Por: Federico Cúneo, Director de Amrop
Gestión, 2 de marzo de 2021
Un nuevo paradigma está evolucionando la forma de hacer negocios: la empresa no existe solo para maximizar el retorno de los accionistas y tener un alto rendimiento, sino para sostenible con el entorno que los rodea y obtener un resultado que beneficie a cada actor involucrado directa o indirectamente.
Este cambio necesita tanto de lo científico como del mundo místico. Con mente abierta y atenta podemos transformar la forma usual de conducir al sector privado y detenernos para recordar que la potencia de la interconexión y la interdependencia se ha hecho evidente con la crisis sanitaria, pero sí es posible usarla para fines positivos. ¿Cómo? Aplicando cuatro conceptos:
- La consciencia es la capacidad de reconocerse a sí mismo, de hacernos reflexionar como individuos en nuestro plan interno. De esta forma se puede encontrar una conexión entre lo interno y lo externo que nos puede ayudar a tomar decisiones al más alto nivel (accionistas, directores o gerentes) con un propósito positivo para la sociedad.
- El enfoque holístico nos puede ayudar a ver el problema, a resolver en todo su contexto y posibilidades, es decir, “la figura completa”. Estamos acostumbrados a solo pensar en las probabilidades inmediatas, cuando existe u mundo inmenso que debemos considerar.
- La interconectividad nos permitirá encontrar nuevas conexiones que siempre estuvieron ahí, pero en el plano inmediato no las analizamos bien. Éstas pueden tener implicancias positivas o negativas, que -de cualquier modo- acaban repercutiendo en otros actores vinculados a nosotros.
- Y, finalmente, está la interdependencia. Debemos entender que las relaciones son de ida y vuelta.
Cada acción que nosotros hacemos, positiva o negativa, nos puede regresar, no desaparecerá. Comentemos un grave error al creer que se evaporarán con el tiempo.
Debemos trabajar por alcanzar un proceso de desarrollo espiritual que -considero- es fundamental para poder sentirnos plenos, conscientes y empáticos con el ambiente, el país, la familia, la comunidad, con todos. Junto a estas nuevas prácticas es importante incluir la meditación, que nos permitirá tener y reflejar una paz interior con quienes interactuamos.
El investigar y profundizar en los cuatro conceptos nos llevará gradualmente hacia un desarrollo espiritual para disfrutar más de cada momento, enfrentar con mejores herramientas los retos.