Gestión, 28 de mayo del 2025
Karen Guardia
El Estado no tiene intención de prorrogar el contrato de la Concesionaria Trasvase Olmos (CTO), responsable de la operación y mantenimiento del proyecto de irrigación Olmos (Lambayeque) que vence el próximo 25 de setiembre.
Antes de su accidentada salida del Gabinete Boluarte, el entonces premier Gustavo Adrianzén adelantó que el Estado no tenía intención de prorrogar el contrato de la Concesionaria Trasvase Olmos (CTO), responsable de la operación y mantenimiento del proyecto de irrigación Olmos (Lambayeque).
Dicho contrato vence el próximo 25 de septiembre. La CTO es subsidiaria de Novonor Participación e Inversiones (NPI), parte del Grupo Novonor (anteriormente Odebrecht). En un primer intento, la empresa presentó una propuesta de adenda al concedente, el Gobierno Regional de Lambayeque, para extender la concesión por 10 años. Ante la negativa del Estado, hay una contrapropuesta en marcha, pero también nuevos interesados.
Y aunque hasta ahora no se ha recibido ninguna carta de intención firme para asumir la concesión de la operación y mantenimiento del proyecto de irrigación Olmos, dos empresas han solicitado información para evaluar su posible participación.
Según informó el gobernador regional de Lambayeque y concedente del Proyecto de Irrigación Olmos, Jorge Pérez Flores, una de ellas es de origen chino, mientras que la otra es una empresa local: se trata de Cementos del Sur (Calcesur), perteneciente al Grupo Gloria.
“Ambas compañías enviaron un documento solicitando información con el objetivo de analizar la posibilidad de participar en un futuro proceso de licitación”, señaló la autoridad.
En este contexto, Pérez Flores consideró que los 18 meses de extensión del contrato “deben ser óptimos” para llevar a cabo el proceso de licitación internacional y lograr que una nueva empresa asuma la gestión del proyecto.
“Estamos abiertos a que cualquier empresa especializada en el sector se interese en este proyecto, que no solo es vital para la irrigación, sino que además involucra casi US$ 1,000 millones en exportaciones”, subrayó.
El nuevo concesionario, aclaró el gobernador, será responsable del recrecimiento de la presa Limón. Actualmente, la presa tiene una altura de 45 metros, pero la intención es que en esta nueva concesión se eleve a 85 metros, aumentando su capacidad de almacenamiento de 30 millones a 198 millones de m3.
“Con esta ampliación, se espera reducir la crisis hídrica y, junto con el dragado, disminuir el impacto del déficit de agua que ha afectado al proyecto debido a la sedimentación y problemas ambientales. Para dar una idea, por esta crisis hídrica las empresas agroindustriales dejaron de recibir agua durante cerca de cinco días, lo que generó penalidades por aproximadamente S/ 4 millones (sobre CTO), que fue cobrada por mi gestión”, explicó.
Parablemente, el nuevo concesionario también deberá encargarse del aseguramiento del talud y del tratamiento integral del río Huancabamba.
Lo que espera Novonor
En diálogo con Gestión, Alfonso Pinillos, gerente general de la Concesionaria Trasvase Olmos (CTO), explicó que, ante la negativa del Estado, la empresa presentó una nueva propuesta al concedente del proyecto, el Gobierno Regional de Lambayeque. Esta propuesta busca modificar la adenda presentada originalmente en agosto del 2023.
“Hemos reformulado la propuesta de adenda, ya no se trata de una prórroga de 10 años. Por el contrario, hemos presentado una modificación contractual en la que planteamos ponernos a disposición de lo que el Estado peruano decida. La nueva contempla una ampliación del plazo mínima (del contrato de concesión), de entre ocho a doce meses, mientras el Estado contrata a un nuevo operador, no para una gestión temporal, sino con miras a ejecutar el recrecimiento de la presa Limón”, indicó el ejecutivo.
Asimismo, consideró que el proceso para otorgar una concesión bajo el esquema de Asociación Público-privada (APP), que estaría a cargo de Proinversión, toma varios meses.
“El problema que enfrentamos actualmente es que, al menos desde nuestra perspectiva, no conocemos a un tercero –ya sea el Estado, a través del PEOT, o un operador privado– que cuente hoy con las capacidades necesarias para garantizar la continuidad del proyecto sin poner en riesgo todo lo que se ha logrado”, afirmó.
¿Qué implicaría la modificación contractual? Como parte de la propuesta de extensión temporal del contrato, CTO contempla la contratación de una empresa especializada en dragado para retirar el sedimento acumulado en la presa Limón. Esta intervención es vital, ya que la capacidad de almacenamiento del embalse se ha visto reducida ampliamente debido al arrastre de sedimentos y eventos climáticos extremos ocurridos en los últimos años, incluidos El Niño del 2015, el Niño costero del 2017 y el ciclón Yaku en el 2023.