Fabiana Sánchez
Perú21, 22 de junio del 2025
Vecino país se hunde en la crisis económica y da una muestra al Perú de lo que significa el exceso de gasto público y el aumento del déficit fiscal.
En las últimas Eliminatorias Sudamericanas, Bolivia ha dado una sorpresa y está cerca de la zona de repechaje (en la tabla de posiciones se encuentra por encima de Chile y Perú). Su situación económica, en cambio, sí está perdiendo por goleada a poco menos de dos meses para que se realicen las elecciones generales (17 de agosto). Un espejo en el que tiene que mirarse Perú, y en especial algunos dirigentes de la izquierda radical, para no repetir un modelo fracasado.
El país vecino enfrenta una inflación anual del 18.46% y un déficit fiscal cercano al 10% del producto bruto interno (PBI). Aunque la crisis no es nueva, se ha venido agravando con el paso de los meses. Sus orígenes se remontan a la caída en la producción gasífera y a los subsidios que el Gobierno otorga para la adquisición de combustibles.
Largas colas para abastecer y tanquear los vehículos; carne y pollo que cuestan el doble; y falta de alimentos, como huevos, son solo algunos ejemplos de la difícil situación que hoy atraviesa el país altiplánico.
El analista económico y político de Bolivia José Gabriel Espinoza explicó que hoy su país produce solo 1 de cada 10 litros de diésel que consume y 4 de cada 10 litros de gasolina.
En el año 2014 la producción de gas natural (GN) en dicha economía era de 60 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), el año pasado fue de aproximadamente 30 millones.
Algo que también está golpeando a esta economía es la caída de sus reservas internacionales netas (RIN). Hace aproximadamente 10 años, las RIN alcanzaron un máximo histórico de US$15,123 millones, pero en abril de 2025 llegaron a apenas US$2,618 millones.
A eso hay que sumar la escasez de dólares en un mercado que se encuentra regulado. El billete verde oficial se cotiza en alrededor de 6.91 bolivianos, mientras que en el mercado paralelo puede alcanzar los 16 bolivianos.
“El año pasado la situación en el diésel era similar, pero en el caso de la gasolina teníamos una producción mayor. Hoy somos más dependientes de las importaciones y obviamente con menos disponibilidad de dólares. Lo que está sucediendo es que comienzan a darse desabastecimientos cada vez más frecuentes”, aseguró José Gabriel Espinoza.
Explicó que actualmente no se puede determinar el impacto que ha tenido esta situación en la pobreza, porque el Ejecutivo no brinda las cifras desde el año 2022. Para el analista, todo esto nace desde el gobierno de Evo Morales, cuando se dio “una gestión altamente populista” en la que no se impulsó la exploración de gas y se comprometieron subsidios que hoy se tienen que pagar.
“Nos dimos cuenta muy tarde de que la inversión en el sector hidrocarburos era muy importante”, resaltó. Hoy, que están a puertas de las elecciones, detalló que los bolivianos buscan candidatos que den una solución al problema, por lo que algunos de ellos ya hablan de recortes fiscales para poder salir de esta crisis.
Otro problema en Bolivia son también las paralizaciones incentivadas por Evo Morales, quien no podrá postular a las elecciones, por lo que busca generar disturbios que impactan negativamente.
“Se habla de pérdidas de US$150 millones por día por bloqueos, pero esto no toma en cuenta las cancelaciones de turistas ni el impacto en las exportaciones”, añadió.
MENOS PRODUCCIÓN
Por su parte, el periodista de economía y política Raúl Peñaranda explicó que también se está registrando escasez de pan debido a la regulación de este alimento.
“No se puede subir el precio del pan, por lo tanto, hay panaderos que han optado por no producir, ya que la utilidad es mínima o en algunos casos no tienen. Algo similar pasa con la leche”, afirmó.
Asimismo, explicó que, además de las protestas impulsadas por Evo Morales, también se han generado algunas manifestaciones de transportistas y comerciantes minoristas que piden una solución a la crisis.
Esta situación, según explicó, ha generado que las encuestas presidenciales tengan a dos candidatos de la oposición a la cabeza. Ellos son Samuel Doria y Jorge Quiroga. En caso de ganar alguno, sería la primera vez en 20 años que se supere a la izquierda.
“El voto del MAS (partido oficialista) era antes de identidad mestiza o indígena, pero parece que ya ha terminado su ciclo, y la gente está mirando el voto meritocrático y que resuelva los problemas económicos”, afirmó.
PARA APRENDER
La situación de Bolivia marca un camino que el Perú no debe seguir. Al respecto, el profesor de la Universidad del Pacífico e investigador CIUP Marco Ortiz detalló que, por el lado fiscal, Bolivia extendió una serie de subsidios y apoyos que aumentaron el gasto.
“Se tomaron decisiones para la nacionalización de recursos energéticos, particularmente gas natural, con un pésimo manejo fiscal. El símil en Perú sería Petroperú”, agregó.
Del mismo modo, advirtió que en el Perú se está observando una “farra fiscal” porque “no hay quien sacie el apetito de los congresistas”. Por ejemplo, advirtió el efecto negativo que pueden tener las aprobaciones de bonos, aumentos de sueldos sin sustento técnico, entre otras decisiones.
No obstante, una de las ventajas que tiene el Perú es su fundamento monetario, que está a cargo del Banco Central de Reserva y que permite la estabilidad de la moneda y una inflación que no se extienda por encima del rango meta (entre 1% y 3%).