inseguridad en el país. De lo poco que he podido escuchar o leer de sus declaraciones, Álvarez se denomina de centro. Afirma que aplicará mano dura contra los delincuentes, retirará al país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y refundará al estado para combatir la corrupción. Es difícil saber si un hipotético presidente Álvarez tendría el apoyo del Congreso y de un equipo de trabajo que lo ayuda a conseguir lo que propone.
Casi empatados en segundo lugar encontramos dos nombres conocidos en política peruana, a la candidata del fujimorismo, Keiko Fujimori y al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga.
Considero que sería un grave error que el fujimorismo no entienda que el partido es más importante que el apellido Fujimori.
Si bien es cierto que un 20% del país votaría por ellos, no importa quién sea su candidato, es más cierto todavía que se necesita 50% +1 voto para ganar las elecciones y Keiko no es el líder que necesita el partido para llevarlos a una nueva etapa en la política peruana.
Si bien muchos de nosotros, que somos independientes, apoyamos a Keiko en las elecciones pasadas ante el peligro del comunismo y estamos eternamente agradecidos con el presidente Alberto Fujimori por haber derrotado al terrorismo y transformado económicamente al país, consideramos que el fujimorismo se debe renovar y apostar por nuevos líderes que lo conduzcan a un eventual gobierno.
Si bien López Aliaga ha demostrado que puede dirigir una alcaldía de una ciudad con tantos problemas como Lima, llegar a la presidencia del Perú está en un nivel totalmente diferente. El mayor problema de López Aliaga es su falta de comunicación sencilla y clara. Las veces que lo he escuchado en innumerables entrevistas, siempre he quedado con la impresión que le falta un buen curso de “media training” o en todo caso un buen “vocero municipal”. Por otro lado el alcalde López Aliaga tiene que aprender que el sector público no funciona a la misma velocidad que el sector privado. Por más que tenga la buena intención de hacer las obras que propone en meses, lo más probable es que demoren años y le quita credibilidad ante los ciudadanos cansados de las promesas de los políticos de siempre.
Por último quisiera mencionar la candidatura de Cesar Acuña, quien siendo gobernador de La Libertad, no ha hecho absolutamente nada por resolver los problemas de su propia región en cuanto a la inseguridad y la minería ilegal. El gobernador Acuña tiene que aprender que a veces el trabajo es más importante que “la plata como cancha” y que el dinero no lo compra o resuelve todo. En su caso está clarísimo que el puesto de gobernador es de poca importancia para él, ya que pasa más tiempo dedicado a blindar el gobierno de Boluarte que resolver los problemas de su propia región. En mi opinión, es clarísimo que un hipotético gobierno de Acuña sería desastroso para el país.
En todo caso, recién estamos empezando el trabajo de calentamiento para la carrera presidencial y es muy temprano para saber quiénes serán los pocos que realmente tienen opción de llegar a la segunda vuelta electoral.
Esperamos que esta campaña electoral esté basada en propuestas y no en ataques e insultos. Los peruanos tenemos que aprender que nos estamos jugando algo muy valioso en el camino: la libertad del país.
Usando la famosa frase el presidente de Argentina, Javier Milei: Viva la Libertad Carajo. Lampadia