Por: José Chueca
Gestión, 3 de Noviembre del 2022
No son pocas las veces que se usa la distinción de “empresario” para identificar a personas que no lo son. Y al no discriminarse el uso del término, se impacta la buena reputación de quienes sí deben ser considerados “empresarios”.
Las empresas tienen una enorme importancia para el país: son organizaciones que crean valor, producen los bienes y servicios con los que satisfacemos nuestras necesidades, generan empleo, proveen de rentas al Estado, dinamizan la actividad económica e impulsan la innovación, entre muchos otros aspectos. Son los ‘empresarios’ quienes las crean a partir de una idea, de una visión.
Hay distintas formas de trabajar en una sociedad. Todos sabemos, en mayor o menor medida, lo que es un ingeniero, un arquitecto, un contador o un abogado, también lo que es un gasfitero, un albañil, un sastre o un carpintero; mientras las primeras son personas que tienen una profesión, las segundas tienen un oficio. La diferencia fundamental entre la profesión y el oficio se establece por el tipo de instrucción que se requiere para ejecutar el trabajo en cada caso; mientras que en las profesiones se requiere un conocimiento especializado que se adquiere a través de una educación académica formal, los oficios son generalmente actividades laborales que se transmiten a través de la experiencia directa y el entrenamiento.
Entre las profesiones y los oficios, consideramos que están comprendidas todas las formas de trabajo en una sociedad.
Cuando se pregunta por la actividad de una persona, es decir, a qué se dedica, la respuesta habitual es dar su profesión u oficio; así, “fulano de tal” será un… `médico’ o un `maestro’ o un `peluquero’ o un `jardinero’, etcétera. Hay ocasiones, sin embargo, en las que la respuesta será: “es un … `empresario’”; una actividad que no es considerada una profesión ni un oficio.
Entonces, si no es lo uno ni lo otro, ¿cuál es la actividad de un `empresario’? Existen muchas definiciones que explican lo que es un `empresario’ y cuáles son sus principales características. De ellas, formulo la siguiente: un `empresario’ es aquel individuo que, cualquiera sea su oficio o profesión, realiza de manera creativa e innovadora una actividad económica de forma independiente, tomando riesgos evaluados y medidos, con vocación de continuidad o permanencia, con el objetivo de competir para transar bienes o servicios y buscar una ganancia (lucrar), cumpliendo con la ley y la palabra empeñada.
Así, una síntesis de esa definición nos permite identificar los atributos que forman parte de la esencia de un `empresario’:
- Ser creativo e innovador.
- Tomar riesgos, evaluados y medidos.
- Competir para ser elegido por los consumidores.
- Cumplir con la ley y con la palabra empeñada.
La práctica de estos cuatro atributos es lo que transforma la actividad de un individuo, por ejemplo, un `comerciante´, un `transportista’ o un `arquitecto’, en un ‘Empresario del Comercio’, un `Empresario del
Transporte’ y un ‘Empresario de la Construcción’.
Más aún, todo individuo que practique esos cuatro atributos en la actividad que ejecute, cualquiera sea su oficio o profesión, será un `empresario’ en esa actividad. Es importante notar que, por el contrario, la carencia de alguno de esos atributos hará que la actividad de esa persona, aun cuando la ejecute con la mayor destreza y profesionalismo, no pueda ser considerada la de un `empresario’.
No son pocas las veces que se usa la distinción de `empresario’ para identificar a personas que no lo son. Entre esos casos destacan, recientemente, los de algunas personas que han tenido una conducta corrupta y a los que algunos formadores de opinión han venido llamando `empresarios’, cuando la realidad es que se trata de `gestores de intereses de terceros’, `prestadores de servicios varios’ o, en general, individuos que se aprovechan de una situación coyuntural para ganar dinero fácil. Ninguno de ellos es `empresario’, y al no discriminarse el uso del término, se impacta la buena reputación de quienes sí deben ser considerados `empresarios’.
Por eso, cuando nos digan que alguien es `empresario’ y nos entre la duda, hagamos el ejercicio de verificar si esa persona practica los cuatro atributos que debe reunir todo `empresario’ en la actividad que realiza. Que no nos vendan gato por liebre. ¿`Empresario’ quién?