José Antonio Olivares
Desde Cusco
Café Viena
Probablemente más marchas, más violencia y la imposición de una agenda que pase por pedir nueva Constitución.
Estamos Indignados, otros complacidos; la crisis y anarquía empiezan a superarse, con otro ciudadano elegido igual que Merino, por un Congreso cuestionado siempre. La diferencia es que los cuestionamientos son selectivos, uno es golpista el otro no. En fin la vacancia nos ha dividido más, nos ha puesto sensibles, pero creo que hemos perdido perspectiva. La vacancia soluciono un crisis incubada hace más de dos años, con la renuncia de PPk, el gobierno de lujo decanto en un deterioro de la institucionalidad y en una tormenta de pasiones. Decanto en un estado sea carcomido por intereses subalternos, sigue siendo un pozo de aguas corrompidas, no solo por los aprovechamientos económicos, sino por el deterioro de valores elementales como la verdad, la moral, la lealtad y otros. Por cierto, también se ha perdido la perspectiva de otros temas que en muchos casos no hemos sabido afrontar hace casi 200 años.
Para muchos, el momento es una oportunidad de ser candidatos, de conseguir firmas, de aparentar liderazgos, de crear coreografías y corear slongas en contra y a favor, lo cierto es que ha existido un clamor único, desordenado, atávico; impulsado por sensaciones y sentimientos, más que por una racionalidad y objetivo claro. Lo que ha permitido a los aventureros y oportunistas de siempre tratar de jalar aguas para sus molinos.
Tomar las calles, ha dejado un tufillo de rencor, de división, de mentiras de injusticia, y claro de impunidad y ebriedad callejera. Ni unos proponen nada ni otros tampoco. Solo querían que se Merino se vaya que el congreso se vaya. La claridad es monopolio de los que chantajean con la muerte y la violencia. Deja dolor saber que han muerto dos jóvenes, pero duele más como los usan de fetiches, como los irresponsables ya los olvidaron, duelen los muertos, como no van doler, duelen los 13 de las discoteca en Lima, Duelen los más de 80 mil anónimos de la pandemia, que el gobierno de Vizcarra ha ocultado sistemáticamente. Duele la patria atrapada en la orgia de la anarquía perpetua de los instigadores de la violencia.
Marchas con bulla y sin propuesta son solo jornadas para rebaños. Jornadas para aprentar una situación que no es más que violencia. Los sociólogos saben que las masas son fácilmente manipulables. Los seres humanos reunidos en pequeño número lo son mucho menos. Más allá de la indignación, entendible y destacable en una sociedad donde los jóvenes estaban adormilados con el diazepan de la indiferencia, también creo que estamos asistiendo al intento de la imposición de la ideología dominante, del pensamiento único, colectivo y además políticamente correcto, que agazapado está intentando tomar el control completo de la sociedad y convertirnos a todos en masa, en rebaño, en marchantes indignados sin propuesta ni análisis. Sin capacidad crítica. Los métodos que utilizan son los de siempre, pero ahora tienen muchos más medios para llegar hasta nosotros.
Se hace imprescindible, deslindar conceptos elementales y de origen, y en base de esto crear, alcanzar y construir propuestas. Debatir ideas. Saber por ejemplo:
– ¿Que es el fujimorismo? ¿A quién representa? ¿Es una dinastía, un apellido? ¿Será cierto que es una mafia? ¿Cómo se organiza? ¿Que propone además de la liberación de su líder y la entrega de dadivas?
-¿Que es el Apra, o que fue?, ¿Porque es un partido de más de 90 años? ¿Será cierto que son corruptos?, ¿El Apra, podrá dejar de estar secuestrada, por sus líderes decimonónicos?, ¿ Podrá salir del manto hegemónico del Ex presidente García, podrá responder ideológicamente a los tiempos?, ¿Replanteara su antimperialismo, definirá que es ser izquierda democrática?
-¿Que es la izquierda? ¿Es moderna?, ¿Está congelada, es una mafia burocratica? ¿Podrá definir su rol en el Perú casi bicentenario? ¿Podrá construir unidad?, ¿Podrá entender el mercado?, ¿Seguirá polarizando con su discurso atrapado en los 70`s?, entiende la inclusión?, ¿Sabrá que para incluir hay que crecer económicamente? ¿Será honesta entregando a sus líderes corruptos? ¿Dejará de ser bolivariana para ser mariateguista?
-¿Hay una derecha en el Perú?,¿Solo son mercantilistas?. ¿Los aventureros como Guzmán y otros solo surfearan el momento?, ¿Otros habrán aprendido a disfrutar el colesterol de los chicharrones?
-¿Seguiremos dando la espalda a las instituciones? ¿Nuestra indignación seguirá siendo selectiva? ¿Al final dejaremos que solo valgan 19 congresistas, porque 105 votaron por una vacancia, y se elige de la misma forma al Cuarto presidente en cinco años?
No Basta solo pedir nueva constitución, ni fabricar nuevos partidos y caudillos; cuando no sabemos que queremos, o que somos. Aun que sí, lo sabemos a la luz de las últimas elecciones donde la mayoría representada en el fujimorismo y Ppkausismo, voto por la continuidad de un modelo económico, que ha permitido logros importantes en nuestro desarrollo durante los últimos 30 años, no votaron por un cambio del modelo económico.
Las generaciones nuevas tiene que saber que las constituciones tiene vocación de permanencia, lo sensato sería en todo caso, modificar la constitución, volver por ejemplo a las dos cámaras, a la renovación por tercios, a fortalecer la descentralización. Instituciones y reformas con las que todos, tiros y troyanos, izquierdistas de más halla y de más acá, mercantilistas y seudo derechistas, han dejado en el olvido. Reformar el sistema electoral, y fortalecer la institucionalidad por supuesto que es urgente, y claro invertir más en educación y en salud. De esta forma no marchamos cada vez que alguien más nos desilusione, así sentimos que la democracia es más que solo emitir un voto, por pena, porque si, porque lo dijo ella o porque no nos gusta el otro; así no dejamos de decir no me representa, cuando meses antes elegimos un nuevo congreso y disolvimos otro, porque así era lo políticamente correcto. Así aprenderemos a elegir por ideas y no por personas. Así aprenderemos a marchar y gritar para hacer propuestas. No para caer en indignación y violencia, Así construiremos un Perú verdaderamente grande en el bicentenario, y estaremos orgullosos de nuestras generaciones, que cuidan sus instituciones, su república y su democracia, que al final de cuentes es cuidar su libertad personal.
Lo sensato es que cualquier cambio, sea producto de la reflexión, del consenso de la madurez, no de una agenda ni de ninguna monserga.