Jorge Yzusqui
Perú21, 14 de noviembre del 2025
«Aprender es como emprender un viaje: el maestro puede ofrecer el mapa y señalar el camino, pero quien decide avanzar, detenerse o desviarse, es el propio viajero. Los alumnos deben fijarse metas de aprendizaje, monitorear su progreso, reflexionar sobre sus errores y aprender no solo por cumplir», sostuvo Jorge Yzusqui.
Decía Plutarco: “La mente no es un vaso que hay que llenar, sino un fuego que hay que encender”. Los maestros pueden producir la chispa, pero si el estudiante no sopla su propia llama, el fuego del aprendizaje se apaga pronto.
El enfoque dominante en educación con frecuencia coloca la responsabilidad del aprendizaje únicamente en los docentes. Se asume que, si los docentes son buenos, el alumno aprende, pero nunca nos preguntamos qué papel tiene el propio estudiante en su aprendizaje, sobre todo en la secundaria. La autonomía y el esfuerzo del estudiante son factores determinantes en su progreso académico.
Solemos culpar al maestro o a la escuela, pero no al desinterés del propio alumno. Aprender es como emprender un viaje: el maestro puede ofrecer el mapa y señalar el camino, pero quien decide avanzar, detenerse o desviarse, es el propio viajero. Los alumnos deben fijarse metas de aprendizaje, monitorear su progreso, reflexionar sobre sus errores y aprender no solo por cumplir. Las escuelas deben incluir proyectos donde los alumnos tomen decisiones, brindarles espacios para elegir qué estudiar y autoevaluarse, emplear metodologías activas y tener un sistema de evaluación más formativo que punitivo. Por su parte, los padres de familia deben enseñar hábitos, constancia, perseverancia y curiosidad. No se trata de hacer las tareas con los hijos, se trata de acompañarlos a pensar y de enseñarles a organizarse; no se trata de tener siempre las respuestas, sino de hacerles buenas preguntas.
El futuro no depende solo de buenos maestros, sino también de padres que enseñen a querer aprender y principalmente de ese eslabón a veces perdido que es la propia responsabilidad de los alumnos por sus aprendizajes. Aprender, al final, es una decisión personal.






