Domingo García Belaunde
Perú21, 28 de agosto del 2025
«La sentencia del Tribunal Constitucional que se ha dado a conocer hace poco ha puesto las cosas en su sitio: no se investiga nada, salvo lo elemental y en forma muy acotada».
Todos recordamos algunas escenas dignas de un entretenimiento estéril, como cuando con presencia de una prensa ansiosa y en medio de mucha algarabía, se echaba abajo en forma estruendosa la puerta de entrada del domicilio de la actual mandataria. Y en forma paralela, tortas con esa escena y otras más por el estilo, pasando por cirugías estéticas y otras de igual calibre. Bueno, esa fanfarria acabó, por lo menos por ahora; y aquellas que sean dignas de llevarse a cabo, lo serán en el futuro, cuando no tengan el atractivo mediático de ahora.
Y me estoy refiriendo a si la presidenta (e) en funciones puede ser investigada por causas distintas a las señaladas en el art. 117 constitucional. Y esto, que más o menos ha estado claro en los últimos tiempos, no lo ha estado para la Fiscalía de la Nación que, lamentablemente, ha actuado sin mayor sindéresis y con un desconocimiento constitucional digno de encomio (Zoraida Ávalos, Patricia Benavides, Delia Espinoza).
La inmunidad presidencial viene desde el siglo XIX, pero ha sido poco usada y peor estudiada. Y lo único que motivó ciertas dudas era si la presidenta (e) podía ser investigada durante su gestión por casos distintos a los señalados en el artículo 117 de la Constitución. En una reunión de alto nivel habida en 2018, y a la cual asistí, pensé que sí se podía hacer, pero con las máximas precauciones, pensando sobre todo en que las pruebas no se perdiesen. Pero jamás imaginé que todo desembocara en lo que hemos visto, viendo desfilar en el Congreso a expertos en cirugías plásticas y en teóricos del delito de abandono del cargo.
Pero la sentencia del Tribunal Constitucional que se ha dado a conocer hace poco ha puesto las cosas en su sitio: no se investiga nada, salvo lo elemental y en forma muy acotada. Y si bien ha demorado en forma ostensible, no podemos negar que ha sido certera en su análisis y en sus conclusiones. Y eso nos basta. Por lo demás, la vacancia es otro tema, al que hay que volver más adelante.