Rafael López Aliaga
Alcalde de Lima
No sorprende que este 27 de julio la calumnia, perdón, la columna del señor Salazar la dedique no a lo que esperábamos los peruanos del mensaje de 28 de julio, sino a un tema que para él es mas importante: atacar nuevamente un proyecto que puede generar una mejora en la calidad de vida de los peruanos.
En estas fiestas patrias han transitado por esta vía férrea, hasta Huancayo, sin que nadie se muera, más de trescientos pasajeros, por lo que queda demostrado que la vía existe y está operativa. El segundo lote de trenes ya tiene un destino habilitado, al igual que los trenes actuales, que se encuentran en Monserrate, al costado de una comisaría.
La modalidad de usufructo esta contemplada en la Ley Orgánica de Municipalidades (acompañados en cada paso por la Contraloría). Así se evita que la MML pierda la titularidad del material donado ascendente a más de US$500 millones, según valor de mercado, por lo que los costos asociados a su embarque mantienen plena justificación, y se entregarán, después de un concurso público internacional, para ser operados por una empresa privada.
La MML no tiene competencia para operar trenes y soy un firme creyente que los privados son mejores administradores que el sector público. La empresa ganadora es la que deberá establecer precios de pasajes y solicitar accesos, tanto al MTC como a la concesionaria de la vía, como lo establece la ley y reglamento de trenes.
Los estudios para el concurso público internacional existen desde el 2012. El señor Salazar siempre ha defendido la “estabilidad jurídica” para “contratos” originados en base a actos de corrupción. La estabilidad jurídica es, únicamente, para contratos y empresas entre funcionarios honestos y empresas con cero corrupción y altos estándares de compliance internacional.
La actitud del señor Salazar va en contra del bienestar de cientos de miles de peruanos que sufren los estragos del saqueo realizado a nuestro país por empresas y autoridades corruptas, de las cuales este señor es vocero.
No haré caso a este tipo de pensamiento tóxico. No pararé hasta tener implementados trenes de cercanía en Lima y en otras ciudades con las cuales hemos firmado un hermanamiento para este fin: Huancayo, Cusco, Puno y Arequipa. A estas ciudades también se pueden sumar, a futuro, Pasco–La Oroya y Tacna-Arica.
Sin mezquindad política y sin cálculos electoreros, priorizando el bien común de cientos de miles de peruanos, todo es posible. Ya empezamos el cambio, creando él primer Tren de Cercanías en Perú, y no nos podrán detener.