Por: Giovanna Prialé
Perú21, 2 de abril de 2020
En estos difíciles momentos por los que atraviesan la salud y la economía mundial, como consecuencia del COVID-19, y especialmente nuestro país, queremos hacer un llamado a la reflexión para tomar las decisiones más convenientes y poder superar la pandemia con el menor costo de vidas y sin afectar lo que hemos construido durante las últimas décadas en seguridad social.
En el Congreso se está debatiendo el Proyecto de Ley 4937/2000-CR, que propone el retiro del 25% de los fondos de pensiones de los afiliados a las AFP, mientras que el gobierno ya publicó el Decreto de Urgencia 034-2020 para que los afiliados retiren hasta S/2,000 si no han cotizado en los últimos seis meses.
Pero, ¿qué pasará con los afiliados que pudieran hacer efectivo el retiro del 25% planteado en el Congreso? Es penoso decirlo, pero ya no tendrán un fondo para su jubilación porque perderán la capitalización de sus ahorros y al llegar a los 65 años estarán desamparados.
Además, el masivo retiro de fondos afectará a todos los afiliados al Sistema Privado de Pensiones (SPP) porque se deberá liquidar inversiones para poder pagar el 25% y la rentabilidad de todos será menor.
En consecuencia, el proyecto que se debate puede tener buenas intenciones, pero agravará la inminente recesión económica que tendremos luego de que superemos el coronavirus y, finalmente, quebrará la seguridad social y acabará con el ahorro para las futuras pensiones.
En cambio, el Decreto de Urgencia del gobierno beneficia a los peruanos que más lo necesitan en la actual coyuntura. En efecto, los afiliados que tienen un trabajo en planilla y reciben sus sueldos mensuales no serán beneficiados porque ahora no requieren este dinero, que se mantendrá en su fondo para su jubilación, dando cabida a los que realmente son vulnerables.
Igualmente, todos los afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones no se verán afectados porque su rentabilidad se recuperará y el SPP continuará su labor para dar una pensión adecuada en la vejez.
Y todo esto no quita que una vez que nos sobrepongamos a esta crisis, como lo dijo el presidente Martín Vizcarra, todos los sectores trabajemos en una reforma integral del sistema de pensiones en su conjunto.
Las AFP nunca se han opuesto a hacer cambios en el sistema, pero siempre pensando en el beneficio de los afiliados. Incluso, venimos empujando, dentro de la reforma integral, que haya una pensión mínima y que la cobertura sea universal.
Nuestros esfuerzos deben estar enfocados en buscar acciones que permitan que todos los peruanos tengan un empleo adecuado y que en el futuro gocen de una pensión para su bienestar. Hay que construir antes que destruir.