Australia
Correo, 29 de noviembre del 2024
EFE / AFP
El Senado de Australia aprobó una ley pionera que prohibirá el acceso de los menores de 16 años a las redes sociales y contemplará multas de hasta 49.5 millones de dólares australianos (unos 32.1 millones de dólares estadounidenses) para las plataformas como Facebook, Instagram o TikTok que la infrinjan.
El texto, que entrará en vigor en 12 meses, recibió ayer el visto bueno del Senado con 34 votos a favor y 19 en contra, con apoyo de parte de la oposición, un día después de ser aprobada en la Cámara de Representantes (diputados) por 101-13.
Ahora, la medida regresará a la Cámara Baja para la aprobación final de una serie de enmiendas antes de convertirse en ley.
CONTEXTO. La ley, que busca proteger a los niños y adolescentes del acoso y de potenciales problemas de salud mental, introduce una nueva categoría llamada “plataformas de medios sociales con restricciones de edad” para prohibir a los menores de 16 años, incluidos aquellos que ya tienen cuentas, el acceso a las redes sociales.
Sobre el papel, esta prohibición es una de las más estrictas del mundo, pero de momento no está claro cómo las empresas de redes sociales aplicarán la prohibición. Se tendrá que esperar un año para que se ultimen los detalles y que la prohibición entre en vigor. Es probable que se concedan exenciones a algunas empresas, como WhatsApp y YouTube.
Para Amnistía Internacional, esta ley “no aborda el problema fundamental de que las empresas de redes sociales se benefician de contenidos nocivos, algoritmos adictivos y vigilancia [a los usuarios]”, según un comunicado publicado ayer.
X, por su parte, cuestionó la “legalidad” de la norma, diciendo que podría no ser compatible con las regulaciones internacionales y los tratados de derechos humanos que Australia ha firmado. El proyecto de ley llegó en medio de peticiones de los gigantes digitales, como Meta y Google, para que se dé tiempo para terminar las pruebas tecnológicas encargadas por el Gobierno australiano para la verificación de edad, que pueden incluir datos biométricos, entre otros asuntos.