Por: Augusto Baertl, Presidente del Directorio de Agrícola Chapi
Gestión, 15 de Noviembre del 2022
Para mí ya es claro que la clase política tradicional no es capaz de conducirnos a buen puerto y reenrumbar el destino del Perú.
La ausencia en CADE de Pedro Castillo fue claramente una señal política dada a los empresarios. Rompió una tradición desarrollada por años y con eso otra carta de su castillo de naipes se tumbó. Lo que él parece no saber es que le quedan muy pocas cartas de pie y la más importante, la carta social, cada vez está más en declive.
Actualmente el Perú enfrenta una de las más severas crisis políticas de su historia que está afectando drásticamente la base económica y social del país, lo que impacta directamente en los más pobres y compromete seriamente el futuro desarrollo del país. Lamentablemente, el estallido social producto de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran millones de peruanos, está cada vez más próximo.
Existen muchas ideas de cómo enrumbar el país hacia el crecimiento y en todas ellas Castillo no está presente. Queda claro que para la mayoría de líderes e instituciones representativas es la salida del poder de Pedro Castillo y de todo su equipo, así como de los actuales miembros del Congreso, la única solución.
Buena parte de la discusión es sobre quién podría liderar el futuro del país luego de la salida de Castillo. Para mí ya es claro que la clase política tradicional no es capaz de conducirnos a buen puerto y reenrumbar el destino del Perú.
Lo que no debemos olvidar es que la política no es algo que ataña únicamente a los políticos en ejercicio. Todos debemos no solo estar pendientes del escenario político, sino también participar activamente en la política. Tener un rol en la política es nuestro deber. Esto no solo es necesario, sino por la situación en la que nos encontramos hoy, es nuestra única salida.
Hoy se requiere que las organizaciones vivas se unan para salvar a nuestro país, no solo para encontrar una solución, sino más aún para liderar la recuperación del país. Gremios, academias, instituciones sociales, deben unirse y representar una unidad, una sola fuerza viva.
Las distorsiones que se han venido promoviendo por la actual administración son muy graves y la herida que está dejando en el país es muy profunda. Debemos realizar un gran esfuerzo a nivel nacional por ser conscientes del daño ocasionado, para implementar de manera inmediata un plan para encaminar al país nuevamente a los cauces correctos de desarrollo, equidad, generación de empleo formal y promoción de la inversión privada.
La tarea va a ser muy complicada, pero unidos estoy seguro que lo lograremos. El Perú es muy grande y está por encima de sus problemas. Él nos ha sostenido por mucho tiempo. Es nuestro turno ahora. Sostengamos a nuestro Perú y saquémoslo adelante.