Carlos Rojas, Socio fundador y CEO de Andino Asset Management
Revista G, Gestión, diciembre de 2015
Una de las tres reformas económicas más importantes del gobierno de Fujimori fue la creación del sistema de pensiones como hoy lo conocemos. Este sistema lo conforman la ONP (que ya existía y está largamente desfinanciada), las AFP (que hoy manejan casi US$ 40.000 millones) y las compañías de seguro de vida (que su principal producto es darle una pensión de por vida al jubilado).
Es una de las varias razones por las cuales el Perú, hoy en día, tiene grado de inversión, bajas tasas de interés, financiamiento a largo plazo y un ahorro nacional creciente. Son responsables, por ejemplo, de que el costo de la energía que hoy compramos sea barato, ya que la energía en vecinos (sin subsidios) como Colombia y Chile cuesta aproximadamente de 2 a 4 veces más. El sistema financió los bonos de TGP (Tubo del Gas de Camisea), a Enersur, a Edegel, a Edelnor, a Luz del Sur, varios miles de kilómetros de líneas de transmisión (ISA Y REP), etcétera.
También son responsables de varias carreteras asfaltadas al financiar a concesionarios. La línea del Metro 1 y el futuro Metro 2 vienen de ese ahorro y permite que millones de horas hombre se ahorren. Ese tipo de financiamiento de largo plazo es el que permite que la brecha de infraestructura se reduzca. Podríamos seguir eternamente.
Siempre he pensado que la izquierda más radical quiere a las personas lo más empobrecidas posibles para poder controlarlos mejor. Sin comida, ni educación libre, ni pensión. Como pasa en Cuba. Darles comida en cupones y educación sin internet. Viven de lo que les da el gobierno y los priva de todas sus libertades.
Hoy día, una parte importante de las pensiones que paga la ONP son financiadas con impuestos, gracias a la cuenta de la fiesta que nos dejaron Velasco y García 1.
Con los avances tecnológicos, la data de reemplazo de personas por software o robots es alarmante. ¿Cuántas personas a los 65 años van a mantener su puesto de trabajo?
Creo que el tema de pensión y cobertura no puede ser cuestionado. Es lo que nos da estabilidad a largo plazo y eso va a mantener al país creciendo y sacando de la pobreza a millones de peruanos. O ir hacia un país que se endeuda cada vez más, porque unos políticos en busca de votos reeleccionistas no miraban más allá de los siguientes 12 meses.
Tenemos que establecer, como prioridad nacional, tener la mayor cobertura posible y fijarnos qué tenemos que hacer para que cada vez más personas tengan acceso a una jubilación digna con sus ahorros. Esto, al final, se traduce en menor uso de impuestos, que se pueden dirigir a más desayunos, mejores sueldos de profesores y más policías en las calles. Una vez que tengamos firme la cobertura como concepto de desarrollo inequívoco, podemos empezar a discutir todo lo que nos aqueja de las AFP.
Un sistema que tiene más de 20 años tiene que ser mejorado. Y hay que reconocer que han hecho un pésimo trabajo de comunicación y un buen trabajo en inversiones. Tratar de pasar con perfil bajo es algo que hoy en día, con las redes, es imposible. Las comisiones, los plazos, la concentración, el desarrollo del mercado local, los conflictos de intereses, los retornos, etcétera, todos son temas muy importantes, pero secundarios a la cobertura.