Entrevista a Elizabeth Javier
Perú21, 29 de Noviembre del 2022
Por: Mijail Palacios Yábar
Crea productos para mascotas usando el caucho, en alianza con tres comunidades amazónicas y las internas del penal de Jauja. Perú21 entrevistó a Elizabeth Javier, de la marca Titi, ganadora del programa Protagonistas del Cambio de la UPC.
Titi llegó en taxi. Tenía tres semanas de nacido, estaba muy enfermo. Fue adoptado a través de un grupo de Facebook cuando apenas comenzó la pandemia, en cuarentena. Estaba débil, con las defensas bajas, no se recuperaba, una simple gripe podía ser letal. El especialista dijo que tenía sida felino. Titi es un gato.
Fue el primero en probar el cepillo de goma para masajear y quitarle los pelos a las mascotas. No se aprobó el producto hasta que lo relajó, lo que le hacía bien pues lo aliviaba del estrés y mantenía su salud estable. “Él prueba los productos antes de que salgan al mercado”, me dice Elizabeth Javier, emprendedora de 27 años que hizo de Titi una marca de artículos para mascotas, que convirtió una adopción doméstica en una idea de negocio de impacto social al convocar a tres comunidades de Pasco, Ucayali y Tarapoto para el uso de materiales sostenibles como el caucho y al generar una alianza laboral con internas del penal de Jauja. Iniciativa que fue una de las 10 ganadoras de Protagonistas del Cambio 2022 de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), programa de responsabilidad social con 12 años de trayectoria.
Días atrás Elizabeth estuvo en Huancayo, donde nació. Ciudad de la que migró sola para estudiar en Lima. Ciudad a la que ahora vuelve como profesional formada en Gestión Social y con un negocio propio en la maleta. Titi está en La Incontrastable y ya alistan nuevos productos; además de la ropa, accesorios, camas y juguetes que producen, tienen el prototipo de mochilas transportadoras de gato con tela regenerada; y Titi ya lo está probando.
-¿Qué te hizo pensar que una idea de negocio para mascotas podía funcionar en medio de una pandemia?
Vi que muchas personas empezaron a adoptar más mascotas en la época en que se quedaron encerradas. Yo creo que fue porque se sentían solas. Por ejemplo, yo me quedé en Lima y mi familia estaba en Huancayo. Durante el tiempo que estuvimos encerrados se empezaron a adoptar más mascotas. Por ejemplo, en Estados Unidos varios albergues se habían quedado sin animales porque la gente empezó a adoptarlos. Además que me encantan los animales, vi que era una buena oportunidad. Pero también lo vi como una oportunidad para generar empleo en medio de una situación muy complicada. Y creo que siempre se pueden ver oportunidades para crear y articular con diversos grupos.
-De una adopción de un gato has generado empleo para internas de un penal y trabajas con comunidades.
Siempre he tenido esta motivación muy personal de que lo que haga genere un impacto, más allá de cumplir un rol funcional. Ahí fue importante asociarme con Cristian Gutiérrez Zevallos, que ya venía trabajando con el caucho silvestre y por eso pensamos en esta línea para mascotas. La industria del caucho es inmensa y se puede usar en muchos productos. En Perú hay productos de caucho natural pero son importados. Y nosotros en Perú tenemos caucho de comunidades. ¿Por qué no utilizarlo? Se genera empleo e ingresos adicionales para la comunidad. Y es un sector que está creciendo, lo que le da continuidad. Lo importante de estos productos de caucho es que no son tóxicos, como el hueso mordedor para perros que tenemos. Y por otro lado, están las internas de Jauja; claro, podría ser más sencillo ir, por ejemplo, a Gamarra y mandar a hacer mis productos.
-O a un penal en Lima, pero te fuiste a un penal en Jauja.
Sí. Si bien es cierto muevo más la marca en Lima, me interesa mucho el impacto al interior del país. Y Jauja es mi región, Junín.
-¿Cómo logras contar con ellas?
He tenido la oportunidad de visitar a alguna persona en el penal de allá; entonces, sabía que ellas tienen talleres. Y hay varias marcas que también trabajan con penales. Mi familia me ayudó a contactarlas. Empecé con llamadas y ya cuando se pudo viajar, fui e ingresé al penal; hice una capacitación con tres chicas y desde entonces hemos ido coordinando para el envío de materiales y manuales de confección. Ellas tienen talleres allá, tienen sus máquinas de costura. Titi les provee de las telas, hilos y todo lo que necesiten. Todo es parte de la misión de Titi, que es generar empleo y empoderar a poblaciones en situación de vulnerabilidad.
-¿Qué has aprendido con Titi?
Que siempre podemos hacer las cosas de manera distinta. Siempre hay formas para impactar en la gente a través de lo que nos gusta y apasiona. Y hemos sido perseverantes, porque si me dijeron que no, no significó que sea imposible. Para nosotros era una misión desarrollar este producto. Sí es posible hacer empresa impactando positivamente y no solo ofreciendo un producto. Y eso es Titi. Cualquier desarrollo que tenemos, siempre vemos la forma de qué más podemos hacer, de qué forma esto puede tener un impacto más allá del producto.
-¿Qué otros productos tienen?
Accesorios y ropa, que son de algodón y no generan alergia, son suaves. Las camas las rellenamos con napa regenerada, que es a partir de fibra de botellas recicladas. Usamos la tela regenerada para algunos muebles; tela que se hace a partir de retazos de telas de fábricas. La fibra natural de kapok la usamos para los juguetes tejidos de gato, es una fibra natural.
-¿Y dónde está Titi?
(Risas). Está acá durmiendo, a mi costado. Es mi jefe. Siempre decimos que es el CEO de la empresa, él aprueba los productos literalmente. El cepillo no salió hasta que no le quitó los pelos y si no se quedaba largo rato mientras le pasábamos el cepillo. Al inicio el cepillo era suave y las cerdas se doblaban, y Titi se iba. Reformulamos hasta que Titi ya se acomodaba para que lo peinen. Él ya reconoce su producto (risas).
AUTOFICHA:
– “Soy Elizabeth Javier Tolentino. Nací en Huancayo, tengo 27 años. Estudié Gestión con mención en Gestión Social, en la Católica. Mi papá es policía jubilado y ahora tiene un negocio con sus hermanos y mi mamá trabaja en Huancayo. Mi hermano estudia Arquitectura”.
– “Es tradicional pensar que el mejor camino es trabajar en una gran corporación, lo he escuchado bastante en mi familia; pero al final cada quien decide por qué rumbo quiere ir; y en mi caso, he sido perseverante con Titi y poco a poco le he dedicado más tiempo y más recursos”.
– “Tenemos una tienda virtual en la web (titibrand.com), y ahí pueden hacer sus pedidos. Estamos en Instagram y en Facebook. En Huancayo pueden encontrar los productos en el segundo nivel del Open Plaza, donde estaremos hasta fin de año, de lunes a domingo, de 10 a.m. a 9 p.m.”.