La primera transformación que la movilidad introdujo en las empresas, el BYOD, hoy deja paso a la revolución de las aplicaciones móviles. Personalizadas y casi infinitas, se proponen ofrecer a cada cliente exactamente lo que desea. La política “bring your own device”, basada en que cada empleado lleve su propio dispositivo móvil al trabajo, fue uno de los primeros cambios fuertes que la movilidad representó para el mundo empresarial. Aprovechando el potencial de sus propios dispositivos, los empleados aumentaron su productividad y las empresas su potencial, reduciendo costos. Hoy, es la hora de una nueva revolución: las aplicaciones móviles orientadas al cliente. Según estadísticas conjuntas de CA Technologies y Vanson Bourne, con el BYOD ya instalado, el 64% de los encuestados se centró en las aplicaciones para clientes.
El éxito de la política BYOD es sencillo de comprender: si una persona tiene su propio dispositivo móvil, que le permite hacer más sencillo el trabajo, porque lo conoce y puede acceder a su información y cuentas desde cualquier lugar… ¿por qué no valerse de esto?
Las razones del auge de las aplicaciones móviles orientadas al cliente son similares: no hay razón para esperar que el cliente vaya a una tienda, o que se encuentre ante un ordenador, para ofrecerle un producto o servicio. Esto convierte a los dispositivos móviles en el factor clave del éxito de los negocios contemporáneos. De acuerdo con el estudio, los empresarios se mostraron más preocupados por la demanda de aplicaciones para sus clientes (42%), que por las orientadas a empleados que llevan su propio dispositivo al trabajo (30%). Esto demuestra que la política Bring your own device se ha instalado y estabilizado. Gracias a la movilidad, la satisfacción del cliente aumentó en un 23%, la productividad de los empleados un 21%, las ganancias obtenidas de los clientes móviles un 20%. El BYOD reduce un 17% los costos y los tiempos se aceleran un 17%. Ninguna empresa debe perder de vista que la movilidad ha llegado para quedarse, y no prestarle la atención suficiente significa quedarse atrás y desaprovechar una de las mayores oportunidades que las TI ofrecen a todo tipo de negocio.
Publicado en Gestión, 6 de febrero de 2014.