Por Arturo Woodman
Expreso, 28 de diciembre de 2021
No soy historiador, ni pretendo serlo, sólo quiero relacionar mis 90 años de vida con algunos acontecimientos políticos y problemas importantes del Perú, en dicho lapso de tiempo.
En 1931, nací en Piura igual que el general expresidente Luis Sánchez Cerro, la historia nos precisa que en 1933 fue asesinado saliendo del Hipódromo de Santa Beatriz. Mis primeros recuerdos políticos los tengo en 1939, viviendo alejado de la ciudad en la hacienda familiar, finalizando el segundo gobierno del Gral. Óscar Benavides, quien priorizó la construcción de carreteras como la Panamericana, que permitió la llegada de muchos provincianos costeños a Lima.
Posteriormente, de interno en el Colegio Santa Rosa de Sullana, anecdóticamente saludé sin zapatos al presidente Manuel Prado con ocasión del fin del primer conflicto con el Ecuador en 1942, en paralelo se daba la Segunda Guerra Mundial y Perú decide romper relaciones con Alemania, Japón e Italia.
Al terminar mi internado escolar en Chosica 1948, el Gral. Odría derrocó a J.L. Bustamante, elegido democráticamente con apoyo del Partido Aprista fundado en México por Haya de la Torre. Me gradué de Ingeniero Civil en la UNI durante el ochenio de Odría, quien dejó como legado la construcción de 55 Unidades Escolares y Hospitales, entre ellos el Rebagliati. Su fuerte política represiva la manejó Alejandro Esparza y en 1956 con la sublevación loretana del Gral. Marcial Merino, se inicia el fin de su gobierno.
En las elecciones del 56, Odría dio su apoyo al Dr. Lavalle, pero Manuel Prado fue elegido nuevamente con apoyo de los apristas al ofrecerles su formalización como partido político, el Ing. Gustavo Mohme y yo fundábamos la Constructora W&M, que nos permitió realizar obras importantes en el país.
Prado gobernó apoyado por Pedro Beltrán, en el 62 fue derrocado 10 días antes de terminar su mandato por el Gral. Pérez Godoy, la Junta Militar convocó a elecciones en el 63 y es electo el Arq. Belaunde, mi profesor de Urbanismo en la UNI. Su gobierno visionario, impulsó las unidades vecinales y la carretera marginal de la selva y nuevamente las FF.AA. con Velasco ingresan a Palacio de Gobierno derrocándolo y desterrándolo a Argentina en 1968.
Iniciando su gobierno autoritario, las primeras expropiaciones fueron las inversiones extranjeras petroleras de Talara (Int. Petroleum Com.) y las Mineras de Cerro de Pasco, sin respeto a la propiedad privada agrícola, como las azucareras y miles de hectáreas, entre ellas las 160 Has de mi padre; golpea a la industria, minería, pesquería, prensa y comunicaciones, destruyendo el desarrollo y la economía peruana, que tardó más de 30 años en recuperarse.
Irónicamente, Velasco es derrocado por el Gral. Morales Bermúdez en 1975, encontrándome en Tacna reconstruyendo su Aeropuerto y en 1976 el General nos acompañó en la entrega de la obra de represamiento del Río Chancay y Canal Taymi, mi última obra con Gustavo, cambiando de rumbo al aceptar gerenciar el importante Grupo Romero.
Belaunde, después de 12 años de militares, asume la Presidencia liberando la prensa e iniciando en democracia sus esfuerzos para recuperar el país, pero el terrorismo aparecía con destrucción y muerte…
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PARTE II
Expreso, 4 de enero de 2022
Continuando con el Arq. Belaunde, gobernó con terrorismo, el conflicto del falso Paquisha con Ecuador y los daños del fenómeno del Niño del 82 perdiendo el 10% del PBI; viajé con frecuencia a la devastada Piura colaborando con el Zar de la Reconstrucción, el Ing. Madalengoitia.
En el 85 el joven aprista gana las elecciones, su populismo impone el dólar MUC y nos deja sin reservas, produciendo una hiperinflación mayor a 2,000% y extrema pobreza. Los servicios públicos y abastecimiento de alimentos colapsaron, causándonos problemas a las empresas en abastecer a los clientes.
Queriendo retomar su popularidad, Alan promovió la estatización de la banca, pero los directivos, propietarios, miles de empleados, políticos y el pueblo, lograron revertir este descabellado propósito.
En el 90, Fujimori, un ingeniero desconocido, le gana al favorito Vargas Llosa y para bajar la hiperinflación, su premier Hurtado Miller anuncia la subida traumática de los precios subvencionados de entre 300% a 400%, comienza la estabilidad de la economía y el retorno de las actividades productivas y los servicios públicos son privatizados, en paralelo se inicia la aplicación de un agresivo programa económico para revertir la peor crisis de la historia del Perú, insertándonos en la economía mundial, a pesar del anticonstitucional cierre del Congreso.
Siendo director de CEPRI, se privatizó las azucareras de Trujillo, se vendió Chavimochic y Pasto Grande; y como presidente de Foncodes realizamos miles de pequeños proyectos focalizados en las zonas más pobres.
En París, junto al Ing. Camet y Fritz Dubois, se presentó ante la Comunidad Europea nuestros programas para disminuir la pobreza superior al 70%, logrando el apoyo del BID y Banco Mundial. De presidente de Confiep viajé con el Pdte. Fujimori promoviendo al Perú en USA, China, Japón y otros. En su último gobierno, la influencia de Montesinos y el exceso de poder lo llevaron a dejar la Presidencia y perder su libertad.
El presidente Valentín Paniagua convocó a elecciones y Alejandro Toledo asume la Presidencia, rodeado de un buen equipo de ministros y funcionarios, logró mantener el país en democracia y crecimiento, con tecnología y sobre todo los TLC. Con su apoyo y del ministro Raúl Diez Canseco, se renovaron 6 estadios y organizamos la Copa América 2004 y el Mundial Sub-17 2005, pero Toledo termina muy complicado.
El 2006 Alan García asume su segundo gobierno, la pobreza bajó al 12% generando trabajo, con un récord de crecimiento del 7%, promovió la Alianza del Pacífico, las concesiones mejoraron carreteras, puentes, aeropuertos, etc., y en el deporte, presidiendo el IPD, postulamos para organizar los Panamericanos, remodelamos el Estadio Nacional y trajimos al Dakar.
Con el Pdte. Humala y su positiva hoja de ruta, entramos a una historia reciente, pero lo más lamentable fue que teniendo a PPK de presidente y un Congreso fujimorista, se perdió la oportunidad de llevar al Perú a la modernidad.
Entramos en un cambio de 5 presidentes, como si fueran los últimos minutos de un partido de fútbol, el pésimo Vizcarra con un inoperante manejo de la pandemia, 200 mil fallecidos y el anticonstitucional cierre del Congreso, los cortos días de Merino y meses de Sagasti, llegamos a Pedro Castillo, que con su incapacidad en gobernar solo genera inestabilidad, inflación, rodeándose de pésimos ministros y asesores, llevándonos sin rumbo, ni visión, destruyendo la minería y alejando a “su pueblo” de las inversiones y el trabajo.
Finalmente, esperemos como Hurtado Miller “Que Dios nos ayude”, pero este gobierno pinta como el peor en mis 90 años.