Entrevista a Kimmo Tiilikainen, Ministro de Agricultura y del Ambiente de Finlandia
Por Renzo Giner Vásquez
El Comercio, 9 de noviembre de 2016
Una correcta administración de bosques, una legislación medioambiental y la preocupación de la sociedad entera por la protección son las claves que llevaron a Finlandia, junto a Islandia y Noruega, a encabezar el ránking de países ecológicos, según el Foro Económico Mundial.
Con más del 70% del país cubierto por bosques y 187.888 fuentes de agua, el reto –sin embargo– no ha sido fácil.
El ministro Kimmo Tiilikainen visitó nuestro país hace unos días encabezando una delegación de 15 empresas que se reunió con los ministros de Energía y Minas, Ambiente y Agricultura para compartir su experiencia.
—¿Cuál es la principal lección que nos podrían dar sobre el manejo ambiental? Una de las historias exitosas que tenemos es la de los procesos de sostenibilidad ambiental y el conocimiento en tecnologías verdes. El Foro Económico Mundial calificó a Finlandia como el mejor país en el índice de desarrollo medioambiental de este año. A nuestro gobierno le gustaría ser pionero en bioeconomía. Tenemos muchas compañías trabajando en esas áreas que también están desarrollando alianzas aquí en el Perú.
—Usted tiene dos ministerios a su cargo… Sí, soy el titular de dos ministerios. Creo que eso ha sido posible porque la piedra angular en ambos casos es encontrar y potenciar fuentes de desarrollo sostenible.
—Su interés por el medio ambiente comenzó años antes de ser político. Cuéntenos más de eso… Es verdad. Estudié ciencias agrícolas y forestales. Pero diría que siempre he estado interesado en el desarrollo sostenible porque me parecía la mejor forma de combinar los valores y preocupaciones medioambientales con el crecimiento económico. Esa siempre será la pregunta en el desarrollo sostenible: ¿cómo satisfacer las necesidades de la gente en armonía con el desarrollo medioambiental?
—No pocas naciones que se han enfocado en el crecimiento económico han dejado de lado la conciencia medioambiental. ¿Cómo lidiar con eso? Muchas personas están atentas a lo que pasa en nuestro mundo durante este último año. La ONU ha propuesto una agenda para el 2030 que vela por el desarrollo sostenible en el mundo. Luego de un par de meses el Acuerdo de París contra el cambio climático significó un éxito y se ha fortalecido luego de que las grandes potencias se sumaron a ese acuerdo. Lo que nos demuestran todos estos tratados es que tenemos una gran necesidad de modificar el comportamiento humano en concordancia con los límites del planeta. A largo plazo, serán los límites del planeta los que condicionarán las economías, no al revés. Tras el Acuerdo de París, por ejemplo, las empresas ven con más cuidado en dónde invertir porque ahora toman en cuenta las políticas climáticas. Creo que los negocios se están moviendo hacia esa dirección, se puede ver en diferentes campos económicos y en diferentes partes del mundo. Eso me alegra porque nos dirige a un camino más sustentable.
—En el Perú tenemos muchos recursos naturales, pero no somos muy responsables con ellos. ¿Cuál sería un buen primer paso para cambiar eso? Bueno, quiero aclarar que vine para aprender del Gobierno Peruano e intercambiar experiencias, no para darle lecciones. Desde la experiencia finlandesa puedo decir que tenemos una larga tradición de manejo sostenible de los bosques y hoy podemos decir que nuestros bosques crecen el doble de lo que lo hacían 50 años atrás. Es una historia que estaría feliz de compartir: cómo el buen planeamiento y el uso de recursos naturales aseguran detener la deforestación y, más bien, promueven el crecimiento de esos bosques. Ello es posible y al mismo tiempo se pueden proveer materiales renovables para industrias exitosas.
—¿Qué grandes desafíos han enfrentado al implementar esas medidas? Hay diferentes opiniones sobre regulación dependiendo del volumen de las sociedades, a nosotros nos tomó varias décadas implementar totalmente nuestras regulaciones y demarcar a las industrias cuáles son los mejores procedimientos. Es difícil lograr que todos estén felices con algo. Pero nos ha permitido desarrollar tecnologías que ahora pueden ser compartidas con otros países.