Jaime Lucioni Belaúnde
20 de enero de 2023
Para Lampadia
En estos tiempos de convulsión política y social, las personas de paz, los trabajadores autónomos, independientes, los emprendedores con sus pequeños negocios, los viajeros y los ciudadanos, venimos soportando diariamente, el sonido de cornetas, sonido de azuzadores con sus micrófonos y parlantes al máximo volumen, las arengas con los discursillos de antes de la caída del mundo de Berlín y el Comunismo en el mundo: “el pueblo unido…”, con la diferencia que sus reivindicaciones actuales son inviables e imposibles de que se realicen.
Piden renuncia del Ejecutivo y Congreso, ¿quién entonces gobernaría?
¿Esa turba de violentos dirigentes sindicalistas?
¿los asesores extranjeros que pretenden incendiar el país con las acciones terroristas organizadas?…
luego también solicitan una nueva Constitución, su copiada (de Venezuela) Asamblea Constituyente.
Pedidos imposibles… solo desean caos.
Visto el panorama, tenemos como sociedad civil instruida, dar respuestas al trasfondo de estas demandas -falta de conocimiento, cultura, educación- la masa ignorante, masa pagada y/o chantajeada para que participen de las marchas, que inician pacíficamente, pero son organizadas para crear miedo, caos, zozobra, vandalismo, saqueos y desestabilización del país.
Como respuesta debemos darles instrucción. La primera y más importante es el conocimiento de nuestra Constitución Política, nuestra Carta Magna. Por lo tanto, mi propuesta va dirigida a los Gobiernos Regionales, a las Alcaldías y si ambas instituciones están gobernadas por Comunistas izquierdistas, que la iniciativa la asuman y realice el sector privado, para cubrir los costos de “instrucción y educación” al pueblo.
En todas las plazas de Armas y las principales plazas donde se concentren las manifestaciones cansinas diarias, se transmita desde las 8:00 am hasta las 8:00 pm a través de un potente equipo de sonido y megafonía, la lectura de la actual Constitución Política del Perú (que descargada por internet en pdf son 60 páginas) de forma que “el pueblo” se entere de qué va esta Constitución, que sus líderes quieren cambiar y que ellos repiten, sin conocerla.
Entre pausas de la lectura de nuestra constitución política vigente, se transmita música peruana que propicie la unión, el trabajo y el amor a nuestra patria. Cada vez que vengan los manifestantes a invadir nuestra plaza principal, nuestro centro histórico y cultural, se encuentren con aprendizaje y música de nuestra patria que hagan callar sus improperios, sus bocinas estridentes, y el resto de ciudadanos podamos liberarnos de esos violentos ruidos diarios. (Hasta los ruidos pueden ser violentos).
En resumen, instrucción educativa al pueblo y acallar las voces y sonidos (repetitivos) de violencia en nuestras plazas principales. El Perú y los peruanos quieren paz. Démosle paz con educación y alegría, con nuestra variada y rica música y canciones unificadoras (contigo Perú, así es mi Perú…).
Si los manifestantes, no desean escuchar nuestra música, que se queden en sus propias plazas y zonas, realicen allí sus marchas, manifestaciones, sus discursos de violencia, sus ataques a la propiedad privada, hasta que sus propios vecinos les reprendan y les echen de ahí. Lampadia