El Ministerio de Educación del Perú divulgó el jueves pasado los resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) 2014. En los ocho años en los que contamos con mediciones estas han reflejado mejoras en los aprendizajes, sin embargo, los de este último año han sido notables. Entre el 2013 y el 2014 se ha registrado el mayor progreso interanual desde que existen las evaluaciones. Esto por sí solo ya merece las primeras planas que hemos visto en los diarios. ¡Felicitaciones! ¿A quién? A todos en el sistema educativo: al Ministerio de Educación, a los directores, a los profesores, al personal de los colegios, a los padres de familia y, claro, a los estudiantes. Tenemos muy buenas razones para mirar el futuro con optimismo.
Más allá de la primera plana y la noticia alentadora, a los analistas nos corresponde mirar los datos con mayor detalle, contextualizándolos para ir más allá en la mirada a los resultados. Veamos algunos aspectos relacionados con el contexto. Esta evaluación se hace a todos los estudiantes de segundo grado de primaria al finalizar el año académico. En el caso de la prueba del 2014, entonces, se trata de niños que nacieron alrededor del 2007 en un momento en el que el Perú venía creciendo a tasas muy altas y un porcentaje importante de sus hogares logró salir de la pobreza. Las cifras nos dicen también que muchos escaparon de la desnutrición infantil gracias al crecimiento y a la acción del Estado. Para muchos de ellos las condiciones para los aprendizajes mejoraron notablemente.
Sobre ese conjunto de condiciones básicas, el Ministerio de Educación hizo una tarea importante. En su reporte resaltan varias acciones que se cumplieron de manera oportuna. Subrayo tres: la contratación de los docentes, la dotación de textos escolares para los estudiantes y la entrega de materiales de apoyo pedagógico para los docentes. En otros años, al inicio de las clases aproximadamente una de cada tres escuelas contaba con estos recursos. En el 2014, tres de cada cuatro escuelas pudieron contar con los materiales en el momento oportuno y siete de cada ocho escuelas con todos sus docentes contratados antes del inicio de clases. Además, en el tema docente se ha avanzado mucho más, no solo con los contratados (que representan 30% del total), sino también con los nombrados. Para estos últimos se cuenta ya con una carrera pública magisterial que pone los incentivos en la capacitación y la mejora continua. El perfil de la carrera docente viene cambiando y se espera que cambie todavía mucho más. Aunque esto tomará tiempo en consolidarse, es bueno ver que ya se están dando los primeros pasos con las capacitaciones, el acompañamiento docente y las evaluaciones.
Pero vayamos más allá de los resultados agregados. Siendo el Perú un país tan desigual, preguntarse por el progreso de todos y la reducción de disparidades es fundamental. Se ha mejorado tanto en comprensión lectora como en matemáticas, pero aquí lo más interesante e importante es: 1) estas mejoras se han dado en todas las regiones del país y 2) han mejorado tanto las escuelas públicas como las privadas, acortando las diferencias. Lo segundo es especialmente notable en matemáticas, en que la brecha público-privado es ahora nula. También podría resaltar que las mejoras se han dado tanto en zonas urbanas como rurales, pero me parece que es mejor subrayar que los niveles en zonas rurales son aún muy bajos: solo uno de cada siete de nuestros niños tiene aprendizajes satisfactorios en las escuelas rurales.
Si bien comencé diciendo que tenemos muy buenas razones para ver el futuro con optimismo, no debemos olvidar que en comparaciones internacionales aún estamos muy rezagados. Las pruebas PISA, por ejemplo, nos muestran que tenemos enormes brechas frente a gran parte del mundo. Los aprendizajes de nuestros estudiantes aún están lejos de los que tienen quienes viven en países de altos ingresos, miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Los progresos que viene mostrando el Perú son interesantes, pero necesitamos seguir avanzando porque el camino por delante aún es largo. La acción conjunta viene dando frutos. Asimismo, el impulso de la actual cabeza del sector es fundamental. Necesitamos perseverar en ello. Ese es el camino que han seguido los países que han conseguido mejoras importantes en su educación.