El lunes 4 de agosto El Comercio publicó un artículo de mi buen amigo Richard Webb titulado “Las AFP” donde en mi opinión concluye erróneamente que el sistema AFP ha fracasado porque, entre otras razones, solo uno de cada siete trabajadores cotizan cada año. No es que el sistema privado de pensiones haya fracasado, sino que el gobierno no ha tenido la capacidad de establecer un sistema pensionario donde se incentive que un mayor porcentaje de trabajadores cotice en alguno de los dos sistemas existentes, sean estos dependientes o independientes.
La solución no está en tumbarse al sistema privado, que puede no convenir a todos, pero sí a un número importante de trabajadores, sino complementarlo para que tengamos un sistema que asegure una pensión mínima a todos aquellos que aportan un determinado número de años, ya sea al sistema público o al privado. Esto desincentivaría lo que en mi opinión es el riesgo pensionario más grande que existe en el país: que el número de pensionistas bajo Pensión 65 crezca como una bola de nieve, lo que ya está ocurriendo. En
diciembre del 2011 alrededor de 40,000 peruanos recibían Pensión 65, ahora son 380,000.
Coincido con Richard en que el peruano ahorra, pero la gran mayoría lo hace para construir su casa progresivamente o para constituir un capital de trabajo para un negocio, pero no para su vejez. De otra manera, ¿cómo se explica que a mayo del 2014 el gobierno otorgue la llamada Pensión 65 a tantos peruanos que no han contribuido nunca para solventar una pensión o han contribuido menos de lo que establece la ley? El 37% de los pensionistas peruanos hoy en día recibe Pensión 65, el resto tiene una pensión de la ONP o del SPP.
Un número mucho mayor de adultos mayores no recibe pensión alguna y muchos sobreviven gracias al apoyo de familiares. Por lo tanto, es claro que se debe mantener el ahorro previsional obligatorio para financiar las pensiones futuras, y así evitar que las acabemos pagando todos con nuestros impuestos.
Podemos discutir si es mejor que la gente ahorre en un sistema público o privado, o qué ajustes se deben hacer para aumentar la cobertura y asegurar al menos una pensión mínima decente a los jubilados, pero no me parece válido concluir que el sistema AFP ha fracasado. La pensión promedio en el SPP (a pesar de ser un sistema todavía reciente) es de S/. 972 en comparación a S/. 675 en la ONP y S/. 125 para Pensión 65, la brecha entre estas cifras va a crecer en el tiempo.
Por último, creo que no es justo achacar la informalidad a la existencia del ahorro previsional privado. La alta informalidad en el país ya tiene varias décadas y precede a la creación de las AFP. Tampoco es cierto lo que indica Richard de que las AFP agraven la división entre lo formal e informal ya que la contribución a las AFP es menor que la contribución a la ONP. Espero que Richard no esté sugiriendo que debemos eliminar la contribución obligatoria previsional. El problema de la informalidad en el Perú no va a desaparecer si les decimos a las personas que ya no tienen que contribuir a un sistema previsional o que ya no van a recibir CTS, ya que se trata de un problema estructural enraizado en nuestra idiosincrasia. A la gente no le gusta pagar impuestos y percibe que se puede dar el lujo de dejar de hacerlo debido a la incapacidad del Estado de hacer respetar las leyes.