Mariela García de Fabbri
El Comercio, 8 de julio del 2025
“Nuestro país necesita retomar la tan ansiada senda de mayor crecimiento y reiniciar una ruta de desarrollo y mejora de la calidad de vida para todos los peruanos y peruanas”, escribe Mariela García de Fabbri, directora gerente general de Ferreycorp.
Vemos con preocupación señales de cierto deterioro en nuestra economía. El crecimiento en abril se desaceleró y el MEF recortó su proyección para el PBI, de 4% a 3,5% en 2025. En las últimas semanas, fuimos testigos de algunos hechos y decisiones que parecen indicar que esta situación no cambiará. A la vez, es previsible que la complejidad del escenario preelectoral traiga más incertidumbre y limite el crecimiento.
La agenda para acelerar nuestra economía es conocida, pero pareciera requerir de voluntad política y de una capacidad en ciertas instituciones que ha venido siendo mermada de manera lamentable. Muchos lo han venido recordando y pareciera que siguen cayendo en saco roto. Pero debemos insistir. Por eso hacemos un llamado a asumir compromisos con una agenda impostergable para nuestra economía.
Es fundamental reactivar grandes proyectos, especialmente en minería e infraestructura, que suelen ser los de mayor inversión. Se ha anunciado reiteradamente una cartera a ser priorizada, pero los avances son lentos y hace falta agregar más proyectos. Recordemos que en infraestructura no se ha adjudicado una nueva concesión vial desde 2014. Debemos redoblar esfuerzos para hacer del Perú un destino más atractivo a las inversiones. Recientemente la delegación inPerú tuvo que ser postergada, y se prepara para un ‘road show’ en setiembre, que espera atraer inversionistas privados. Hay que seguir impulsando Asociaciones Público- Privadas y Obras por Impuestos, grandes mecanismos para dinamizar la inversión.
Se debe mantener el énfasis en incrementar capacidades, especialmente en ministerios clave, para hacer más. Se ha estimado que este Gobierno ha cambiado un ministro cada 15 días, y que ya van más de 60 ministros en 900 días. Para garantizar una agenda de crecimiento y desarrollo, se debe dar estabilidad y continuidad a las gestiones en las principales carteras. A la vez, seguir con una agenda de búsqueda de eficiencias vía la reducción de burocracia y tramitología, y generar incentivos y fórmulas para impulsar el crecimiento del empleo formal.
Es clave garantizar la estabilidad monetaria y fiscal, pilares de la economía en las últimas décadas que nos han permitido cierta estabilidad pese a la incertidumbre política. Nos sumamos a las advertencias sobre medidas que se vienen impulsando y que afectan la estabilidad fiscal, como la reducción del IGV, que además disminuye la capacidad de hacer obras, al transferir parte del ingreso público por IGV a regiones, no obstante, sus dificultades para ejecutar su presupuesto.
El Perú debe pregonar señales de institucionalidad y predictibilidad. Escenas como las que ha mostrado el Ministerio Público distan de la seguridad que requieren los capitales para invertir. Necesitamos robustecer la institucionalidad, pues incide en el atractivo nacional para la inversión, fundamental para crear empleo formal y más servicios públicos.
Nuestro país necesita retomar la tan ansiada senda de mayor crecimiento y reiniciar una ruta de desarrollo y mejora de la calidad de vida para todos los peruanos y peruanas.