Iván Alonso
El Comercio, 10 de octubre del 2025
“Más fácil desde todo punto de vista es incluir la TUUA en el precio del pasaje con el que saldrá de Lima”.
Habíamos evolucionado en materia de trámites de viaje. Han pasado ya varios años desde que desaparecieron esos formularios que uno tenía que llenar antes de salir del país y que se arrumaban en un depósito sin que nadie siquiera los mirara; y más desde que el molesto pago del portazgo conocido como tarifa unificada por uso del aeropuerto (TUUA) fuera incorporado a los precios de los pasajes para no tener que pasar por ventanilla antes de subir al avión. Ahora estamos en plena involución. Los formularios han resucitado en una versión digital llamada Migracheck y el pago presencial de la TUUA está a punto de volver para complicarles la vida a los pasajeros en tránsito.
Migracheck hace las mismas preguntas inútiles de antes. ¿Para qué necesita saber Migraciones a qué se dedica el pasajero? Da igual si es abogado o dentista, comerciante o transportista. Toda la información que puede necesitar está en el pasaporte o en la lista de pasajeros que entrega la aerolínea: nombre y apellido del pasajero, número de pasaporte y número de vuelo, origen y destino. El sistema puede después identificar y registrar quién salió o llegó en cada avión. No pasa nada si Migracheck desaparece mañana.
El cobro de la TUUA es correcto desde el punto de vista económico. Un pasajero en tránsito usa las instalaciones del aeropuerto tanto como los demás, y está bien que contribuya a la recuperación de los costos de inversión y operación. Lo que está mal es obligarlo a hacer un trámite innecesario. Más fácil desde todo punto de vista es incluir la TUUA en el precio del pasaje con el que saldrá de Lima.
Las aerolíneas objetan que el cobro de la TUUA a los pasajeros en tránsito hará al aeropuerto menos competitivo como “hub”. También podríamos decir que cobrarles los pasajes lo hace menos competitivo… El hecho es que los costos tienen que recuperarse de alguna manera para que el “hub” sea viable a largo plazo. Suponemos que el aeropuerto comparte la preocupación por su propia competitividad; y, sin embargo, ha decidido que es mejor cobrarla que no cobrarla. Lo que está en discusión es simplemente la forma de cobrarla.
Más que la TUUA misma, lo que puede afectar la competitividad del aeropuerto es la molestia de tener que hacer una cola para pagar una tarifa de la que probablemente no hayan escuchado hasta el momento de pisar el aeropuerto.






