Por: Isaac Foinquinos
Gestión, 30 de setiembre de 2020
Hasta antes de la llegada del covid-19, la inversión venía recuperándose impulsada por la construcción de grandes proyectos mineros como Mina Justa, la Ampliación de Toromocho y Quellaveco, así como por obras públicas vinculadas a la Modernización de la Refinería de Talara, los Juegos Panamericanos y la Reconstrucción con Cambios.
En contraste, la inversión en infraestructura concesionada se redujo debido a diferentes factores como las investigaciones por casos de corrupción, la falta de entrega de terrenos por parte del Estado, la alta dependencia entre organismos gubernamentales, entre otros problemas legales. Estos llevaron al retraso y parálisis de obras, así como a una menor adjudicación de proyectos por parte de Proinversión.
Hacia adelante, luego del fuerte bache de 2020 y la finalización de algunos proyectos mencionados al principio, la recuperación de la inversión en los siguientes años se sostendría en buena parte en las grandes obras de infraestructura.
En la actualidad distintos proyectos están en fases tempranas de construcción o están próximos a empezar, entre los más importantes la Línea 2 del Metro de Lima, la Ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, la etapa 1 del Puerto de Chancay y la Modernización del Puerto de Salaverry.
Asimismo, se espera que a partir de 2021 se inicie la ejecución de nuevos proyectos bajo el esquema de contratos de gobierno a gobierno (G2G) por un monto cercano a los US$ 16,000 millones, entre ellos las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima, la nueva carretera central, paquetes de obras asociadas a la Reconstrucción con Cambios y el Aeropuerto de Chinchero.
A los anteriores, se podrían sumar proyectos por casi US$ 6,000 millones que tiene en cartera Proinversión siempre y cuando se adjudiquen en los plazos estimados, y otros como Majes Siguas II y Chavimochic III si es que tienen éxito las recientes gestiones que está realizando el gobierno para destrabarlos.
En el caso del sector minero, si bien poco más de US$ 15,000 millones en proyectos se encuentran en etapas avanzadas, entre los que destacan Los Chancas, Pampa del Pongo y Yanacocha Sulfuros, lo más probable es que estos inicien su construcción a partir de 2023 o 2024 una vez pasadas las elecciones regionales.
De esta manera, el nuevo gobierno tendrá el reto de evitar que los proyectos en marcha se paralicen y continuar destrabando otros, más aún en un contexto en que el fisco tendrá menos espacio para financiarlos. Al respecto, se podrían reactivar concesiones privadas hasta por US$ 7,000 millones en el sector eléctrico y US$ 6,000 millones en el sector hidrocarburos. La clave estará en lograr recuperar la confianza de los inversionistas mermada por algunos políticos y lograr consensos con todos los stakeholders.