Por: Lampadia
Congreso aprobó reglamento de elección del TC con errores que deslegitimarían el proceso
Anoche, cerca de la medianoche, el pleno Congreso aprobó por amplia mayoría, 103 votos a favor, el reglamento para elegir a nuevos magistrados del Tribunal Constitucional. Hace dos días Transparencia publicó un comunicado en el que advertía que el reglamento “mantiene errores que deslegitimarían el proceso.”
No hay “solvencia moral” a medias
Uno de esos errores es que “Un postulante podría ser elegido obteniendo apenas 2 de 12 puntos posibles en la categoría ‘solvencia de idoneidad moral’ durante la entrevista. Esto iría en contra del requisito de reconocida solvencia fijado en la ley orgánica del Tribunal Constitucional”. Como es obvio para cualquiera, o se tiene solvencia moral o no se la tiene. No se puede tener solvencia moral a medias, ni pueda estar sujeta a puntuación. El que se haya establecido una puntuación de 1 a 12 para medir este valor, es de por sí indicativo de la solvencia moral de quienes elaboraron el reglamento.
Poco tiempo para las tachas
Transparencia también observa “que la interposición de tachas no debe limitarse al periodo previo a la evaluación curricular, lo que reduciría su eficacia para prevenir postulaciones no idóneas. Segundo, tal como ha solicitado la Contraloría se le debe brindar a esta un tiempo de 20 días para la revisión de la información sobre los candidatos y candidatas, en lugar de los 8 días que plantea el proyecto de la comisión”. Este último punto sí fue corregido parcialmente en debate anoche, luego de carta enviada por la Contraloría: se pasó de 8 días a 15.
¿Para eso se disolvió el Congreso anterior? TC del Congreso disuelto hubiera de mayor calidad
Queda claro que este reglamento no garantiza una buena elección, fuera que de por sí un “concurso público de méritos” tiende a alejar a los mejores juristas (el concurso por invitación era mejor). ¿Para eso se disolvió el Congreso anterior? En Lampadia apostamos a que los magistrados que sean electos por este Congreso serán de bastante menor calidad que los candidatos propuestos por el Congreso anterior (Gonzalo Ortiz de Zevallos, Ernesto Miranda, Manuel Sánchez Palacios, Carlos Hakansson, Delia Muñoz, Milagros Campos, entre otros. Ese sí hubiese sido un TC de primer nivel. Pero ese fue el pretexto de la disolución del Congreso.