Por: Rolando Arellano
Es una gran noticia que los jóvenes, con herramientas muy poderosas como el Internet y las redes sociales, hayan decidido asumir un papel político. Pero, como actores políticos deben reflexionar sobre la esencia de su movimiento, porque tanta condescendencia y halagos que reciben hoy puede hacerlos distorsionar el justo sentido de su protesta.
Primero sepan que la indignación que los llevó a tomar las calles, si vemos las encuestas, es compartida por muchos mayores, que por ser más frágiles ante los virus se cuidaron de salir a protestar. Ustedes son la punta de un iceberg social y tienen la responsabilidad de representar a muchos peruanos de diversas edades y procedencias, con su mismo sentir.
Segundo, entendiendo que hay interesados en desviar su movimiento, deben evitar que les generen contradicciones como pedir censurar a periodistas o expulsar de universidades a quienes expresaron opiniones distintas a las suyas, mientras ustedes en las calles pedían respeto a la libertad de expresión. Y lo mismo con quienes bajo amenaza de boicot exigían a personas y a empresas a manifestar su apoyo, pues el “quien no está conmigo está contra mí” no es coherente con la apertura de su movimiento joven. No dejen que se les asocie a quienes copian las mañas de aquellos a quienes ustedes quieren combatir.
Y sean conscientes que su protesta, más que una lucha contra “ellos», los malos políticos que nos gobiernan, es una lucha contra “nosotros» que, si quizás no votamos por Merino, si lo hicimos por algunos de los 105 congresistas que lo respaldaron. Y que si no mejoramos la calidad de nuestro voto, lucharemos indefinidamente contra nuestras propias decisiones.
Por sus ideales y sus héroes caídos, busquen mejorar siempre. Les envío un abrazo de esperanza.