Por: Luis Vinatea, Socio de Vinatea & Toyama Abogados
Gestión, 26 de Julio del 2022
“El MTPE ha preferido un camino nada democrático, prescindiendo de lo que digan empleadores y trabajadores”.
El Ministerio de Trabajo acaba de emitir el Decreto Supremo 0142022TR (el DS), que modifica el reglamento de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo (LRCT). Una vez más, lo ha hecho sin respetar el diálogo social.
La exposición de motivos del DS señala como una de las razones de su emisión las modificaciones que se hicieron a la LRCT en el 2003. Lo tardío de esta reacción revela, más bien, que el DS quiere empoderar excesivamente a los sindicatos, romper el equilibrio de las relaciones laborales y limitar algunos derechos fundamentales. De hecho, el DS incentiva la afiliación masiva a sindicatos (incluso de indepentando dientes), solo les permite a ellos ir al arbitraje en la negociación colectiva y no les permite a los no huelguistas trabajar durante la huelga.
El antecedente inmediato de este Reglamento es muy preocupante para la comunidad empresarial nacional e internacional. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) -responsable de este DS- ha permitido huelgas como la de los controladores de tráfico aéreo, afectando a pasajeros y al sector turismo y ha intervenido en negociaciones colectivas, resolviéndolas, como en el caso de la empresa Arroz Costeño. Esto evidencia una voluntad intervencionista, que se ratifica con la prohibición de la extensión de los convenios colectivos a los trabajadores no afiliados, con la aprobación de las huelgas mediante el silencio positivo o dejando en manos del MTPE la determinación de los puestos indispensables en una huelga de acuerdo con la razonabilidad y buena fe, criterios de los que poca gala exhibe.
Más allá de la ilegalidad e inconstitucionalidad de muchas de sus disposiciones, este DS repite una forma de legislar que sigue una receta autoritaria. Ya lo hizo el MTPE con la tercerización, la remuneración mínima vital y la propuesta de anteproyecto de Código del Trabajo. Estas medidas se dictaron entre gallos y medianoche al margen de los procedimientos normativos y eviel diálogo social.
Además, tanto la tercerización como la sindicalización integran las materias del anteproyecto del Código de Trabajo. Así que el Ministerio de Trabajo las ha sustraído de un debate que él mismo promovió en el Consejo Nacional del Trabajo (CNT) y ha decidido normarlo unilateralmente y sin ninguna posibilidad de acoger el mejor interés de la sociedad.
No fue suficiente entonces que la OIT llame la atención al Estado por incumplir el diálogo social. Es obvio que el MTPE prefiere un camino nada democrático y prescindiendo de lo que digan empleadores y trabajadores. Serán entonces las vías legales las que le hagan ver que el camino que ha elegido no es el correcto.