Por: Arturo Woodman P.
Expreso, 1 de marzo del 2022
Esta semana se han presentado dos acontecimientos complicados, uno ha convulsionado al mundo en especial a Europa y está referido a la abusiva invasión realizada por el ejército ruso a Ucrania, con la iniciativa y aprobación del presidente Putin, otro sobre las declaraciones filtradas que comprometen seriamente al gobierno de Castillo.
El ataque ruso es inaceptable en una época de paz y pandemia, puede considerarse una acción genocida que causará que las organizaciones defensoras de los derechos humanos y otras instituciones como la Comunidad Europea aperturen juicio penal a Putin, por delitos de lesa humanidad o genocidio, lográndose una condena drástica y ejemplar que colabore a mantener la paz y unión mundial, al igual que el respeto a la vida humana.
A lo largo de la historia, tenemos ejemplos de excesos cometidos por gobiernos o dictadores que han provocado indebidamente: conflictos, guerras o actos de corrupción, fueron juzgados y penalizados, algunos como el realizado por el Tribunal de la Corte Internacional de Núremberg, al término de la segunda guerra mundial (1945) resolvió fusilar a 12 altos mandos alemanes por actos criminales y penalizar a 611; en Irak el ahorcamiento del dictador criminal Sadam Hussein (2006); la detención de Pinochet por corrupción, lograda por el juez español Baltazar Garzón e inclusive, el largo encarcelamiento del presidente Fujimori.
Independiente al juicio y condena que podría recibir Putin, Rusia como país invasor ha comenzado a recibir una serie de acciones de embargo y represalias económicas de los Estados Unidos de América y otros países del mundo, con el fin de aislarla y debilitar su economía. Rusia tienen un PBI de $1.790 blls, aproximado al de España y menor al de Italia, pero con una población de 145mll el ingreso per cápita llega a m/n $11 mil, más bajo que Chile y mayor que Perú. Este aislamiento, también compromete las actividades deportivas, culturales, turísticas, etc., etc.
Se estima que los bloqueos iniciados a Rusia nos golpearán por el precio del petróleo, gas y maíz, pero estos no tienen la magnitud ni la repercusión que nos generan los problemas políticos a raíz de las filtraciones que la prensa ha conseguido, de las explosivas y precipitadas declaraciones de la lobista Karelim López dadas al Ministerio Público como colaboradora eficaz, sosteniendo que el presidente Castillo estaría incluido en los actos de corrupción que realizarían los ministros de Transportes y Vivienda acompañados por cinco congresistas de Acción Popular, a quienes denominan “los niños”.
Indudablemente, esta declaración estaría confirmando que el gobierno de Castillo no estaría alejado de la corrupción, tal como se viene especulando desde el inicio de su gobierno.
Es cierto que estas declaraciones tienen que ser corroboradas, pero por ser tan fuertes generan enfrentamientos entre los grupos opositores y defensores, también entre los poderes del Estado. El país entrará en una etapa muy complicada en que las soluciones previsibles como: la vacancia, renuncia o permanencia del presidente Castillo agudizarán la crisis política trayéndonos un atraso en la reactivación del país.
Un tema que el Congreso debe manejar con mucha objetividad es el de “la confianza” que debe otorgarse al actual premier, de no concederla dos veces daría la posibilidad al Ejecutivo de cerrar el Congreso, defensor de la democracia y la institucionalidad.
Finalmente, sin duda la gobernabilidad y estabilidad del país se complican con las declaraciones de Karelim López, pero esperemos que la cordura de los políticos al frente logre una solución para que el Perú pueda encaminarse a la reactivación económica y desarrollo del país en paz y unión.