Por: Lampadia
Buen discurso de investidura de Francisco Sagasti
Con aire fresco y un gran nivel intelectual, Francisco Sagasti dio un muy buen discurso. En 30 minutos ha podido recorrer la situación nacional y los retos de su gestión, sin una sola palabra de confrontación.
Remarcó la importancia del manejo limpio de las elecciones generales, la superación de la pandemia, la necesidad de preservar la estabilidad económica y fiscal, la seguridad nacional y la necesidad de recuperar la confianza y la esperanza de los peruanos.
Sin lugar a dudas, su discurso ha sido muy superior a todos los presentados por Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra, haciendo gala de su formación y experiencia.
Pero desperdició oportunidad
Pero lamentablemente, Sagasti desperdició una excelente oportunidad para enfatizar la importancia de la inversión privada y el crecimiento económico para recuperar la salud del país, el empleo y los recursos fiscales. Esto era especialmente importante para educar a los congresistas, a las autoridades regionales y locales, a los medios de comunicación y a los ciudadanos, que muchas veces vienen frenando inversiones a lo largo y ancho del país, por falta de visión y perspectiva de desarrollo.
¿Contendrá el populismo congresal?
Hizo una inteligente y suave invocación al Congreso a no aprobar leyes que afectaran el equilibrio fiscal. Pero lo dijo de una manera muy diplomática: que los congresistas recogen las demandas y necesidades de la población pero la atención de esas demandas no debe colisionar con las posibilidades del tesoro, muy disminuidas a raíz de la pandemia. En la medida que la bancada morada votó por lo general en contra de los proyectos populistas y clientelistas, la elección de Sagasti supone implícitamente una decisión del Congreso de autolimitarse en la producción populista. Sin embargo, la elección de Mirtha Vásquez como presidenta del Congreso, mano derecha de Arana contra la minería en Cajamarca, puede ser un problema en la medida en que pueda introducir en la orden del día proyectos de ley perjudiciales.
Acuerdo para sentar las bases
Sagasti anunció el compromiso de sentar las bases para dejarle al próximo gobierno un país ordenado. Y habló de un país inclusivo y de servicios públicos eficientes. Pero ello implica avanzar hacia un pacto social y político precisamente para reformar la formalidad -para hacerla inclusiva- y reformar el sistema de salud, ambas tareas que encontrarán resistencias en los sectores beneficiarios del statu quo. De allí la necesitad de un acuerdo. Podría activar el Acuerdo nacional de su amigo Max Hernández para ese fin.