Por: Jessica Luna , Gerente general de Comex Perú
Gestión, 17 de Febrero del 2023
“En el 2020, el Parlamento derogó la Ley de Promoción Agraria, ahora cometería otro error limitando la contratación de trabajadores temporales para actividades de exportación no tradicional”.
El Congreso no aprende y cometería dos veces el mismo error. ¿Estamos ante una ola de populismo legislativo? ¿Acaso buscan limpiar su imagen luego de la falta de acuerdo para el adelanto de elecciones?
Son varios proyectos de ley propuestos o “resucitados” que, aunque suenen muy atractivos, terminarían afectando negativamente al ciudadano. Entre estos, el de regulación de precios de los pasajes aéreos y los medicamentos, la regulación de comercio electrónico o el relativo al régimen laboral de las apps de reparto y movilidad, que dejaría menos actores en el mercado y menos opciones para ciudadanos y mypes que utilizan esos servicios.
Pero, en los últimos días, el campeón populista es el proyecto de ley que acabaría con el Régimen de Promoción de Exportaciones no Tradicionales, que fue aprobado por la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del Congreso. Un atentado contra las exportaciones no tradicionales, que afectaría el empleo formal y el dinamismo del sector.
Recordemos que, en el 2020, el Congreso derogó la Ley de Promoción Agraria bajo la excusa de que se beneficiaría a los trabajadores y se atendería los problemas de abusos laborales de los “services” y la informalidad en el sector.
¿Qué pasó? La mayoría de los trabajadores salieron del Régimen Laboral Agrario, con lo que se redujo el número de contratos un 77-3%. Estos trabajadores deberían haber pasado, en teoría, al régimen general, lo que implica costos laborales adicionales del 45.97%. Lo único que se logró fue que muchas pymes agroexportadoras no pudieran afrontar esos mayores costos laborales y se perdiera empleo formal, se abandonaron algunos cultivos que dejaron de ser rentables (como el espárrago), se paralizaron las inversiones y el sector perdió dinamismo. No se solucionó la informalidad, sino todo lo contrario.
Ahora cometerían otro error. Las exportaciones no tradicionales han tenido gran dinamismo, al pasar de US$ 5,285 millones a US$ 18,240 millones, entre el 2006 y 2022, lo que las convirtió en un motor de generación de empleo formal y emprendimiento descentralizado.
El proyecto limitaría contratar trabajadores temporales para actividades de exportación no tradicional cuando haya mayor demanda laboral por estacionalidad de pedidos o cosecha. ¿Qué sectores serían afectados? El agroexportador, el pesquero no tradicional y el sector manufacturero, principalmente el textil. ¿Cuántos empleos están en riesgo? Según cifras del MTPE, en el 2022, se tuvo alrededor de 100,000 contratos bajo este régimen. Empleos formales en riesgo porque las pymes no podrían afrontar esos mayores costos laborales. ¿Qué regiones serían las más afectadas? Lima, Piura, Ica y La Libertad.
Las protestas y violencia están afectando las exportaciones no tradicionales y el empleo. Ahora, el golpe viene desde el Congreso.
Populismo que solo traerá desempleo, informalidad y pobreza. Esperemos que en el Pleno prime la sensatez.
Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor.