Por: Carlos Diez Canseco
Perú21, 30 de octubre del 2023
No hay que ser un Nobel de Economía para entender que con la inversión pública no se sale de la recesión; a lo más, saldrán los amigos de algunas autoridades. Lo que se necesita es promover la inversión privada, señala el economista, quien es gerente general del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Enfrentamos una recesión pese a contar con un gran potencial de inversión privada, que con las medidas adecuadas podría revertir la tendencia hacia un crecimiento sostenible, que genere empleo formal y digno para muchos peruanos que hoy no encuentran la forma de sostener a sus familias.
El ministro de Economía, luego de que una clasificadora de riesgo lo hiciera, admitió que estamos en recesión, esto es, que la actividad productiva decrece; por lo tanto, habrá despidos y menos trabajo. Desde el MEF se cree que un crédito fiscal podría cambiar esta tendencia.
No hay que ser un Nobel de Economía para entender que con la inversión pública no se sale de la recesión; a lo más, saldrán los amigos de algunas autoridades. Lo que se necesita es promover la inversión privada. Esto requiere un verdadero ‘punche’ para atraerla lo más rápido posible.
Recientemente, en Perumin se mostró el potencial de la industria minera peruana, que atrae empresarios, inversionistas, proveedores, comuneros y autoridades nacionales y extranjeras, y a muchísimos jóvenes. Gracias al imperativo cambio global de la matriz energética -necesario para controlar el cambio climático-, nuestros minerales son y serán estratégicos para el desenvolvimiento de las actividades industriales en todo el mundo, lo que se traduce para los peruanos en mejores precios, mayores utilidades y, por ende, mayor pago de impuestos, y si se dan nuevas inversiones, más trabajo formal y digno.
Necesitamos activar los motores de la economía y la industria minera es uno de los que pueden permitir revertir esta condición recesiva con la que vamos a enfrentar el fenómeno de El Niño. En Perumin se presentaron los proyectos mineros nacionales y algunos de ellos podrían comenzar mañana, pues tienen todas sus autorizaciones.
Consideraciones semejantes se pueden hacer para la agroexportación, pesca y turismo, sectores donde también tenemos ventajas competitivas. Consecuencia de activar estos motores o industrias básicas es la necesaria activación productiva de las industrias proveedoras o de servicios, gracias al círculo virtuoso de los encadenamientos productivos. En el caso minero, las actividades productivas proveedoras representan ocho empleos formales y adecuados por cada empleo minero.
Está demostrado que tenemos los recursos y las capacidades para ofrecerles un país mejor a todos los peruanos. Ampliemos la visión y extendamos la campaña del gobierno de tal forma que podamos sumar esfuerzo todos, no solo el sector público, y con punche promovamos las inversiones para salir de la crisis a la que con alevosía y tremenda incapacidad nos indujo la administración de Castillo.