Por Nelson Torres, Investigador Principal del Instituto del Perú
Para Lampadia, 1 de marzo de 2018
Hoy, mientras iba de mi casa a la oficina, entrevistaban en radio a una joven de agradable voz y discurso muy socialmente correcto. No pude identificar quien era. Conversaban sobre el tratado de libre comercio con la Unión Europea. El punto que más me llamó la atención de la entrevista fue su reiterada crítica al régimen laboral agrario, que según ella trasgredía derechos fundamentales de los trabajadores agrarios.
Mariátegui le señalaba que la agricultura es así, con momentos de alta demanda de mano de obra y momentos de poco uso de la misma. Que las empresas no podían mantener una planilla permanente durante todo el año, salvo labores específicas. Pero la joven mantenía su posición de “pleno respeto a los derechos laborales”.
Como casi siempre, se me ocurrió comentarle al taxista que me trasladaba que la joven estaba absolutamente desconectada de la realidad. Que probablemente nunca en su vida ha estado en una chacra y menos en una empresa agroindustrial. Pensé que me refutaría o que se quedaría callado. Pero fue todo lo contrario.
Me contó que era agricultor. Que tenía una chacra de Tuna en Huarochirí. Y que él también contrataba personal, para cosecha y para las siembras. Que a pesar de estar en cosecha, tenía que trabajar de taxista pues la misma no se hacía todos los días y que mañana empezaría una nueva, que llevaría tres o cuatro peones por tres días a su chacra y les pagaría por el trabajo diario.
Culminó diciendo que la agricultura es así, que a veces hay trabajo y que por muchos meses no hay nada que hacer.
Creo que la posición teórica de la joven entrevistada, y de toda la izquierda en general, en contra del régimen laboral agrario es, en primer lugar, una clara muestra de su desconocimiento absoluto de la realidad. Y, en segundo lugar, consecuencia de la ceguera ideológica que les genera su populismo de izquierda.
En un país ya ciertamente estancado como el nuestro, pretender lastrar una de las actividades que más empleo genera, como es la agricultura, se puede considerar hasta ruin. Pero que podemos esperar de nuestros políticos y burócratas, la mayoría de ellos tan distantes de la realidad. Que nuestros líderes conozcan un poco la realidad y tengan algo de sentido común nos vendría tan bien a todos los peruanos.