Entrevista a Elaine King
Gestión, 19 de Octubre del 2022
Por: Zulema Ramírez Huancayo
Sugiere destinar a este colchón entre el 10% y el 20% del ingreso mensual. Para quien tenga capacidad de ahorro debe ser entre el 20% y 30%.
¿Cuál es la importancia del ahorro en un escenario de crisis global?
Vienen tiempos difíciles, más complicados que los actuales; por eso hay que prepararse. Probablemente empeore la situación económica para los peruanos, entonces, este es el momento de usar la creatividad y no dejar de lado el ahorro.
¿Hasta cuándo durará este momento complicado?
Lamentablemente es una crisis lenta, hubiéramos preferido que sea rápida pero no es así. Sin embargo, también se generan oportunidades y el ahorro es lo único que puede ayudar a salir de un escenario crítico.
¿Cómo prepararse para afrontar las dificultades económicas?
Se debe ajustar lo más que se pueda el presupuesto y hacer un espacio para un fondo de emergencia, pues a nadie le sobra la plata hoy. Cambiar el propósito del dinero hoy: primero es para los víveres y cosas básicas, luego para emergencias; al final dejar lo que no es imprescindible.
¿Cuánto se debe destinar a este fondo de emergencia?
Si pueden separar el 10% o 20% de sus ingresos del mes sería muy bueno. Siempre debe ser un porcentaje de la remuneración y no un monto fijo. Así, hasta que llegue a formar un colchón equivalente a seis meses de salario.
¿Quiénes deben dar prioridad a este colchón?
Todos deberían tener un fondo de emergencia en este escenario, desde el empleado al ejecutivo, aunque son los trabajadores independientes o con ingresos variables quienes deben priorizar más este fondo.
¿Por qué los independientes?
Se prevé que las ventas tendrán un impacto negativo en los siguientes meses; por tanto, los ingresos provenientes de servicios o productos de independientes pueden ser más afectados ante una crisis, además no cuentan con beneficios sociales que los puedan respaldar.
Además del fondo de emergencia, ¿cómo generar un hábito de ahorro?
Quien tenga capacidad de ahorro debe destinar entre el 20% y el 30% del ingreso mensual. Si las personas sienten que no tienen espacio para ahorrar, deberían ajustar los gastos, pequeñas reducciones en cada partida del presupuesto también se consideran ahorro.
¿Cómo reducir los gastos frente a una elevada inflación?
Es difícil porque los precios subieron, pero si el peruano es organizado es posible hacerlo. Por ejemplo, si antes gastaba S/ 500 en las compras de alimentos al mes, ahora podría tratar de usar S/ 450, o si pagaba S/ 100 por el servicio de luz podría ser más cuidadoso a fin de reducir su recibo a S/ 90.
¿En qué orden se deben ajustar los costos?
Se puede empezar a fijar algunos gastos variables, aquellos destinados a entretenimiento, salidas a restaurantes o renovar vestuario. Son egresos que no necesariamente se dan cada mes, entonces, para no gastar S/ 2,000 comprando ropa un mes y estar presionado financieramente un periodo, mejor se fija un tope de S/ 300 por mes para este fin.
¿Deberían acudir al crédito para estos gastos?
No recomendaría tomar deudas ahora, a menos que sean para financiar un activo, como capital de trabajo. Si quieren presupuesto para recreación, deberían hacerlo con dinero en mano, pero no utilizando la tarjeta de crédito.
¿En qué casos deberían usar su tarjeta de crédito?
Utilizarla lo menor posible, sobre todo ahora que las tasas de interés suben y la tarjeta de crédito se muestra como uno de los productos más caros del sistema financiero. En todo caso, podrían usarla solo como medio de pago para las compras del supermercado del mes, pero pagarlo cada fin de periodo.
Las perspectivas para las ventas no son favorables, ¿qué recomienda a las mypes?
A los pequeños negocios, sugiero actualizar con cierta frecuencia sus proyecciones a fin de tomar en cuenta el mercado, los precios y todos los factores que influyen en sus resultados. Muchos comercios trabajan con el capital del mes, no proyectan, y eso no es óptimo porque es como si vivieran del día a día.
¿Con qué periodicidad deben hacer esta actualización?
Las empresas grandes y corporativos lo hacen dos veces al año, pero las más pequeñas deberían hacerlo cada tres meses.