Fidel Castro desde su retiro obligado por el factor biológico, acaba de publicar una de sus acostumbrados artículos “Reflexiones”, los cuales cada día se hacen más esporádicos, titulado “El hermano Obama”.
En el mismo expresa, de manera tajante, su acostumbrada posición radical, anti imperialista y antagónica de guerrero frío por la recién e histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba.
Castro al final de su escrito dice: “Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada” (Granma, 28/03/16). Realmente es risible lo expresado por el ex presidente, ¿qué alimentos y riquezas materiales produce Cuba?; si más del 85% de los alimentos que consumen escasamente los cubanos son importados, además de tener una de las producciones agrícolas más bajas de la región sólo comparada con Haití. Hay que ver lo que producía Cuba en alimentos industriales, agrícolas y de pesca antes de la llegada al poder del castrismo. Parece que desconoce las vicisitudes de los cubanos para buscar el alimento diario. Esto es palpable cuando revisamos las cifras antes del año 1959. Parece que Fidel Castro ha olvidado que en menos de un minuto, en la Internet se derrumba sus mentiras.
Pienso que Fidel Castro debería seguir descansando en su confortable retiro y dejar de dividir a los cubanos. El presidente Obama fue a extender una rama de olivo no sólo entre los pueblos norteamericano y el cubano, sino entre los cubanos de adentro y de afuera; las palabras de Obama no fueron almibaradas, como expresa Castro, sus palabras fueron realistas y con un gran contenido de amistad, en donde de hecho sin decirlo, hacia una autocritica a las anteriores administraciones norteamericanas que fueron agresivas y no comprendieron la problemática cubana.
El desaparecido politólogo argentino Guillermo O’Donnell, decía que en todo gobierno hay duros y blandos, o palomas y halcones. En el caso cubano esta aseveración se cumple, tanto en el gobierno de la Isla, como en el establishment norteamericano y en el exilio de Miami. Coincidentemente la posición anti reconciliadora de Fidel, coinciden con la extrema derecha norteamericana y cubana, Ted Cruz, Marco Rubio, Jeb Bush, los congresistas Ileana Ros y Mario Díaz- Balart y el senador Bob Meléndez, ellos piensan exactamente como Castro y los sectores duros del gobierno comunista cubano. Hay que observar en el juego de base-ball entre la selección cubana con los Tampa-Bay, la mirada de desprecio hacia Obama, del represivo Comandante de la Revolución Ramiro Valdés (segundo jefe de la guerrilla del Che). Valdés es uno de los duros del gobierno de Cuba, no por gusto siempre fue archí rival del presidente Raúl Castro.
El artículo de Fidel deja mal parado a Raúl y al conciliador Papa Francisco. El pragmatismo de Raúl Castro en ocasiones ha chocado con la beligerancia de su hermano Fidel. Durante la peor etapa del mal llamado “periodo especial” (crisis económica total después del derrumbe de la ex Unión Soviética) Fidel Castro exhortaba a la población a la inmolación como el último baluarte del socialismo estaliniano, mientras Raúl proclamaba que había que dar comida, pues de lo contrario habría que sacar los tanques.
La posición de Raúl Castro, no es porque desee hacer un cambio o un tránsito hacia un sistema democrático y pluralista, ¡no!, él sabe que si no aflojan las duras condiciones que vive el pueblo cubano, los familiares de los Castro y de su entorno perderán en cualquier momento. Seguro que sus hijos Mariela y Alejandro Castro, su ex nuero Rodríguez López-Callejas, el hijo preferido de Fidel, Tony Castro amante del base-ball de las Grandes Ligas norteamericanas y otros, han influenciado en la actitud de Raúl Castro frente al dialogo y cordiales relaciones con Estados Unidos. Son los duros cubanos que no quieren las relaciones y sí el enfrentamiento, tienen mucho miedo de perder ellos y sus familias los privilegios que han tenido por más de 50 años. Le dicen a Raúl que la administración Obama está introduciendo un “Caballo de Troya”.
Fidel siempre pateó el tablero, desde Kennedy y Carter hasta pasando por Reagan, éste último llego hasta tener conversaciones secretas entre su secretario de Estado Alexander Haig y el difunto vicepresidente cubano Carlos Rafael Rodríguez. Esas conversaciones fracasaron, Fidel Castro se negó a negociar la presencia cubana en Angola. Hoy en día la economía de Angola es mucho mejor que la cubana.
Esperemos que mentes sensatas de impongan, y que las pataletas de ambos lados del charco queden sepultadas, pues hasta el payaso y belicoso Donald Trump, aboga por las relaciones, pues él como su nombre lo indica en español (naipe de triunfo) ve en estas relaciones beneficios mutuos y mucha utilidad. No es nada personal, es un asunto de negocio, diría el padrino. Lampadia