Eduardo A. Jiménez Sánchez, Economista sénior de Macroconsult
Gestión,15 de mayo de 2019
Las principales ciudades del país, identificadas en este caso con las provincias capitales de los departamentos, son focos atractores de población debido a su desarrollo relativo y la disponibilidad de servicios. Los datos del censo del 2017 indican que ellas agrupan al 61% de la población, algo más de 19 millones.
El crecimiento económico que experimentó el Perú en los últimos años ha transformado dichas ciudades. El incremento del poder adquisitivo de la población les ha permitido acceder a más y mejores bienes. Un ejemplo claro de ello es el incremento del número de autos: entre el 2004 y el 2016 se duplicaron a nivel nacional, llegando a 2.8 millones.
Al problema del tráfico se suman la acumulación de residuos sólidos, la delincuencia, la provisión de servicios, etcétera. Por tanto, una pregunta importante sería ¿con qué recursos cuentan estas ciudades para hacer frente a los problemas?
Las municipalidades provinciales de las capitales de los departamentos gastan, en promedio, S/ 259 por habitante, de los cuales S/ 96 corresponden a inversión. Lima cuenta con S/ 277 y S/ 120, respectivamente. Sin embargo, ciudades importantes como Ica, Piura, Trujillo, Arequipa y Chiclayo tienen niveles bastante por debajo del promedio, a pesar de ser ciudades relativamente grandes. ¿Hay alguna relación entre el grado de desarrollo de la ciudad y el gasto en inversión por habitante? Existe cierta evidencia de una relación no lineal (cuadrática, en forma de “U” trunca) entre el nivel de desarrollo de un distrito y el gasto de inversión promedio por habitante que se realiza en él.
Si intentamos dar una explicación, parece ser que las provincias capitales de departamento relativamente más pobres gastan más debido a la necesidad de proveer infraestructura básica a la ciudad (además reciben relativamente más recursos).
Una vez que la región llega a un nivel medio de desarrollo, reduce este gasto. Sin embargo, cuando se vuelve un foco atractor de desarrollo, la inversión por habitante vuelve a crecer puesto que se tiene que hacer frente a problemas propios del crecimiento de la ciudad.
Sin embargo, no hay que dejar de lado la inversión que tienen a su cargo las municipalidades distritales. Por ejemplo, las municipalidades que son parte de Lima Metropolitana gastan, en promedio, S/ 72 por habitante, aunque existen fuertes diferencias entre distritos: de apenas S/ 8 en la municipalidad de Santiago de Surco a S/ 625 en la de San Isidro (esto deja fuera del análisis al Cercado de Lima ya que es administrada directamente por el alcalde provincial y su inversión distrital sería cero). Por tanto, la coordinación entre la municipalidad provincial y las distritales es muy importante para determinar los esfuerzos en cada zona. En este caso, Santiago de Surco podría ser priorizada por el municipio provincial.